Ansiedad en el adulto mayor. Revision bibliografica
Autor: Lic. Manuel J. Boggio | Publicado:  20/09/2011 | Psicologia , Psiquiatria , Geriatria y Gerontologia , Articulos | |
Ansiedad en el adulto mayor. Revision bibliografica .1

Ansiedad en el adulto mayor. Revisión bibliográfica.

Manuel J. Boggio J. Licenciado Enfermería. Magister Enfermería Gerontológica y Geriátrica, Universidad de Carabobo Venezuela. Profesor agregado a Dedicación Exclusiva escuela de Enfermería, Universidad de Carabobo, Venezuela. Miembro de la Comisión Coordinadora de la Maestría Enfermería Gerontológica y Geriátrica, Universidad de Carabobo, Venezuela. Coordinador de la Asignatura cuidados de Enfermería a la persona con alteraciones mentales, Escuela de Enfermería Universidad de Carabobo, Venezuela. Coordinador del comité TICs de la Escuela de Enfermería Universidad de Carabobo Venezuela.

Rosmary M. Luque P. Licenciada Enfermería Universidad de Carabobo, Venezuela. Enfermera de Cuidados directos.

Resumen.

La situación de envejecimiento que atraviesa la población mundial es un fenómeno altamente preocupante. El significativo aumento en las expectativas de vida, sumado a los bajos índices de natalidad, han llevado a que las pirámides poblacionales se transformen, de forma tal que cada vez exista un mayor número de personas que llegan a la vejez y hayan cada vez menos niños y jóvenes que lleguen a la adultez y por ende, se vea reducido el número de adultos jóvenes. El envejecimiento constituye una materia de estudio biopsicosocial, es decir, la ciencia del envejecimiento es multidisciplinaria.

El envejecimiento humano no puede describirse, predecirse o explicarse sin tener en cuenta los tres aspectos principales del mismo: biológico, psicológico y social. La prevalencia de enfermedades mentales aumenta con la edad, pues aquí confluyen aquellas personas con patología mental de inicio en la juventud que envejecen y aquellas personas que desarrollan enfermedades mentales en esta etapa de la vida. Distintos factores se relacionan con el envejecimiento: aislamiento social, disminución de la autonomía, dificultades económicas, declive del estado de salud, la proximidad a la muerte, etc., por lo que se ve un aumento de los trastornos de ansiedad en los adultos mayores. Así mismo, estos trastornos son generalmente atípicos en los adultos mayores y están subdiagnosticados y por otro lado, hay una mayor comorbilidad con trastornos médicos y depresiones. Los ancianos generalmente están polimedicamentados y presentan cambios psicosociales importantes los que no son tomados en cuenta muchas veces en los diagnósticos.

Palabras clave: Envejecimiento, Adulto Mayor, Ansiedad.

Abstract.

The situation of aging through the world's population is a very worrying phenomenon. The significant increase in life expectancy, coupled with low birth rates have led to the population pyramids are transformed, so that every time there is a greater number of people reaching old age and have fewer children and young people reach adulthood and thus will see reduced the number of young adults.

Aging is a matter of biopsychosocial study, ie the science of aging is multidisciplinary. Human aging can not be described, predicted or explained without taking into account the three main aspects of the same biological, psychological and social. The prevalence of mental illness increases with age, because here come together people with mental illness onset age youth and those who develop mental illness at this stage of life. Several factors are associated with aging, social isolation, reduced autonomy, economic hardship, declining health status, proximity to death, and so on. So you see an increase in anxiety disorders in older adults. Likewise, these disorders are often atypical in older adults and are underdiagnosed and on the other hand, there is more comorbid medical disorders and depression. The elderly are generally multidrug and have significant psychosocial changes that are not taken into account often in diagnoses.

Keywords: Aging, Older Adults, Anxiety.

Introducción.

Ansiedad.

En la actualidad el concepto de ansiedad conlleva un componente cognitivo y un componente somático. A través de la clínica se afirma que las personas adultas mayores, a menudo, prestan más atención a los síntomas somáticos, minimizando los aspectos cognitivos. Ya que los adultos mayores sufren más enfermedades médicas que las personas más jóvenes, su acento en los síntomas somáticos puede causar dificultades en el diagnóstico diferencial de estos trastornos de ansiedad, especialmente en los centros de atención primaria.

La ansiedad en el adulto mayor se muestra generalmente como una agitación nerviosa, muy parecida a la presentada por los niños, motivada con frecuencia por el temor a sufrir pérdidas y separaciones. Hay una marcada tendencia a somatizar la angustia, con quejas físicas, que esconden generalmente síntomas depresivos. La manifestación de la ansiedad incluye malhumor, irritabilidad y hasta conductas agresivas. Estas manifestaciones de ansiedad del adulto mayor, frecuentemente se asocian a distintos síntomas físicos como manifestaciones neurovegetativas, tensión muscular, temblores, mialgias, fatiga, sobresaltos y delirios; las expresiones somáticas son habitualmente iguales a las que se experimentan en otras etapas de la vida, añadiéndoseles dificultades amnésicas y trastornos del sueño.

Lo singular del adulto mayor y que potencia el cuadro ansioso es el miedo a la enfermedad física severa con el consecuente deterioro, a la propia muerte, a las intervenciones quirúrgicas, los postoperatorios y las discapacidades. (1.). Generalmente, los trastornos de ansiedad primarios de la vejez son crónicos y han persistido desde la juventud o adultez (2). El estado ansioso se presenta como "un estado subjetivo de expectación o aprehensión disfórica", acompañado por una combinación variada de alguno/s síntomas (ver tabla I), agrupables en tres categorías. Es frecuente que los pacientes hagan mayor hincapié en estos aspectos asociados más que en el estado de ansiedad en sí mismo, lo que da por resultado que se lleven a cabo extensas evaluaciones médicas antes de arribar a un diagnóstico correcto (3).

Síntomas del estado ansioso (4).

1.- Tensión Motora: Estremecimientos, sacudimientos, sensación de temblor, tensión muscular, dolores, parestesias, desasosiego y fatigabilidad fácil.

2.- Hiperactividad autonómica: Respiración entrecortada o sensación de sofocación, palpitaciones o taquicardia, sudoración o manos húmedas, frías y viscosas, boca seca, vértigo o mareos, náuseas, diarrea, vómitos u otra molestia abdominal, acaloramiento (accesos calientes) o escalofríos, rubor o palidez, micción imperiosa y frecuentes problemas para tragar o sensación de “nudo en la garganta”, cefaleas y disfunción sexual.

3.- Vigilancia y registro: Sensación de excitación o impaciencia, respuesta sobre exaltada o exagerada, dificultad de concentración o “mente en blanco” por ansiedad, dificultad para dormir o mantener el sueño e irritabilidad.

En situaciones de crisis o descompensación, el anciano suele presentar conductas de evitación, principalmente a la exposición al miedo y a la angustia. Puede presentar principalmente fobias a salir a la calle, a entrar en lugares públicos, a sufrir caídas y al traslado a instituciones. Estas evitaciones suelen aparecer ocultas por quejas referentes a limitaciones físicas (1). Los adultos mayores, principalmente por su particular situación biológica, psicológica, social y cultural, necesitan un tratamiento distinto al de sujetos de otros grupos etáreos. El envejecimiento como tal, aún cuando no se presenten enfermedades complejas, desestabiliza en algún momento a la persona produciéndole, en el mejor de los casos una crisis vital.

Por tanto, la psicoterapia debe ser acotada persiguiendo objetivos cortos y posibles. Respecto a las metas terapéuticas en el trabajo con adultos mayores, éstas deben tener límites precisos, principalmente centrándose en la desaparición de síntomas, la adaptación a diversas circunstancias existenciales, la aceptación de cierto grado de dependencia como fenómeno natural y el compromiso con una actividad significativa para el paciente (1).

De acuerdo a lo planteado en (Hermera, Centro de estudios del stress y la ansiedad), en esta etapa de la vida surgen factores que desencadenan cuadros ansiosos y depresivos, que es imprescindible tener en cuenta en el diseño un abordaje terapéutico interdisciplinario:

a) El deterioro físico ligado a enfermedades del cuerpo y posibles discapacidades.
b) La viudez y pérdida de sus pares.
c) Cambio de roles o sensación de inutilidad (jubilación, vivir solo, con nuevas asistencias o cuidando ellos mismos de otro enfermo.
d) Las mudanzas o emigraciones del anciano y/o de sus seres queridos.
e) El traslado a instituciones geriátricas.
f) Dificultades económicas.

Epidemiología del Trastorno de Ansiedad en el Adulto Mayor (A.M.).

Las enfermedades mentales más comunes son, como grupo los trastornos de ansiedad, con una prevalencia de un mes del 7,3% en adultos de todas las edades. En adultos mayores de 60 años esta prevalencia mensual disminuye al 5,5%; se acerca al 20% en un periodo de seis meses y al 35% en el ciclo vital (5).


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