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Cuando las enfermedades urologicas cambiaron la historia de un pais. Venezuela. Cipriano Castro y Juan Vicente Gomez
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Autor: Dr. Julio C. Potenziani Bigelli
Publicado: 17/05/2011
 

En el presente ensayo histórico describiremos las enfermedades urológicas de los Presidentes venezolanos General Cipriano Castro y General Juan Vicente Gómez, las cuales han sido objeto de polémica desde siempre, aun en vida de ambos personajes. El ‘Cabito’, ‘el Restaurador’ es decir, el General Cipriano Castro y el ‘Benemérito’ el General Juan Vicente Gómez, presidentes de 1901 a 1908 en el caso de Castro y de 1908 hasta el año 1935, en el caso de Gómez.


Enfermedades urologicas cambiaron la Historia. Venezuela. Cipriano Castro. Juan Vicente Gomez .1

Cuando las enfermedades urológicas cambiaron la historia de un país. Venezuela: Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez

Doctor Julio César Potenziani Bigelli. Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina-Palacio de las Academias Caracas-Venezuela. Urólogo Hospital Privado Centro Médico de Caracas

INTRODUCCIÓN

En el presente ensayo histórico describiremos las enfermedades urológicas de los Presidentes venezolanos General Cipriano Castro y General Juan Vicente Gómez, las cuales han sido objeto de polémica desde siempre, aun en vida de ambos personajes. El ‘Cabito’, ‘el Restaurador’ es decir, el General Cipriano Castro y el ‘Benemérito’ el General Juan Vicente Gómez, presidentes de 1901 a 1908 en el caso de Castro y de 1908 hasta el año 1935, en el caso de Gómez.

Paradójicamente ambos tuvieron consecuencias desagradables y trascendentales por las enfermedades urológicas sufridas. En el caso de Castro, un problema fistuloso intestinal-urinario y problemas infecciosos, aparte de ocasionarle aproximadamente veinte años de sufrimiento físico y espiritual, lo obligó a ausentarse del país para operarse en el extranjero y con ello ‘perdió la silla presidencial’ en manos de su segundo en el poder, su compadre el General Juan Vicente Gómez. Este por su parte sufrió de las vías urinarias específicamente de la glándula prostática (hiperplasia con cáncer) y al final de sus días una insuficiencia renal y la diabetes acabaron con su vida. (1,2,3,5,6,7,8,9,12,17,24,25).

Es curioso que éstos compadres y compañeros de armas andinos, que tuvieron sueños y esperanzas comunes para una Venezuela mejor (“nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos”). (20) padecieran en su vida de enfermedades urinarias, que llevaron a la postre a cambios sociales, políticos y económicos de gran alcance en la política nacional e internacional venezolana.

Comentaremos circunstancias médicas e históricas alrededor de ambos personajes para poder dar una visión lo más completa posible.

GENERAL CIPRIANO CASTRO

Nacido el 9 de Octubre de 1856 en el municipio Libertad en un pueblito cerca de actual Capacho viejo, Táchira y fallecido el 5 de diciembre de 1924 en Santurce Isla de Puerto Rico. Fue el 37º Presidente constitucional de Venezuela desde 1901 hasta 1908. En Colombia donde estudio en el Seminario de Pamplona (1872-1873) entra en conocimiento del movimiento liberal colombiano y deja los estudios. Castro fue guerrillero y político desde su juventud. Gómez en cambio hombre de campo, agricultor y dueño de haciendas desde su juventud. (16, 17, 18, 24)

Luego desde 1876 hasta 1888 entra en la diatriba política y en 1888 Castro llega a la gobernación del estado Táchira. En 1890 se encarga de la Comandancia de Armas y es elegido diputado por Táchira al Congreso Nacional. Apoya al presidente Andueza Palacios y a su vuelta al Táchira para trabajar por Andueza recibe la colaboración de Juan Vicente Gómez. Enfrenta la Revolución Legalista de Joaquín Crespo, pero debe irse al exilio 7 años a la hacienda Los Vados en Colombia. (6, 13, 16, 17, 18, 20, 21, 24, 26, 27, 28, 29, 33, 37)

En 1898 ocurre la desestabilización política del presidente Ignacio Andrade y en 1899 Castro y Gómez organizan la Revolución Liberal Restauradora. Triunfan. El presidente Andrade abandona el país y Castro entra a Caracas el 22 de diciembre de 1899 comenzando su periplo presidencial hasta 1908. (6, 13, 16, 17, 18, 20, 21, 24, 26, 27, 28, 29, 33, 37)

Los enfrentamientos con grupos opositores nacionales no se hicieron esperar. Sucede la revolución Libertadora (1901-1903) del hombre de finanzas, Manuel Antonio Matos, con el apoyo de compañías extranjeras, y el bloqueo de las costas venezolanas por las armadas de Inglaterra, Alemania e Italia, y posteriormente Francia, Holanda, Bélgica, Estados Unidos, España y Méjico, debido a las deudas que Venezuela tenía con dichas naciones, y que Castro no quería honrarlas, acontece desde diciembre 1902 hasta febrero 1903, y dio como resultado, el enfrentamiento de Castro con las grandes naciones extranjeras de ése entonces, quedando plasmada su famosa frase: "Venezuela, la planta insolente del extranjero, ha profanado el sagrado suelo de la patria", que sería conocida en los principales diarios del mundo desarrollado. (6, 17, 18, 26, 31)

Naves extranjeras (Bloqueo Pacífico) en el Puerto de la Guaira

El Protocolo de Washington (1903) acuerda la cancelación progresiva de la deuda por parte de Venezuela.

Por el tema del Bloqueo y de la falta de cumplimiento en honrar los pagos a las naciones acreedoras, unido al affaire de ‘La Aclamación’, al complot denominado ‘La Conjura” (1907), y al conocimiento de la vida disipada y desordenada de Castro, así como a las fanfarronadas habituales en sus últimos años de gobierno, es objeto de burla no sólo en Venezuela, sino también en el exterior, como nunca había sucedido con presidente venezolano alguno hasta ésa fecha(38).

Su popularidad decrece y con ello su confianza en todo lo que lo rodea, cometiendo errores privados y públicos, que serían a la postre causa de su separación del gobierno. (6, 17, 18, 26)

En frases extraídas del libro ‘En las huellas de la pezuña’ historia de la rebelión estudiantil de 1928 contada por Miguel Otero Silva y Rómulo Betancourt, referían, cito textualmente: ‘Las tiranías de Castro y Gómez, han traído a la capital de la República una bandada de patanes que, investidos de altos cargos políticos, se han reído en derecho y han logrado penetrar en la sociedad, que primero con escrúpulos y luego poco a poco cordializando con ellos, les ha abierto las puertas de par en par, cuando ya han aprendido a tomar el champagne sin derramarlo integro en la pechera del frac, de ése frac que es un potro de tormentos para sus humanidades zafias acostumbradas al fresco liquiliqui’. (43)

Los conflictos con poderosas compañías extranjeras envueltas en el apoyo al alzamiento mencionado anteriormente, como la New York & Bermudez Company a la cual se le exige indemnización así como la expropiación de la Orinoco Steamship Company hace que se rompan relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 1908. (24)

Previamente en 1906 había rescindido el contrato con la compañía francesa del cable interoceánico y se rompen relaciones con Francia y posteriormente con Holanda. En fin un problema tras de otro. (6, 17, 18, 24, 26)

Como refiere Polanco Alcántara en su libro ‘Venezuela y sus personajes’ (20) Cipriano Castro pasa penosamente por un exilio que comienza con una salida normal del país, llegando a Francia y posteriormente a Berlín en Alemania con una comitiva médica encabezada por el doctor Pablo Acosta Ortiz (1864-1914).

Ya alejado del poder a finales de 1908 y habiendo sido sometido exitosamente a la cirugía urinaria por parte del doctor James Israel en la ciudad de Berlín-Alemania, tuvo que suplicar a cónsules y embajadores venezolanos que irónicamente habían sido nombrados por él y estaban ya bajos las órdenes de Gómez, que lo ayudaran económicamente, lo cual hizo el cónsul Diógenes Escalante con el recurso de sus oficinas consulares (20) ya que Gómez y su recién instalado gobierno le habían bloqueado todas las cuentas presidenciales y personales, dejándolo prácticamente sin recursos económicos de los cuales disponer.

Posteriormente por la ingenua creencia que su vuelta a Venezuela sería bien recibida, viaja pero antes de llegar es bloqueado, vejado, maltratado físicamente, humillado e incluso apresado en los diferentes sitios a donde llega (Martinica, Nueva York. Trinidad).

En su retorno sufre el inevitable acoso de las potencias extranjeras y de los espías de Juan Vicente Gómez que lograron confabularse para que su retorno a Venezuela se hiciera imposible. (20, 24)

Academia Nacional de Medicina-Venezuela

En ése comentado regreso a Venezuela arriba con su barco a Trinidad, donde los zarandeos físicos que sufre le ocasionan una dehiscencia de la herida operatoria y por órdenes del gobierno francés es regresado a Europa sufriendo humillaciones que no eran sino la respuesta a tanta agresión verbal que él había tenido con todos los diplomáticos de los países a los cuales Venezuela les debía dinero.

Castro se había portado como ‘guapetón de pueblo’ cortando relaciones diplomáticas con diversos países importantes de la época (Francia, Estados Unidos de Norteamérica, Holanda) y sin duda alguna, éstos le pasaron factura, quizás en un momento inadecuado, pero la naturaleza humana es así, y Cipriano Castro sufrió las consecuencias.

Refiere Alarico Gómez que no obstante los múltiples errores cometidos por Castro, debe reconocerse su nacionalismo y su amor por Venezuela, los cuales eran inobjetables (25), a lo que podríamos responder, que el hecho de ‘ser nacionalista’ y ‘querer a Venezuela’ se debería demostrar de una manera más responsable y sobre todo más considerada hacia el resto de la población que es en definitiva la que sufre los avatares de los gobernantes ‘irresponsables y fanfarrones’.


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El General Gómez por su parte, haría exactamente lo contrario, se ganaría el favor de ésas potencias, pagándoles hasta el último centavo que les debía, con la intención de ganarse sus simpatías para que a su vez, éstos aprobaran su gobierno ‘de facto’ y reconocieran su gobierno como autentico y constitucional, como así fue. Al final logró que no lo molestaran en sus intenciones políticas represivas y totalitarias. Gómez era visto por una mucha gente como el ‘Gran Pacificador’, el ‘Gendarme necesario’, ya que se pensaba que Venezuela no aceptaba otra forma de gobierno que no fuera una dictadura (5), error que pagaría Venezuela con 27 años de sometimiento antidemocrático. Refiere Consalvi que las relaciones rotas con Colombia, Francia, Países Bajos y Estados Unidos se convertirían en las mejores cartas en las manos de Gómez, astutamente jugadas: los enemigos de Castro eran y serían sus amigos. (24)

Volviendo con el presidente Cipriano Castro, la revista americana “Harper´s Weekly” lo llamó “El hombre sin país”. Caricaturizado como harapiento en el News Tribune de Detroit en 1909. (22)(ver abajo)

En su intento de regresar al país, Cipriano y su comitiva nunca atracarían su barco, el ‘Guadaloupe’ en Puerto España, Trinidad, ya que inclusive dos cruceros norteamericanos, el ‘Montana’ y el ‘North Caroline’, bajo órdenes directas del Presidente norteamericano Taft, sucesor de Teodoro Roosevelt impiden que atraque en Trinidad, aun cuando se dan cuenta que tiene una dehiscencia de la herida operatoria y aun así por órdenes del gobierno francés lo devuelven a Europa en el vapor ‘Versailles’. (6, 12, 13, 16, 17, 18, 20, 24, 25, 26, 31, 37)

El peregrinaje se haría extenso y extenuante hasta llegar a España en las Islas Canarias (Santa Cruz de Tenerife) en 1911 donde pasa con su esposa Zoila, un tiempo de tranquilidad y relativo buen trato. Posteriormente se traslada en 1912 a Francia para constatar la condición de su riñón (riñón supurado), ya que en Berlín había sido operado de su fístula colónica-vesical y de allí va a Nueva York en Estados Unidos, donde es tratado muy mal al punto que es confinado en la isla de Ellis, como se sabe lugar de confinamiento de inmigrantes indeseables y de enfermos que debían guardar ‘cuarentena’, donde esperan normalizar su papeleo para permitirle la entrada al país.

Luego de ganar un recurso de amparo al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, aparece en el New York Herald su foto, con el siguiente mensaje del General Cipriano Castro: “Mi cuerpo ha estado aherrojado y perseguido, pero mi espíritu esta libre. Tengo que sufrir en éste desgraciado mundo de mentiras, de pequeñeces y mezquindades por causa de la libertad y el derecho de mi patria”. (7)

Va a Cuba y posteriormente a Puerto Rico donde llega el año de 1916, su morada final, donde muere en Santurce el 5 de diciembre de 1924.

Fueron 16 años de angustia y pesar luego de su partida de Venezuela en 1908. Sus restos descansaron en el cementerio de San Juan de Puerto Rico hasta el 25 de mayo de 1975, cuando el Presidente Carlos Andrés Pérez ordena que sus restos sean repatriados en un mausoleo de su pueblo natal (población de Libertad en Capacho Nuevo, Venezuela).

El 14 de febrero del 2003 sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional en Caracas-Venezuela.

Uno de sus grandes detractores como lo fue José Rafael Pocaterra (8) en su ‘Necrología de Cipriano Castro’ escribió, cito textualmente: “Descanse en paz el General Cipriano Castro- ¡Es horrible lo que me ocurre!-. Le odié en vida, le combatí, le clavé en la picota de mis libros, y hoy muerto, desde el fondo de mi sangre venezolana, la admiración a su valor, su energía, su inteligencia -¡A haberse hecho a puño propio desde un remoto villorrio, perdido en las vueltas de la Cordillera!- sacude mis nervios y cubre su recuerdo con una honrada simpatía, con un deseo absurdo de que no hubiese sido lo que fue, para no tener que decir lo que dije..” (8)

¿CUÁLES FUERON LOS PADECIMIENTOS UROLÓGICOS DEL GENERAL CIPRIANO CASTRO?

Ya desde 1885, cuando Castro accede viajar a Caracas para entrevistarse con Crespo, comienzan sus avatares con la enfermedad, ya que debe abandonar dicho encuentro por sentirse mal (fiebres, postración) y se va a la Trincheras, Estado Carabobo, a restablecerse.

En Caracas como gobernante del país, no goza de la simpatía de la sociedad caraqueña debido a que no había puntos de enlace social con ellos y dicha sociedad para ganarse la simpatía de Castro y conociendo su afición al baile, lo comienzan a invitar a fiestas a las cuales va usualmente solo y esto es utilizado para conseguir favores del presidente, ya que comienzan a llevarle parejas jóvenes para que lo acompañaran y se acostaran con él. (13,20,24,37)

Esto fue incrementándose al punto de hacerse una característica acentuada de Castro. La intensidad y frecuencia de la vida sexual disipada hicieron mella en él tanto física como emocionalmente. Estaba cansado y nervioso lo que deterioraba su desempeño como gobernante (20) y sin duda alguna tuvo también efecto sobre sus vías urinarias.

Castro es un individuo interesante e inteligente, sensible, sensual, egoísta y extraordinariamente extrovertido, emotivo e inclusive violento. (13) Era dado a la jactancia y su deseo de figurar era notable, características que fueron utilizadas por los aduladores de oficio que lo halagaban, le hacían fiestas y bailes y lo dotaban de hembras para congraciarse y obtener beneficios, esto a la postre lo perjudicarían notablemente tanto física como políticamente

Aun cuando se dice que eran mujeres escogidas para él, no deja de despertar dudas clínicas debido a la frecuencia que en ésa época se tenía de enfermedades como la gonorrea, la sífilis y el linfogranuloma venéreo. Pío Gil en ‘El Cabito’ (8) describe de manera morbosa dicha característica de Castro e inclusive el General López Contreras adepto a Castro refería que la ‘dedicación al amor libre’ causó grave impacto en la vida política del presidente. (20)

López Contreras, con su parquedad característica, refería que la licenciosa vida de Don Cipriano le había venido afectando peligrosamente. Excesos con los licores, y sus andanzas sexuales con la adquisición de alguna enfermedad venérea (alguna gonorrea mal curada) produjo repercusiones urinarias ascendentes (uretra, próstata, vejiga y riñones) que infectaron las vías urinarias llegando al riñón y produciendo daños renales importantes, ‘riñón supurado’. (8)

La sintomatología clínica infecciosa urinaria como fiebres, postración, sudoración, cefaleas, no lo abandonarían nunca, por el resto de su vida. (25)

Como dato interesante y comparativo, nunca su compadre el general Juan Vicente Gómez, participaría de aquellas ‘orgías castristas’.

Fue a partir del año 1904 cuando se convierte en un hombre disipado y trivial. Protagonizando episodios vergonzosos en prostíbulos. Recibiendo a los ministros en billares o en el gabinete del masajista, mientras los músicos tocaban componiéndole valses. La liviandad y el indecoroso comportamiento, campean en el centro del poder, a la par que el presidente pierde su brillantez y sus facultades físicas debido a sus famosas parrandas. (6,24) Venezuela era definida como el país donde ‘Los hombres le abrían los brazos a Castro y las mujeres la abrían las piernas’. (24)

Ya en 1906 expuso como excusa para ‘una’ de sus renuncias ‘fatiga y hastío’. Varias veces suspende labores gubernamentales para irse a descansar a la Guaira en Macuto. (4)

El agravamiento de su cuadro clínico es debido al padecimiento de una fístula colónica-vesical que se diagnostica clínicamente en 1907 y endoscópicamente en 1908, por el doctor Juan Manuel Iturbe Bescanza (1883-1962) quien regresaba de sus estudios en Alemania e introdujo en Venezuela el Cistoscopio de Nitze, para exploraciones endoscópicas de la uretra y vejiga urinaria.

Dicha exploración se realiza en la Clínica de su propiedad entre las esquinas de Principal y Conde. (1,2)

Aquí se presenta una duda razonable, que aparece en varias fuentes consultadas. Manuel Iturbe llega de Europa en 1908, por lo cual es imposible que se le haya realizado un diagnostico endoscópico el año 1907 al general Cipriano Castro, por lo cual pensamos que la cirugía que trataron de hacer Revenga y Acosta Ortiz en Macuto en 1907, no tenía el diagnóstico endoscópico de Iturbe. Este se haría al año siguiente, año de la partida para Alemania a realizarse su cirugía definitiva en Berlín con el doctor Israel.

La fístula colónica-vesical es una comunicación anormal del sistema intestinal con el sistema urinario, es decir el colon sigmoides se adhiere y comunica con la vejiga urinaria, por una complicación de una enfermedad diverticular en el colon y con el tiempo se abre el colon hacia la vejiga urinaria, produciéndose la entrada de materia fecal y gases intestinales a la vejiga urinaria, provocando infecciones urinarias a repetición, y sobre todo infecciones urinarias ascendentes que ocasionaron pielonefritis a repetición con la ulterior formación de un riñón ‘supurado’, patología difícil de tratar en la Venezuela de entonces.

En conversaciones sostenidas por el doctor Alfredo Borjas (académico y pionero excelso de la urología venezolana) con el historiador médico Francisco Plaza Izquierdo, refiere que la fístula colónica-vesical se evidenció estando en una celebración en el Club Venezuela en Caracas. En el trascurso de dicha velada tuvo repentinamente la expulsión de gases (flatos) por la uretra, lo que médicamente se denomina neumaturia, con lo cual el General exclamó: Cito textualmente: -¡Qué bolera es ésta, que me estoy peyando por el pito! (1,2)


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Posteriormente los doctores José Rafael Revenga (1857-1915) (médico personal y Secretario General de Gobierno) y Pablo Acosta Ortiz (1864-1914) llamado el Maestro, el Mago del Bisturí y el Príncipe de la Cirugía Venezolana, intentan operar al General de su fístula colónica-vesical, el 9 de febrero de 1907 en la quinta ‘Guzmania’ en Macuto (La Guaira), encontrándose la crema y nata de la medicina nacional, como los doctores Eduardo Celis, para la época Ministro de las Finanzas, David Lobo, José Antonio Baldó, Adolfo Bueno y Lino A. Clemente, pero no lograrán sus objetivos ya que se suceden situaciones muy tensas en la sala de operaciones como aquella famosa, descrita innumerables veces.

Durante la operación, se produce una brusca caída de la tensión arterial, con una falla del pulso y Lino A, Clemente que fungía como anestesista exclama:- ‘Se nos va’, es entonces cuando los guardias o guardaespaldas del general, que estaban en el mismo cuarto de operaciones exclaman cargando sus pajizas y mausser… ¡Si se va mi general, ustedes también se van! y por lo delicado de la situación, Acosta Ortiz le ordena al anestesista Celis que la operación había finalizado, y ante el asombro de Revenga le dice a éste : -Cállate! y comienzan a suturar al paciente. Posteriormente Acosta Ortiz les refiere a los allí presentes que se ha acabado la operación y lo demás que hay que hacer es que el General vaya a Alemania para ser visto por el doctor Israel en su clínica de Berlín. (1, 2, 5, 9, 12)

Digno de mención, es que ésos guardaespaldas denominados los ‘sagrados’ y los ‘chácharos’ eran cuerpos de matones profesionales, seleccionados de las cárceles o que huían de la justicia, para servir de `protectores’ de los ‘valerosos hombres del régimen’, e iban siempre armados de pajizas (escopetas recortadas) o de Mausseres. (43)

Lamentablemente no se tienen documentos quirúrgicos que avalen, qué querían realizar los cirujanos, qué tipo de técnica operatoria, debido quizás a la delicadeza del momento político-social que vivía Venezuela con el General Castro y sus rencillas con el General Gómez. Esto quedará siempre en la penumbra.

Pedro José Muñoz en su escrito “El Retorno” (10) refiere otra versión de los hechos mencionados, cito textualmente: ‘Al momento de la cirugía el doctor Lino A. Clemente que fungía como anestesista le advierte al doctor Acosta Ortiz, cirujano del caso: -“Está faltando el pulso” y entonces la guardia de Castro, que estaban presente, tiran de sus revólveres y amenazan al cirujano: -Si se muere, lo matamos”.

Se menciona también que los generales Delgado Chalbaud y Pedro María Cárdenas se le habían acercado al doctor Revenga y le habían dicho con expresión sombría: -“Tenga cuidado doctor, porque si algo le sucede a Don Cipriano, en ése caso los muertos serían dos”.

Es obvio que el clima político reinante se había colado al interior del quirófano, ya que no debemos olvidar que ésa era la época de ‘La Conjura’ donde el General Gómez estaba bajo la mirada de todos y desde 1904 hasta 1908 tenía que esconderse todas las noches en casa distintas ante la amenaza de su vida (24), y cualquier accidente sucediera a Don Cipriano, así fuera médico, podía imputársele a Gómez y a sus simpatizantes. Incluso los médicos de la comitiva de Castro no estaban exentos de sospechas. Recordemos que el estado de salud del General Cipriano Castro hacía suponer que el final estaba cerca y por lo tanto todos aquellos que tuvieran apetencias de poder estaban inexorablemente bajo la mirada atenta de su comitiva política.

Según refiere Consalvi (24) del doctor Revenga se mencionaba que mientras trataba al caudillo, conspiraba con el doctor Aquiles Iturbe, con la esperanza de suceder a Castro. Y no e debe olvidar que Revenga es el primero que se va del país (1908) y deja de ser médico de cabecera de Castro y se va a Paris a esperar a Castro. (24)

Al año siguiente (1908) el doctor Revenga es sustituido del equipo médico de confianza del General Castro, por el doctor Rafael López Baralt y debido a que su enfermedad no cede, tratan por cancillería de lograr que el doctor James Israel venga a Venezuela, pero no se logra el cometido, siendo el doctor José Ignacio Cárdenas agente del presidente en Europa y familiar del general Gómez quien sugiere el viaje. Esto por supuesto, levantaría suspicacias, pensándose que detrás de Cárdenas estaba la mano del General Gómez.

Ese año 1908 deciden el viaje a Berlín por las condiciones deterioradas de salud del General Castro y salen en comitiva el 24 de noviembre el General Cipriano Castro y su esposa Doña Zoila Martínez, los doctores Pablo Acosta Ortiz, José Ignacio Cárdenas, Fonseca, José Antonio Baldó entre otros, abordando el tren en la estación de Caño Amarillo hacia la Guaira, despidiéndolo entre otras personas el propio General Gómez. Esta circunstancia de ausentarse del país la utilizaría sin contemplaciones su compadre Juan Vicente Gómez para dar un golpe de estado y quedarse por 27 años con el poder absoluto y dictatorial en Venezuela. (4, 12, 13, 20, 24, 25, 26)

Como refieren Miguel Otero Silva y Rómulo Betancourt ‘En las huellas de la pezuña´, cito textualmente: ‘Venezuela otra vez se equivoca, cree que con Gómez llega la libertad. Unos jóvenes que amanecen inventando mundos publican una revista llamada La Alborada y el título es como una confesión. O sea, creen que Gómez es el alba y que la noche (Castro) ha quedado atrás’. (43)

Se embarcan en el vapor ‘Guadaloupe’, estimándose que estarían fuera del país de 3 a 4 meses a lo sumo y nunca el General Castro se hubiera imaginado que ésas costas guaireñas no las volvería a ver jamás. ¡Cuán pesado es el bordón del peregrino! escribiría García Ponce en su excelente biografía de Cipriano Castro. (4)

Fueron 16 años de peregrinaje en soledad, con toda la nostalgia del mundo y padeciendo los maltratos y desplantes de todo tipo de autoridades extranjeras. (4)

Hay una anécdota interesante en relación al eminente médico cirujano Pablo Acosta Ortiz, que siendo inquirido por un personero del gobierno de Castro acerca del paciente, el galeno le dijo, cito textualmente: “ -Lo voy a complacer…Políticamente yo no soy amigo del General Castro, ni soy político: pero cuando yo piso el umbral de la puerta de su cuarto de enfermo, yo soy su mejor amigo…un hermano…un padre; yo soy su médico y no veo en él sino un paciente…Y algo más, el enfermo que, a pesar de su alta posición, tiene depositada su confianza en mi”. (13)

El mismo doctor Pablo Acosta Ortiz, durante la travesía a Berlín a operarse le dijo, cito textualmente: -Usted no cree General, que con su ausencia se presenten en Venezuela algunos trastornos políticos? -“No” le respondió categóricamente. “eso es imposible…. Yo tengo a Venezuela encerrada en el puño de la mano” se paró y erguido, le mostró la mano fuertemente cerrada. Y realmente la tenía, pero la abrió….. se ausentó y dejó de poseerla. (13)

Una vez en la Clínica Sanatorium Hygeia de Berlín del doctor James Adolfo Israel eminente urólogo berlinés de fama mundial lo opera durante 4 horas realizándole el cierre de la fístula colónica-vesical, resultando la operación todo un éxito. Dejando el tema del ‘riñón supurado’, para un enfoque posterior. Por lo cual es importante apuntar que Cipriano Castro siguió padeciendo de fiebres y molestias urinarias que tenían como origen, sus problemas inflamatorio-infecciosos crónicos del sistema urinario superior (renal). (1,2)

El doctor López Gómez en su excelente libro “Don Cipriano y la Restauradora” (12) menciona que dentro de las enfermedades urológicas que ha podido padecer Cipriano Castro podrían estar la uretritis gonocóccica (gonorrea) a repetición, que por las posibilidades terapéuticas existentes en aquel entonces, no pudieron curarse y ocasionaron indefectiblemente infecciones urinarias a repetición, produciéndose como consecuencia “un riñón supurado” por pielonefritis ascendente.

Súmese a esto lo provocado por la fístula colónica-vesical que facilitaba la presencia de materias fecales y gases en la vejiga urinaria, llevando a infecciones urinarias crónicas del sistema urinario superior (riñones). (1,2)

GENERAL JUAN VICENTE GOMEZ

Nace el 24 de julio de 1857 en la hacienda La Mulera, Estado Táchira y fallece el 17 de diciembre de 1935. Fue el presidente 38º de Venezuela. Su mandato fue desde el 19 de diciembre de 1908 hasta el 5 de agosto de 1935.

Fue un dictador represivo que siempre quiso mantener la fachada de democracia y constitucionalidad y por tal motivo en ocasiones era Presidente (1908-1913), luego puso en 1913 a José Gil Fortoul, en 1914 coloca a Victoriano Márquez Bustillo y nuevamente se coloca él de 1914 a 1929, pero de 1915 a 1921 permaneció en Maracay siendo Marques Bustillo quien ejerciera ficticiamente la presidencia, en 1929 pone al doctor Juan Bautista Pérez por 2 años hasta 1931 y Gómez retoma el poder hasta su muerte en 1935.

Un dato anecdótico fue el lema que Gómez adoptó para su gobierno, y era ‘Unión, Paz y Trabajo` que el uso de la fuerza, terror y represión de la realidad política venezolana hizo que el ingenio de la oposición cambiara a ‘Unión en las cárceles, paz en los cementerios y trabajo en las carreteras’. (6, 8, 13, 16, 17, 18, 21)


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Ya hemos explicado como comenzó la relación con Cipriano Castro, y su lucha junto desde 1899 alzándose en armas desde Táchira. Es importante hacer mención de la debacle económica que sufría el país por la caída de los precios internacionales de los principales productos de exportación de Venezuela, como eran el café, el ganado y el cuero, que era una de las razones del alzamiento de Cipriano Castro, sin embargo su Revolución Liberal Restauradora que comenzaba en Octubre de 1899 haría que ése clima de desconfianza social, económico y político no sólo se mantuviera sino que se incrementara por las desacertadas decisiones y manejo ‘pintoresco’ que tenía el Cabito.

En diciembre de 1899 Juan Vicente Gómez es designado Gobernador del Distrito Federal cargo en el cual permanece solo dos meses. En 1901 la Asamblea Nacional Constituyente sanciona una nueva constitución declarando a Cipriano Castro, Presidente Constitucional de la República, al General Ramón Ayala Primer Vicepresidente y al General Juan Vicente Gómez como segundo Vicepresidente. Se enfrentaron a la Revolución Libertadora financiada por empresas norteamericanas bajo el contubernio de banqueros venezolanos y diversos caudillos regionales. Castro le dio plenos poderes a Gómez para combatir y derrotar, nombrándolo General de División. Y en 65 días de campaña militar cruenta regresa victorioso a Caracas, para marchar nuevamente hacia occidente y poner fin a las guerras civiles en Venezuela. Esta actuación descollante (nombrado por Castro como “Pacificador de Venezuela’) quedaría en la mente de los venezolanos, cuando en 1908 verían con buenos ojos el golpe de estado dado por Gómez, sin imaginarse las nefastas consecuencias para el país. (6, 8, 13, 16, 17, 18, 21)

Desde éste momento se crean bandos de castristas y gomecistas, y en 9 de Abril de 1906 se produce el episodio denominado ‘La Aclamación’ donde Castro se dirige al país para anunciar su retiro y con esto tratar de poner en evidencia la posible conspiración de Gómez. Luego en un retorno al gobierno sucede el otro episodio denominado ‘La Conjura’ donde círculos de matones de Castro amenazan la vida de Juan Vicente Gómez, quedándose por su seguridad en Maracay, sede que se le sería de agrada por todo el resto de su vida. En esos momentos la salud de Castro comienza a incidir determinantemente en la conducción del gobierno y son los años 1907 y 1908 de duro trajinar para el enfermo Castro quien deja de malinterpretar al general Gómez y lo nombra primer vicepresidente.

Una vez partido Castro, Gómez da el golpe de estado y posteriormente en una serie interminable de vericuetos constitucionales hace que el Congreso Nacional lo nombre en abril de 1910, General en Jefe de los Ejércitos Venezolanos. El objetivo había sido alcanzado.

Son dignas de mención las palabras de Gómez al tomar el poder, por aquello de que la historia es una serie ininterrumpida de repeticiones y errores que desdicen del valor de raciocinio humano. Cito textualmente: ‘Ya sabéis que vine a desempeñar el Poder Ejecutivo Nacional en virtud del titulo legal que invisto, sin ser empujado por ninguna ambición personal… vine a hacer efectivas las garantías constitucionales, practicar la libertad en el seno del orden, respetar la soberanía de los estados, amparar las industrias contra odiosas confabulaciones, buscar una decorosa y pacifica solución para todas las contiendas internacionales, vivir vida de paz y de armonía y dejar que sólo la ley impere con su indiscutible soberanía’. Todo era falso. (43)

¿CUÁLES FUERON LOS PADECIMIENTOS UROLÓGICOS DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ?

El General Juan Vicente Gomez (1857-1935) sufría de retenciones agudas de orina, por presentar un crecimiento de la glándula prostática (inicialmente de origen benigno que luego se le sumó un cáncer de próstata), necesitando cateterismos uretrovesicales con relativa frecuencia a partir de la década de los 60 años en adelante. No se podría descartar alguna estrechez uretral ocasionada por alguna uretritis de etiología venérea en su época juvenil, frecuente en la segunda mitad del siglo XIX.

A finales de 1921, es decir a los 64 años, hace una retención de orina de características graves, pero con la intervención del doctor Adolfo Bueno, logra recuperarse.

Son varios los galenos que actúan en los cuadros de retenciones aguda de orina que tenía el benemérito, según el registro que de la evolución clínica llevaba uno de sus edecanes el Coronel Benjamín Velasco Ibarra, aporte invalorable en la investigación histórica de los hechos acaecidos al general Gómez.

Al principio los médicos eran Chacin Itriago y el doctor Núñez Tovar, dándole al General píldoras de Urotropina, baños de asiento y bolsas de agua caliente, con lo cual lograba aliviar muy poco las crisis de retenciones urinarias que lo aquejaban. Llaman posteriormente a Caracas al doctor Rafael González Rincones quien realiza cateterismo vesical, extrayendo abundante orina. (1, 2, 9, 13, 20, 21, 24)

Posteriormente los cateterismos uretrovesicales son infructuosos y llaman a Caracas a los doctores Adolfo Bueno (1881-1967) y Elías Rodríguez y éstos al pasarle una sonda más rígida se logró extraerle litro y medio de orina de olor penetrante, característico de vejigas de gran capacidad y descompensadas, compatible con vejiga obstruida de larga data aunado a la presencia de una vejiga diabética. (1,2)

Esto, desde el punto de vista médico, es interesante ya que las versiones que se han leído refieren que la diabetes del General Gómez se le evidenció pocos meses antes de morir.

Esto ocasiona una duda razonable, ya que en la década de los años 20 su vejiga descompensada con niveles de capacidad por arriba de un litro de orina nos decía a todas luces del desarrollo de la diabetes y de sus consecuencias, como la vejiga diabética o vejiga parética, la cual cursaba posiblemente desde la década de los 50 años del Benemérito. (1, 2, 9, 13, 20, 21, 24).

Después de éste episodio llamaba con frecuencia al doctor Adolfo Bueno o al doctor Ramón Ignacio Méndez Llamozas quienes le aplicaban la sonda urinaria y se la dejaban por 24 a 48 horas hasta que pasara la crisis. Una de las veces que ocurrió otras de las crisis de retención urinaria, se encontraba en Caracas y al no conseguirse al doctor Méndez Llamozas, se solicitó la colaboración del doctor Henrique Toledo Trujillo, discípulo del eminente urólogo francés George Marión, quien se trasladó a Miraflores en la tarde realizándole cateterismo uretrovesical exitoso con una sonda recién traída de Francia la cual era regalo de su profesor francés.

Hay quienes refieren que posiblemente por su trabajo esmerado en el cuidado del General Gómez, es nombrado Ministro de Sanidad (1, 2, 9, 13, 20, 21, 24)

Decía Pocaterra, cito textualmente: ‘La República era un largo lamento solapado, bajo una orquesta de jazz-band, entre una zarabanda de chárleston y de concesiones de hidrocarburos’ (43)

Al General Juan Vicente Gomez, a sus 74 años se le aconseja a través de una Junta Médica de su confianza, una cirugía prostática y se decide que el mejor cirujano que existe para la época es el eminente urólogo francés Georges Jean Baptiste Marion (1869-1960). Se le recomienda que vaya a Francia (paralelismo con Castro), pero el dictador se niega refiriendo: -‘Me muero en Venezuela pero de aquí no salgo’ y en 1932 traen al eminente doctor Marion, de Francia a Venezuela.

El Dictador Gómez obliga al doctor Marion a operar a dos pacientes del Hospital Vargas de Caracas, antes de operarlo a él y uno de ésos pacientes muere a las 24 horas de haber sido intervenido quirúrgicamente, por lo cual el General Gómez, desconfiado, envía de regreso al profesor Marion a Francia y nunca se operaría. Moriría Gómez, tres años después, de una insuficiencia renal producto de la obstrucción de la salida vesical por la glándula prostática tumoral (1,2)

Otra de las anécdotas de Gómez refería que cuando éste le daban urgencias urinarias, donde se consiguiere iba a orinar, bien sea en el baño de un instituto de gobierno, o de una escuela o de una casa de familia y ‘una meadita del general’, era motivo de orgullo para los afectados y a la vez de envidia y de consternación para los demás, y Herrera Luque en su libro ‘En la casa del pez que escupe agua’ jocosamente refería que al igual que sucedía con los emperadores romanos que se inventaron los lagrimorios, para guardar las lagrimas ‘imperiales’, deberían haberse inventado los ‘urinorios’ para los meados del ‘César Venezolano’.(5)

Según versiones del doctor Francisco Plaza Izquierdo con el autor de éste ensayo, cuando el doctor Adolfo Bueno Madrid, familiar del doctor Plaza Izquierdo ‘fue llamado y buscado para que le resolviera el trastorno obstructivo urinario al General Gómez, al llegar a Maracay pidió una sonda de Nelaton y pudo completar el cateterismo uretrovesical sin ninguna dificultad, por lo cual el doctor Plaza Izquierdo me refería, cito textualmente: -“El que pasara la sonda urinaria lo que obtendría en lugar de orina era petróleo”, aludiendo a los favores o concesiones que podía recibir del Benemérito por tal acto médico!… sabiéndose que al propio doctor Bueno le otorgarían una concesión petrolera. (1, 2, 40)

Estas palabras ‘de que pudo completar el cateterismo urinario sin ninguna dificultad’ podría interpretarse desde el punto de vista urológico, primero que no tenía una obstrucción urinaria baja (uretral) infranqueable y que más bien podría ser atribuido a una vejiga ‘descompensada’ por años de esfuerzo, lo cual conlleva una vejiga grande y debilitada, incapaz muchas veces de orinar por sí sola, aunado a la condición de diabético del general Gómez, lo que lleva a una condición denominada ‘Cistopatía diabética’ que se caracteriza por vejigas grandes, paréticas y descompensadas, sin ningún tipo de fuerza contráctil, con grandes volúmenes de orina residual y que necesitan de cateterismos urinarios (sondas uretrales) para poder vaciar su contenido, presentándose además la posibilidad de infecciones urinarias que agravarían el cuadro descrito.


Enfermedades urologicas cambiaron la Historia. Venezuela. Cipriano Castro. Juan Vicente Gomez .5

Las causas ‘referidas’ de la muerte del General Gómez fueron adenoma prostático posiblemente aunado a un cáncer de próstata que causó trastornos severos de vaciamiento urinario, con todo su cortejo sintomático, además de dilatación de vías urinarias superiores (hidronefrosis) con insuficiencia renal, glomerulonefritis infecciosa y anuria terminal, y diabetes mellitus que agravó y precipitó todos los acontecimientos urinarios, muriendo el 17 de Diciembre de 1935 en horas avanzadas de la noche, en las Delicias, Maracay, casualmente el mismo día que murió el Libertador Simón Bolívar, ironías de la historia.

Aun cuando muchos testigos de la época referían que había muerto dos días antes, pero para coincidir las fechas con las del Libertador, sus más cercanos seguidores y familiares revelarían la muerte el 17 de diciembre. Lo trasladaron a la casa del Parque Girardot. Allí lo prepararon. Del cadáver se encargaron los doctores Julio de Armas, Méndez Llamozas, López Rodríguez, Toledo Trujillo. Allí le hicieron la famosa mascarilla mortuoria, pero no lo embalsamaron, tampoco le hicieron autopsia.

Maracay, 18 de diciembre de 1935. A la salida del mausoleo de la familia Gómez, momentos después del sepelio de Juan Vicente Gómez. En primer plano, Fernando y Eustoquio Gómez. Atrás, el coronel Isaías Medina Angarita y el general Eleazar López Contreras.

Este hombre, enigmático, cruel, despiadado, vergüenza nacional según palabras de Pocaterra nació y murió el mismo día que nuestro Libertador Simón Bolívar, trágica coincidencia de la historia patria, que unió en sus fechas vitales a dos personajes tan disímiles.

En el libro ‘En la huellas de la pezuña’ cito textualmente: ‘La palabra Gómez, por sí sola, bastaba para encadenar en todos una asociación de ideas terribles y lógica: los grillos, el tortol, el arsénico, el hambre, la sed, la muerte. Y, Venezuela se callaba, temblorosa y pávida, ante el recuerdo de sus hijos buenos muertos en el suplicio’. (43)

En la obra de Morón ‘Los Presidentes’, (17) refiere: cito textualmente: ‘En Maracay transcurrirán sus últimos años de gobierno, hasta el 17 de diciembre de 1935, cuando faltando cuatro meses para terminar su período constitucional, muere de "vejez y enfermedad, muerte natural, en su cama", irónicamente el mismo día de la muerte del Libertador Simón Bolívar.

Sin embargo sabemos que las causas de muerte del General Gomez fueron: adenoma o hiperplasia prostática complicado al final con un cáncer prostático, que lo llevó a glomerulonefritis infecciosa, obstrucción urinaria baja y alta con insuficiencia renal agravada por la diabetes mellitus (riñón diabético) que lo llevó a una anuria mortal. (1,2,3)

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