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Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B
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Autor: Dra. Marlenis Sánchez Tuzón
Publicado: 29/07/2011
 


Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo, de corte transversal a 91743 pacientes que se realizaron el marcador viral para la hepatitis B en el Laboratorio de Sistema Ultramicroanalítico del Centro Médico Diagnóstico en Alta Tecnología “Francisco de Miranda”, en el período comprendido de enero a diciembre del 2008, con el objetivo de caracterizar el comportamiento de la seroprevalencia del antígeno de superficie de la hepatitis B. Luego de los criterios de exclusión, la muestra quedó conformada por 132 casos. Se estudiaron variables en correspondencia con las características de los pacientes estudiados como: edad, sexo, procedencia y cuántas eran gestantes, mientras que las relacionadas con la enfermedad fueron: la seroprevalencia del antígeno de superficie en un año, su asociación con otras enfermedades transmisibles como el Chagas, hepatitis C y el Dengue, así como su correlación con pruebas funcionales hepáticas como la ALAT; ASAT; GGT y a su vez el sexo predominante.


Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B .1

Comportamiento de la seroprevalencia del antígeno de superficie para la hepatitis B durante un año. CMDAT “Francisco de Miranda”.

Dra. Marlenis Sánchez Tuzón. Especialista de primer grado en Laboratorio Clínico. Profesor Instructor. Master en Procederes Diagnóstico en la Atención Primaria de Salud. Centro Médico Diagnóstico en Alta Tecnología “Francisco de Miranda”. Estado Falcón. Venezuela.

Dra. Elda Areli Manrique Rionda. Especialista de primer grado en Gastroenterología. Profesor Instructor. Master en Procederes Diagnóstico en la Atención Primaria de Salud. Centro Médico Diagnóstico en Alta Tecnología “Francisco de Miranda”. Estado Falcón. Venezuela.

Resumen

Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo, de corte transversal a 91743 pacientes que se realizaron el marcador viral para la hepatitis B en el Laboratorio de Sistema Ultramicroanalítico del Centro Médico Diagnóstico en Alta Tecnología “Francisco de Miranda”, en el período comprendido de enero a diciembre del 2008, con el objetivo de caracterizar el comportamiento de la seroprevalencia del antígeno de superficie de la hepatitis B. Luego de los criterios de exclusión, la muestra quedó conformada por 132 casos. Se estudiaron variables en correspondencia con las características de los pacientes estudiados como: edad, sexo, procedencia y cuántas eran gestantes, mientras que las relacionadas con la enfermedad fueron: la seroprevalencia del antígeno de superficie en un año, su asociación con otras enfermedades transmisibles como el Chagas, hepatitis C y el Dengue, así como su correlación con pruebas funcionales hepáticas como la ALAT; ASAT; GGT y a su vez el sexo predominante.

La seroprevalencia del antígeno de superficie de la hepatitis B es inferior a lo reportado por la literatura para la población venezolana en general.

Entre las características del grupo estudiado se encuentra que predominaron: el grupo etáreo comprendido entre los 30 a 49 años de edad, el sexo femenino y los pacientes procedentes del laboratorio clínico de la institución. Sólo dos pacientes seropositivas estaban embarazadas. En algunos pacientes con antígeno de superficie positivo de la hepatitis B se determinó asociación con Dengue, hepatitis C y Chagas. Los resultados de las pruebas funcionales hepáticas en la mayoría de los pacientes estuvieron por encima de los valores normales y el sexo que predominó con pruebas funcionales hepáticas alteradas fue el masculino. Se hacen recomendaciones para identificar la real cuantía de la enfermedad y perfeccionar la prevención de la hepatitis B.

Palabras claves

• Antígeno de superficie para la hepatitis B,
• Hepatitis B,
• Seroprevalencia de antígeno de superficie de hepatitis B.

Abstract

We conducted a descriptive study of transverse to 91,743 patients who underwent the viral marker for hepatitis B in Ultramicroanalytic System Laboratory Diagnostic Medical Center in High Technology "Francisco de Miranda" in the period from January to December 2008, with the aim of characterizing the behavior of the surface antigen seroprevalence of hepatitis B. After exclusion criteria, the sample consisted of 132 cases. Variables were studied in correspondence with the characteristics of the patients studied were age, sex, origin and many were pregnant, while those related to the disease were: the seroprevalence of surface antigen in a year, its association with other diseases such as Chagas, hepatitis C and Dengue, and its correlation with liver function tests such as ALT, AST, GGT and in turn the dominant sex. The seroprevalence of the surface antigen of hepatitis B is less than reported in the literature for the Venezuelan people in general.

Among the characteristics of the study group is predominant: the age group between 30 to 49 years of age, female sex and patients from the clinical laboratory of the institution. Only two HIV-positive patients were pregnant. In some patients with surface antigen of hepatitis B positive association was found with dengue, hepatitis C, Chagas. The results of liver function tests in most patients were above normal values and sex predominated with altered liver function tests was male. Recommendations were made to identify the real extent of the disease and improve the prevention of hepatitis B.

Introducción

La hepatitis B es reconocida mundialmente como un problema de salud pública importante. La existencia de 350 millones de portadores crónicos, la evidencia de que una tercera parte de la población mundial ha estado en contacto con el virus que la produce, el aumento de esta cifra aún en la era de la vacunación, con cerca de un millón de muertes al año relacionadas con hepatocarcinoma primario (lo que hace a este virus la cuarta causa de muerte por enfermedades infecciosas a nivel mundial), dan fe de tal afirmación. Sin embargo, sus verdaderas proporciones son difíciles de cuantificar, ya que el diagnóstico etiológico se limita en la mayoría de los casos a la determinación del antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HBsAg) y tanto el cuadro clínico como el patrón de laboratorio inespecífico es similar al de las hepatitis producidas por otros virus. (1, 2, 3)

El diagnóstico de la hepatitis B es basado en los hallazgos clínicos, epidemiológicos y resultados de laboratorio. La infección no puede diferenciarse a través síntomas; el diagnóstico definitivo depende de los resultados de las pruebas serológicas. (4)

La replicación del virus de la hepatitis B (VHB) posee un potencial de variabilidad genética mayor que la de los virus ADN en general favoreciendo la aparición de mutantes naturales generadas por sustituciones puntuales, por reordenamiento de genes, o por cambios en los marcos de lectura denominados genotipos. La variabilidad genética podría estar asociada con las diferentes vías de transmisión, resistencia al interferón o progresión hacia el desarrollo de carcinoma hepatocelular. (3)

Ninguna medida terapéutica ha demostrado tener efecto beneficioso sobre la enfermedad después del comienzo de ella por lo que las medidas preventivas tienen un notable valor, las cuales incluyen acciones de control ambiental y uso de inmunización pasiva y activa, que confiere inmunidad. (3,5)

En Venezuela los niveles de prevalencia para la infección por virus de la hepatitis B (VHB), reportan datos diversos según las ciudades y comunidades estudiadas. (6)

En el laboratorio SUMA del Centro Médico Diagnóstico de Alta Tecnología (CMDAT) “Francisco de Miranda”, ubicado en la península de Paraguaná, en el Estado de Falcón, Venezuela, se realiza la detección del antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (VHB) en sueros, mediante técnicas inmunoenzimáticas Ultra Micro ELISA (UMELISA) que emplea las ventajas de la reacción de alta afinidad entre la Estreptavidina y la Biotina.

Las muestras de sangre son procedentes del laboratorio clínico de dicha institución, así como de las áreas de salud integral comunitaria (ASIC) “Raúl González Castro” y “Adolfo Martínez Guzmán”, ambas ubicadas en la península de Paraguaná, que cuentan con 11 y 16 consultorios activos respectivamente.

Hay que significar, que en ocasiones se les realiza la toma de muestra en el laboratorio clínico a pacientes que proceden de otras áreas de salud integral comunitaria (ASIC) de la península de Paraguaná, porque solicitaron la realización del examen en esta institución.

Este estudio tuvo como propósito describir el comportamiento de la seroprevalencia del antígeno de superficie de la hepatitis B en el Laboratorio del Sistema Ultra Micro Analítico (SUMA) del Centro Médico Diagnóstico en Alta Tecnología “Francisco de Miranda”, durante el período de enero a diciembre del año 2008.

En el mismo se pretende demostrar la relevancia del empleo de los medios diagnósticos en la identificación de la enfermedad y hacer énfasis en la profilaxis.


Material y Métodos

Se realizó un estudio observacional, descriptivo, retrospectivo, de corte transversal a 132 pacientes, con el resultado del antígeno de superficie para la hepatitis B positivo, que se realizaron el marcador viral en el Laboratorio de Sistema Ultramicroanalítico (SUMA) del Centro Médico Diagnóstico en Alta Tecnología General “Francisco de Miranda”, ubicado en el Estado Falcón, en el período comprendido de enero a diciembre del 2008. Fueron excluidos los pacientes con el antígeno de superficie para la hepatitis B positivo en la primera muestra y con resultados negativos con los reactivos del HBAgs CONFIRMATORY TEST.

Las variables que se analizaron en primer lugar estaban en correspondencia con las características de los pacientes estudiados como: edad, sexo, procedencia y cuántas eran gestantes, mientras que las relacionadas con la enfermedad utilizadas en nuestro estudio fueron la seroprevalencia del antígeno de superficie en un año, su asociación con determinaciones como la serología para Chagas, con el anticuerpo para la hepatitis C y con la IgM dengue, así como su correlación con pruebas funcionales hepáticas como la ALAT; ASAT; GGT y a su vez, con el sexo predominante. Se determinó el antígeno de superficie de la hepatitis B (Ags HVB) por el método de UMELISA Ags-HVB PLUS y se categorizaron positivos aquellos que su resultado repetitivo se confirmó con los reactivos del HbsAg CONFIRMATORY TEST. Los niveles séricos de las transaminasas: aspartato aminotransferasa (AST), y Alanito aminotransferasa (ALT), se realizaron por el método enzimático colorimétrico de Reitman Frankel, con un nivel de referencia menor a 40 UI/L y para la determinación de la gammaglutamil transpeptidasa en suero se empleó el método cinético, con un nivel de referencia entre 11-60 UI/L.


Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B .2

Los datos fueron extraídos del registro de entrada de muestras al laboratorio SUMA y la base de datos de los resultados del laboratorio clínico y luego se recolectó en una base de datos computarizada. El análisis estadístico se realizó de forma descriptiva, calculando las frecuencias absolutas (n) y relativas (%) para cada categoría estudiada.

Resultados

La Hepatitis B es considerada en la actualidad como un problema de salud muy importante para toda la comunidad mundial. (7,8) En cuanto a la prevalencia mundial, actualmente se estima que aproximadamente un tercio de la población ha sido infectada por este virus, y unos 350 millones de personas se encuentran en estado crónico. La mayor prevalencia para esta enfermedad está en los continentes asiático y africano (9).

En Venezuela se presenta un nivel de prevalencia intermedia (1–5%), siendo uno de los focos de alta endemicidad, el estado Zulia, Barinas, Amazonas y Delta Amacuro. (9)

Tabla N° 1. Distribución de los casos seropositivos del antígeno de superficie realizados en el laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”. Enero-Diciembre 2008

hepatitis_B_antigeno_superficie/casos_seropositivos_antigeno

Fuente: Hoja de registro de entrada de muestras al laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”.

El índice de positividad en nuestro estudio se comportó inferior a como se refleja en la literatura, lo que nos sitúa entre los grupos de baja prevalencia; en la Hepatitis B se informa un rango de endemicidad intermedia, entre 2 a 7%, reportado para Venezuela por la OPS. (10) En esta investigación, la seropositividad del antígeno de superficie HVB calculada en un año fue de (0.14%) (Tabla N° 1) lo cual puede guardar relación con la eficacia de la vacunación y su rentabilidad lo que se demuestra en una disminución de incidencia de la hepatitis B.

Se sabe que la prevalencia de positividad para los marcadores virales de esta enfermedad varía de acuerdo a los factores de riesgo presentes en la población estudiada, pudiera ser éste unos de los factores por lo cual en este estudio consideramos que nuestras cifras son inferiores, sin embargo al no constituir parte del diseño para esta investigación el estudio de los factores de riesgo de los pacientes que acudieron al laboratorio, nos imposibilita conocer las razones, al igual que al no contar con información sobre la totalidad de la población vacunada.

Gráfico N° 1. Distribución de los pacientes con antígeno de superficie positivo según la edad. CMDAT Francisco de Miranda. Estado Falcón. Enero-Diciembre 2008 

hepatitis_B_antigeno_superficie/antigeno_positivo_edad

Fuente: Hoja de registro de entrada de muestras al laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”.

A la hora de analizar las variables en relación con las características de la muestra seleccionada y que pueden constituir posibles determinantes en la aparición de la enfermedad, el Gráfico 1 muestra la distribución de los pacientes con antígeno de superficie contra el virus de la hepatitis B positivo según la edad y el grupo más comprometido fue el comprendido entre 30 y 49 años de edad, seguido del de 50-69 y del de 10-29 años de edad.

Hay datos que son similares a la literatura revisada, donde el mayor número de casos de hepatitis B se produce en personas entre 25 y 44 años de edad, seguido por el grupo de edad de 15 a 24 años (11), esto puede estar dado por tratarse de una población joven y sexualmente activa, así como que en los últimos años, modas como el tatuaje y el piercing, que han creado un grupo de riesgo que elevará en un futuro no muy lejano el número de afectados por la hepatitis B.

Por otra parte otra de las causas que pueden determinar la mayor frecuencia en estos grupos de edades puede estar determinada porque las personas vacunadas pueden ser infectados por el virus de la hepatitis B (VHB) a pesar de presentar niveles de anti-HBs elevados cuando entran en contacto con un virus de la hepatitis B (VHB) con la mutación descrita por Carman et al (1989), ya que este virus escapa a la protección de la vacuna. (12) O en otros casos, las respuestas inadecuadas se asocian por lo general con una edad mayor a los 40 años, obesidad, el tabaquismo e igualmente en alcoholismo especialmente con alguna enfermedad del hígado avanzada. Aquellos individuos inmunosuprimidos o en diálisis renal puede que respondan menos y que requieran dosis más frecuentes o de mayor concentración. Se sabe de al menos un estudio en el que se evidencia que la vacuna es menos efectiva en pacientes con VIH. (13-15)

Sin embargo en nuestra investigación el segundo grupo etario con mayor porciento de antígeno de superficie positivo para la hepatitis B, es el de 50-69 años de edad, el cual puede estar relacionado con la fecha de aparición de la vacuna que protege a los individuos de la hepatitis B, que fue en 1981, y no fue hasta 1992, que la OMS en la Asamblea Mundial de Salud recomendó que todos los países integraran la vacunación universal, para el año 1997. Anterior a esta fecha la vacuna era recomendada en adultos sólo para grupos de riesgos y antes de la era de la vacunación la actitud lógica era recomendar evitar estos factores para disminuir el contagio de la enfermedad y la transmisión.(16)

Es de señalar que en 16 de los 132 con antígeno de superficie positivo para la hepatitis B, no estaba registrada la edad en la indicación médica y por ende; tampoco en la hoja de registro de muestras del laboratorio SUMA, algo sumamente importante ya que puede influir en el comportamiento de los grupos etarios estudiados y para los médicos de la atención primaria a la hora de realizar la labor educativa en su comunidad y para los gastroenterólogos y hepatólogos en el seguimiento y evolución del paciente.

La edad es un factor fundamental. Cuanto más precoz es la infección por virus de la hepatitis B (VHB), mayor es la probabilidad de que ésta sea asintomática y mayor el riesgo de que un individuo se haga portador crónico. Por ejemplo, más del 90% de los recién nacidos que se infectan en el momento del nacimiento se hacen portadores crónicos del virus de la hepatitis B (VHB), mientras que sólo el 10% de los adultos se hacen portadores crónicos, tras infectarse con el virus de la hepatitis B (VHB). (17)

Como acabamos de señalar, las consecuencias de la infección están relacionadas fundamentalmente con la edad en el momento en que se produce la infección y con la situación inmunológica del sujeto infectado. (17)

La infección aguda por virus de la hepatitis B (VHB) en neonatos (transmisión vertical) da lugar a un 70-90% de portadores crónicos, con un elevado riesgo de desarrollar, en el transcurso de los años, una cirrosis hepática o un hepatocarcinoma. (17)

En el caso de un adulto el riesgo de convertirse en portador crónico tras infectarse con el virus de la hepatitis B (VHB) es mucho más bajo en torno al 6-10%. Como queda expresado, cuanta menos edad tiene el paciente en el momento de la infección por el virus de la hepatitis B (VHB), mayor es la probabilidad de convertirse en un portador crónico, disminuyendo este riesgo a medida de que la infección por virus de la hepatitis B (VHB) es más tardía. (17)

Gráfico N° 2. Distribución de los pacientes con antígeno de superficie positivo según sexo. CMDAT Francisco de Miranda. Estado Falcón. Enero-Diciembre 2008 

hepatitis_B_antigeno_superficie/antigeno_positivo_sexo

Fuente: Hoja de registro de entrada de muestras al laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”.


Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B .3

El gráfico 2 muestra que el sexo predominante en nuestra investigación fue el femenino con un 55%, contrario a lo registrado en la literatura que plantea que los hombres tienen un riesgo casi tres veces mayor de infectarse por el virus de la hepatitis B que las mujeres y que los varones tienen más probabilidades que las mujeres de hacerse portadores crónicos del virus de la hepatitis B (VHB). (11,17)

Esta diferencia en los resultados de este estudio pensamos que en primer lugar se debe, a que este sexo es el que predomina en nuestro universo de estudio, es el más representado entre los pesquisados, relacionado con el hecho que es la mujer la que con mayor frecuencia acude a realizarse el chequeo y/o pesquisa y en segundo lugar, los datos aportados por el censo a la población del Municipio Carirubana en el estado Falcón, realizado por los médicos de Barrio Adentro aportaron que gran parte de la población se encuentra en las edades medias de la vida y el sexo predominante es el femenino, típico de una pirámide de países subdesarrollados.

Los hombres son más susceptibles a una infección crónica que las mujeres; los hombres y las mujeres pueden infectarse más o menos en la misma proporción, lo que depende de su exposición a la infección, pero los hombres son más propensos a infectarse crónicamente que las mujeres. Y las personas que están infectadas de manera crónica están más predispuestas al cáncer de hígado y cáncer primario de hígado que las personas que no están infectadas crónicamente. Pero incluso entre las personas crónicamente infectadas, los hombres parecen ser más propensos a una patología que las mujeres. Las mujeres contraen estas enfermedades, y contraen cáncer de hígado, pero la proporción es mayor para los hombres en comparación con las mujeres. (18)

Aunque; Torres Fernández y colaboradores, en un estudio de Prevalencia del antígeno de superficie de la hepatitis B, en el área de salud "Raúl Sánchez" de Pinar del Río, en el año 2001, encontraron también un predominio del sexo femenino, contrario a resultados en un estudio realizado en Etiopía, que encontraron mayor prevalencia en el sexo masculino. Igual resultado se encontró en el estudio realizado en el municipio Habana Vieja en el año 1985. (19)

Gráfico N° 3. Distribución de las pacientes femeninas con antígeno de superficie positivo según estado gestacional. CMDAT Francisco de Miranda. Estado Falcón. Enero-Diciembre 2008 

hepatitis_B_antigeno_superficie/gestantes_antigeno_positivo

Fuente: Hoja de registro de entrada de muestras al laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”. Estado Falcón.

La proporción de mujeres seropositivas al antígeno de superficie de la hepatitis B (Ags HVB) embarazadas en nuestro estudio, son bajas (3%) con respecto a estudios realizados en otras regiones del país lo cual representa una baja prevalencia (OPS 1985; Choc et al. 1990).

La prevención de la transmisión vertical por virus de la hepatitis B (VHB) depende en la actualidad de la identificación de portadores de antígeno de superficie de la hepatitis B (AgsHB) entre las mujeres embarazadas y el reconocimiento de infección aguda por HVB en la segunda mitad del embarazo. Ante esta situación se postuló que el obstetra tiene que llevar a cabo la prueba de detección de antígeno de superficie de la hepatitis B (AgsHB) en toda mujer embarazada en la primera visita u otra temprana para determinar si es portadora (Gleicher N 200 ) (20)

Por otra parte según la revista de Medicine Net (2003) la seropositividad de antígeno de superficie de la hepatitis B (AgsHB) en el embarazo aumenta el riesgo en 80% para aborto, amenaza de aborto, de parto pretérmino, de bajo peso y prematuridad al nacer y malformación congénita en comparación con aquellos embarazos sin infección. (20)

Figuera et al., (1995), plantea que la infección por virus de la hepatitis B (VHB) es la que tiene mayor riesgo de transmisión perinatal entre los diferentes agentes causales de hepatitis virales. Esta se relaciona con el estado serológico de la madre, las gestantes positivas, con antígeno de superficie de la hepatitis B (AgsHB) tienen probabilidad de trasmitir la enfermedad a sus bebes en un 10% y un 40%; además si tienen en suero el AgHBe y ADN viral reportan una tasa de transmisión del 70% al 90%.(20)

Los niños que adquieren la infección por virus de la hepatitis B (VHB) por vía perinatal tienen un riesgo hasta del 90% para desarrollar hepatitis B crónica con progresión a cirrosis hepática o a cáncer hepatocelular (Zeldis et al. 1990). El 6% de transmisión perinatal de esta virosis ocurre durante la gestación (Sumers et al. 1987), mientras que el porcentaje restante de casos es adquirido a través del canal del parto. Esta condición ha conducido a la institucionalización de la inmunoprofilaxis, como medida eficaz para reducir la infección neonatal evitando sus complicaciones agudas y crónicas (Hall y Halsey, 1992). (20)

Ante esta situación la OMS en 1992, propuso para el año 1995 la vacuna antiVHB en el esquema de inmunización, en los países con prevalencias de portadores crónicos mayores de 8%, y para 1997 en todos los países como medida de impacto para la reducción y control de la transmisión vertical de hepatitis B (OMS, 1997). (20)

En Venezuela, a partir del año 2000 se introdujo la vacuna antiVHB en el Programa Ampliado de Inmunización (PAI), a través del Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSDS) para vacunar gratuitamente a todos los niños. Posteriormente sugirió vacunar a los grupos de riesgo. (20)

Tabla N° 2. Distribución de los pacientes con antígeno de superficie positivo según la procedencia. CMDAT Francisco de Miranda. Estado Falcón. Enero-Diciembre 2008 

hepatitis_B_antigeno_superficie/antigeno_positivo_procedencia

Fuente: Hoja de registro de entrada de muestras al laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”. Estado Falcón.

Al estudiar la procedencia de las muestras de sangre de los pacientes con antígeno de superficie positivo, el 46.9% procedían del laboratorio clínico del CMDAT “Francisco de Miranda”, seguido de las áreas de salud integral comunitaria (ASIC) “Adolfo Martínez Guzmán” y de la “Raúl González Castro” con 29,5% y 22,7% respectivamente (Ver Tabla N° 2).

Los informes de Brasil y Venezuela sugieren una alta prevalencia en los grupos socio-económicos de menores ingresos que viven en grandes ciudades. (4)

En Venezuela los niveles de prevalencia para la infección por virus de la hepatitis B (VHB), reportan datos diversos según las ciudades y comunidades estudiadas. Existen tres focos de alta endemicidad reportados en comunidades indígenas: etnias indígenas del Sur (Estados Amazonas y Barinas), indígenas del Delta Amacuro e Indígenas del estado Zulia, como la etnia Yucpa donde la prevalencia oscila entre 5,6 y 9,6%. En comunidades no indígenas como en el estado Barinas, se observa igualmente alta prevalencia; en donantes de sangre del Banco Municipal de Sangre (Caracas) se ha reportado una prevalencia de 5,8% para anti-HBc y 0,71% para el antígeno de superficie de la hepatitis B (AgsHB); en indigentes que habitan el Centro Luis Ordaz (Caracas), muestran prevalencia intermedia (2,1%) para el antígeno de superficie de la hepatitis B (AgsHB); por su parte, en el estado Anzoátegui, la prevalencia se ubica por debajo de la obtenida en otras ciudades de Venezuela (0.4% prevalencia para el antígeno de superficie de la hepatitis B (AgsHB)). Estos datos sugieren que el nivel de prevalencia promedio en Venezuela es intermedio (2 –7%). (6)

Las variantes genéticas del virus de la hepatitis B (VHB) que circulan en poblaciones venezolanas han sido estudiadas parcialmente, en poblaciones heterogéneas donde la mezcla de razas es evidente, y en algunas zonas de Venezuela donde existen aún poblaciones que han evitado el mestizaje, bien sea por encontrarse en lugares retirados de las urbes, como ocurre en las poblaciones indígenas, o por características culturales, como ha sucedido en algunas poblaciones de origen africano tales como: Chuao (estado Aragua), Ganga y Panaquire (estado Miranda), entre otras, Macuquita y Macanillas (estado Falcón). (6)

La información filogenética hasta ahora reportada, es compatible con la hipótesis de que el genotipo F aislado en poblaciones afrovenezolanas fue introducido después de que los esclavos africanos llegaron a Venezuela, probablemente durante la mezcla de los esclavos con grupos amerindios a su llegada a Venezuela o aun antes, durante su paso por las islas del Caribe. A pesar de las migraciones de grupos étnicos africanos en América durante el período de trata de esclavos, el genotipo E (africano) no ha sido reportado en este continente, coincidiendo con recientes estudios filogenéticos que sugieren un origen más reciente de este genotipo en África, posiblemente a través de la introducción zoonótica de un hepadnavirus chimpancé. (6)


Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B .4

El análisis de las variantes genéticas que circulen en poblaciones étnicamente definidas (indígenas y raza negra), puede aumentar la probabilidad de observar variantes autóctonas del virus de la hepatitis B (VHB) en esos grupos étnicos y de esta forma se pueda deducir como fueron introducidos o cuál es el origen del Virus de Hepatitis B en Venezuela y por extensión, en América del Sur. (6)

Tabla N° 3. Pacientes con antígeno de superficie positivo asociado a otras enfermedades transmisibles como: hepatitis C, Dengue y Chagas realizadas por el método de UMELISA. CMDAT “Francisco de Miranda”. Estado Falcón. Enero- Diciembre del 2008 

hepatitis_B_antigeno_superficie/antigeno_asociado_enfermedades

Fuente: Hoja de registro de entrada de muestras al laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”.

Los avances en los estudios de la Infectología proporcionaron un reto en el desarrollo de procedimientos técnicos de laboratorio para ofrecer con la más alta calidad el estudio masivo de las poblaciones que de un modo u otro pudieran ser de riesgo en la propagación de las infecciones.

En las diferentes vías de infección: parenteral, sexual, vertical, etc., se han trazado estrategias, permitiendo esto organizar los procedimientos metodológicos del pesquisaje según su nivel de riesgo.

Con el fin de determinar la seroprevalencia de enfermedades transmisibles como la hepatitis C, Chagas y Dengue en los pacientes con antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (VHB) positivos, se encontró que la mayor prevalencia fue con el Dengue con el 2,27%, seguido de la hepatitis C y el Chagas con iguales resultados (1,5% respectivamente).

El VIH, la hepatitis B, la hepatitis C, la enfermedad de Chagas y la Sífilis son enfermedades con altas tasas de prevalencia especialmente en países subdesarrollados. El curso crónico y/o letal al igual que la facilidad con que se trasmiten estas enfermedades las convierten en un verdadero problema de salud Pública. (21)

La incidencia del dengue ha aumentado extraordinariamente en todo el mundo en los últimos decenios. Unos 2,5 mil millones de personas (dos quintos de la población mundial) corren el riesgo de contraer la enfermedad. La OMS calcula que cada año puede haber 50 millones de casos de dengue en todo el mundo. Sólo en 2007 se notificaron más de 890 000 casos en las Américas, de los cuales 26 000 de Dengue Hemorrágico. (22,23)

La enfermedad es endémica en más de 100 países de África, las Américas, el Mediterráneo Oriental, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental. (22,23)

A medida que la enfermedad se propaga a nuevas zonas, no sólo aumenta el número de casos, sino que se están produciendo brotes explosivos. En 2007, en Venezuela se notificaron más de 80 000 casos, entre ellos más de 6 000 de DH. (22,23)

Las infecciones por dengue provocan un espectro de presentaciones que varía desde un proceso asintomático, fiebre indiferenciada o fiebre por dengue (FD) hasta fiebre hemorrágica por dengue (FHD) y evolucionar a síndrome de shock (SSD), presentándose con frecuencia manifestaciones sistémicas, debido al marcado tropismo del virus por los órganos del sistema monocítico - macrofágico, como son la médula ósea, bazo, nódulos linfáticos e hígado. En este caso, el dengue puede producir afección en el hígado, caracterizada por inflamación y reducción de su capacidad funcional, pudiendo dar lugar a resultados anormales en pruebas de funcionalismo hepático. Algunos autores sostienen que el virus dengue es hepatotropo, dado que han detectado antígenos del virus dengue en hepatocitos y partículas virales en muestra de biopsia de hígado en pacientes con fiebre hemorrágica por dengue (FHD). El virus dengue puede infectar el hígado y causar hepatitis. (24)

Diferentes estudios realizados en regiones asiáticas en las que el dengue es hiperendémico, reportan la presencia de daño hepático en la infección por dengue, con incremento significativo de la alanino-aminotransferasa (ALT) y la aspartato aminotransferasa (AST) y en el examen físico dolor abdominal, ictericia y hepatomegalia, similar a lo encontrado en otras hepatitis causadas por virus hepatotropo clásicos. (24)

En el continente americano, ha ocurrido un aumento constante de la incidencia de dengue debido al rápido crecimiento de la población, urbanización no planificada, inadecuado suministro de agua, dificultades en la recolección de residuos sólidos, con el consecuente incremento del mosquito vector, aunado a esto, las migraciones y el incremento en los viajes facilitan también la diseminación de los serotipos virales. (24)

En Venezuela, y especialmente en la región zuliana, se ha observado un incremento en los últimos años de fiebre hemorrágica por dengue (FHD) acompañado con manifestaciones clínicas de disfunción hepática, lo que hace más difícil para el médico realizar un diagnóstico diferencial en el campo de las infecciones de origen viral, subestimando muchos casos por no tener la posibilidad de un diagnóstico serológico confirmatorio. (24)

La autora considera que las tasas de prevalencia encontrada en su trabajo son bajas si tenemos en cuenta lo reportado por la literatura de que estas enfermedades constituyen verdaderos problemas de salud en Venezuela, no obstante reviste gran importancia la vigilancia epidemiológica de estas entidades.

De especial cuidado se debe tener en los enfermos hepáticos en prevenir el contagio del dengue pues las manifestaciones hepáticas se tornan más graves en los pacientes que ya presentan una enfermedad previa como hepatitis o cirrosis. (25)

La infección por el virus de la hepatitis B en los individuos con hepatitis C es relativamente frecuente dado a que ambas infecciones tienen mecanismos de transmisión similares, por lo que el pronóstico claramente es peor, que cualquiera de las dos por separado. (26)

La transmisión de la enfermedad de Chagas a través de la transfusión de sangre es un riesgo reconocido. (27)

Es una zoonosis propia del continente americano que presenta varias vías de transmisión. En su forma natural se transmite por medio de un insecto vector y se han reportado casos adquiridos a través de trasplantes de órganos, leche materna, vía transplacentaria y transfusión sanguínea. La transfusión sanguínea se reconoce como medio de transmisión de esta enfermedad a partir de 1960, al diagnosticar Camargo y Lesser en forma accidental dos casos de esta parasitosis en fase aguda, en hospitales de Sao Paulo. (27)

Esta vía se considera como la segunda en importancia en la dinámica de transmisión, y cada vez adquiere mayor relevancia, ya que aún en países donde la enfermedad de Chagas no se presenta en forma endémica, se han reportado casos postransfusionales. La implicación de la transfusión sanguínea como riesgo de adquirir la enfermedad de Chagas se ha estudiado en diversos países de América Latina, variando los resultados entre el 2.1% y 46.7%. (27)

Se considera que la enfermedad de Chagas es una enfermedad endémica de América, que se distribuye desde México hasta Argentina, aunque existen vectores y reservorios incluso en el sur de los Estados Unidos, y en la actualidad se considera una enfermedad, aunque esporádica, con casos identificados en Canadá y EE.UU. Se estima que son infectadas por la enfermedad de Chagas entre 15 y 17 millones de personas cada año, de las cuales mueren unas 50.000. La enfermedad tiene mayor prevalencia en las regiones rurales más pobres de América Latina. (28)

En Venezuela, la enfermedad de Chagas se considera como un problema de riesgo para aproximadamente 6 millones de personas, que viven en 198 municipios de 14 entidades federales, dentro de un territorio de 101.488 Km2; que incluye, entre los estados más afectados, a Trujillo, Lara, Portuguesa y Barinas, debido a sus características geográficas de pie de monte, con zonas cafetaleras y viviendas de bahareque y paja, que facilitan la infestación por triatominos como son el Rhodnius prolixus, Triatoma maculata y Panstrongylus geniculatus, vectores de la enfermedad. El principal vector intradomiciliario en Venezuela, es el Rhodnius prolixus que puede ser encontrado en 22 estados y en el Distrito Metropolitano. (29,30)

La enfermedad de Chagas, ha disminuido como consecuencia de la aplicación de insecticida y el mejoramiento de las viviendas, de alrededor del 45% de ellas en los años cincuenta a menos del 10% en la década del noventa, sin embargo, la detección de un brote de Chagas agudo, por transmisión oral en el Distrito Metropolitano fundamentalmente urbano, plantea la necesidad de considerarla una enfermedad emergente, dado que en el país se desconocía hasta el momento, esta vía de transmisión. (30,31)

En el período 1997-2006, la tasa de mortalidad por esta enfermedad tuvo una tendencia al descenso, presentándose en 1.997 una tasa de 3,4 por 100.000 habitantes y en el 2006 una tasa de 2,5 por 100.000 habitantes. La tasa más alta del período, se observo en el año 2000 con 3,6 por 100.000 habitantes. (31)


Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B .5

La detección de un brote de enfermedad de Chagas agudo por transmisión oral en un estado fundamentalmente urbano plantea la necesidad de considerar la enfermedad como re emergente y ampliar las acciones de vigilancia en la lucha antichagásica a todo el territorio nacional, considerándolo como área endémica debido a las evidencias de colonización de domicilios y peridomicilios por triatominos con infección tripanosómica. (30,31)

Esta ampliación de actividades de vigilancia incluye alertar al personal de salud y a la población a estar atentos a la probabilidad de ocurrencia y por tanto al diagnóstico de enfermedad de Chagas agudo por diferentes formas de transmisión, que van más allá del mecanismo vectorial tradicionalmente descrito y que incluyen otras formas de transmisión vectorial como la oral a partir del consumo de alimentos contaminados con heces de triatominos infectados o por otras formas de transmisión no vectorial descritas (congénita, transfusional, ocupacional) y que incluye a toda la población, recién nacidos y embarazadas. (30,31)

Grafico N° 4. Correlación de pacientes con antígeno de superficie positivo y resultados de pruebas funcionales hepáticas (ASAT, ALAT, Y GGT). CMDAT “Francisco de Miranda”. Estado Falcón. 

hepatitis_B_antigeno_superficie/correlacion_pruebas_hepaticas

Fuente: Fuente: Base de datos de resultados de laboratorio clínico del CMDAT “Francisco de Miranda”.

Aunque el término de pruebas funcionales hepáticas es de uso general es impreciso ya que muchos de los ensayos que reflejan la actividad del hígado no son medidas directa de su función. Además las pruebas de función hepáticas de uso general pueden ser anormales incluso en pacientes con hígado sano. Desde un punto de vista práctico los exámenes de laboratorios que generalmente se emplean en la evaluación de las enfermedades hepáticas se dividen en: (32)

A. Exámenes relacionados con la función excretora del hígado (Bilirrubina sérica que mide la capacidad del hígado para detoxificar los metabolitos y de transporte aniónico orgánico en la bilis.

B. Exámenes relacionado con la función sintética del hígado (principalmente la concentración de albúmina sérica y el tiempo de protrombina)

C. Concentraciones séricas de enzimas intracelulares relacionadas a la integridad de los hepatocitos (especialmente las aminotransferasa sérica fosfatasa alcalina y gamma glutamil transpeptidasa)

Al evaluar el comportamiento de las pruebas funcionales hepáticas realizadas en los pacientes con antígeno de superficie positivo para la hepatitis B (Gráfico 4), se observó que en el 67% de los casos existía una elevación de las transaminasas y de la gamma glutamil transpeptidasa, lo cual coincide con lo reportado en la literatura.

Sólo en un 18% las pruebas funcionales hepáticas se encontraban dentro de parámetros normales. Deberían estudiarse otros marcadores séricos adicionales que evidencien si estos casos se tratan de portadores inactivos de virus de la hepatitis B (VHB) o de pacientes con hepatitis crónicas.

El estado de portador inactivo del virus de la hepatitis B (VHB), antes llamado portador sano o asintomático de virus de la hepatitis B (VHB), como hemos mencionado, consiste en infección persistente del hígado por virus de la hepatitis B (VHB) sin enfermedad hepática significativa. La ausencia de enfermedad hepática, se debe a que la replicación viral es muy baja y no induce activación importante del sistema inmune del huésped. Recientemente se encontró que los portadores inactivos del virus de la hepatitis B (VHB), aunque mantienen un pool aumentado de células T efectoras (CD8+ T), las cuales demuestran mínima capacidad proliferativa contra el antígeno central del virus de la hepatitis B (VHB) (HBcAg), o péptidos derivados de este antígeno, aunque pueden ser funcionales tanto en el hígado como en la periferia. Se ha sugerido que la falta de daño hepático en los portadores inactivos del virus de la hepatitis B (VHB), se debe a que las poblaciones dinámicas de células T pueden producir citoquinas como el interferón gamma, que suprimen la replicación viral sin causar daño citolítico a los hepatocitos. (33)

La importancia del portador inactivo radica en que constituye el mayor número de pacientes crónicamente infectados con el virus de la hepatitis B (VHB), con una población aproximada de 300 millones de individuos. No obstante el buen pronóstico que tienen en general, presentan un riesgo no despreciable de cirrosis y hepatocarcinoma. (33)

El diagnóstico de portador inactivo de virus de la hepatitis B (VHB) se establece si: (33)

1. El antígeno de superficie HBsAg persiste en sangre durante más de 6 meses.
2. El antígeno e (HBeAg) es negativo y el anti-HBeAg es positivo.
3. El ADN-VHB menor de 2000 U/mL.
4. Las transaminasas son persistentemente normales.
5. La biopsia hepática confirma ausencia de hepatitis significativa.

Algunos pacientes con hepatitis crónica por virus de la hepatitis B (VHB) presentan de forma transitoria cifras de transaminasas normales y niveles bajos de replicación viral. (33)

Por ello, para confirmar el diagnóstico de portador inactivo de virus de la hepatitis B (VHB) es necesario determinar de forma periódica cada 3-6 meses durante al menos 1 año transaminasas y, si es posible, DNA del virus de la hepatitis B (VHB). (33)

Hemos de señalar que en un 15% de los casos con antígeno de superficie positivo para la hepatitis B, no se le realizaron pruebas de laboratorio en el período comprendido de este estudio, a pesar de la importancia que reviste para precisar entre otros parámetros el diagnóstico definitivo de la enfermedad.

Después de la anamnesis y el examen físico, es importante tener en cuenta las alteraciones analíticas encontradas para realizar el diagnóstico diferencial (Montoro M, 2006; Álvarez H, 2005) (4)

La hepatitis B produce una importante elevación de transaminasas en contraste con los diagnósticos diferenciales, las Alaninoaminotransferasas (ALT) estarán 2,5 veces por encima del valor de referencia, así mismo hiperbilirrubinemia a expensas del componente indirecto aunque inicialmente es el directo, elevación de la fosfatasa alcalina e hipoprotrombinemia. (4)

En general, la magnitud de la hipertransaminasemia (HT) no es una herramienta útil para evaluar el grado del daño hepatocelular, aunque si puede orientarnos sobre su etiología. El origen de las hipertransaminasemia consideradas leves (ALT <200 U/L) o moderadas (ALT 200-400 U/L) en ocasiones es difícil de determinar, ya que ambas pueden tener lugar en contextos clínicos muy diversos, tanto de afectación hepática (hepatitis crónica, hepatitis aguda subclínica o en regresión, enfermedad biliar), como extrahepática (enfermedad celiaca, patologías musculares o tiroideas, entre otros). (34)

La hipertransaminasemia marcada (ALT >400 U/L) raramente observada en procesos en los que el hígado no resulta afectado (rabdomiolisis, miopatía), indica con elevada frecuencia lesión hepatocelular. Es habitualmente interpretada por el clínico como un indicador de lesión hepática aguda primaria (hepatitis viral, medicamentosa, etc.), sin embargo, esta percepción no siempre es correcta ya que puede ser secundaria a otros procesos que derivan en un daño celular hepático agudo (hepatopatía hipóxica, colestasis extrahepática, etc.). (34)

TABLA N°. 4. Distribución de los casos seropositivos del antígeno de superficie con pruebas funcionales hepáticas alteradas (ASAT, ALAT, Y GGT) según sexo. CMDAT “Francisco de Miranda”. 

hepatitis_B_antigeno_superficie/pruebas_hepaticas_alteradas

Fuente: Base de datos de resultados de laboratorio clínico del CMDAT “Francisco de Miranda”.


Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B .6

La elevación de las transaminasas tiene un valor impredecible ya que un mismo valor puede corresponder a una variación de la normalidad o ser la primera evidencia de una enfermedad mortal. No obstante existen unos rangos de valores que nos pueden orientar como marcador indirecto por seropositividad de hepatitis B y/o C. (35)

La determinación de la actividad sérica de la GGT puede considerarse un indicador sensible pero inespecífico de actividad hepática. (32)

La hepatitis y el consumo excesivo de alcohol aumentan la GGT. (36)

Cuando valoramos la relación de los casos seropositivos del antígeno de superficie de la hepatitis B que presentaban pruebas funcionales hepáticas alteradas con el sexo, se observa en la tabla No 4, que la mayor frecuencia (65,9%) la presenta el sexo masculino en todas las pruebas de laboratorio realizadas en este estudio ( ALAT 31,8%, ASAT 21,5% y GGT 12,5%). La autora considera que estos resultados pudieran tener relación con cofactores que pueden causar también hipertransaminemias como el consumo de alcohol, drogas, el virus de la hepatitis C, todas relacionadas con mayor predominio en este sexo. (37,38)

La evolución de la enfermedad es bastante variable. Probablemente hay factores genéticos que se asocian a la diferente capacidad de mantener la replicación viral bajo control. La magnitud del daño se asocia también a la edad (frecuentemente los niños tienen gran replicación viral con poco daño hepático), el sexo (habitualmente la enfermedad progresa más rápido en hombres que mujeres), consumo de alcohol y presencia de otros virus (como virus de hepatitis D y C). (39)

Existen diferencias entre lo que se considera un valor normal para los hombres y para las mujeres, o para determinados grupos de población. Por este motivo, se recomienda realizar una biopsia para clasificar con precisión la etapa y el grado de la enfermedad hepática (si la hay), en lugar de basarse únicamente en las concentraciones de ALAT. (4)

Conclusiones

La seroprevalencia del antígeno de superficie contra el virus de la hepatitis B en el Laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”, es inferior al reportado por la literatura para la población en general. Entre las características del grupo estudiado se encuentra que los que predominaron fue el grupo etáreo comprendido entre los 30 a 49 años de edad, el sexo femenino y los pacientes procedentes del laboratorio clínico del CMDAT “Francisco de Miranda”. Sólo dos pacientes seropositivas estaban embarazadas.

En algunos pacientes con Antígeno de superficie positivo para la hepatitis B se determinó asociación con hepatitis C, Enfermedad de Chagas y Dengue. Los resultados de las pruebas funcionales hepáticas en la mayoría de los pacientes estuvieron por encima de los valores normales y el sexo que predominó con pruebas funcionales hepáticas alteradas fue el masculino.

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