Asma Bronquial y su terapeutica
Autor: Roberto A. Diaz Rios | Publicado:  8/11/2006 | Neumologia | |
Asma Bronquial y su terapeutica.

Objetivos

General:


- Demostrar la eficacia de la terapéutica física en el mejoramiento de los síntomas del Asma Bronquial.

Específicos:

- Demostrar la generalización en la población del uso inadecuado de fármacos antiasmáticos.

- Evidenciar la baja frecuencia con que se instituye la terapéutica física en el tratamiento del Asma Bronquial en nuestra población.

Material y método

Se realizó un estudio observacional descriptivo de las variables incluidas en nuestro trabajo, para el cual se utilizaron guías de entrevistas, historias clínicas individuales y fichas familiares en vistas de conocer el tratamiento farmacológico y otros pormenores de cada uno de nuestros pacientes.

Para la confección de este trabajo se utilizó además, computadora Pentium 4, Microsoft Office 2003, calculadora Casio, hojas de papel, lápices, plumas e impresora.

Introducción

El Asma Bronquial representa la causa de ingreso hospitalario más frecuente en diversos países y es la enfermedad crónica que determina más absentismo laboral. La mortalidad debida al asma no es comparable en magnitud con los efectos del día a día de la enfermedad.

El asma es una enfermedad variable; el 26% de los pacientes notan que sus síntomas cambian diariamente, semanalmente o mensualmente. El reto en el tratamiento del asma consiste en ajustar la intensidad del tratamiento con el fin de controlar la naturaleza variable de la enfermedad. Los síntomas ocurren debido a diferentes factores, de los cuales los más frecuentes son las condiciones meteorológicas (41%) y las alergias (38%). (1)

Hay demasiados pacientes con asma en el mundo que padecen episodios potencialmente mortales que se podrían evitar. En el campo respiratorio se han conseguido numerosos avances, especialmente en los últimos diez años, pero los pacientes, los médicos y los servicios sanitarios siguen siendo víctimas de la enfermedad. El asma es una enfermedad variable que se ha demostrado que es difícil de controlar. Los tratamientos tradicionales son inflexibles y, por tanto, no se ajustan a las variaciones observadas en los síntomas.

Lo que demuestra que el asma es todavía una enfermedad no controlada. A pesar de que diversas organizaciones han elaborado directrices internacionales y nacionales, los pacientes siguen presentando síntomas que a menudo hacen que requieran dosis altas de medicación, nebulizaciones y hospitalizaciones. Las medicaciones para el asma disponibles actualmente han ayudado a muchos pacientes, pero todavía existe una necesidad no cubierta y hay mucho que mejorar.

Es indiscutible que el ejercicio físico mejora la ventilación de los pulmones favoreciendo la capacidad vital o de aire que el organismo pueda asimilar, ya que está a nivel alveolar con la hemoglobina de la sangre. Cualquier tipo de enfermedad que se presente en las vías respiratorias disminuye la capacidad funcional del pulmón, debido a que se obstruye o altera la composición anatomo- fisiológica del mismo. (1)

Desarrollo

El término "asma" deriva del vocablo griego ásthma, que proviene, a su vez, de áo, que significa respirar, y ya fue usado por los médicos de la antigua Grecia y puede que por Homero antes que ellos. Sin embargo, el "asma" de la medicina helénica hay que entenderla de manera prudente, ya que así era denominada la intensa dificultad respiratoria - un síntoma, en realidad -, debido a que ésta hacía que el enfermo fuese consciente de su propia respiración, mientras que, en condiciones normales, el hecho de respirar pasa inadvertido. (1)

En los últimos años se ha producido un cambio en la concepción etiopatogénica del asma que nos lleva a plantearnos cambios en el control de la misma. Hasta no hace mucho, se consideraba una enfermedad de etiología desconocida caracterizada por una respuesta exagerada del músculo liso bronquial frente a determinados estímulos inmunológicos (alergenos) y no inmunológicos como irritantes, infecciones y ejercicio. (2)

La patogenia por tanto, era simple y se reducía a estimulación (broncoconstricción), relajación (broncodilatación) del músculo bronquial; dado su eminente carácter fisiopatológico. las determinaciones de la función pulmonar resultaban básicas en el diagnóstico y control de la enfermedad. Sin embargo, en la actualidad se considera que, la alteración primaria en el asma es la existencia de un proceso inflamatorio en las vías aéreas y que tanto la obstrucción como la hiperreactividad bronquial (HRB) son consecuencia de ella. Parece que esta inflamación determina la severidad de proceso, se relaciona con las exacerbaciones y produce los cambios crónicos que afectan a la estructura de las vías aéreas. Por tanto, la inflamación se constituye como el núcleo central del asma y a él debemos por tanto dirigir nuestra atención en el control de la enfermedad. En este proceso inflamatorio participan varios tipos celulares: linfocitos T, mastocitos y esosinófilos, todos ellos interrelacionados por la liberación de múltiples mediadores que regulan la naturaleza del proceso inflamatorio. (1)

Epidemiología.

La mayoría de las encuestas epidemiológicas señalan que la enfermedad afecta al 3-7% de la población adulta a nivel mundial. En nuestro paìs la prevalencia se señala del 8 al 10 % del total de la población.

Factores genéticos y ambientales seguramente explican las diferencias en la prevalencia de la enfermedad en diversas comunidades y regiones del mundo. Como ejemplos de esas diferencias se conocen los esquimales y los habitantes de la isla Tristan de Cunha. Entre los primeros, el asma es extraordinariamente rara; por el contrario, en la isla mencionada, uno de cada tres habitantes padece asma. (3)

Los niños están más predispuestos que las niñas al desarrollo de asma. La aparición de asma está muy influida por la presencia de eccema atópico; éste, además, comporta un riesgo elevado de que el asma no ceda ni mejore al llegar a la adolescencia. En los adultos jóvenes la enfermedad afecta más a las mujeres. Esta predominancia desaparece en los ancianos, en los que el asma se presenta en ambos sexos con la misma frecuencia. En las tres últimas décadas parece observarse un aumento en la prevalencia y en la gravedad de la enfermedad. Diversos cambios en el entorno y en los hábitos se han implicado en el aumento del asma, entre los cuales destacan el hábito tabáquico, la alimentación artificial y el aumento en la concentración ambiental de los alergenos. Varios estudios han demostrado que el hábito tabáquico, especialmente el de la madre, favorece la aparición de síntomas asmáticos. En dos ocasiones se ha producido gran alarma ante la comprobación de que, en algunos países, el aumento de las muertes por asma alcanzaba el grado de epidemia. El primer episodio ocurrió en los años sesenta en Gran Bretaña y el segundo en Nueva Zelanda en la década de los ochenta. En ambas ocasiones se relacionó el fenómeno con la utilización de dosis elevadas de broncodilatadores betamiméticos. En el primer caso se trataba del isoproterenol, y en el segundo, del fenoterol. (2)


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar