Articulo original. La importancia del indice de Barthel en Medicina de Familia
Autor: Dra. Enriqueta Jiménez Cuadra | Publicado:  10/07/2011 | Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Articulo original. La importancia del indice de Barthel en Medicina de Familia

Articulo original. La importancia del índice de Barthel en Medicina de Familia.

Jiménez Cuadra, Enriqueta, médico de familia.

PALABRAS CLAVE: inmovilidad, medico familia, dependencia.

RESUMEN:

Es un estudio descriptivo transversal, con una muestra de estudio de 30 personas entre 50 y 90 años, pertenecientes a una consulta de Medicina de Familia, y que poseen cierto grado de dependencia, perteneciendo al programa de inmovilizados del Área de Salud Norte de Málaga (ASNM), en un centro de salud urbano. El método cualitativo que se emplea para medir la dependencia en este estudio es el índice de Barthel, formado por 10 ítems que mide la dependencia de la persona enferma.

OBJETIVOS:

Observar la importancia del índice de Barthel, al medir la dependencia de la persona enferma, en el programa de inmovilizados de la Medicina de Familia.
Observar que el índice de Barthel es un método muy fiable, como el cuestionario de Virginia Henderson, en Medicina de Familia, para reflejar el grado de dependencia del enfermo.

JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO:

Es cierto que en el envejecimiento aparecen ciertos cambios fisiológicos (1): atrofia muscular, rigidez articular, miedo a las caídas, pérdida de la agudeza visual y auditiva etc…que justifican una cierta inmovilidad, pero esto no puede ser admitido por los profesionales de la salud, como tampoco se puede admitir el llamado “síndrome del desuso”, que no es otra cosa que la deshabituación funcional.

En la evaluación clínica se necesita la participación de un equipo multidisciplinar: médico, enfermera, auxiliares, asistentes sociales, etc. (2), coordinados entre sí, para valorar el estado físico del sujeto, y cuantificar sus funciones intelectuales, emocionales, sociales y psíquicas. El examen clínico, incluye anamnesis y exploración, valorando las capacidades funcionales basales a nivel físico, psíquico y social éstas dependen del movimiento articular adecuado, de la potencia muscular y de la integridad del sistema nervioso.

La (3) valoración de la inmovilidad, y la del deterioro funcional debe realizarse a partir de las necesidades del sujeto en su medio habitual. En esta esfera, es de responsabilidad indagar la forma en que el paciente y su familia perciben los cambios en las funciones o estructuras corporales.
La evaluación de los resultados en el cuidado del paciente que presenta deterioro de la movilidad es la prevención de cualquier otro deterioro de su capacidad, y a la vez prevención de dependencias adicionales.

Para abordar bien el programa de inmovilizados en Medicina de Familia, debemos realizar una buena anamnesis y una buena exploración clínica. Se deben abordar con preguntas la inmovilización, debe dirigirse a aspectos tan importantes, como la situación basal del inmovilizado a la época anterior a su situación actual. Se debe determinar el tipo y la frecuencia, con la que el sujeto realizaba habitualmente las actividades de la vida diaria.

Se ha de recoger la existencia de cualquier patología causante de la incapacidad física o de cualquier situación potencialmente peligrosa que provoque el inmovilismo. Es importante detectar otros posibles factores implicados en la inmovilidad: estado mental, actitud y motivación, visión audición.

Finalmente se completará la historia clínica anotando si el paciente utiliza ayudas técnicas y si ha seguido previamente programas de rehabilitación o si al menos ha recibido adecuadas instrucciones de movilización.

En conclusión:

Registrar situación basal, registrar patologías existentes, registrar situaciones de riesgo para inmovilismo, registrar otros factores implicados en el inmovilismo, registrar la utilización de ayudas técnicas (muletas, ayuda social).

El examen clínico debe abarcar en este programa de inmovilizados de medicina Familiar, tanto aspectos físicos como psicosociales. Se realizará un estudio minucioso de los sistemas cardiovascular, respiratorio, aparato locomotor y de las implicaciones neurológicas. No se debe olvidar que la movilidad de una persona, depende de tres pilares fundamentales: aparato locomotor, sistema neurológico, y sistema neurosensitivo. De ahí la importancia de este estudio cualitativo y descriptivo transversal para medir la dependencia del enfermo, mediante el índice de Barthel.

DISEÑO: Estudio descriptivo transversal y cualitativo.
EMPLAZAMIENTO: Centro de salud urbano.
TAMAÑO MUESTRAL: 30 personas, hombres y mujeres entre 50 y 90 años.

MÉTODOS DE MEDICIÓN:

Métodos cualitativos usados: el índice de Barthel, para medir la dependencia de las personas enfermas, formado por 10 ítems, que se valoran con diferente puntuación, los 10 ítems correspondían a los siguientes apartados: comer (totalmente independiente, necesita ayuda, dependiente), lavarse, vestirse, arreglarse, deposiciones, micción, usar el retrete, trasladarse, deambular, escalones.

El Test tenía una valoración y, según ésta, se valora la dependencia del enfermo. Máxima puntuación: 100 puntos (90 en caso de ir con silla de ruedas)

Resultados:
<20 dependiente total.
0-20: dependiente total.
20-60: dependiente severo.
60-90: dependiente moderado.
90-99: dependiente leve.
100: independiente.

Los 30 pacientes de la muestra, tenían los criterios de inclusión que pertenecían al programa de atención de inmovilizados. La extracción de datos se extrajo de historias clínicas informatizadas, y previo consentimiento informado. La metodología fue por encuesta. Cuando no podía responder el enfermo, respondía el familiar o cuidador. Se calcularon las frecuencias absolutas y relativas. El cálculo del índice de Barthel se realizaba por el cálculo informatizado de dependencia, del índice de Barthel, en el DIRAYA.

RESULTADOS: En la muestra de pacientes encuestados el 8% eran hombres, y el 73% eran mujeres.

Respondieron todos o, si no, un familiar o el cuidador pertinente. Los criterios de inclusión era que todos los pacientes pertenecieran al programa de inmovilizados. Se observó que en el 27% de la muestra que eran hombres, después de haber realizado el índice de Barthel, el 63% eran dependientes totales, y un 25% eran dependientes moderados, y el otro 11% eran dependientes severos.

Se observó que en el 73% de las mujeres de la muestra, después de haber realizado el índice de Barthel, el 61% eran dependientes severos, el 22% eran dependientes totales, el 9% dependientes leves y el 9% dependientes moderados.

CONCLUSIONES:

El índice de Barthel tiene una importancia muy grande y es un método muy fiable en el programa de atención de inmovilizados en Medicina de Familia, para reflejar el grado de dependencia de un inmovilizado, lo mismo que el cuestionario de Virginia Henderson. Se ve la importancia de la aplicación del índice de Barthel en Medicina de Familia, ya que al conocer el grado de dependencia podemos actuar preventivamente. En el programa de inmovilizados de esta muestra se observan que son más frecuentes las mujeres, y la mayor cantidad eran dependientes severos, seguidos de dependientes totales, y dependientes leves y moderados. Respecto a los hombres, la mayoría eran dependientes totales, seguidos en el orden de dependientes moderados y de dependientes severos.

BIBLIOGRAFÍA:

1) López Baeza F, Atención al paciente inmovilizado, pg:264, Médicos de Familia de Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud, editorial MAD, 2007.
2) Luis Silva García, Atención al paciente inmovilizado, pg264, Médicos de Familia, editorial MAD 2007
3) Nicolás Fernández, Atención al Paciente inmovilizado, pg:265, editorial Mad 2007.


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