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Comportamiento clinico–epidemiologico de los factores de riesgo cardiovascular
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Autor: MsC. Yanelis Cervantes Contrera
Publicado: 26/01/2012
 

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal con el objetivo de describir el comportamiento de los factores de riesgo cardiovascular en la parroquia Santa Lucía del Municipio Maracaibo durante el año 2008 en los pacientes que acudieron a consulta del Centro de Diagnóstico Integral del Área de Salud Integral Comunitaria Valle Frío. El universo estuvo constituido por 277 pacientes de ambos sexos mayores de 19 años que acudieron a consulta en ese período de tiempo con historia clínica de enfermedad cardiovascular. La muestra quedó conformada por 250 pacientes según los criterios de inclusión y exclusión. El sexo que predominó fue el femenino con 131 pacientes y el grupo de edades en el que más se presentó la enfermedad fue el grupo de 50 a 59 años. El hábito tóxico más relevante fue el tabaquismo.


Comportamiento clinico–epidemiologico de los factores de riesgo cardiovascular .1

Comportamiento clínico–epidemiológico de los factores de riesgo cardiovascular. Centro de Diagnóstico Integral Santa Lucía. Año 2008.

Ms. C. Yanelis Cervantes Contrera. Especialista de 1er Grado de Medicina General Integral. República Bolivariana de Venezuela. Misión Médica Cubana.

Ms. C. Maray Blanco Arevalo. Especialista de 1er Grado de Medicina General Integral. Instructor. República Bolivariana de Venezuela. Misión Médica Cubana.

Lic. Sahirys Menéndez Andux. Licenciada en Farmacia. República Bolivariana de Venezuela. Misión Médica Cubana.

RESUMEN

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal con el objetivo de describir el comportamiento de los factores de riesgo cardiovascular en la parroquia Santa Lucía del Municipio Maracaibo durante el año 2008 en los pacientes que acudieron a consulta del Centro de Diagnóstico Integral del Área de Salud Integral Comunitaria Valle Frío. El universo estuvo constituido por 277 pacientes de ambos sexos mayores de 19 años que acudieron a consulta en ese período de tiempo con historia clínica de enfermedad cardiovascular. La muestra quedó conformada por 250 pacientes según los criterios de inclusión y exclusión. El sexo que predominó fue el femenino con 131 pacientes y el grupo de edades en el que más se presentó la enfermedad fue el grupo de 50 a 59 años. El hábito tóxico más relevante fue el tabaquismo.

La mayoría de los pacientes presentaron niveles elevados de colesterol y refirieron antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular. En los antecedentes patológicos personales prevalecieron la hipertensión arterial y la obesidad. Solo una minoría de los pacientes realizaba ejercicios físicos sistemáticos. Se arribó a conclusiones y se hicieron recomendaciones al respecto.

ABSTRACT

We performed a cross sectional study, in order to describe the behavior of cardiovascular risk factors in the parish of Santa Lucia Maracaibo, in 2008, patients who attended a Comprehensive Diagnostic Center Area Valley Comprehensive Community Health Frio throughout 2008. The universe consisted of 277 patients of both sexes aged 19 years who were seen at that time, with a history of cardiovascular disease and the sample consisted of 250 patients according to inclusion and exclusion criteria. Sex was the predominant with 131 female patients and the age group where the disease occurs most was the group of 50 to 59 years. The most relevant toxic habit was smoking. Most patients had elevated cholesterol levels and reported a family history of cardiovascular disease. In the prevailing personal medical history: Hypertension and obesity. Only a minority of patients performed systematic physical exercises. They arrive at conclusions and made recommendations.

Keywords: cardiovascular risk factors.

INTRODUCCIÓN

Las enfermedades cardiovasculares dentro del grupo de las enfermedades no transmisibles constituyen uno de los principales problemas de salud a escala mundial y, por supuesto, Venezuela no escapa a esta realidad, pues ellas representan la primera causa de muerte en la población adulta. (1,2)

Los desórdenes del sistema circulatorio cubren una amplia variedad de patologías. De estas, las más importantes son la enfermedad isquémica del corazón, la enfermedad cerebrovascular y la enfermedad hipertensiva. Estas representan las causas más importantes de morbilidad y mortalidad en los países desarrollados y se encuentran en aumento en los países en desarrollo, en los cuales pueden ocupar los primeros lugares en términos de tasas de mortalidad. (2)

Se conocen como factores de riesgos cardiovasculares aquellos elementos o circunstancias que favorecen la aparición de enfermedades del corazón y vasos sanguíneos, tales como sexo, edad, antecedentes patológicos familiares (APF), niveles lipídicos, tabaquismo, hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus, dieta, sedentarismo, obesidad, estrés, entre otros. (2)

El aspecto más importante es que la modificación favorable de dichos factores de riesgo se asocia a una reducción en el número de eventos cardiovasculares, tanto si se inicia antes de la aparición de las primeras manifestaciones clínicas (prevención primaria) como después (prevención secundaria). (1,2)

Las enfermedades crónicas, incluidas las del corazón y los vasos sanguíneos, según la información recogida en los últimos 20 años, se encuentran entre las causas de discapacidad y muerte más comunes en casi todos los países del mundo. Se pronostica que en el 2020, como parte del fenómeno denominado transición epidemiológica, las enfermedades cardiovasculares serán una causa de años de vida ajustados en función de la discapacidad con más frecuencia que las enfermedades infecciosas y parasitarias en todas las regiones del mundo, con la excepción del África al sur del Sahara. (1)

El proceso de la transición sanitaria ocurre en diferentes lugares a una velocidad distinta en los planos comunitario, nacional, regional y mundial. Transcurre por fases, que a veces se dan simultáneamente, en particular en América Latina y el Caribe, donde existe un mosaico epidemiológico compuesto por una gran variedad de enfermedades y problemas de salud. (2)

En el período de 1990 a 1994 se encontró que, según el indicador de Años de Vida Potencial Perdidos, la mortalidad por enfermedades vasculares fue más alta en Argentina, tanto para hombres como para mujeres; en orden de importancia le siguieron Trinidad Tobago, Surinam, Brasil y Venezuela en hombres y El Salvador y Trinidad Tobago en mujeres. (2)

Para enfermedad cardiovascular, las tasas más altas se dieron en Brasil, Argentina, Trinidad Tobago en ambos géneros, seguidos por Barbados y El Salvador en hombres y por Surinam y Colombia en mujeres. (3)

Con respecto a la enfermedad cardíaca hipertensiva, las tasas más altas se dieron en Trinidad Tobago y Venezuela, tanto en hombres como en mujeres. (3)

Se estima que para el año 2010 el número de defunciones por causas circulatorias en América Latina y el Caribe será de 1.500.000, lo que representará casi el 50% de las defunciones por enfermedades no transmisibles. (3,4)

La cardiopatía isquémica (CI) en la actualidad es una de las patologías más relevantes tanto en términos de mortalidad como de pérdida de calidad de vida. Es la primera causa de muerte en los países desarrollados. En 1990 murieron en el mundo 6,3 millones de personas por cardiopatía isquémica (CI) y de mantenerse la tendencia actual, en el año 2020 esta enfermedad continuará siendo la primera causa de muerte en los países industrializados con un claro aumento entre los grupos etarios más ancianos y entre las mujeres así como una emergencia explosiva en los países en vías de desarrollo. (3,4)

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se producen 15,3 millones de muertes por enfermedad cardiovascular cada año en todo el mundo. Esta cifra equivale a la tercera parte de las muertes a escala mundial. Este grupo de enfermedades es la causa principal de muerte en 31 de los 35 países que notifican estadísticas. Las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares representan del 35 al 55% de las 800.000 defunciones anuales que se registran en América Latina y el Caribe. (5,7)

En países desarrollados, de un total de 10,9 millones de defunciones, 5,3 millones se debieron a enfermedades cardiovasculares. En América Latina se estimó que ese mismo año hubo 800.000 defunciones por esta causa, lo que correspondió con un 25% del total, y en Estados Unidos la proporción se acercó al 50%. (8)

La probabilidad de morir por una enfermedad coronaria en los países de América Latina y del Caribe es del 2% en los hombres de 15 a 60 años y del 1% en las mujeres de la misma edad. El riesgo de los hombres latinoamericanos es similar al que tienen los hombres del mismo grupo de edad en países desarrollados. Sin embargo, llama la atención que las mujeres latinoamericanas tienen 2 veces más riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares que sus congéneres de países desarrollados (3,9).

En las enfermedades cardiovasculares, las tasas de mortalidad específicas por edad aumentan de manera rápida al incrementarse la edad. En 1990, las tasas más elevadas se observaron en países de Europa Oriental: 2.924 por 100.000 habitantes en hombres de Checoslovaquia y 1.836 por 100.000 habitantes en las mujeres de Rumania, mientras que las más bajas se dieron en Japón y Francia. (8,10)

Cada año se producen en España alrededor de 150.000 ingresos por infarto del miocardio y angina de pecho. Pero esta prevalencia es aún mayor, ya que entre el 30 y el 40% de las personas que sufren un infarto fallece antes de llegar al hospital. (11,12)

En México es una de las primeras causas de morbilidad y se encuentra dentro de las 5 principales causas de muerte en todas las edades. En el adulto mayor, es la principal causa de insuficiencia cardíaca y la tercera causa de morbilidad después de diabetes y de hipertensión arterial (HTA). Incide igual en hombres que en mujeres mayores de 80 años y habitualmente se encuentra como un hallazgo en estudios de rutina o en las necropsias. (14,15)

En Estados Unidos, más de 60 millones de habitantes sufren de algún tipo de enfermedad cardiovascular. Aproximadamente 2.600 personas mueren cada día de enfermedades cardiovasculares. (16,17)


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Según el Ministerio de Salud y Desarrollo Social, en Venezuela desde el año 1995 hasta el 2002, las muertes por enfermedades cardiovasculares se ubican en un 28,6% en todo el país. (18,19)

En estudios realizados en varias ciudades de Venezuela, la enfermedad hipertensiva fue más frecuente en el sexo femenino. El hábito de fumar fue el factor de riesgo que con mayor frecuencia se asoció a la hipertensión arterial (HTA); la cardiopatía isquémica (CI) y la diabetes mellitus fueron las enfermedades crónicas de mayor asociación a esta. (18)

Se ha demostrado que la asociación de varios factores de riesgo se acompaña de un aumento evidente de la frecuencia y la gravedad de la enfermedad, lo que ha permitido definirlos como agentes causales de esta. (19-21)

La elevada frecuencia de cardiopatía isquémica (CI), su desenlace a menudo fatal y la noción de que su etiología está condicionada de modo casi absoluto por la aterosclerosis (22-24) y que, por tanto, es prevenible mediante la supresión de los llamados factores de riesgos principales que conducen a ella con reducción de las nefastas consecuencias de este tipo de enfermedad cardiovascular refuerzan el interés despertado por la temática. (21)

Se conoce que esta enfermedad se encontraba presente desde la antigüedad, pues se han encontrado lesiones ateromatosas en restos humanos de las civilizaciones Egipcia y China. (22,23)

El término como tal apareció por primera vez en la bibliografía médica aproximadamente hace un siglo, cuando en 1886 Osler publicó las lecciones de angina de pecho y estadios similares en el que describía un amplio rango de manifestaciones clínicas de pacientes con angina de pecho, incluyendo recopilación de casos del siglo XVIII así como muchos recogidos a lo largo de su práctica clínica. Sin embargo, todavía no estaba bien establecido el vínculo necesario entre angina y ateromatosis coronaria, y hubo que esperar hasta principios del siglo XX cuando Herrick estableció la relación y publicó la clásica descripción de los cambios patológicos y electrocardiográficos que aparecen durante el infarto agudo de miocardio. (24)

Es durante la primera mitad del siglo XX cuando los estudios epidemiológicos establecen las primeras relaciones entre esta patología y su distribución entre los diferentes individuos y países, y surge la epidemiología cardiovascular como entidad. Estos ambiciosos estudios epidemiológicos pretendían establecer las relaciones existentes entre diferentes parámetros, como zona geográfica, estrés, características individuales y la aparición de cardiopatía isquémica (CI). El paradigma de los cuales es el estudio colaborativo de los 7 países, en el que se estableció que existía una relación entre la concentración plasmática de colesterol de la población y las diferencias geográficas en la frecuencia de aparición de la cardiopatía isquémica (CI) en los 16 grupos de varones que sumaban un total de 12.000 examinados en los 7 países. (4,5)

Todo lo anterior motiva el estudio detallado de aquellos factores de riesgo conocidos, sobre los cuales la acción medicosociocultural es de suma importancia para prevenir, curar o rehabilitar a los que han sufrido en etapas tempranas esta afección.

Desde el punto de vista social y económico, la aterosclerosis puede considerarse como uno de los grandes depredadores de la salud humana, cuyo costo por la muerte o por sus secuelas está considerado como de los más elevados de la humanidad. (25)

Maracaibo es uno de los municipios del estado Zulia, el cual está dividido en varias parroquias y una de ellas Santa Lucía, la cual acoge en su seno un Centro de Diagnóstico Integral (CDI) que lleva su mismo nombre.

En esta parroquia del Municipio Maracaibo existe una elevada incidencia de enfermedad cardiovascular, sin embargo, no existen estudios sobre esta temática que permitan conocer los principales factores de riesgo cardiovasculares que afectan a la población con el objetivo de establecer estrategias futuras que permitan la disminución de la morbimortalidad por esta causa.

En el año 2003, en mutua coordinación, los gobiernos de Venezuela y Cuba iniciaron un modelo de colaboración médica denominado barrio adentro, el cual ha llegado a escalar en el sistema de salud y desarrollo social. Ha llegado a estratificarse en el presente al dividirse en Barrio Adentro I, II y III, según consultorios: Centro de Diagnóstico Integral (CDI), salas de rehabilitación integral y centros hospitalarios especializados, respectivamente.

Anteriormente al inicio de esta misión, los pobladores del área asistían a algunos ambulatorios médicos de la gobernación, hospitales públicos y clínicas privadas, por lo que era ineficiente el registro estadístico de los afectados por las diferentes patologías, incluyendo las del sistema cardiovascular, debido a la desorganización del sistema de salud, ya que no tenían en el seno de la comunidad el servicio de medicina familiar ideal para la prevención, diagnóstico, tratamiento y recolección de datos de estas enfermedades.

Por lo anteriormente explicado, se decide realizar esta investigación con la finalidad de conocer el comportamiento de los factores de riesgo cardiovasculares que afectan a la población adulta de dicha comunidad y atenuar su desenlace fatal.

Los resultados de esta investigación servirán de base para establecer políticas que normen diferentes acciones para promover la salud cardiovascular y prevenir las complicaciones por dichas enfermedades para garantizar de este modo elevar la calidad de vida de la población.

OBJETIVOS

General

Describir el comportamiento de los principales factores de riesgo cardiovasculares en la parroquia Santa Lucía del Municipio Maracaibo durante el año 2008.

Específicos

• Caracterizar la población estudiada según edad y sexo
• Describir los principales factores de riesgos modificables y no modificables presentes en los pacientes estudiados

MATERIAL Y MÉTODO

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de la parroquia Santa Lucía con la finalidad de describir el comportamiento de los factores de riesgo cardiovascular en la población de esta área durante todo el año 2008.

El universo estuvo constituido por 277 pacientes de ambos sexos mayores de 19 años que acudieron a consulta en ese período de tiempo con historia clínica de enfermedad cardiovascular. La muestra escogida fue de 250 pacientes según los criterios de inclusión y exclusión especificados a continuación:

Criterios de inclusión:

• Pacientes que deseen participar en el estudio
• Pacientes mayores de 19 años
• Pacientes que residan oficialmente en el área
• Pacientes que tengan estudio de colesterol en el último año y que tengan diagnóstico de alguna enfermedad cardiovascular

Criterios de exclusión:

• Embarazadas
• Pacientes que no cumplan con los criterios de inclusión

Métodos

Como toda investigación de salud, los métodos empíricos, estadísticos y teóricos desempeñan un papel fundamental. En la presente investigación estos fueron aplicados como se exponen a continuación:

• Métodos teóricos: permitieron la construcción, el desarrollo de la teoría científica y el enfoque general para abordar el problema científico.

• Métodos empíricos: permitieron la obtención y la elaboración de los datos.

• Método estadístico: al realizar mediciones mediante la utilización de métodos medibles con el empleo de medidas de resumen, como el porcentaje, así como la utilización de tablas de frecuencia simples, según el número de variables por representar en ellos, con el fin de presentar de manera resumida y ordenada por filas y columnas los resultados obtenidos.

Selección y operacionalización de las variables

Las variables utilizadas se seleccionaron en correspondencia con el problema científico y el sistema de objetivos trazados en la investigación.

• Se tomó como valor normal de colesterol de 3,8 a 6,7 mmol/l y patológico (hipercolesterolemia) al valor mayor de 6,7 mmol/l (en caso de recoger el resultado en mg/dl, se convirtió en mmol/l según tabla de laboratorio clínico).


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• Edad: variable cuantitativa discreta. Utilizamos las edades cumplidas en años y se distribuyeron de la siguiente forma:

 20-29 años
 30-39 años
 40-49 años
 50-59 años
 60 años y más

• Sexo: variable cualitativa nominal dicotómica que se define como sexo biológico y que se corresponde con:

 Masculino
 Femenino

• Tabaquismo: se tuvo en cuenta el consumo habitual de tabaco en cualquiera de sus formas de presentación (cigarros, cigarrillos, tabaco, pipa, etc.) en los últimos tres años y establecimos dos categorías:

 No fumador: no fumó en los últimos tres años
 Fumador: fumó en los últimos tres años

• Sedentarismo: es la falta de actividad física. Se entiende como tal cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que da como resultado un gasto calórico para lo cual debe tener determinadas características de intensidad, duración y frecuencia. La intensidad debe ser suficiente para mantener las pulsaciones entre el 60 y el 85% de la frecuencia cardíaca máxima teórica. Debe tener una duración mínima de 30 minutos y una frecuencia mínima de tres días a la semana. A los efectos de la presente investigación se consideró como sedentaria a toda persona que no realizaba actividad física regular de duración mínima de 30 minutos tres días a la semana. Se interrogó si había realizado actividad física (deporte, ejercicios, etc.) en el momento de la investigación. Se tomaron en cuenta las siguientes categorías de actividad física:

 Gimnasia
 Deporte
 Caminata o similar
 Actividad física laboral equivalente (obreros, trabajadores rurales, etc.)

• Para el consumo de alcohol se consideró a todo paciente que ingería bebidas alcohólicas con una frecuencia de tres o más veces por semana y una cantidad superior a 150 mililitros de ron, 1.050 mililitros de cerveza o 450 mililitros de vino. (11)

• Antecedentes familiares: se tuvo en cuenta la presencia de APF de primer orden (madre, padre o hermano) de enfermedad cardiovascular independientemente el tipo de esta.

• Antecedentes patológicos personales: tuvimos en cuenta los siguientes:

 Hipertensión arterial (HTA): aquellas personas con antecedentes de dicha enfermedad que cumplieran con lo establecido con el programa nacional de hipertensión arterial (HTA).
 Diabetes mellitus: se tuvo en cuenta a toda persona que refiriera ser diabético y que cumpla con los criterios diagnósticos del programa nacional de diabetes mellitus.
 Gota o hiperuricemia: se tuvo en cuenta a todos aquellos pacientes que presenten antecedentes de la enfermedad o que tengan exámenes complementarios que apoyen el diagnóstico.
 Obesidad: se tuvo en cuenta el cálculo del índice de masa corporal (IMC) según la siguiente fórmula:

Índice de masa corporal (IMC) = peso / [talla]2 mayor o igual a 25
Índice de masa corporal (IMC) de 25 a 29,9 (sobrepeso), mayor de 29,9 (obesidad).

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

Se estudiaron 250 pacientes de la población perteneciente a la parroquia Santa Lucía, donde se obtuvieron los siguientes datos demográficos:

Tabla 1. Distribución de los pacientes según grupo de edades y sexo 

factores_riesgo_cardiovascular/grupo_de_edades

Fuente: encuesta.

Al distribuir a los pacientes según grupos de edades y sexo (tabla 1), el 50,8% correspondía al grupo de edades de 50 o más años, donde prevaleció el grupo de 50 a 59 años con 74 pacientes para un 29,6%.

Numerosos estudios coinciden con los resultados obtenidos en esta investigación. Sergio Curto en su investigación sobre factores de riesgos de enfermedades cardiovasculares en Uruguay encontró que el 49% de sus pacientes tenía más de 60 años de edad (45). Igualmente Díaz Realpe J. (6) en un estudio realizado en Cartagena, Colombia, que obtuvo un 51,4% de pacientes mayores de 45 años de edad; estos resultados se corresponden con los obtenidos por la autora. Un estudio realizado por el doctor Alexander Gómez (46) en la comunidad de Santa Bárbara, Barquisimeto, mostró que el grupo de edades más numeroso estaba comprendido entre 20 y 40 años de edad, lo que no coincidió con los resultados de este trabajo.

Como se había expresado, con la edad la actividad del corazón tiende a deteriorarse. Puede aumentar el grosor de las paredes de este, las arterias pueden endurecerse y perder su flexibilidad, cuando esto sucede el corazón no puede bombear la sangre a los músculos del cuerpo tan eficientemente como lo hacía con anterioridad. Debido a estos cambios, el riesgo cardiovascular aumenta con la edad.

Las personas de mayor edad tienen un riesgo superior de sufrir enfermedades del corazón. Aproximadamente cuatro de cada cinco muertes debidas a una enfermedad cardíaca se producen en personas mayores de 65 años de edad. (47-49)

En el presente estudio se considera que estos resultados se deben a que en la comunidad de estudio, al aplicar el índice de Rosset, existen por cada 100 habitantes 9,2 ancianos, lo que se corresponde con un umbral de envejecimiento.

En cuanto al sexo, predominó el femenino con 131 pacientes, lo que se corresponde con un 52,4%.

Al comparar los resultados con la literatura mundial hubo divergencia de opiniones respecto al sexo (50,51). Un estudio realizado en la comunidad de Santa Bárbara, Barquisimeto, por el doctor Alexander Gómez observó que en cuanto al género, hubo predominio del sexo femenino, con una razón mujer/hombre de 2,3. (46)

Reinaldo García en un estudio sobre prevalencia de factores de riesgo coronario en “10 de Octubre” obtuvo que la composición por grupos de edades fue similar para ambos sexos, con predominio del sexo femenino en un 59,5% (50), lo que coincide con los resultados de esta investigación.

López M. y colaboradores apreciaron que el 50,2% de los pacientes estudiados pertenecía al sexo masculino, mientras que el 49,8% restante fueron mujeres. (51)

Gracias a las hormonas sexuales las mujeres generalmente están protegidas de las enfermedades del corazón hasta la menopausia, que es cuando su riesgo comienza a aumentar. Las mujeres mayores de 65 años de edad tienen aproximadamente el mismo riesgo cardiovascular que los hombres de la misma edad. (52,53)

Entre los factores de riesgos modificables, los hábitos tóxicos juegan un papel preponderante, y es uno de los principales grupos donde se puede ejercer una precoz actividad de promoción y prevención para evitar posteriores alteraciones cardiovasculares. (54)

En la tabla 2 se hizo una distribución de la muestra estudiada según los hábitos tóxicos presentes en estos pacientes.

Tabla 2. Distribución de los pacientes según hábitos tóxicos 

factores_riesgo_cardiovascular/distribucion_habitos_toxicos

Fuente: encuesta.

Al analizar la tabla 2, se observó que el 52,8% de los pacientes eran fumadores y 98 pacientes para un 39,2% ingieren bebidas alcohólicas.

Glena Fernández en un estudio realizado en el estado Zulia encontró que el hábito de fumar se presentó en el 53% con 44 pacientes (53); estos resultados se corresponden con los de la presente investigación.

En una encuesta multinacional sobre el hábito de fumar en ocho ciudades latinoamericanas se encontró que en Caracas el 48,3% de la población masculina fuma y que el 26,1% de las mujeres mantenía este hábito tóxico; los porcentajes totales fueron del 36,4% para ambos sexos. (54)

El hábito de fumar se presentó en el 28,5% de los pacientes estudiados en un trabajo realizado por Martínez Sosa J en Ciudad de México (55), resultados que no coinciden con nuestro estudio.


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Refiriéndose al hábito de fumar, Llerena Rojas en un estudio realizado en pacientes mayores de 18 años comprobó que fue el principal factor de riesgo coronario (56). Se sabe que el monóxido de carbono que se encuentra en el humo de los cigarrillos produce concentraciones de carboxihemoglobina en la sangre de muchos fumadores hasta de un 10-20%, muy superior al 1% o menos de los no fumadores, lo que disminuye el transporte de oxígeno por la hemoglobina.

Se ha planteado que el monóxido de carbono aumenta la permeabilidad vascular, por lo que se producen depósitos de lípidos en las paredes de los vasos y, al mismo tiempo, la disminución del aporte de oxígeno a la pared arterial podría interferir en la normal degradación y eliminación de lípidos de la íntima arterial. A niveles más elevados de carboxihemoglobina es mayor la frecuencia de aterosclerosis. (41,42)

Se ha estimado que la cesación del hábito de fumar aumenta la expectativa de vida en general además de mejorar particularmente el perfil de riesgo cardiovascular al disminuir los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL)-colesterol e incrementar los de lipoproteínas de alta densidad (HDL)-colesterol. (19,21)

Es bien conocido que el hábito de fumar es un factor independiente del riesgo de isquemia cardíaca que contribuye a reforzar la acción de otros riesgos. Si desde el punto de vista teórico se eliminan estos factores de riesgo, la posibilidad de padecer cardiopatía isquémica (CI) se reduciría enormemente y las acciones de prevención primaria serían de mayor eficacia con menor costo económico y humano.

Muchos fumadores no conocen plenamente los altos riesgos de enfermedad y muerte prematura asociados a este factor de riesgo. Unido a esto existe una intensa propaganda a favor del expendio de cigarrillos, lo que influye en que nuestra población se mantenga el mal hábito a pesar de las labores de promoción que cada día se incrementan por parte de los médicos de la Misión Barrio Adentro.

Otro componente importante de peligro para una lesión cardiovascular es el nivel de colesterol, el cual se debe a la suma de producción interna (endógeno) y la ingestión de este (exógeno), aunado en ocasiones a un deficiente catabolismo, que contribuye a que se eleve el nivel de este lípido en el medio intravascular.

Tabla 3. Distribución de los pacientes según niveles de colesterol 

factores_riesgo_cardiovascular/nivel_de_colesterol

Fuente: encuesta.

Al analizar los niveles de colesterol en los pacientes estudiados en la tabla 3, se observa que el 79,2% de los pacientes presentó cifras de colesterol mayores de 6,7mml/l.

En un estudio realizado por Hernández Castellón R. en una población de La Habana se obtuvo que el 76,19% de sus pacientes presentó cifras de colesterol por encima de los valores normales (57). González Fernández M. en un estudio realizado en Granadas sobre la prevalencia de los factores de riesgos cardiovasculares encontró que el 69,3% de la muestra estudiada presentó cifras de colesterol total por encima de los 6,7 mmol/l (58); estos resultados coincidieron con los ya descritos para este estudio.

Fanghanel Salmón G. en un estudio sobre prevalencia de factores de riesgo de enfermedad coronaria en trabajadores del Hospital General de México obtuvo el siguiente resultado: la proporción de sujetos con niveles de colesterol elevado fue del 16,34% (8), por lo que difiere a lo encontrado en este estudio.

En la actualidad existen evidencias bien documentadas de que la hipercolesterolemia constituye un factor primario en el desarrollo y la evolución de la aterosclerosis. Estudios clínicos y epidemiológicos han demostrado que el riesgo coronario se eleva progresivamente con un aumento del nivel de colesterol, particularmente cuando este se eleva por encima de 7 mmol/l. (13,17)

El colesterol sérico reúne todos los requisitos para que se lo valore como factor de riesgo causal. Es el principal predictor de cardiopatía isquémica (CI) en los varones de edades media. La relación del colesterol sérico con la mortalidad por cardiopatía isquémica (CI) es curvilínea, con un punto de inflexión que corresponde con el mayor incremento de la mortalidad por cada incremento de colesterol. Cada 1% de incremento del colesterol conlleva una elevación del 2 al 3% de riesgo de muerte por cardiopatía isquémica (CI). (50)

El colesterol transportado en LDL está directamente correlacionado con el riesgo de enfermedad coronaria. El colesterol que forma parte de HDL está inversamente correlacionado con el riesgo coronario. (36)

La hipercolesterolemia es la causa principal de aterosclerosis. su mecanismo es el atrapamiento de ldl oxidadas por parte de los macrófagos en la matriz subendotelial, por lo que se inicia un proceso inflamatorio que involucra también a las células musculares lisas. El progreso de la placa aterosclerótica lleva a la oclusión del lumen arterial. (22)

Los niveles de colesterol sanguíneo están determinados tanto por las características genéticas del individuo como por factores adquiridos: dieta, balance calórico y actividad física. (9,11)

Cada día las grandes crisis ateroscleróticas se manifiestan en personas de menor edad; se ha demostrado la importancia que tiene conocer el estado de salud y su relación con los principales factores que originan la aterosclerosis para ejercer la influencia preventivo-terapéutica con el tiempo suficiente para evitar o retardar lo más posible las consecuencias de esta enfermedad.

El estudio demostró que producto de la idiosincrasia del venezolano y la práctica de hábitos dietéticos legado por los ancestros con predilección para las comidas sazonadas y grasientas se puede explicar el por qué de los elevados niveles de colesterol en los pacientes a pesar de las labores que cotidianamente realiza el médico de barrio en cada uno de los consultorios médicos.

Es conocido que otras enfermedades guardan estrecha relación con las patologías cardiovasculares, por lo que no puede faltar este acápite en este estudio.

Tabla 4. Antecedentes patológicos personales más frecuentes en los pacientes estudiados 

factores_riesgo_cardiovascular/antecedentes_patologicos_personales

Fuente: encuesta.

Los antecedentes patológicos personales más frecuentes en los pacientes estudiados se analizan en la tabla 4, donde la hipertensión arterial (HTA) ocupa el primer lugar al mostrar que un 39,2% con 98 pacientes padece esta enfermedad. Le siguen en orden de frecuencia la obesidad, donde un 30,4% con 76 pacientes tenía un índice de masa corporal (IMC) mayor de 29,9 y solo el 13,6% con 34 pacientes sufría de diabetes mellitus.

Numerosos estudios arrojan resultados similares a los de la investigación que se analiza. Grau García y colaboradores en el trabajo realizado en Valencia sobre un estudio epidemiológico de los factores de riesgo cardiovascular obtuvieron que la hipertensión arterial (HTA) se presentó en un 42% y la obesidad en un 31,6%. (24)

Sergio Curto realizó una investigación en Uruguay sobre factores de riesgo cardiovascular y obtuvieron que la hipertensión arterial (HTA) se presentó en el 32% y la obesidad en un 53%. (45)

Otros, como Elizabeth Cárdenas Delgado, en un estudio sobre los factores de riesgo cardiovascular en pacientes del Hospital de Quillabamba encontraron que el 15% presentaba diabetes mellitus, el 31% tenía diagnóstico de hipertensión arterial (HTA) y un 24% obesidad; todos estos resultados coinciden con el trabajo en estudio.

El Dr. Rene Lapur Milian en estudio realizado sobre el comportamiento de los factores de riesgo cardiovascular en pacientes con hipertensión arterial (HTA) esencial encontró que el 75% eran obesos. (25)

La presión arterial elevada aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón, un ataque a este o un accidente cerebrovascular. Aunque otros factores de riesgo pueden ocasionar hipertensión, es posible padecerla sin tener otros factores de riesgo. Las personas hipertensas que además son obesas, fuman o tienen niveles elevados de colesterol en sangre tienen un riesgo mucho mayor de sufrir una enfermedad cardiovascular. (4,8)

Estudios realizados a pacientes hipertensos demostraron que una disminución del 5% de la tensión diastólica hizo descender la mortalidad por infarto agudo del miocardio en un 24% en hombres y en el 51% de las mujeres. (17,18)


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Se considera que el 75% de los pacientes diabéticos muere por enfermedades cardiovasculares, principalmente cardiopatía isquémica (CI), y existe fuerte evidencia de que las medidas de prevención primaria y secundaria serían más eficaces en personas con diabetes. (5)

El riesgo coronario es una complicación de la diabetes mellitus, por lo que puede inferirse que si bien no la determina, al menos acelera la historia natural de la arteriosclerosis. (5,6)

La diabetes mellitus por su parte provoca un trastorno en el metabolismo lipídico y un incremento de los niveles de colesterol. Aumenta la agregación plaquetaria, por lo que acelera así los trastornos vasculares por aterosclerosis e incrementa las posibilidades de hipertensión arterial (HTA) y aterosclerosis coronaria. (5)

Es de gran importancia recoger en la historia clínica los antecedentes patológicos familiares (APF), principalmente del sistema cardiovascular.

En toda anamnesis, guardan especial interés los antecedentes patológicos familiares (APF) debido a la relación que pueda tener la enfermedad actual con la de algún antecesor debido a la carga genética demostrada en incontables patologías.

Tabla 5. Presencia de antecedentes patológicos familiares (APF) de enfermedad cardiovascular en los pacientes estudiados 

factores_riesgo_cardiovascular/antecedentes_patologicos_familiares

Fuente: encuesta.

Al analizar la presencia de antecedentes patológicos familiares (APF) en los pacientes estudiados en la tabla 5, se aprecia que el 56,4% refirió estos antecedentes.

Alconero Camarero AR en su estudio sobre prevalencia de los factores de riesgo cardiovasculares en el personal de Enfermería obtuvo que el 45,8% presentaba antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular (12), lo que coincide con este estudio.

En un estudio de casos y controles de factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, Javier Muñiz observó que más del 30% de los casos refería antecedentes familiares de esta enfermedad. (5)

Otros autores plantean que está por aclarar si la correlación entre antecedentes familiares de cardiopatías y el mayor riesgo cardiovascular se debe solamente a factores genéticos o es más bien la consecuencia de la transmisión de unos hábitos y estilo de vida de padres a hijos. (17,25)

Los miembros de familias con antecedentes de ataques cardíacos se consideran en una categoría de riesgo cardiovascular más alta. El riesgo en hombres con historias familiares de enfermedad cardiovascular antes de los 50 años de edad es de 15 a 2 veces mayor que en quienes no aportan el factor hereditario. En cambio, parece ser que la cuestión genética influye en menor medida en las mujeres. (9,10)

El comportamiento hereditario de la enfermedad coronaria ha sido ampliamente demostrado en multitud de estudios.

En el estudio se considera que la interacción entre factores genéticos que tienen estos pacientes unido a los factores de riesgo asociados los hace más susceptibles de desencadenar una enfermedad cardiovascular. Si bien es cierto que las personas con historia familiar de enfermedad cardiovascular no pueden cambiar su herencia, sí pueden tomar medidas para minimizar las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco.

La práctica de ejercicios físicos indudablemente es de mucho valor en la prevención de enfermedades del sistema cardiovascular, por lo que es otro de los factores de riesgo para tener en cuenta.

Tabla 6. Práctica de ejercicios físicos regulares en los pacientes estudiados 

factores_riesgo_cardiovascular/practica_ejercicios_fisicos

Fuente: encuesta.

En la tabla 6 se refleja que solo el 26,8% (67 pacientes) practicaba ejercicios físicos de forma regular.

Numerosos estudios plantean la importancia que tiene la práctica sistemática de ejercicios físicos (7,21). En un estudio realizado por Carrero y colaboradores se demostró que el 48,4% de los pacientes estudiados no realizaba ninguna actividad física en su tiempo libre (37). Por otra parte, Hidalgo Pereira F. asegura que la actividad física declarada por los encuestados establece las frecuencias y la duración a partir de las cuales se determinó la proporción de personas sedentarias sobre el total de encuestados, se encontró un 28% (15), al tomar como base la definición de sedentarismo que se consideró para esta investigación.

La prevalencia de inactivos en el tiempo libre en un estudio realizado en el Táchira por Fernández Y. fue del 56,3% (22), cifra menor que la informada en el estudio de Carmen Saavedra que fue del 68,8%. (23)

Aztarain Diez y Hagan han aseverado que con un programa de rehabilitación que cumpla con una frecuencia semanal de 3 sesiones, cuyo volumen de trabajo oscile entre 20 y 30 minutos con una intensidad marcada en el rango de 60 al 70% de la frecuencia cardíaca máxima y mantenerlo durante un mínimo de 6 meses se obtienen efectos biológicos beneficiosos tan importantes como reducción del sobrepeso, de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre e incluso repercute favorablemente sobre el contenido de la grasa corporal total. (27)

La actividad física tiene un efecto positivo sobre el control de la obesidad, factor de riesgo coronario, la intolerancia a la glucosa, la insensibilidad a la insulina y la hipertensión leve. Incluso puede reducir los lípidos en sangre y el aumento del HDL-colesterol, entre otros múltiples beneficios. (56,57)

Las conductas sedentarias favorecen el hábito del tabaco y la inadecuada ingesta alimentaria, lo que conlleva a problemas de obesidad y sus consecuentes trastornos, como la hipertensión, dislipidemia, diabetes, entre otras. (19)

La autora considera que los resultados encontrados en esta investigación pueden deberse a que la población objeto de estudio pertenece a una zona de bajo desarrollo sociocultural donde aún no se ha comprendido la importancia que tiene la realización de ejercicios físicos sistemáticos para evitar numerosas enfermedades y dentro de estas las cardiovasculares a pesar del trabajo conjunto que desarrollan los médicos y la misión deportiva para modificar estilos de vida desfavorables que se encuentran arraigados en la población.

CONCLUSIONES

• La mayoría de los pacientes estuvieron comprendidos en el grupo de edades de 50 a 59 años y predominó el sexo femenino.
• El hábito tóxico más relevante fue el tabaquismo.
• La mayoría de los pacientes presentaron niveles elevados de colesterol y refirieron antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
• En los antecedentes patológicos personales prevalecieron la hipertensión arterial (HTA) y la obesidad. Solo una minoría de los pacientes realizaba ejercicios físicos sistemáticos.

RECOMENDACIONES

• Establecer políticas que normen diferentes acciones para promover la salud cardiovascular y prevenir la aparición de dichas enfermedades y de este modo elevar la calidad de vida de la población.
• Realizar acciones en conjunto con la misión deportiva para continuar trabajando en la incorporación de la población a la práctica de ejercicios físicos.

ANEXO

Encuesta

La presente encuesta se desarrolla para determinar el comportamiento de los factores de riesgos cardiovasculares, por lo que solicitamos su cooperación. Los que se encuentran resaltados en letras negritas serán llenadas por el médico.

• Edad:____ (años cumplidos)
• Valor del colesterol : __________________
• Sexo:____
• Peso: ____Kg.
• Talla: ____M.
• Índice de masa corporal (IMC): ____.
• ¿Realiza usted ejercicios físicos? Sí____ No____
Cuántas veces por semana: ______
Durante cuánto tiempo los realiza: ________
• ¿Fuma? Sí____ No____
• ¿Ingiere bebidas alcohólicas? Sí____ No____
• Antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular: Sí____ No____
• ¿Padece usted de algunas de las enfermedades siguientes?
Hipertensión arterial (HTA)____
Diabetes mellitus____
Gota o hiperuricemia____


Comportamiento clinico–epidemiologico de los factores de riesgo cardiovascular .6

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