Morbimortalidad por quemaduras. Hospital Vladimir Ilich Lenin. 2004-2008
Autor: MrC. Raquel Rojas Bruzón  | Publicado:  12/01/2012 | Medicina Interna , Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos , Medicina de Urgencias , Articulos , Imagenes de Medicina Interna , Imagenes de Cirugia Plastica Estetica y Reparadora , Imagenes | |
Morbimortalidad por quemaduras. Hospital Vladimir Ilich Lenin. 2004-2008 .1

Morbimortalidad por quemaduras. Hospital Vladimir Ilich Lenin. 2004-2008.

Mr. C. Raquel Rojas Bruzón
Mr. C. Zenia Castro Aguilar
Dra. Yulexis Hechavarría Jiménez

Resumen

Este estudio es acerca de 487 pacientes ingresados por quemaduras en el Hospital Provincial Vladimir Ilich Lenin en el período del 2004 al 2008. El objetivo fue conocer las causas de morbilidad y muerte que afectaron a dichos pacientes. Como conclusión, predominó el sexo femenino y el suicidio fue en aumento. La supervivencia de los pacientes críticos fue superior al pronóstico cubano.

Palabras clave: muerte; supervivencia; pronóstico.

Abstract

This study is about 487 depocitived patient for burn in Vladimir Ilich Lenin Hospital in 2004¬2008 period. The objective was know ailment and death cause on a burn patient in this patient. For conclusion, predominance the female sex and a suicide was incremented. A survival of critical burn patient was superior of Cuban prediction.

Keywords: death; survival; prediction.

Introducción

Cuando el hombre controló el fuego, hace más de 7.000 años, abrió el camino hacia la civilización, pero también significó el inicio de las quemaduras, las cuales han sido ampliamente estudiadas y tratadas con diversos métodos desde tiempos inmemoriales. Las quemaduras, hoy en día, constituyen uno de los accidentes más frecuentes y graves que lesionan al ser humano si son de cierta envergadura. Es por ello que los que sufren graves quemaduras son tratados en unidades especiales para quemados y son atendidos por un equipo médico multidisciplinario (intensivistas, cirujanos plásticos, psiquiatras, fisiatras, entre otros). El estudio de esta patología es conocido universalmente como Caumatología. (1)

El holocausto del traumatismo térmico puede ser una de las lesiones más devastadoras que pueda experimentar una persona. La persona convertida en víctima por quemaduras se siente desvalida y arrojada a un mundo de sufrimiento, miedo, dependencia y desfiguración. (2)

La piel es uno de los órganos frontera más extensos de nuestra economía y entre las funciones más importantes está el mantener la fisiología del medio interno, lo que nos permite interactuar protegiéndonos del medio externo. Tiene función estética. Produce un manto de evaporación que nos permite tener regulación térmica y un manto ácido que nos protege de gérmenes y hongos. (3)

Las quemaduras son lesiones traumáticas que conducen a una necrosis hística de variable extensión y profundidad. Estas lesiones son causadas por diferentes agentes físicos, químicos o biológicos que provocan alteraciones histicohumorales capaces de conducir a la muerte o dejar secuelas invalidantes o deformantes al paciente que las sufre. (4)

Los avances científicos y tecnológicos en el tratamiento de las quemaduras han modificado significativamente la evolución clínica y han incrementado la posibilidad de sobrevida de estos pacientes. (5)

En nuestro Hospital Vladimir Ilich Lenin de la ciudad de Holguín se ha incrementado la demanda de los servicios médicos, en general como consecuencia del aumento excesivo de la población y, aunque no es el caso de la morbilidad por quemaduras, se hace imprescindible el conocimiento del comportamiento de esta entidad, ya que los accidentes y la guerra no dejan de ser una amenaza para la población cubana.

A su vez, entre las metas que nos hemos trazado se encuentra la de elevar la calidad de estos servicios. Para lograr la excelencia, en este sentido no podemos prescindir de hacer una evaluación de estos aspectos y encaminar nuestro trabajo hacia las necesidades objetivas del contexto en que nos desarrollamos.

Contexto historicosocial del objeto de estudio

Hasta finales de la década del 90, la frecuencia anual de los quemados en Cuba era alta según el sistema estadístico realizado por el Grupo Nacional de la Especialidad y oficializado por la Dirección de Estadística del MINSAP. Se reportó desde 1985 hasta 1989 como promedio anual unos 50.000 quemados a nivel nacional, de los cuales ingresaron como promedio 5.754 pacientes anualmente y murieron como promedio 1.200. (4). A partir del año 2000, estas cifras han cambiado mucho por el desarrollo obtenido por la Revolución en cuanto a la gasificación de Ciudad de La Habana, el desarrollo económico, el resultado de la disminución de los líquidos inflamables y el aumento de la electrificación. (4). En estudios realizados en el Hospital Almeijeiras, de acuerdo a sus estadísticas, se espera que unos 100 pacientes sean atendidos anualmente en ese Hospital.

Antecedentes

En el Servicio del Hospital Vladimir Ilich Lenin se atendió durante 30 años a pacientes de todas las provincias de Granma, por lo tanto, la casuística era excesiva, había hacinamiento y la mayoría de los pacientes ingresados eran pacientes críticos y críticos extremos, por lo que morían diariamente de 3 a 4 pacientes extremadamente graves.

Con la construcción de las Unidades de Quemados en Manzanillo, Las Tunas y el municipio Moa en la provincia de Holguín, esta casuística disminuyó considerablemente, pero aún se mantenía alta. Luego la atención de los niños fue trasladada al Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja, lo que disminuyó más la cifra de casos.

Con el aumento del nivel cultural de la población cubana y dentro de ella la holguinera, el número de casos suicida ha disminuido bastante con relación a aquellos años, aunque los accidentes siguen siendo frecuentes.

A pesar de los avances mencionados, sigue siendo necesaria la identificación de los factores responsables de la morbimortalidad por quemaduras en el contexto estudiado para actuar en consecuencia.

Marco teórico

Los avances científicos y tecnológicos en el tratamiento de las quemaduras han modificado significativamente la evolución clínica y han incrementado la posibilidad de sobrevida de estos pacientes. Pero los avances tecnológicos no son suficientes cuando se trata de la lesión por quemaduras, y aquí cobra importancia, además del tratamiento curativo (medicamentos y sustituto de piel), el aspecto preventivo. Este aspecto debe ir encaminado, a su vez, a dos aspectos más: la prevención del accidente, doméstico o industrial, y la prevención de la quemadura provocada, ya sea por suicidio u homicidio.

Prevención de las quemaduras por accidentes

Las medidas de prevención deberían llevarse a cabo en forma continua y no esporádica, como se realizan actualmente. Las quemaduras matan anualmente 20 veces más personas que el SIDA. Sin embargo, las campañas de prevención de esta última enfermedad son cuantitativamente 100 veces superiores a las de las quemaduras; esto sin tomar en cuenta la morbilidad, estigmas físicos y pérdida de horas de trabajo que provocan las quemaduras menores.

La prevención se realiza apuntando hacia dos campos fundamentales:

a) Quemaduras domésticas: se realiza a través de los medios de comunicación social (prensa, radio y televisión) para alertar a la población sobre la importancia del manejo adecuado de artefactos eléctricos, enchufes, cables de luz eléctrica, presencia de niños en la cocina, manejo de líquidos hirviendo, fuegos artificiales, radiadores de autos recalentados, bombas de gas.

b) Quemaduras industriales: lo más indicado es prevenir a través del correcto entrenamiento del personal en las fábricas y la dotación de elementos de seguridad, tales como cascos, guantes, zapatos especiales, chalecos, anteojos, cinturones, respiradores. En todo caso, toda edificación pública o privada debe contar con todos los requerimientos de seguridad exigidos por los cuerpos de bomberos. (1)

Se suma al número de pacientes dañados por quemaduras las víctimas de accidentes de tránsito.

Otro aspecto de gran importancia en cuanto a prevención de la enfermedad por quemaduras es la que se refiere al control del riesgo suicida. Este proceder forma parte de un programa priorizado en la atención primaria de salud.

Desde el año 1987 en que se graduó en Cuba el primer contingente del Médico de la Familia, proyecto iniciado en Cuba y que ahora se está extendiendo a Latinoamérica, se comenzó a crear un sistema de programas de prevención y tratamiento de diferentes enfermedades, estos incluyen el grupo de enfermedades crónicas no transmisibles y las enfermedades transmisibles. Unido a estos programas se lleva a cabo a instancias de la atención primaria la dispensarización de la población, que permite clasificar a cada miembro de la población asignada al médico de la familia en cuatro grupos: grupo I: sanos, grupo II: de riesgo, grupo III: enfermos, y grupo IV: con secuelas.


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