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La lactancia y su relacion con la presencia de maloclusiones en niños de 0 a 6 años con discapacidad
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Autor: Verónica A. Campaña
Publicado: 26/01/2012
 

La lactancia materna es tan antigua como la humanidad y ha sido durante siglos la forma habitual de las madres de criar a sus hijos. Sin embargo, a lo largo del siglo XX surgieron diferentes productos que se han ido perfeccionando hasta lograr las actuales fórmulas lácteas sustituyendo la leche materna por una artificial, y en reemplazo del pecho materno, tomo auge la lactancia artificial (biberón o mamadera). Junto con la aparición de estos sustitutos surgen otros factores, (inestabilidad emocional, actividades laborales, falta de preparación psicosocial de las madres, etc.) aceptándose la lactancia artificial como el método más práctico que permite la rápida integración de la madre a las actividades sociales, laborales, etc.


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La lactancia y su relación con la presencia de maloclusiones en niños de 0 a 6 años con discapacidad.

Becaria Esp. Od. Verónica A. Campaña. Especialista en odontología para el niño y el adolescente. Argentina 2011. Ex Jefe de Trabajos Prácticos del Centro de Atención Odontológica al Discapacitado. Facultad de Odontología. Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina.

Directora: PhD Patricia DI Nasso

Introducción

La lactancia materna es tan antigua como la humanidad y ha sido durante siglos la forma habitual de las madres de criar a sus hijos. Sin embargo, a lo largo del siglo XX surgieron diferentes productos que se han ido perfeccionando hasta lograr las actuales fórmulas lácteas sustituyendo la leche materna por una artificial, y en reemplazo del pecho materno, tomo auge la lactancia artificial (biberón o mamadera). Junto con la aparición de estos sustitutos surgen otros factores, (inestabilidad emocional, actividades laborales, falta de preparación psicosocial de las madres, etc.) aceptándose la lactancia artificial como el método más práctico que permite la rápida integración de la madre a las actividades sociales, laborales, etc.

Todo esto, ha contribuido al abandono progresivo de la lactancia materna, creándose la “cultura del biberón”, de forma que gran parte de las mujeres que hoy son madres tienen un gran desconocimiento de todos los beneficios que esto constituye.

Este fenómeno es aún más acentuado en los niños que sufren de alguna discapacidad, sin embargo, no es cierto que la discapacidad sea un impedimento o una contraindicación para la lactancia materna. En realidad, muchos de los problemas con los que nos vamos a encontrar derivan de la inseguridad y el desconocimiento de las técnicas de lactancia y de la separación del niño de la madre durante los primeros días de vida. Además, ciertas características orofaciales, propias del recién nacido con discapacidad (Ej., hipotonía muscular en síndrome de down, hipertonía muscular en pacientes con discapacidad motora espástica, etc.) pueden dificultar dicho amamantamiento.

La lactancia materna o natural constituye el mejor método de alimentación infantil y las ventajas nutricionales, inmunológicas, psicológicas, de salud oral y general, han sido reportadas por años. A esto se suma que se considera a lactancia materna como un factor favorable muy importante para lograr el equilibrio morfofuncional del sistema orofacial, garantizando el crecimiento armónico de las estructuras faciales.

Freud plantea que el primer objeto a quien el niño dirige su exigencia es a la madre y lo hace en principio, basado en una necesidad, la de alimentarse. Si la alimentación no ha sido satisfactoria porque la succión se vio frustrada, este niño a lo largo de su vida irá creando sustitutos, por ejemplo: tenderá a chuparse el dedo o la lengua, después de alimentarse, en un esfuerzo por satisfacer su instinto de succión o puede ponerse objetos extraños en la boca, morderse las uñas, el pelo, el brazo, el labio y todos estos hábitos incorrectos, son causa de maloclusión en etapas posteriores.

En este estudio fueron examinados 21 niños entre 0 y 6 años de edad, con diferentes discapacidades, y se entrevistaron a sus respectivos padres acerca de su experiencia con la lactancia, con el fin de establecer si existe relación de la misma con la presencia de maloclusiones, y de esta manera instalar medidas de intervención temprana y asesoramiento a los padres acerca de los beneficios de la misma.

Teniendo en cuenta que existe un patrón genético no modificable, pero un patrón ambiental, capaz de ser modificados por factores externos. Fomentar la lactancia natural ayudará a fortalecer la musculatura facial, a disminuir la presencia de maloclusiones, repercutiendo así, favorablemente en el desarrollo de una adecuada función: masticatoria, deglutoria, respiratoria y en desarrollo del habla.

Objetivos

El principal objetivo en Odontología de la lactancia materna es la PREVENCIÓN:

• Prevención de las patologías del aparato respiratorio
• Prevención la deglución atípica
• Prevención de la maloclusión
• Prevención de hábitos
• Prevención de las disfunciones cráneo-mandibulares
• Prevención de las dificultades de fonética.

A las ventajas del amamantamiento para la salud bucal del niño se le suman las ventajas para su salud general ya que aporta importantes ventajas nutricionales, inmunológicas y psicológicas.

Por ello, los objetivos del presente trabajo son:

• Dar a conocer la repercusión de la lactancia materna en la prevención de las anomalías dento-maxilofaciales y sus ventajas en los niños con discapacidad.

• Determinar la relación entre lactancia materna y presencia de maloclusiones en niños de 0 a 6 años con discapacidad

• Prevenir, limitar o revertir la maloclusión mediante la detección temprana de los factores ambientales que favorecen la maloclusión y el abordaje temprano de la patología.

• Asesorar a los padres, detectar signos de alarma, tratar precozmente y coordinar la intervención del especialista en el momento oportuno.

• Concientización de los profesionales responsables para que las futuras madres reciban conceptos claros y motivadores, apoyo en sus dudas, ansiedades y dificultades sobre el amamantamiento o cuando quieran amamantar.

Formulación y fundamentación del problema a investigar

Amamantar a un hijo es una de las experiencias más gratas en la vida de una mujer ya que su leche constituye el alimento ideal para el niño durante los primeros 4 a 6 meses de vida, y sigue siendo, durante mucho tiempo, una importante fuente de proteínas y de otros nutrientes, aún después de iniciarse la introducción de otros alimentos complementarios. Dicho acto constituye una auténtica revolución en la supervivencia infantil. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) podrían salvarse en el mundo, más de un millón de vidas infantiles al año si todas las madres alimentaran exclusivamente con leche materna a sus hijos durante los primeros 4 meses de vida.

Los niños discapacitados traen consigo diferentes alteraciones orofaciales y maloclusiones propias de su discapacidad (patrón genético o ambiental) que dificultan la lactancia materna (natural), y en tanto contribuyen a empeorar las patologías ya instaladas, por la utilización de lactancia artificial. A esto; se suman factores psicológicos o emocionales que llevan a muchas madres de niños con discapacidad a rechazar al niño, y en tanto, se produce también el rechazo a la lactancia. Esta inestabilidad emocional, falta de preparación psicosocial, etc. puede provocar en el niño una gran inestabilidad emocional que lo hace más vulnerable.

No hay dudas, que los motivos a favor del amamantamiento son muchos y es labor de todo profesional de la salud conocedor de las ventajas fisiológicas y de salud oral y general; promover su uso y lo recomendarlo como lo más adecuado para mantener a un niño saludable.

Hipótesis del trabajo

La lactancia materna (natural), a diferencia de la lactancia artificial, disminuye y previene la incidencia de patologías orofaciales y la aparición de hábitos, lo cual infiere mayor importancia en los niños de de 0 a 6 AÑOS con discapacidad, ya que estos traen consigo varias alteraciones orofaciales y maloclusiones, que podríamos disminuir con intervención temprana, y promoviendo a través de la educación de las madres los beneficios de la lactancia materna. La detección temprana de patologías orofaciales en un grupo vulnerable como son los bebes y niños con discapacidad promueve una limitación en el daño orofacial presentes en las patologías discapacitantes.

Metodología

El diseño metodológico del presente proyecto es observacional transversal descriptivo de casos. El procedimiento de muestreo es probabilístico aleatorio simple de los pacientes niños con discapacidad (voluntarios) de ambos sexos, cuyas edades fluctúen entre 1 mes y 6 años, que concurren al Centro de Atención Odontológica al Discapacitado. Cuya finalidad o propósito es el de constatar el diagnóstico de maloclusión, y tipo de lactancia, según lo aportado por la bibliografía y la presente en el momento del examen. Para intervenir y lograr un abordaje temprano de la patología.

Población: La selección de pacientes se realizó a partir de la población de pacientes con discapacidad que concurren por demanda espontánea a la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Cuyo. Será homogénea.
Universo: Está constituido por bebés y niños discapacitados que concurren por demanda espontánea a la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Cuyo.

Muestra: Está constituida por 21 niños discapacitados de 1 a 6 años de edad, de sexo masculino o femenino acompañados por sus cuidadores directos: padres, tutores o maestros en el caso de pacientes institucionalizados.

Consideraciones éticas: Se seguirán las “Recomendaciones para guiar a los Médicos en la Investigación Biomédica en Seres Humanos” de la Declaración de Helsinki (Adaptada por la 18º Asamblea Médica Mundial (Helsinki, 1964), revisada por la 29º Asamblea Médica Mundial (Tokio, 1975) y enmendada por la 35º Asamblea Médica Mundial (Venecia, 1983) y la 41º Asamblea Médica Mundial (Hong Kong, 1989).


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Criterios de inclusión: padres y bebes-niños de 0 – 6 años de edad en el momento de la exploración con diagnóstico de discapacidad.

Criterios de exclusión: niños con diagnóstico de discapacidad mayores a 6 años de edad, bebes-niños de 0 – 6 años de edad con diagnóstico de discapacidad que en el momento de la exploración no puedan concurrir con su padres; o bien que no tengan padres (Ejemplo: Pacientes huérfanos, institucionalizados), y no podamos hacer la anamnesis sobre lactancia.

Técnica e instrumentos para la recolección de datos: Se realiza una entrevista con los padres de los niños mediante un cuestionario donde conste el estado de salud orofacial, tipo de lactancia, tiempo, tipo de leche (maternizada- no maternizada), y una historia clínica sistémica y odontológica donde conste el estado de salud general: y una instancia de observación directa de los niños que se realiza en el consultorio odontológico.

Instrumento: Los datos de los pacientes serán recopilados en una tabla que se utilizará como Instrumento de recolección y en historia clínica. Previo a proceder a la recolección de datos se hizo firmar un consentimiento informado al adulto responsable.

Las variables que se tendrán en cuenta son: lactancia natural, lactancia artificial, tiempo de amamantamiento, presencia de Maloclusiones, discapacidad, edad, etc.
A partir de los datos obtenidos se confeccionaron tablas y gráficos y se procedió a inferir conclusiones parciales.

Marco teórico

Lactancia materna:

Dada la importancia de evitar la aparición de hábitos bucales deletéreos, así como de favorecer el crecimiento y desarrollo estomatológico y por ende, prevenir las anomalías dento-maxilofaciales es que se realiza este trabajo, cuyos objetivos son, dar a conocer la repercusión de la lactancia materna en la prevención de las anomalías dento-maxilofaciales y sus ventajas.

A pesar de las mejoras en la salud bucal de los niños discapacitados, es una realidad que la mayoría de los pacientes discapacitados padecen de alteraciones maxilofaciales, como consecuencia de alteraciones en el crecimiento y desarrollo debido a un patrón genético, (Síndrome de Down, Apert, etc.), a un patrón hormonal (gigantismo, acromegalia), y a un patrón ambiental (parálisis cerebral). Sabemos que el crecimiento de las estructuras orofaciales tiene una gran influencia ambiental, que puede ser modificada, y una influencia genética y hormonal no modificable. Justamente la lactancia actúa como un factor ambiental favorable en el crecimiento y desarrollo de las estructuras orofaciales y en consecuencia en el establecimiento de correctas funciones deglutorias, respiratorias, y de fonación.

Muchos autores aseguran que la lactancia materna se asocia con un menor porcentaje de maloclusiones en sentido transversal y anteroposterior. Según estudios de Lescano y Varela, la tendencia a la oclusión normal con la lactancia materna es del 69%, frente al 53% de la lactancia artificial. Mientras que Labbok y cols. Afirman que los niños amamantados a pecho durante más de seis meses presentan un 44% menos de maloclusiones que los otros grupos estudiados. También se ha demostrado una mayor actividad muscular con la alimentación materna, lo que irá a favor del mejor desarrollo de la cavidad oral y facial del bebé. A partir de estudios realizados con electromiografía, se ha observado que los niños alimentados con biberón muestran un desarrollo subóptimo de los músculos masticatorios, resultado de una disminución de la habilidad succión-masticación. Sin embargo, el uso de una tetina anatómica mejora la actividad muscular del masetero, siendo muy similar a la que se consigue durante la lactancia natural.

Lactancia artificial

Cuando la lactancia no puede ser materna, se sustituye el pecho por el biberón con fórmulas de leche adaptadas a la digestión del bebé. Si se utilizan tetinas tradicionales, redondas y con orificios de salida excesivamente grandes, se alteran los mecanismos de succión del niño y faltan estímulos para el desarrollo de la mandíbula. La leche se obtiene sin esfuerzo y la duración de la mamada se reduce notablemente. Como consecuencia, se producirá una falta de desarrollo anteroposterior de la mandíbula, ya que la propulsión lengua-mandíbula es más débil. También algunos músculos, como los maseteros y los pterigoideos, estarán menos ejercitados, ya que la simple depresión lingual será suficiente para la obtención de la leche. Las tetinas tradicionales, por tanto, son inadecuadas para el bebé, ya que se acostumbran a una alimentación fácil y se vuelven poco activos en el aspecto dietético. Este tipo de tetinas, requieren solamente 1/60 parte de los movimientos musculares que exige la lactancia natural, lo que produce un debilitamiento de la musculatura.

Además, los labios no pueden ejercer una presión suficiente y la lengua se sitúa más baja y retrasada, impidiendo la correcta estimulación para el ensanchamiento del paladar y el crecimiento anterior mandibular. Todos estos factores implicarán una maloclusión dentosquelética. El niño aprende a «tragar» sin esfuerzo y se pierde la sincronía con la respiración, aumentándose, por tanto, el riesgo al mantenimiento de un hábito de respiración oral. Al mismo tiempo, un acto patológico de nutrición conlleva, muchas veces, hábitos prolongados de succión del pulgar, labios, biberón o chupete, que dan lugar a malformaciones de los huesos maxilares en función del tiempo y de la intensidad con que se produzcan.

La falta de atención temprana y de estimulación de la lactancia, unida a la naturaleza crónica de estos padecimientos vienen a complicar aún más los padecimientos físicos discapacitantes durante toda la vida

Alteraciones del desarrollo maxilofacial. Prevención de la maloclusión

¿Por qué la mala oclusión? Por falta de espacio
¿Por qué falta de espacio? Por falta de función
¿Por qué falta de función? Por falta de estímulo neurológico
Y nos preguntamos ¿Por qué la falta de estímulo neurológico? Por falta de amamantamiento

Preservar la oclusión dentaria normal es un concepto actual de salud e involucra el accionar de un equipo multidisciplinario: odontólogo, fonoaudiólogo, pediatra, otorrinolaringólogo, psicólogo, kinesiólogo y estimuladores que, en su especialidad, tratan los factores con incidencia directa o indirecta en el desarrollo del complejo maxilofacial. Partimos del concepto de “normoclusión” que se refiere a la correcta relación que existe entre la arcada dentaria superior y la arcada dentaria inferior, directamente relacionada con el crecimiento armónico de ambos maxilares y sus estructuras osteo-cartílago mucosas, con las influencias del sistema neuromuscular vegetativo, de la función respiratoria, deglutoria y con igual prevalencia de ciertos hábitos viciosos. Cuando se altera el proceso de crecimiento y desarrollo maxilofacial o la implantación dentaria no es la esperable, estamos frente a una entidad conocida como maloclusión.

La etiopatogenia de la maloclusión responde a diversos factores: hereditarios (prognatismo, agenesias), congénitos y constitucionales (atresia del maxilar superior, fisura labio-alveolo-palatina, síndrome de Pierre Robin), factores físico- ambientales (traumatismos, nutricionales). Existen otros factores ambientales predisponentes como la disfunción respiratoria, deglutoria o muscular y hábitos nocivos. En la práctica diaria es frecuente la consulta odontológica o fonoaudiológica tardía, cuando la patología ya está instalada. Por lo tanto, es el objetivo prevenir, limitar o revertir la maloclusión mediante la detección temprana de los factores ambientales que favorecen la maloclusión y el abordaje temprano de la patología.

El recién nacido es capaz de realizar funciones vitales, como succión, deglución y respiración, que son acciones reflejas. La retroposición mandibular fisiológica se corrige mediante la succión, por lo tanto es indispensable estimular la lactancia materna. Ésta no sólo permite establecer un vínculo estrecho entre madre e hijo y favorece una mejor alimentación sino que, mediante la succión del pezón, por sus características anatómicas y adaptación a la boca del niño garantiza el crecimiento armónico de las estructuras del maxilar superior e inferior, tanto más cuanto más se practique. Pero cuando la alimentación es a través del biberón, se deberá asesorar a los padres sobre sus características adecuadas.

La persistencia de hábitos parafuncionales, como la succión digital, labial o de objetos, puede ser causa primaria de maloclusión (mordida abierta anterior, vestibulización de incisivos superiores, la linguoversión de los inferiores). En consecuencia se instala una deglución disfuncional como mecanismo de adaptación lingual, que puede perpetuar y exacerbar la maloclusión una vez retirada la causa original. Al referirnos a los hábitos, también consideramos la presencia de vicios posturales como retropulsión pélvica o ante versión escapular, que influyen en la posición de la cabeza, con modificación de la ubicación de la mandíbula, lengua y labios, lo que a su vez altera las funciones respiratorias y deglutorias.

Prevenir la aparición de caries en los dientes temporarios o de leche, debido a que éstos mantienen naturalmente el espacio necesario para la erupción y ubicación adecuada de los dientes definitivos o permanentes, no sólo es saludable sino una premisa obligatoria para mantener una oclusión correcta o normoclusión.

Datos-análisis
(Resultados parciales)

Estudio descriptivo

Tabla 1: 21 pacientes con discapacidad atendidos en la Facultad de Odontología clasificados según edad, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/pacientes_atendidos_edad

El 57% de los niños atendidos tenían 6 años de edad y el 19% entre 4 y 5 años de edad, el 14% entre 2 y 3 años y el menor porcentaje es de 9 % en niños entre 0 y 1 año de edad.


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Tabla 2: 21 pacientes con discapacidad atendidos en la Facultad de Odontología clasificados según sexo, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/pacientes_atendidos_sexo

52,4% corresponden al sexo masculino. Lo cual concuerda con numerosos trabajos de investigación que refieren al sexo masculino como prevalente de discapacidad.

Tabla 3: 21 pacientes atendidos en la Facultad de Odontología clasificados según tipo de discapacidad, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/pacientes_atendidos_discapacidad

57,14% de los niños presentaban Síndrome de Down y 9.52% Trastornos psicomotrices.

Datos de lactancia-oclusión

Tabla 4: Clasificación según tipo de lactancia, en una muestra de 21 niños con discapacidad, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/clasificacion_segun_lactancia

El 19,05% de los niños recibieron lactancia materna exclusiva, el 14,29% recibieron lactancia artificial, el 42,86% recibieron algunos meses lactancia natural y el resto artificial, y el 23,81% recibieron simultáneamente lactancia natural y artificial.

Tabla 5:  Clasificación según tiempo de lactancia natural (en meses) recogidos en una muestra de 21 niños con discapacidad, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/clasificacion_tiempo_lactancia

Tabla 6: Clasificación según tipo de lactancia artificial en una muestra de 17 niños con discapacidad, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/clasificacion_lactancia_artificial

De los 17 niños que recibieron en algún momento lactancia artificial el 82,35% fue con mamadera, el 11,76% fue en taza y un 5,88% por cuchara.

Tabla 7: Clasificación según presencia-ausencia hábitos, en una muestra de 21 niños con discapacidad, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/clasificacion_habitos

Solo el 21,81% de los niños desarrollaron algún tipo de hábito y el 76,19% no desarrollo hábitos lesivos.

Tabla 8: Clasificación según discapacidad vs. maloclusión-normoclusión, en una muestra de 21 niños con discapacidad, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/clasificacion_mal-normoclusion

El 85,71% de los pacientes discapacitados presentaron algún tipo de maloclusión, mientras solo el 14,29% tienen una normoclusión.

De los pacientes con maloclusión el 66,67% corresponde a pacientes con Síndrome de Down que en su totalidad presentaron clase III, lo cual corresponde a una característica de su fisonomía orofacial por un menor desarrollo del tercio medio, de lo cual se deduce que hay un fuerte patrón genético que determina dicha maloclusión.

El 33,33% restante presenta maloclusión del tipo clase II, correspondiendo a pacientes con: Trast. Psicomotriz (11,11%), Discapacidad Múltiple (5,56%), Hidrocefalia (5,56%), Síndrome de West (5,56%), y Trast. G. del desarrollo (5,56%).

El 14,29% que presento normoclusión corresponde a pacientes con Parálisis Cerebral, Encefalopatía no evolutiva y Síndrome de Williams.

Tabla 9: Clasificación según discapacidad vs. maloclusión-normoclusión y tipo de lactancia, en una muestra de 21 niños con discapacidad, Mendoza, Argentina, Mayo de 2009. 

lactancia_maloclusiones_dentarias/clasificacion_mal-normoclusion_lactancia

Todos los pacientes con Síndrome de Down presentaron maloclusión del tipo Clase III, y de ellos solo 3 recibieron lactancia materna exclusiva durante más de 12 meses, 7 recibieron lactancia materna durante algunos meses y el resto completaron con lactancia artificial, y 2 de ellos recibieron ambas lactancias simultáneamente. Ninguno recibió exclusivamente lactancia artificial.


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Si bien todos recibieron lactancia materna en mayor o menor tiempo, por lo cual hubo algún estímulo para el correcto crecimiento morfofuncional de las estructuras faciales, es innegable que el patrón genético fue dominante y el estimulo insuficiente.

Pacientes con T.G.D, síndrome de West e Hidrocefalia presentaron maloclusión del tipo clase II, y los 3 recibieron lactancia artificial exclusivamente, por tanto no hubo estimulación para la normal posición mandibular.

De los pacientes con trastornos psicomotrices uno de ellos desarrollo una maloclusión de clase II y recibió ambos tipos de lactancia, en una primera etapa lactancia materna y luego artificial mientras el segundo desarrollo una normoclusión y tuvo ambos tipos de lactancia simultáneamente.

Paciente con discapacidad múltiple desarrollo maloclusión de clase II y recibió ambas lactancias simultáneamente.

De los pacientes que desarrollaron normoclusión: Enc, no Evol: recibió lactancia natural exclusivamente, PC: lactancia en una etapa natural y luego artificial, y el paciente con S. de Williams presento ambas lactancias simultáneamente.

Discusión

El presente estudio fue realizado en el Centro de Atención Odontológica del Bebe Especial (COBE), de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, durante el periodo que va de junio 2008 a mayo del 2009.

De un total de 21 niños con discapacidad entre 1 mes y 6 años de edad estudiados, el 52,4% (n=11) correspondieron al sexo masculino y el 47,6% (n=10) al sexo femenino, existiendo un número mayor de varones que de mujeres. Y en lo que respecta a la discapacidad el 57,14% de los niños presentaban Síndrome de Down y 9.52% Trastornos Psicomotrices, el resto se distribuye en discapacidades variadas (Síndrome de West, Williams, PC, T.G.D, etc.).

En lo que respecta a la lactancia el 19,05% de los niños recibieron lactancia materna exclusiva, el 14,29% recibieron lactancia artificial, el 42,86% recibieron algunos meses lactancia natural y el resto artificial, y el 23,81% recibieron simultáneamente lactancia natural y artificial. Lo cual se puede comparar con un estudio realizado en el Centro Educativo Inicial "Condevilla" en el Distrito de San Martín de Porres, Lima-Perú realizado durante el periodo Julio Agosto del 2001, donde fueron estudiados un total de 90 niños normales. En el estudio se encontró que el 71.1%(n=64) presentaron una lactancia materna exclusiva y solo el 28.9%(n=26) tuvieron una lactancia artificial o uso del biberón; este resultado no coincide con el estudio de Maldonado 4 quien encontró que el 41.4% de las madres dan de lactar a sus hijos por un periodo de 6 meses; además Chiang 3 encontró un porcentaje de 39.3% de lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses; y asimismo Pacheco 6 en su estudio concluyó que la lactancia materna hasta los 6 meses estuvo presente en un 41.8% ; esta discrepancia con estos autores, es debido a que se consideró a la lactancia mixta como parte de la variable "Tipo de Lactancia" conllevando con ello a una disminución del porcentaje de niños que tuvieron una lactancia materna exclusiva.

De los niños examinados en el presente estudio se encontró que 85,71% de los pacientes discapacitados presentaron algún tipo de maloclusión, mientras solo el 14,29% tienen una normoclusión.

De los pacientes con maloclusión el 66,67% corresponde a pacientes con Síndrome de Down que en su totalidad presentaron clase III, lo cual corresponde a una característica de su fisonomía orofacial por un menor desarrollo del tercio medio, de lo cual se deduce que hay un fuerte patrón genético que determina dicha maloclusión, en lo que se refiere al tipo de lactancia recibida solo 3 recibieron lactancia materna exclusiva durante más de 12 meses, 7 recibieron lactancia materna durante algunos meses y el resto completaron con lactancia artificial, y 2 de ellos recibieron ambas lactancias simultáneamente. Ninguno recibió exclusivamente lactancia artificial.

Si bien todos recibieron lactancia materna en mayor o menor tiempo, por lo cual hubo algún estímulo para el correcto crecimiento morfofuncional de las estructuras faciales, es innegable que el patrón genético fue dominante y el estimulo insuficiente.

El 33,33% restante presenta maloclusión del tipo clase II, correspondiendo a pacientes con: Trast. Psicomotriz (11,11%), Discapacidad Múltiple (5,56%), Hidrocefalia (5,56%), Síndrome de West (5,56%), y Trast. G. del desarrollo (5,56%).

Pacientes con T.G.D, sind. West e Hidrocefalia presentaron maloclusión clase II, y recibió lactancia artificial exclusivamente, por tanto no hubo estimulación para la normal posición mandibular

El 14,29% que presento normoclusión (plano terminal recto) corresponde a pacientes con Parálisis Cerebral el cual recibió lactancia artificial y materna simultáneamente, el paciente con Encefalopatía no evolutiva, presento lactancia natural exclusiva y el paciente con Síndrome de Williams recibió ambas lactancia, primero natural y luego artificial.

Coincide con el estudio titulado “Condiciones de salud-enfermedad bucal de niños y adolescentes con síndrome de DOWN. Salud bucal en niños con síndrome de Down”, de Mogollón Pocaterra, J., et col., (200/) El 56,7% de los niños y adolescentes presentó algún tipo de maloclusión se observó una alta prevalencia de maloclusión de angle tipo III que coincide con lo reportado por Dinesh y col en su estudio de maloclusiones y necesidades de tratamiento ortodóntico en individuos discapacitados de South Canara, India.

Y en el estudio de Pirela de Manzano, A., et Col., sobre PATOLOGÍA BUCAL PREVALENTE EN NIÑOS EXCEPCIONALES, observaron lo siguiente:

De los 133 niños (59 femeninos y 74 masculinos) que integraron la muestra: 48,87% (65), 19,55% (26), 5,26% (7), 17,29% (23) y 9,00% (12) tenían diagnóstico médico de Síndrome de Down, sordomudo, Ciego, Autista y Parálisis Cerebral, respectivamente. La edad de los examinados osciló entre 3 y 14 años, integrando el grupo etáreo 7 a 10 años el 42,10% de la muestra.

En el 90,25% de los examinados se observaron alteraciones en las características de la oclusión, registrándose, fundamentalmente, las Clases II 1 II 2 en los subgrupos sordomudo, Ciego y Autista: las Clases III B, III 1, III 2 y III 3, predominaron en el subgrupo Síndrome de Down.

También se puede comparar con un estudio realizado en el Centro Educativo Inicial "Condevilla" en el Distrito de San Martín de Porres, Lima-Perú realizado durante el periodo Julio Agosto del 2001, donde fueron estudiados un total de 90 niños normales; en el cual se encontró que los niños que tuvieron una lactancia materna, el 53.3% presentaron un plano terminal recto, el 12.2% un escalón mesial y para aquellos que tuvieron una lactancia artificial, el 18.9% presentaron un escalón mesial y recto. Y en el trabajo de investigación realizado por Carrillo 2 en 91 niños él encontró que el 43% presentaba un plano terminal recto y el 65% una relación canina Clase I no tomando en cuenta para este trabajo el tipo de lactancia que tuvieron los niños. Es necesario e importante señalar que la relación molar tipo escalón mesial y plano terminal recto representan la normalidad desde el punto de vista Fisiológico; en este estudio ambos tipos de relación molar representan el 65.5% de la muestra para aquellas que tuvieron una lactancia materna, por lo tanto coincide con la normalidad estadística, en cambio para la lactancia artificial esto representa casi el 18.9% de la muestra.

En este estudio con 21 pacientes niños discapacitados solo el 21,81% de los niños desarrollaron algún tipo de hábito de succión no nutritivo y el 76,19% no desarrollo hábitos lesivos.

Lo cual coincide medianamente con el estudio realizado en el Centro Educativo Inicial "Condevilla" en el Distrito de San Martín de Porres, Lima-Perú que de los niños examinados encontró que el 24.4% (n=22) presentaron hábitos de succión no nutritiva; pero este resultado no coincide con el estudio de Rojas 7 quien encontró una prevalencia de hábitos bucales de 33.3% del total de la muestra ; así mismo Carrillo 2 realizó un estudio transversal en la que encontró una frecuencia del 42.8% de algún tipo de hábitos bucales; y Vasquez 8 encontró una prevalencia de hábitos bucales de 19.90%.

Conclusiones

El crecimiento y desarrollo de las estructuras orofaciales tiene una influencia genética y hormonal muy fuerte, pero también una influencia ambiental, y todas las funciones que se realizan en la cavidad oral (respiración, succión, deglución, masticación y fonación), estimulan el crecimiento y desarrollo del tercio inferior de la cara. Por ello, el tipo de lactancia, así como los hábitos orales disfuncionales, pueden influir sobre la morfología definitiva de los maxilares y de la oclusión dentaria.

A partir de esta visión, la maloclusión, no significa sólo “dientes mal ubicados” sino que, es una problemática amplia y compleja y constituye un indicador del estado de salud general.

Por lo tanto es para el paciente un gran beneficio poder identificar sus agentes etiológicos y comprender su fisiopatología ya que la evidencia muestra que no se resuelve en forma espontánea, por el contrario, su evolución es progresiva y crónica si se omite el diagnóstico. El éxito del tratamiento de la maloclusión se relaciona con su detección precoz e intervención precoz y oportuna.

Es aun mayor el beneficio si logramos; especialmente en el caso de pacientes discapacitados, desde edades tempranas: prevenir o limitar la maloclusión y sus consecuencias funcionales en el sistema estomatognático.

El principal objetivo de la atención temprana es que los niños que presentan trastornos en su desarrollo o tienen riesgo de padecerlos, reciban, todo aquello que desde la vertiente preventiva y asistencial pueda potenciar su capacidad de desarrollo y de bienestar, posibilitando de la forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal.

Intervención temprana, es un principio fundamental de la discapacidad infantil que implica ‘’inicio precoz de las acciones’’, para neutralizar las consecuencias de la enfermedad sobre la capacidad funcional y desarrollar al máximo los potenciales residuales.


La lactancia y su relacion con presencia de maloclusiones niños de 0 a 6 años con discapacidad .5

Los motivos a favor del amamantamiento son muchos y es labor de todo profesional de la salud conocedor de las ventajas fisiológicas y de salud; promover su uso y recomendarlo como lo más adecuado para mantener a un niño saludable.

“Es más fácil enderezar un árbol cuando está comenzando a crecer”

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