Diseño de un programa de capacitacion sobre manejo de desechos dirigido al personal de enfermeria
Autor: Anyer Heredia | Publicado:  10/02/2012 | Enfermeria , Medicina Preventiva y Salud Publica , Articulos | |
Programa de capacitacion sobre manejo de desechos dirigido al personal de enfermeria .4

El estudio fue de tipo descriptivo, transversal de campo. La técnica para la recogida de datos fue la observación a las áreas de la institución y la encuesta con preguntas cerradas aplicada a una muestra de 16 coordinadoras seleccionadas de forma no probabilística por conveniencia. Los resultados obtenidos demuestran que los desechos que mayormente son clasificados son los de tipo “infecciosos” (61%), los tipos de recipientes más utilizados por área son los recipientes para punzocortantes (30%), seguido de los baldes recolectores sin bolsas (27%) y los recipientes sin tapa con bolsa (23%). El 100% de los desechos una vez en recipientes o bolsas no goza de identificación alguna, la forma de recolección es a través de carritos (35%) y bolsas plásticas (61%) y son transportados por medio del ascensor separado (94%) y otro lado por un ducto (6%). Luego son llevados hasta el sistema de almacenamiento final, donde los desechos tipo A (comunes), B (potencialmente peligrosos), C (infecciosos) y E (especiales), en tanto que los tipo D (orgánicos y/o biológicos) son llevados hasta las instalaciones del Hospital Dr. Luis Gómez López a fin de ser incinerados, ya que actualmente el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (HCUAMP) no cuenta en sus instalaciones con un incinerador desde hace 4 años debido a falla técnica.

En seguimiento a lo anteriormente expuesto en dicha investigación, es de apreciar y resaltar que en cada establecimiento de salud público o privado, en este caso en el Hospital Central Universitario “Dr. Antonio María Pineda”, son descartados diariamente desechos de todo tipo, unos comprometen más la salud que otros, y que no son eliminados correctamente, por ende, pasan a ser un riesgo para la salud de gran relevancia que hay que solventar en la prontitud posible.

Asimismo, Soto V y Olano E (2002) realizan un estudio titulado “Conocimiento y cumplimiento de medidas de bioseguridad en personal de enfermería”. El objetivo de su estudio fue determinar el nivel de conocimientos y cumplimiento de las medidas de bioseguridad del personal profesional y técnico de enfermería que labora en áreas de alto riesgo. El tipo de estudio implementado fue de tipo transversal, descriptivo. El instrumento usado para la evaluación del nivel de conocimientos se basó en un cuestionario y la observación, y la población de estudio fue el personal profesional y técnico de enfermería que laboraba en Emergencia, Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Unidad de Cuidados Intermedios (UCEMIN), Cirugía General, Centro Quirúrgico, Neonatología y Hemodiálisis del Hospital Nacional Almanzor Aguinaga EsSalud De Chiclayo, de la cual fue extraída una muestra de 16 trabajadores.

En el mismo orden de ideas, en este estudio se obtuvieron los siguientes resultados. La UCI y el Centro Quirúrgico tuvieron un nivel de conocimiento alto, tanto en profesionales como en técnicos de enfermería. Sobre cumplimiento de normas de bioseguridad, los resultados fueron variados, el mayor fue en Centro Quirúrgico y el menor en Cirugía y UCEMIN. Existen errores comunes: mal uso de guantes (no se realiza cambio oportuno), menor frecuencia de lavado de manos, consumo de alimentos en áreas no adecuadas, reencapuchado de las agujas, etc. Como conclusión, presentan que existe un alto grado de conocimientos de las normas de bioseguridad por el personal profesional y técnico de enfermería; sin embargo, el cumplimiento de las normas de bioseguridad es en promedio de nivel 2 (30 a 60%).

La mayoría de los profesionales de la salud (enfermería), a pesar de que obtengan el conocimiento por medio del estudio universitario o por medio de actividades educativas encaminadas a su capacitación acerca de las normas de bioseguridad, específicamente eliminación de los desechos, lamentablemente no aplican estos conocimientos que solo se quedan en el saber mas no en el hacer lo necesario por ofertar a los usuarios el cuidado humano de calidad. No conocen en sí la importancia de la aplicabilidad de este, por lo que en conclusión se deduce que estas actividades de capacitación al profesional de enfermería deben también ir encaminados a hacer tomar conciencia en cuanto el riesgo que acarrea la inadecuada disposición de los desechos generados en los centros de salud, tanto para ellos mismos como para el resto de la población, y de esta manera propulsar un nuevo enfoque de la atención en salud.

BASES TEÓRICAS

Desechos de salud

El trabajo en el área de la salud en cualquier centro de atención genera desechos debido a que el manejo y contacto con las personas requiere del uso de elementos destinados a mejorar el proceso de atención en salud. Estos desechos de acuerdo a su naturaleza deben ser organizados para su posterior eliminación.

Los desechos de salud son considerados como “todo material o sustancia generada o producida en los establecimientos relacionados con el sector salud, humana o animal, cualquiera sea su naturaleza u origen, destinado al desuso o al abandono” según el Decreto N° 2.218 de normas para la clasificación y manejo de desechos en establecimientos de salud, Venezuela (1992).

En el mismo orden de ideas, el Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria (CEPIS) (2002) toma en cuenta la denominación residuos de establecimientos de salud que utiliza la OMS para los desechos producto de la atención, ya sea en hospitales, laboratorios, consultorios particulares o cualquier otro espacio donde se realicen prácticas de asistencia de salud humana y/o animal. Los mismos incluyen:

• Residuos comunes o generales: aquellos asimilables a los domiciliarios, provenientes de áreas administrativas, de limpieza, mantenimiento y depósitos, de cocina, bares y kioscos, ropería, entre otros, similares a los denominados “domiciliarios” en el conjunto de los residuos urbanos. Este tipo de desechos también es generado en ámbitos de atención. Algunos ejemplos son los papeles de diarios y revistas, los restos de adornos florales de maternidad, los envases descartables de bebidas, los envases de alimentos, los restos de comida así como los papeles de envoltorio de elementos esterilizados, entre otros. Se estima que representan un 85% del total de los residuos de los establecimientos de salud.

• Residuos especiales: desechos peligrosos (químicos y radioactivos) que provienen de distintas áreas de atención a la salud y de sectores de mantenimiento. Los químicos representan aproximadamente el 3% de los residuos de establecimientos de salud y los radioactivos, el 2%. Dentro de los residuos especiales se incluyen las drogas quimioterápicas y antineoplásicas, los solventes, el mercurio de los instrumentos rotos, las soluciones de revelado de radiografías, las baterías usadas, los medicamentos vencidos, etc.

• Residuos patogénicos o infecciosos: aquellos generados en actividades de diagnóstico y tratamiento. Presumiblemente presentan características de infecciosidad o actividad biológica por contener patógenos en cantidad, concentración y virulencia suficiente como para causar daño a los seres humanos, los animales o el ambiente. Es decir, son aquellos residuos que pueden estar contaminados biológicamente (con bacterias, virus, hongos, parásitos) y que pueden representar por su manipulación un riesgo para la salud. Es claro que los residuos hospitalarios que pueden señalarse como más riesgosos son los cortopunzantes, es decir, aquellos capaces de cortar y/o penetrar en el tejido humano. Representan aproximadamente un 10% de los residuos generados en atención de salud, e incluyen:

- Cultivos de agentes infecciosos provenientes del trabajo de laboratorio.
- Elementos punzantes que pueden causar heridas por corte o pinchazo, incluyendo agujas, escalpelos y otros elementos cortopunzantes, cuchillos, sets de infusión, sierras y clavos. Estén o no infectados, esos elementos se consideran comúnmente como residuos altamente peligrosos y su manejo es clave para prevenir la transmisión de enfermedades a través de los residuos.
- Residuos de cirugía y autopsias realizadas a pacientes con enfermedades infecciosas (por ejemplo, tejidos y materiales o equipos que han estado en contacto con sangre u otros fluidos corporales).
- Residuos patológicos o restos humanos o animales, tales como los tejidos, órganos y sangre.

En lo que corresponde a la República Bolivariana de Venezuela, cabe reseñar que para el año 1992 se implementó el Decreto N° 2.218 de normas para la clasificación y manejo de desechos en establecimientos de salud, el cual clasifica los desechos de salud de la siguiente manera:

• Desechos comunes (tipo “A”): aquellos cuyos componentes básicos son papeles, cartones, plásticos, residuos de alimentos, vidrios, componentes de barrido generados en las áreas administrativas, limpieza en general, elaboración de alimentos, almacenes y talleres siempre y cuando no hayan estado en contacto con los desechos clasificados como B, C, D y E.

• Desechos potencialmente peligrosos (tipo “B”): aquellos materiale, que sin ser por su naturaleza peligrosos, por su ubicación, contacto o cualquier otra circunstancia puedan resultar contaminados. Se incluyen aquí los provenientes de áreas de hospitalización de los enfermos y de consulta externa.

• Desechos infecciosos (tipo “C”): aquellos desechos que por su naturaleza, ubicación, exposición, contacto o por cualquier otra circunstancia resulten contentivos de agentes infecciosos provenientes de áreas de reclusión o tratamiento de pacientes infectocontagiosos, actividades biológicas, áreas de cirugía, quirófanos, salas de parto, salas de obstetricia y cuartos de los pacientes correspondientes, departamentos de emergencia y medicina crítica, servicios de hemodiálisis, bancos de sangre, laboratorios, institutos de investigación, bioterios, morgues, anatomía patológica, salas de autopsias y toda área donde puedan generarse desechos infecciosos.

• Desechos orgánicos o biológicos (tipo “D”): aquellas partes o porciones extraídas o provenientes de seres humanos y animales, vivos o muertos, y los envases que los contengan.


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