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Intervencion educativa sobre habitos alimentarios a madres de preescolares con diarreas
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Autor: Lic. Leonel Puentes Ramos
Publicado: 13/03/2012
 

Las enfermedades diarreicas no solo producen morbimortalidad en los países en desarrollo, sino también en países industrializados, dando lugar a un número considerable de ingresos en hospitales. Se realizó un estudio que se correspondió con un proyecto de tipo intervención en cuatro vertientes, con un universo de 123 preescolares y sus madre, y una muestra  que coincide con el universo, que tuvo como finalidad elaborar la propuesta de un diseño de una intervención educativa sobre hábitos alimentarios adecuados empleados por las madres de niños preescolares con diarreas, que procedan del área norte del municipio Morón, ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital General Provincial Docente de Morón, desde el 1º de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2010.


Intervencion educativa sobre habitos alimentarios a madres de preescolares con diarreas .1

Intervención educativa sobre hábitos alimentarios a madres de preescolares con diarreas del Área Norte de Morón en 2010

Facultad de Ciencias Médicas de Morón Hospital General Provincial Docente “Roberto Rodríguez Fernández”
Morón, Ciego de Ávila

Lic. Leonel Puentes Ramos. Master en Enfermería. Especialista de Primer Grado en Enfermería Materno-Infantil

Dra. Oristela Expósito Palmero. Especialista de Segundo Grado en Pediatría. Master en Atención Integral al Niño. Ciego de Ávila

ÍNDICE

Resumen
Introducción
Fundamentación Teórica
Objetivos
Diseño Metodológico
Análisis y Discusión de los Resultados
Conclusiones
Recomendaciones
Referencias Bibliográficas
Bibliografía Complementaria
Anexos

RESUMEN

Las enfermedades diarreicas no solo producen morbimortalidad en los países en desarrollo, sino también en países industrializados, dando lugar a un número considerable de ingresos en hospitales. Se realizó un estudio que se correspondió con un proyecto de tipo intervención en cuatro vertientes, con un universo de 123 preescolares y sus madre, y una muestra que coincide con el universo, que tuvo como finalidad elaborar la propuesta de un diseño de una intervención educativa sobre hábitos alimentarios adecuados empleados por las madres de niños preescolares con diarreas, que procedan del área norte del municipio Morón, ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital General Provincial Docente de Morón, desde el 1º de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2010.

El trabajo se basó en un sistema integrado por métodos teóricos y empíricos, tales como análisis documental de las fuentes bibliográficas especializadas, datos estadísticos y encuestas, así como revisiones bibliográficas de libros de texto y publicaciones científicas. La información cualitativa fue analizada y valorada con procedimientos lógicos; los datos cuantitativos se procesaron con el sistema estadístico SPSS, versión 8.0 para Windows, y representados en tablas. Empleando la prueba de hipótesis para la diferenciación de medidas en la estadística paramétrica para hallar diferencias significativas entre el nivel de conocimiento sobre diarreas y nutrición antes y después de la aplicación de la intervención educativa. Predominó el preescolar de dos años con el 35,8%; el nivel de escolaridad materno más notorio que tuvo la muestra fue el de universitario; el nivel de conocimiento de las madres, al inicio del estudio, sobre nutrición en preescolares con diarreas fue malo (55,3%). Después de aplicado el programa educativo el nivel de conocimiento fue evaluado de bueno en el 87,0%. Se concluyó con el diseño de una intervención con resultados marcadamente significativos al comparar el antes y el después de la aplicación del método de enseñanza.

Palabras clave: Enfermedad Diarreica Aguda, Intervención educativa.

INTRODUCCIÓN

La nutrición es la ciencia que tiene como objeto de estudio la relación que existe entre los alimentos y los seres vivos. Además, estudia los alimentos, nutrientes y otras sustancias presentes en ellos, su acción, interacción y balance en relación con la salud y la enfermedad, y el proceso mediante el cual el organismo ingiere, digiere, absorbe, transporta, utiliza y excreta las sustancias alimenticias. La nutrición, como proceso, está integrada por tres etapas o fases: La primera etapa es la de alimentación o etapa de aporte, la segunda etapa es la del metabolismo o etapa de los intercambios y la tercera y última etapa es la de la excreción o eliminación de los desechos del organismo. En el caso de la nutrición humana los estudios se dirigen a conocer las necesidades de nutrientes que tienen los hombres y las enfermedades que se producen por la ingestión insuficiente y excesiva de nutrientes (1).

La nutrición es el factor que más influye en el crecimiento y desarrollo del infante entre 1-5 años, de manera tal que cuando resulta deficitaria, se detienen el crecimiento y la maduración del niño (2).

Una nutrición balanceada e higiénica es un factor primordial para el buen desarrollo del niño, a la vez que constituye una buena medida para disminuir el índice de mortalidad en estas edades (3).

Los problemas sanitarios relacionados con la nutrición son de enorme importancia a escala mundial. Muchos gobiernos han planteado el drama que significa la desigualdad que separa a las naciones desarrolladas de las del Tercer Mundo y provoca que cada año mueran en estos países subdesarrollados aproximadamente 25 millones de niños menores de 5 años, la mayoría por enfermedades curables y desnutrición (4).

El período de mayor riesgo de malnutrición de los niños abarca los dos primeros años de vida, que corresponden al periodo de lactancia materna y alimentos complementarios, así como de crecimiento y desarrollo acelerado. Los resultados de estudios de crecimiento longitudinales y datos de encuestas muestran que el retraso del crecimiento se produce en los dos primeros años de vida. Después de los dos años de edad, los niños con retraso del crecimiento presentan una tasa similar a la de los niños bien alimentados de países desarrollados, pero como los efectos del retraso del crecimiento son en gran medida irreversibles, los niños afectados siguen teniendo corta estatura.

La consecuencia de los problemas de la mala nutrición no solo se expresan en el retraso del crecimiento físico, sino además en la disminución de la capacidad funcional de los individuos y del estado de salud. Por lo tanto, para prevenir el retraso del crecimiento y la desnutrición proteico-energética (Kwashiorkor y Marasmo) se necesitan intervenciones integradas en los dos primeros años de vida, con máxima prioridad en la lactancia materna óptima y en la incorporación adecuada de los alimentos complementarios. La prevención de la malnutrición de lactantes es fundamental para reducir la morbimortalidad en estos grupos de edad (5-8).

La lactancia materna y la incorporación del esquema de ablactación en la dieta del niño menor de un año, requieren la incorporación consciente de regímenes alimentarios correctos (9).

La solución primordial es proporcionar conocimientos necesarios y la motivación colectiva para formar actitudes y hábitos de una alimentación sana, adecuada y variada (10).

Cuando no existe una educación nutricional, el hombre tiende a consumir alimentos para satisfacer gustos y apetitos sin tener en cuenta lo que realmente debe o puede consumir para garantizar sus necesidades vitales (11).

La diarrea constituye uno de los problemas de salud más importantes en la edad pediátrica a nivel mundial, considerándose como primera causa de morbimortalidad infantil en los niños menores de 5 años en los países en vías de desarrollo y una de las principales causas productoras de malnutrición proteico energética.

Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 60 países en vías de desarrollo permitieron conocer que anualmente se registran 3,3 episodios de diarreas por año y que una tercera parte de los niños menores de 5 años que enferman en el mundo tienen relación con las afecciones gastroentéricas; la mayor parte de estas muertes ocurren en el primer año de vida (12).

Las enfermedades diarreicas no solo producen morbimortalidad en los países en desarrollo, sino que en países industrializados dan lugar a un número considerable de ingresos en hospitales. Se ha estimado que en Estados Unidos ingresan por diarreas 14 lactantes de cada 1000 (13).

En Cuba las enfermedades diarreicas fueron hasta 1965 la primera causa de mortalidad infantil y la tercera causa de muerte para todas las edades. Sin embargo, a pesar de haber reducido la mortalidad, todavía constituye un serio problema de salud por la morbilidad que representa. En estos momentos ocupa el noveno lugar como causa de mortalidad infantil en menores de un año (14).


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El pilar fundamental en el tratamiento de la diarrea es el tratamiento preventivo, que es el que se realiza en la comunidad por el médico y la enfermera de la familia cuando estos orientan sobre higiene ambiental a través de visitas o charlas educativas; además, prepara a la futura mamá sobre la importancia de la lactancia materna en los primeros 6 meses de la vida y de mantener un esquema de ablactación acorde con la edad, pues el estado nutricional es una herramienta fundamental para proteger la salud del niño.

Para lograr este objetivo se requiere de diversas coordinaciones intra y extra sectoriales, pero fundamentalmente se requiere de la participación de la comunidad para establecer una relación con la tarea nunca terminada y siempre cambiante de procurar la salud y evitar enfermedad.

Los niños con diarrea deben recibir entonces una mayor cantidad de líquidos, siendo lo más recomendable el uso del suero oral alternado con agua o agua de arroz.

Si los niños están recibiendo leche materna, por ningún motivo se debe suspender la lactancia. Se ha demostrado que los niños con diarrea que reciben leche materna se curan más rápido que los que solo reciben suero oral. Lo que sí se puede modificar es la frecuencia, permitiéndole al niño que se alimente más seguido.

Si el niño no vomita, debe proporcionársele una alimentación adecuada, a pesar de la diarrea. Es un error creer que el ayuno lo va a curar más rápido, cuando realmente es a la inversa: el mantener la alimentación favorece la recuperación en un menor tiempo y mejora el aspecto nutricional, el cual es básico para el control de la infección.

El apetito normal es a menudo el último comportamiento en normalizarse después de una enfermedad y a los niños se les debe permitir tomarse su tiempo para retornar a sus hábitos alimentarios normales. No hay una alimentación específica que se recomiende para combatir la diarrea, pero los niños suelen tolerar mejor las comidas suaves. Los agentes formadores de masa, como los almidones, las frutas y las verduras, algunas veces ayudan a producir heces más sólidas.

Para algunos niños, un retorno a su alimentación regular también puede traer consigo un retorno de la diarrea, lo cual generalmente se debe a una leve dificultad que el intestino tiene para absorber los alimentos normales. Este tipo de diarrea por lo regular no dura tanto, es diferente de la diarrea que se presentó durante la enfermedad real y no requiere ningún tratamiento, siempre que no haya otros síntomas.

El consumo de líquidos es muy importante porque un niño con diarrea se deshidrata fácilmente. La deshidratación es una afección grave en los bebés y en los niños pequeños. Es necesario reponer los líquidos perdidos. La reposición de líquidos en todos los niños se hace bebiendo algo, excepto en el caso de los más gravemente deshidratados o aquellos que no pueden retener ningún líquido.

La diarrea se caracteriza por un mayor número y menor consistencia de las evacuaciones diarias, aunado a un incremento de volumen de las heces. Cuando el individuo consume una dieta regular para su edad, las evacuaciones residuales alcanzan un promedio de 200 a 250 g diarios en el adulto y de 10 g/kg/dia en lactantes, y a los 3 años alcanza al volumen de los adultos. Puede acompañarse de otros signos gastrointestinales como dolor abdominal y vómitos. La diarrea aparece cuando se alteran los mecanismos de transporte de solutos en el intestino, provocando una mayor secreción o menor absorción, con pérdida excesiva de sales y agua en las heces.

Existe una relación compleja entre la diarrea, la desnutrición y la integridad intestinal. La inanición altera la función de barrera de la mucosa y la realimentación fomenta la reparación de la lesión provocada por la desnutrición. La desnutrición provoca cuadros agudos y/o crónicos de diarrea empeorando aún más el estado de la mucosa intestinal.

Después de lograr un estado adecuado de hidratación se debe iniciar la ALIMENTACIÓN INMEDIATAMENTE, a pesar de que continúen las evacuaciones líquidas, ya que la nutrición adecuada minimiza los cambios nocivos a nivel de la permeabilidad de mucosa intestinal, reduce la duración de la enfermedad y mejora el estado nutricional.

En la morbilidad por diarreas se han identificado varios factores entre los que la ineficiencia de la educación a las madres juega un importante papel.

Es indudable que los conocimientos maternos sobre nutrición de niños con diarreas juegan un papel importante en la evolución de la enfermedad. ¿Qué alimentos ofrecer y en qué momento administrarlos? Es la clave del problema.
En la provincia de Ciego de Ávila, en el municipio de Morón, según datos obtenidos de forma casuística o de forma personal, las diarreas en niños menores de cinco años se han comportado de forma muy similar a los datos obtenidos por estadísticas cubanas, pero debido a la no realización de un estudio clínico adecuado del comportamiento de hábitos alimentarios en estos pacientes, es lo que ha motivado al autor de este trabajo a la realización del mismo.

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

La importancia de la dieta puede observarse al analizar las dietas de nuestros antepasados y cómo estas afectaron la vida y la salud de los pueblos. En el siglo V a.n.e. los griegos tenían como base de su alimentación los cereales, como por ejemplo la cebada, el trigo, y entre las legumbres las lentejas. Los egipcios (2000 a.n.e.) ingerían como alimentos principales el pan y la cerveza obtenida de la cebada, y los ricos, como los faraones, comían cantidades excesivas de carnes, resultando efectos nefastos sobre el funcionamiento del hígado, solo contrarrestados al menos parcialmente por los antioxidantes contenidos en los vegetales. En el caso de los romanos (siglo I a.n.e.) los soldados se desgastaban rápidamente a pesar de que en la dieta estaban presentes el tocino, los embutidos y cereales abundantes como fuente energética; no obstante la actividad física constante, las carencias vitamínicas por falta de frutas y verduras frescas pudieron contribuir a este desgaste. En el siglo XII los monjes benedictinos se caracterizaron por una longevidad marcada entre sus miembros; su dieta estaba conformada por huevos, tocinos y en general una alimentación casi vegetariana y una actividad física notable impuesta por las reglas de su orden. En el siglo XV los samuráis comían una dieta apropiada para su intensa actividad física en cuanto a los carbohidratos contenidos en abundante arroz, así como carne salada y condimentos, soya y trigo, pero como elemento negativo tenía la pérdida de vitaminas en el arroz descascarado. Por otra parte, ingerían pocas frutas y verduras frescas, lo que pudo contribuir a la menor duración de la vida (1).

En 1979, en la reunión mixta OMS/UNICEF (Organización Mundial de la Salud/Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) sobre alimentación del lactante y el niño pequeño, el valor de la lactancia natural se definió concretamente como: “La lactancia materna es parte integral del proceso reproductivo, la forma natural e ideal de alimentar al bebé y la base biológica y emocional única para el desarrollo del niño”. Esto, junto con sus otros efectos importantes en la prevención de infecciones, en la salud y bienestar de la madre, en el espaciamiento de los alimentos, en la salud de la familia, en la economía familiar y nacional, y en la producción de alimentos, la convierte en un aspecto clave de seguridad en si misma (15).

A principios de los años 80 se puso de manifiesto en todo el mundo que las políticas económicas planteadas por las instituciones financieras internacionales y privadas, provocaban efectos desfavorables en los grupos más pobres de la sociedad; así, en varios países se incrementó la desnutrición y la mortalidad. A partir de aquí, los organismos internacionales del campo de la salud y nutrición, consideraron necesario promover el establecimiento y fortalecimiento del sistema de vigilancia alimentaría y nutricional (15).

Ya en 1990, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a los estados miembros, a través de su resolución WHA 43.3, a proteger y fomentar la lactancia natural como componente esencial de sus políticas y programas generales de alimentos y nutrición en favor de las mujeres y los niños, de manera que todos los bebés se alimenten exclusivamente de leche materna durante los primeros 4-6 meses de vida y que se propicien prácticas adecuadas de alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad aproximadamente, insistiendo en la conveniencia de continuar el amamantamiento y la alimentación frecuente con alimentos locales salubres en cantidad suficiente (6,16-17).

En la Conferencia Internacional sobre nutrición, celebrada en Roma en 1992, los representantes de 159 países, incluida Cuba, aprobaron la declaración y el plan de acción para la nutrición, lo cual significa que cada país representado se comprometió a preparar y perfeccionar lo más pronto posible y antes de 1994, planes de acción y estrategia (18).

La cultura alimentaría no representa una solución mágica para resolver el problema de la desnutrición, sino un instrumento indispensable que provee a la población de elementos para tomar decisiones en cuanto a la elección de alimentos por sí sola (9).


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Es necesario no solo conocer el valor nutritivo de los alimentos, sino también estudiar todos los aspectos de la alimentación y las costumbres culinarias, inculcándoles conocimientos prácticos indispensables a las madres para mejorar su propia alimentación y la de sus hijos (19).

Del análisis de la dieta puede inferirse cómo ya en edades tempranas de la vida se manifiestan hábitos alimentarios erróneos; esto se agrava aún más en los países del Tercer Mundo, dado por la pobreza, el analfabetismo, hábitos dietéticos incorrectos, gustos caprichosos, costumbres y tabúes alimentarios; todo esto se traduce en un desconocimiento marcado sobre nutrición y alimentación. Se considera que una alimentación es normal cuando cumple los requisitos básicos: suficiente, completa, adecuada, equilibrada y variada.

La alimentación en la diarrea ha de seguir unas normas dietéticas bastante precisas, con el objetivo de reducir la duración y las molestias de la misma y requiere la prohibición de determinados alimentos y la reintroducción progresiva de otros.

Los alimentos que contienen azúcares complejos pueden continuar utilizándose, tales como arroz, trigo, pan, cereales, lo mismo que las carnes sin grasa, como el pollo o el pescado. La papa, la zanahoria, y en general otras verduras y vegetales deben mantenerse en la dieta de los niños, lo mismo que el yogur.

Es necesario enfatizar que la prioridad en estos casos es evitar que los niños se deshidraten, ya que con mucha frecuencia se presentan vómitos, fiebre y diarrea muy líquida y abundante sobre todo al inicio de la infección, todo lo cual provoca que, al perder más líquidos de los que se ingieren, se presente la deshidratación.

La mayoría de las diarreas infantiles son agudas y autolimitadas, por lo cual la finalidad principal del tratamiento es prevenir la deshidratación y reducir al mínimo las consecuencias nutricionales de la lesión a la mucosa intestinal. La rehidratación oral es considerada como la colaboración más exitosa entre las ciencias básicas y la medicina. Es un método eficaz para restituir la pérdida de sales y agua, y realmente ha sido el mejor instrumento para disminuir la mortalidad infantil por diarrea a través de los años (20).

El tratamiento de la diarrea ha cambiado en forma espectacular desde el decenio de 1970. Se recomienda evitar los líquidos claros con sodio reducido y altos en azúcares simples. Está indicada la reintroducción inmediata de los alimentos sólidos o fórmulas lácteas. Es muy importante proporcionar una hidratación eficaz, así como mejorar la nutrición del niño para reducir la morbimortalidad de la diarrea infantil.

Numerosos son los factores asociados a un mayor riesgo de enfermar e incluso de morir por enfermedades diarreicas agudas; entre ellos vale citar la higiene personal deficiente, la desnutrición proteico energética, la ausencia o prácticas inapropiadas de lactancia materna, el peso bajo al nacimiento, esquema de vacunación incompleto, falta de capacitación de la madre para la higiene familiar, madres adolescentes, contaminación fecal del agua y de alimentos, deficiencia de vitamina A, uso inadecuado de antibióticos, mala técnica alimentaría, intolerancia a disacáridos, alergia a las proteínas de la leche y otros padecimientos (21).

Alrededor de 12 millones de niños menores de cinco años mueren por enfermedades susceptibles de prevención, sobre todo en países subdesarrollados; de ellos 6,6 millones (55%) fallecen por causas relacionadas directa o indirectamente con la desnutrición. Del total de defunciones en menores de cinco años, 2,2 millones (19%) se deben a enfermedades infecciosas intestinales, principalmente por deshidratación y de ellas, alrededor de 600 mil tienen asociados algún grado de desnutrición (22-24).

La OMS define un caso de diarrea como la eliminación de 3 o más evacuaciones intestinales líquidas o blandas en un período de 24 horas. Sin embargo, las madres pueden usar varias denominaciones para describir lo que consideran diarreas, en dependencia de si las evacuaciones son blandas, semilíquidas, líquidas, sanguinolentas o con moco, o si el niño vomita. Se considera como un mecanismo de defensa del organismo frente a la agresión de agentes externos. Incluye todos los procesos mórbidos cualesquiera que sea su origen que presenta entre sus principales síntomas a la diarrea y que puede acompañarse de trastornos hidroelectrolíticos y del equilibrio ácido-base (24-25).

Las personas no pueden sobrevivir sin agua y alimentos, pero estos elementos básicos pueden trasmitir peligrosos organismos que causan enfermedades diarreicas, conocidas desde tiempos inmemoriales (26).

El origen de la palabra diarreas procede de los términos griegos día que significa “A través” y rhein, “fluir”. Hipócrates, el padre de la medicina, hace más de 2400 años, lo definió como “toda anormalidad en la fluidez de las deposiciones” y como un síntoma común a un gran número de enfermedades de causas variadas (23, 27).

La bibliografía médica de los siglos XVIII y XIX ya contiene descripciones de enfermedades diarreicas agudas y su relación con la deshidratación y la malnutrición. Desde la primera mitad del siglo XIX en una pandemia de diarrea que tiene su origen en los deltas de los ríos Ganges y Brahmaputra, en Bangladesh, en el sureste de Asia, aparece el cólera, que constituye una enfermedad diarreica infecciosa que ha tenido una amplia difusión y que ocasiona serias consecuencias en la salud por su contagiosidad, severidad y mortalidad si no se toman las medidas adecuadas (28).
Hace más de 2000 años, los practicantes del sistema Ayurvedic de medicina tradicional en la India recomendaban que las personas enfermas de diarreas tomaran una bebida hecha al disolver piedras de sal y melazas en agua tibia para mejorar el estado del paciente. Por esta época también y hacia el noreste de Brasil los curanderos realizaban un rito tradicional de “levantar la fontanela hundida”; se apoyaba la mano sobre la cabeza del niño, como parte de un tratamiento tradicional y se ofrecían infusiones a base de hierbas; de esta forma se aportaba líquido al paciente y se trataba la deshidratación (29).

Esto se parece mucho a una forma de terapia de rehidratación desarrollada solo en el siglo XX. Las SRO constituyen uno de los avances médicos de este siglo y continúan siendo piedra angular en el éxito del tratamiento de las enfermedades diarreicas agudas (30). Con orgullo podemos decir que gracias a la terapia de rehidratación oral se han evitado miles de muertes por esa causa.

La nutrición es otro aspecto importante en el tratamiento de la diarrea; tradicionalmente el método empleado para tratar la diarrea aguda fue poner en reposo al intestino, es decir, dejar de ingerir alimentos o diluir la leche (31).
Edward A Park (32) ofreció una opinión alternativa, con lo que sugería que en lugar de darle énfasis a la frecuencia de las heces fecales, debería prestarse mayor atención a la nutrición de niños con diarreas y a la habilidad que tienen para absorber nutrientes.

La diarrea y la desnutrición se combinan para formar un círculo vicioso que si no se rompe puede llevar al paciente a un desenlace fatal; este circuito puede interrumpirse con buenas prácticas alimentarias durante y después de un episodio de diarreas. Esto puede lograrse al continuar dando cantidades generosas de alimentos nutritivos durante el episodio, pues los alimentos apresuran la reaparición de la mucosa intestinal y estimula la recuperación temprana de la función pancreática y la producción de disacaridasas en el borde en cepillo del intestino delgado. Esto conduce pronto al retorno de la digestión normal y mejor absorción de nutrientes (33, 34).

Estudios clínicos más recientemente (23, 35) apoyan grandemente la práctica de continuar con la ingestión de alimentos durante la diarrea, pues está asociado a mejores resultados, incluyendo un notable aumento de peso.
La principal polémica en este sentido no es el hecho de si la ingestión de alimentos durante la diarrea está indicada, sino cuáles nutrientes específicos deben suministrarse.

Los alimentos propuestos deben ser nutritivos, fácilmente digeridos y absorbidos, culturalmente aceptados, económicos, sabrosos al paladar y lo que es más importante aún, no deben tener efecto perjudicial sobre la enfermedad (36).
Según estimación de la OMS (37) podrían salvarse más de un millón de vidas infantiles cada año si todas las madres del mundo alimentasen a sus hijos solo con leche materna durante los primeros 6 meses de la vida y la recomiendan como la primera medida para disminuir la diarrea y la malnutrición.

Lutter y Buts (38, 39) concluyen que en la leche humana además de los nutrientes clásicos y las sustancias anti-infecciosas e inmunocompetentes, aparece una tercera clase de sustancias biológicamente activas, llamadas “factores tróficos” o “moduladores del crecimiento” que ejercen directa e indirectamente efectos mitogénicos y metabólicos que regulan el crecimiento y diferenciación del tractus gastrointestinal y además posibilita según estos autores que un niño amamantado tenga coeficiente de inteligencia superior, considerando a la leche materna como el elíxir mágico de la vida.

La ablactación es el proceso mediante el cual el bebé va acostumbrándose de manera gradual a una alimentación más compleja partiendo desde la lactancia materna hasta completar la dieta del adulto; durante este proceso el niño avanza a un nuevo nivel de desarrollo que lo hace más independiente (40).


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La introducción de la alimentación complementaria antes de los 4 meses es usualmente innecesaria; la maduración fisiológica y los requerimientos nutricionales se adaptan a la alimentación al pecho exclusivo y por tanto la introducción temprana de otros alimentos puede conducir a algunos riesgos, tales como diarreas, intolerancia, alergia alimentaria o sobrecarga renal de solutos, sin contar con la evidencia de que al tener consecuencias a largo plazo para la salud, por sus efectos sobre el metabolismo del colesterol y las lipoproteínas, así como por el aumento de la adiposidad que favorece el desarrollo de enfermedades crónicas cuyos efectos pueden ya verse desde la niñez y la adolescencia (41).

De ahí la importancia de evitar la ingesta excesiva de azúcares, pues favorece el consumo de calorías vacías y contribuye a la aparición de diarreas y de otras carencias nutricionales al limitar el consumo de energía por otras vías portadoras de nutrientes (42).

Hay que resaltar también la importancia del consumo de frutas, vegetales y grasa vegetal, pues el bajo consumo de frutas y vegetales limita a la dieta de la fibra dietética y de los antioxidantes que aportan estos alimentos, que junto con un consumo adecuado de grasa para regular el tránsito intestinal son imprescindibles en los niños con diarreas (43).

En Cuba las enfermedades diarreicas agudas y la malnutrición como problemas de salud han ido disminuyendo gradualmente y esto ha estado determinado en primer lugar por los profundos cambios sociales ocurridos a partir de 1959, que garantizaron el derecho a la salud de todo el pueblo. La creación del sistema nacional de salud, con una red preventivo asistencial, mediante la atención primaria de salud con la medicina en la comunidad, los programas de inmunización y de atención materno infantil, el sistema de vigilancia nutricional y el mejoramiento del nivel de vida, han ido garantizando que nuestros hijos crezcan y se desarrollen cada vez más saludables (43, 44).

En la profilaxis de la gastroenteritis o enfermedad diarreica aguda o modernamente llamada enfermedad infecciosa intestinal, existen una serie de perspectivas futuras en la prevención, como son la vacunación contra gérmenes enteropatógenos, el empleo de los bloqueadores de los receptores intestinales o la adición de problemas con competencia inmunológica del calostro a las fórmulas lácteas adaptadas (23).

Justificación

En Cuba se reconoce que la aparición de enfermedades diarreicas en los niños disminuye de forma marcada desde los inicios de la Revolución en 1959, pero la preocupación permanente por disminuir cada vez más la morbimortalidad por esta entidad de la población infantil es lo que ha marcado el interés por emprender un estudio clínico del problema, que permitirá a las madres de niños preescolares con diarreas hospitalizados en el Servicio de Pediatría, conocer el comportamiento de los hábitos alimentarios con el objeto de contribuir a la elaboración de líneas de acción con respecto a su educación.

La propuesta de una intervención educativa sobre hábitos alimentarios a las madres de los preescolares con diarreas procedentes del área norte del municipio Morón, ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital General Docente de Morón en el período desde el 1º de enero de 2010 hasta el 31 de diciembre de 2010, tendrá como propósito actualizar y propiciar el desarrollo de procesos que contribuyan a profundizar o ampliar sus competencias en el manejo adecuado de sus hijos. De esta forma podría favorecer la identificación y solución de los problemas de salud y educacionales, a través de una óptica sistémica y contemporánea que impacte y transforme su desempeño.

Esto propiciará una armónica interacción que estimulará el pensamiento crítico y creador de estas madres en el enfrentamiento de los problemas actuales encaminados a la eficacia y eficiencia de estos procesos en cuanto al adecuado proceder ante un niño con diarrea. De esta forma se considera que se resolverán las necesidades de aprendizaje manifiestas que tienen las madres involucradas en la investigación.

Por todo lo anteriormente expuesto se considera que la aplicación y puesta en práctica del diseño de esta intervención educativa sobre hábitos alimentarios a las madres de los preescolares con diarreas, resultaría un saldo positivo. Su repercusión no solo será en la preparación para la vida de las madres, sino también en el impacto social en la comunidad, al llevar a sus lugares de residencia el manejo profiláctico correcto ante un niño con diarreas, con elevación de la calidad de los servicios prestados a la población, utilizando para ello el método de la actuación profesional de enfermería.

El desarrollo científico ha determinado que las tecnologías actuales tengan un impacto importante sobre el accionar del profesional de la salud y su labor ante la sociedad. El trabajo de enfermería, desde su tradición y su historia, ha estado comprometido con los procederes y acciones que debe realizar para dar salud al ser humano y con el ejercicio de valores universales y de derechos humanos que el profesional debe adquirir y consolidar en la práctica profesional. A la luz de las concepciones actuales de los cuidados de enfermería se exige en la adquisición de aptitudes intelectuales como el análisis, la resolución de problemas, el juicio y el pensamiento crítico, las actitudes, lo mismo que el dominio de los procesos de intervención.

Los tiempos que transcurren hacia el tercer milenio se caracterizan por la presencia de cambios muy acelerados en diferentes direcciones, por lo tanto los profesionales de enfermería del siglo XXI necesitan de una formación que los haga capaces de incursionar en varias ramas del saber y para ello deben prepararse en un pensamiento propio y una capacidad de innovación, que les haga partícipes de su formación permanente, para poder asumir una posición digna en su contexto social y así sentirse comprometidos cabalmente con la misión que de ellos se exige; para continuar el fortalecimiento de la calidad de los servicios que se ofrecen y con ello incrementar los niveles de satisfacción de la población, así como su calidad de vida.

Cualquier proyecto de investigación en salud debe partir del conocimiento que se tenga acerca de la realidad donde se va a realizar una intervención, para accionar acorde a la problemática y poder evaluar resultados posteriores. Los resultados del presente estudio permitirán dar aportes que contribuirán a una mayor adecuación de los procesos de actuación de las madres de este grupo de pacientes.

Es por esta razón que decidimos realizar esta investigación, con el fin de aportar elementos que contribuyen a elevar la calidad de vida de los niños, insistiendo en la educación nutricional de las madres de los niños preescolares con diarreas.

Problema de la investigación

A pesar del conocimiento en el manejo de las diarreas en preescolares y que se cuenta con un arsenal terapéutico extenso con objetivos bien definidos para su intervención, se detecta que no se ha realizado un programa educativo al respecto y con ello aportar más al conocimiento general del problema, lo que motivará una asistencia médica más eficaz y una docencia más perfeccionada que posibilite satisfacer las necesidades de aprendizaje de las madres objetos de la investigación y que le permitan dar respuesta a las demandas de cuidados de los pacientes preescolares con diarreas.

Se ha observado que en un por ciento importante de madres de niños preescolares con diarreas agudas no ha existido previamente una información correcta sobre la alimentación del niño; nos preguntamos entonces: ¿Tienen las madres de los preescolares con diarreas un nivel de información adecuado en relación con los hábitos alimentarios y las posibles secuelas que pueden aparecer en los infantes de no aplicarse los mismos?

Pregunta Científica

¿La elaboración y puesta en práctica de una intervención educativa sobre hábitos alimentarios, contribuirá a la satisfacción de las necesidades de aprendizaje de las madres de los preescolares con diarreas procedentes del área norte del municipio Morón, ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital General Docente de Morón en el período desde el 1º de enero de 2010 hasta el 31 de diciembre de 2010?

OBJETIVOS

General

Implementar una intervención educativa sobre hábitos alimentarios adecuados empleados por las madres de niños preescolares con diarreas, que procedan del área norte del municipio Morón, ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital General Provincial Docente de Morón, desde el 1º de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2010, que dé respuesta a las necesidades de aprendizaje manifiestas, identificadas para este momento.


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Específicos

1. Describir el comportamiento de la morbilidad por diarreas agudas en niños preescolares en relación a:

• Prevalencia de enfermedades diarreicas.
• Grupos de edad.

2. Distribuir las madres según grupos de edad y nivel de escolaridad.
3. Identificar el nivel de conocimientos y evaluar la estrategia de intervención aplicada.

DISEÑO METODOLÓGICO

El trabajo de investigación corresponde a un proyecto de tipo intervención. Se realizó un estudio epidemiológico en cuatro vertientes.

Una primera parte, que es un estudio observacional, descriptivo y prospectivo para identificar el comportamiento de algunos factores clínico-epidemiológicos en pacientes de dos a cinco años con el diagnóstico de diarreas agudas, pertenecientes al área norte del municipio Morón, ingresados en el Hospital General Provincial Docente de Morón, durante el año 2010; una segunda parte de intervención para describir el nivel de conocimiento de las madres de los infantes sobre la nutrición de sus hijos. La tercera etapa consistió en el diseño y aplicación del programa educativo y la cuarta etapa fue la medición de la efectividad del programa educativo.

UNIVERSO Y MUESTRA

El universo estuvo constituido por los 123 niños de dos a cinco años ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital General Provincial Docente de Morón durante el año 2010, y sus madres, pertenecientes al área norte del municipio Morón, y la muestra estuvo constituida por los 123 pacientes, que coinciden con el universo.

Criterios de inclusión

• Todo niño que al momento del ingreso tenía entre 2 y 5 años cumplidos.
• Los pacientes que hayan tenido enfermedad diarreica aguda como diagnóstico al egreso.
• Los niños que pertenecieron al área norte del municipio Morón.

Criterios de exclusión

• Dejar de cumplir al menos uno de los requisitos de inclusión.
• Niños cuyas madres no estuvieron de acuerdo con participar en la investigación.

Objeto de investigación: Pacientes preescolares atendidos con diarreas agudas.
Campo de investigación: Conocimiento materno de correctos hábitos alimentarios.
Métodos: La estructura metodológica basada en el método materialista-dialéctico y apoyado en otros de nivel teórico, empírico y estadísticos.

Teóricos: Análisis y la síntesis, la inducción y deducción, el análisis histórico lógico del problema científico, a través de método dialéctico.

Los métodos teóricos con un enfoque socio histórico y lógico permitieron el análisis documental de las fuentes bibliográficas especializadas en:

• OMS. Programa de control de las enfermedades diarreicas. OMS / OPS / CDD / SER.
• OPS/OMS. Manejo del paciente con diarreas. Programa de salud materno-infantil. Control de las enfermedades diarreicas. OPS.
• Atención integrada a las enfermedades prevalentes de la infancia (AIEPI).

Mensajes para los padres de los niños con diarreas. Diálogo sobre atención infantil. Número 2000.

Empíricos: Observación para la obtención y elaboración de todos los datos recogidos en la investigación y el conocimiento de los hechos fundamentales que caracterizaron el problema científico. Se utilizó la encuesta con una aplicación de dos cuestionarios:

El cuestionario (Anexo 1) recogió la información acerca del comportamiento de la morbilidad por diarreas agudas y a través de la revisión por el autor de las Historias Clínicas de los niños menores de cinco años ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital General Provincial Docente de Morón durante el año 2010 pertenecientes al área norte del municipio Morón, donde se realizó el estudio.

El cuestionario (Anexo 2) se aplicó a través de una entrevista estructurada a las madres de estos niños utilizando un formulario confeccionado al efecto por el autor, antes y después de realizar la intervención.

Estadísticos: Se usó el Método Estadístico Simple, a través de la estadística descriptiva, que permitió organizar y clasificar los indicadores cuantitativos obtenidos en la medición. Se plasmó el resultado a través de tablas de frecuencias absolutas y relativas.

Aspectos éticos

Se le informó a todas las madres de los niños que participaron en la investigación que la información brindada sería utilizada con fines científicos y se sustentó la investigación en los principios de la ética médica. Dentro de los aspectos éticos de la investigación se tuvo en cuenta que las políticas públicas estuvieran a favor del desarrollo de la investigación. Durante la ejecución de la investigación se garantizó la privacidad de la información a través del anonimato de la encuesta utilizada. Se respetaron los principios bioéticos de la autonomía, beneficencia, no maleficencia, justicia y equidad. A cada participante en la investigación se le dio a firmar el consentimiento informado previo (Anexo 3).

HIPÓTESIS (HI)

El programa educativo diseñado elevará los conocimientos de las madres al cuidado de los preescolares con diarreas, sobre la calidad de los nutrientes y en qué momento aportarlos.

OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES

Para el objetivo específico número 1 se procedió a definir las variables como sigue:

Prevalencia de enfermedad diarreica

Variable cuantitativa

Se consideró la cantidad total de niños de dos a cinco años procedentes del área norte de Morón, ingresados en el Servicio de Pediatría durante el año 2010, y el número de pacientes con diarreas existente entre ellos. 

habitos_alimentarios_madres/formula_prevalencia 

El indicador medido fue el por ciento de preescolares con diarreas que ingresaron en el Servicio de Pediatría.

Grupos de edad

Variable cuantitativa continua

Se consideró en años cumplidos en el momento del estudio.

• 2 años.
• 3 años.
• 4 años.
• 5 años.


Intervencion educativa sobre habitos alimentarios a madres de preescolares con diarreas .6

Para analizar el objetivo específico número 2 se definieron las variables como sigue:

Grupos de edad materna

Variable cuantitativa continua

A partir del último cumpleaños.

• 19 años.
• 20-29 años.
• 30-39 años.
• 40 o más años.

Nivel de escolaridad

Variable cualitativa ordinal

Atendiendo al nivel de estudio aprobado.

• Primario.
• Secundario.
• Preuniversitario.
• Universitario.

El indicador medido al objetivo específico número 3 se emplearon variables cualitativas-ordinales que se hicieron corresponder con valores de las variables cuantitativas.

NIVEL DE CONOCIMIENTO DE HÁBITOS ALIMENTARIOS CORRECTOS QUE TIENEN LAS MADRES DE LOS PREESCOLARES CON DIARREAS

Respuesta a la pregunta No. 1.

• Buena, si contestó las 3 prioridades correctas.
• Regular, si contestó 2 prioridades correctas.
• Mala, si solo contestó una o ninguna prioridad correcta.

NIVEL DE CONOCIMIENTO DE LAS MADRES SOBRE QUÉ ALIMENTOS OFRECER AL NIÑO DURANTE LA DIARREA

Respuesta a la pregunta No. 2.

• Buena, si contestó las 3 prioridades correctas.
• Regular, si contestó 2 prioridades correctas.
• Mala, si solo contestó una o ninguna prioridad correcta.

NIVEL DE CONOCIMIENTO DE LAS MADRES SOBRE QUÉ CONDUCTA TOMAR EN CUANTO A LA NUTRICIÓN DE UN NIÑO CON DIARREA

Respuesta a la pregunta No. 3.

• Buena, si contestó las 3 prioridades correctas.
• Regular, si contestó 2 prioridades correctas.
• Mala, si solo contestó una o ninguna prioridad correcta.

NIVEL DE CONOCIMIENTO SOBRE CÓMO INCREMENTAR EL APORTE DE LÍQUIDO EN LA DIARREA

Respuesta a la pregunta No. 4.

• Buena, si contestó las 3 prioridades correctas.
• Regular, si contestó 2 prioridades correctas.
• Mala, si solo contestó una o ninguna prioridad correcta.

NIVEL DE CONOCIMIENTOS GENERALES DE LAS MADRES SOBRE NUTRICIÓN EN LOS NIÑOS CON DIARREAS

Se otorgó a cada pregunta un total de 25 puntos y se calificó como sigue:

• Bueno, si obtuvo entre 90 y 100 puntos.
• Regular, si obtuvo entre 80 y 89 puntos.
• Malo, si obtuvo menos de 79 puntos.

TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS

El estudio contó de cuatro etapas: Etapa 1: Identificación del comportamiento de algunos factores clínico-epidemiológicos en pacientes de dos a cinco años con diagnóstico de diarreas agudas. Etapa 2: De intervención para describir el nivel de conocimiento de las madres sobre la nutrición de sus hijos. Etapa 3: Consistió en el diseño y aplicación del programa educativo. Etapa 4: Medición de la efectividad del programa educativo.

1ª etapa. Se aplicó el cuestionario (Anexo 1) el cual constaba de 3 elementos y tuvo como propósito indagar acerca de aspectos generales relacionados con los niños enfermos con diarreas agudas.

2ª etapa. Se identificaron las necesidades de aprendizaje sobre la nutrición correcta en el niño con diarreas y qué líquidos administrar.

3ª etapa. Sobre la base del nivel de conocimiento de las madres sobre el tema identificado en la encuesta inicial se diseñó un programa educativo teniendo en cuenta los criterios de especialistas y con ayuda de asesores. Se aplicó la intervención educativa diseñada empleando varias técnicas para su desarrollo. Se utilizó la ayuda visual como instrumento didáctico ya que las fotografías e imágenes captan la atención de las personas y pueden sustituir a la palabra escrita; la finalidad fue llamar la atención, despertar la curiosidad y motivar a la gente a investigar y conocer sobre el tema. Las técnicas diseñadas tuvieron como objetivo reforzar aquellos aspectos en los cuales se encontraron mayores deficiencias.

También utilizamos charlas educativas dinámicas o discusión grupal, lluvias de ideas, talleres, para lo cual se confeccionaron unas guías de dichas ideas técnicas (Anexo 4). Las charlas proporcionaron una gran información y fueron sumamente efectivas cuando se complementó de la ayuda visual.

Los temas se impartieron semanalmente en una sesión de trabajo, abordando un tema en cada una de ellas con una duración de 30 minutos, durante cuatro semanas.

Esta fase tuvo una duración de seis meses. Una vez realizado el diagnóstico y elaborado el programa educativo se procedió a su aplicación.

4ª etapa. Se realizó una valoración de la efectividad del programa educativo en función del nivel de conocimiento adquirido por las madres una vez finalizada la aplicación del mismo. Para determinar el nivel de conocimiento adquirido se realizó por segunda ocasión la aplicación del cuestionario a las madres (Anexo 2). Este cuestionario se determinó otorgándole una numeración específica para cada madre y así se pudo evaluar la efectividad del programa una vez que fue aplicado.

Durante los 6 meses de aplicación del programa, se pusieron en práctica todas las técnicas educativas planificadas; además se realizó hincapié en la necesidad de la participación familiar en la confirmación de los conocimientos aportados en las actividades educativas.

PROCEDIMIENTOS Y ANÁLISIS ESTADÍSTICOS

Se creó un documento el cual fue procesado en una computadora Pentium IV con sistema operativo Windows XP; los textos se procesaron en Microsoft Word 2003 y las tablas en Microsoft Excel 2003. El objetivo específico 3 se cumplió empleando la prueba de hipótesis para la diferenciación de medidas en la estadística paramétrica para hallar diferencias significativas entre el nivel de conocimiento sobre diarreas y nutrición antes y después de la aplicación de la intervención educativa.

Para procesar este objetivo se empleó el utilitario estadístico SPSS aplicando el método de la probabilidad marginal p < α < 0,05, con el planteamiento de las siguientes pruebas de hipótesis en los cuestionarios aplicados. 

habitos_alimentarios_madres/prueba_hipotesis
 


Intervencion educativa sobre habitos alimentarios a madres de preescolares con diarreas .7

Para determinar la fiabilidad del cuestionario se utilizó el coeficiente Alpha de Cronbach, obteniéndose la puntuación de más de 0,71, lo que permite considerar que las puntuaciones percibidas en los diferentes ítems de las mismas están interrelacionadas, quedando resumidos los datos por medio de tablas de relación, frecuencia y por cientos.

Se aplicó además el test de chi-cuadrado para conocer la posible relación estadística entre algunas variables mediante tablas cruzadas. De acuerdo al valor de confiabilidad (p), se clasifican las diferencias o asociaciones en:

1. Significativa: Si 0.01 < p ≤ 0.05
2. Medianamente significativa: Si 0.05 < p ≤ 0.10
3. No significativa: Si p > 0.10

Se utilizó un nivel de significación de 0,05 en todas las pruebas de hipótesis, lo cual corresponde a un 95% de confiabilidad.

Los resultados fueron presentados en tablas estadísticas para una mejor comprensión e interpretación de los mismos. Como medida de resumen de la información se utilizaron las medidas de frecuencias absolutas y relativas (número y por ciento).

Se redactó un informe final de los resultados según los requisitos establecidos.

Los resultados se presentaron en tablas, las que se analizaron para emitir las conclusiones en correspondencia con los objetivos propuestos en la investigación.

Recursos:

Recursos humanos:

• Un Licenciado en Enfermería como autor.
• Un Médico Especialista de Segundo Grado en Pediatría como tutor.
• Un Master en Informática médica como asesor.
• Pacientes objetos de este trabajo.

Recursos materiales:

• 200 hojas de papel gaceta de 8½ x 11 pulgadas.
• 150 hojas de papel Bond de 8½ x 11 pulgadas.
• 300 hojas de papel copia de 8½ x 11 pulgadas.
• 4 carátulas para encuadernar.
• Lápices.
• Una computadora Pentium IV, con sistema operativo Windows XP.
• Memoria Flash.

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

Tabla 1. Prevalencia de las enfermedades diarreicas en el Servicio de Pediatría del Hospital de Morón. Año 2010. 

habitos_alimentarios_madres/tabla1_prevalencia_enfermedades

Fuente: Anexo 1.

En el período de estudio la prevalencia de la enfermedad diarreica aguda en preescolares fue de 16,4%. Estos resultados se corresponden con otros trabajos realizados en nuestro país (45-46), pues todavía constituye un serio problema de salud; de ahí la lucha constante en los últimos años por elevar el nivel de atención de los niños con diarreas.

Como señala la OMS (47), las estadísticas demográficas demuestran que las infecciones diarreicas representan aún un factor importante en la morbimortalidad infantil.

Tabla 2. Distribución según grupos de edad de pacientes preescolares ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital de Morón, procedentes del área norte de Morón, durante el año 2010. 

habitos_alimentarios_madres/tabla2_distribucion_edades

Fuente: Anexo 1.

El 35,8% de los preescolares correspondió a los niños de dos años de edad, siendo la cifra de ingresos menos significativa la de cinco años de edad.

Otro estudio en la provincia Granma (48) reporta un comportamiento similar al estudio nuestro.

Tabla 3. Distribución de las madres según grupos de edad y nivel de escolaridad. 

habitos_alimentarios_madres/tabla3_distribucion_grupos_madres

Fuente: Anexo 1.

Predominaron las madres en el grupo etáreo entre 20 y 29 años con un 50,4% y de ellas el 37,4% tenía un nivel de escolaridad de universitario.

En nuestra experiencia y por los resultados de la investigación, se piensa que el problema no está en la edad y el nivel de escolaridad, sino en la comunidad, en el área de salud; pues es el equipo de salud comunitario el que debe realizar un trabajo conjunto con toda la familia de forma clara, y precisar los conocimientos actuales y ayudarles a poner en práctica las medidas sencillas que le permitan oportunamente proteger y atender a sus hijos contra las enfermedades diarreicas.

Tabla 4. Distribución de las madres según nivel de conocimientos sobre hábitos alimentarios correctos en el manejo de los niños. 

habitos_alimentarios_madres/tabla4_conocimiento_habitos_alimenticios

Fuente: Anexo 2.

Al evaluar el nivel de conocimientos sobre hábitos alimentarios correctos en el manejo de los niños, vimos que el 49,6% de las madres tenían un nivel de conocimiento regular antes de la intervención, y después de aplicado el programa el nivel de conocimiento fue bueno en el 83,7%, lo que representó un incremento significativo (p < 0,01 < α).

Para mantener una buena salud se requieren hábitos nutricionales adecuados y estos determinarán al correcto desarrollo pondo-estatural del niño (49).

Tabla 5. Distribución de las madres según nivel de conocimientos sobre manejo nutricional en el niño con diarreas. 

habitos_alimentarios_madres/tabla5_conocimientos_manejo_nutricional

Fuente: Anexo 2.

Al evaluar el nivel de conocimiento sobre manejo nutricional en el niño con diarreas, se ve que el 55,3% tenía un nivel de conocimiento malo antes de la intervención, pues aún diluían leche y suspendían la lactancia materna; después de aplicado el programa el 87,8% fue evaluado como bueno con p < 0,03 < α para un 95% de confiabilidad.


Intervencion educativa sobre habitos alimentarios a madres de preescolares con diarreas .8

La terapia nutricional óptima con una ingestión continua de alimentos debe tenerse en consideración como un aspecto crucial del control de la diarrea (50) cuando conjuntamente con el reemplazo oral de líquidos se alimenta al niño adecuadamente, durante y después de la diarrea; siguiendo los lineamientos establecidos puede evitarse la pérdida de peso (51-52).

Tabla 6. Distribución de las madres según nivel de conocimiento sobre qué conducta tomar para evitar el deterioro nutricional en el niño con diarreas.

habitos_alimentarios_madres/tabla6_conocimientos_evitar_deterioro

Fuente: Anexo 2.

Analizando el nivel de conocimiento de las madres sobre la conducta a tomar para evitar el deterioro nutricional del preescolar con diarreas, se vio que antes de la intervención el 41,5% de las madres estaba evaluado de mal, pues ofrecían más cantidad de leche, o leches enriquecidas con sagú o maicena; también se abusó de los alimentos azucarados y refrescos industriales. Después de aplicado el programa, se encontró que en el 77,2% el nivel de conocimiento fue evaluado de bueno, lo que representa un incremento significativo con p < 0,03 < α. Llama la atención la ingesta inadecuada de azúcares desde edades tempranas de la vida, comportándose de igual forma en otros trabajos realizados (53).

Guiraldes (54) destaca que hay que estar alertas para proteger el estado nutricional del preescolar con diarreas.

Tabla 7. Distribución de las madres según nivel de conocimientos sobre el incremento del aporte de líquidos en preescolares en el curso de la diarrea.

habitos_alimentarios_madres/tabla7_conocimientos_incremento_liquidos

Fuente: Anexo 2.

Al analizar el nivel de conocimiento sobre el incremento de los líquidos en los niños con diarreas, se nota que en el 44,7% de las madres predominó un nivel de conocimiento malo y muy de cerca el 43,9% de regular, antes de la aplicación del programa educativo. Después se vio que el 66,7% de las madres tenía un nivel de conocimiento bueno con p < 0,02 < α, para un 95% de confiabilidad.

En nuestra experiencia no existen dificultades con la administración de líquidos en el curso de la diarrea, sino en la calidad de los líquidos que se aportan. Bernal (55), en un estudio similar en Colombia, reportó un gran consumo de bebidas con una alta osmolaridad y otras con altas concentraciones de azúcares que agravan y prolongan la diarrea.

Otros estudios en Centroamérica (56) plantean la necesidad de divulgar más la calidad de los líquidos, pues utilizan algunos de mala calidad sin tener en cuenta los efectos indeseables.

Tabla 8. Nivel de conocimientos generales sobre nutrición en las madres de los niños con diarreas.

habitos_alimentarios_madres/tabla7_conocimientos_generales

Fuente: Anexo 2.

De forma general el nivel de conocimiento de las madres sobre nutrición en preescolares con diarreas fue malo (55,3%). Después de aplicado el programa educativo el nivel de conocimiento fue evaluado de bueno en el 87,0%; esto demuestra la efectividad del programa con una significación estadística con p < 0,002 < α < 0,05 para un 95% de confiabilidad.

La evaluación dietética antes del programa demostró que los niños tenían una alimentación poco saludable, demostrando que en nuestra población existen arraigados patrones culturales donde sobrevaloran algunos alimentos y subvaloran otros.

En nuestra experiencia, los resultados después de haber aplicado el programa educativo han sido alentadores, y nos obliga a continuar la divulgación del tema, pues de esta forma podemos contribuir a disminuir la morbilidad por diarreas y su repercusión sobre el estado nutricional del paciente.

CONCLUSIONES

Se implementó una intervención educativa sobre hábitos alimentarios adecuados a las madres de niños preescolares con diarreas, que procedieron del área norte del municipio Morón, ingresados en el Servicio de Pediatría del Hospital General Provincial Docente de Morón, en el año 2010, que dio respuesta a las necesidades de aprendizaje manifiestas e identificadas, donde se describió el comportamiento de la morbilidad por diarreas agudas en niños preescolares por grupos de edades y se distribuyeron las madres según grupos de edad y nivel de escolaridad, se identificaron las mismas por el nivel de conocimientos y se evaluó la estrategia de intervención aplicada.

RECOMENDACIONES

1. Se recomienda la divulgación de este programa para su generalización en el municipio y en otras provincias, para una mayor calidad y optimización en el manejo del preescolar con diarreas en el área de salud, pues hay que continuar elevando el nivel de educación nutricional en las personas responsables del cuidado de los niños, evitando así la malnutrición y las múltiples secuelas a largo plazo.
2. Realizar un boletín informativo para divulgar en la WEB del área de salud municipal los resultados obtenidos en esta tesis.

ANEXOS

ANEXO 1

Cuestionario No. 1

Comportamiento de la morbilidad por diarreas agudas en preescolares.

1. Grupos de edad:
____ 2 años
____ 3 años
____ 4 años
____ 5 años

2. Grupos de edad materna:
____ Menos de 19 años
____ De 20-29 años
____ De 30-39 años
____ 40 y más años

3. Nivel de escolaridad materna:
____ Primario
____ Secundario
____ Preuniversitario
____ Universitario

ANEXO 2

1. Los conocimientos sobre una correcta alimentación de los preescolares, que usted considere adecuada, márquela con una cruz:
____ Hervir el agua de consumo solamente hasta el año de edad.
____ Las verduras y vegetales para uso de los niños hay que lavarlos antes del consumo.
____ Mientras más gordo es el niño, mejor salud tiene.


Intervencion educativa sobre habitos alimentarios a madres de preescolares con diarreas .9

3. Si usted considera que su niño ha perdido de peso en el curso de la diarrea, señale con una X los aspectos que considere correctos.
____ Ofrecer más de un litro de leche o leche con sagú o maicena.
____ Brindar alimentos agradables al niño, incluyendo una toma adicional en las meriendas con jugos de frutas o frutas.
____ Utilizar una cucharadita de aceite vegetal en las comidas.

4. Marque con una X cómo usted aumentaría el aporte de líquidos en su niño en el curso de una diarrea.
____ Administrando SRO.
____ Ofrecer agua de arroz o agua natural.
____ Ofrecer jugos de cajas o refrescos en polvo o gaseados.

ANEXO 3

Consentimiento informado
Yo, _____________________________________, acepto participar espontáneamente en la investigación que tiene como título: Intervención educativa sobre hábitos alimentarios en madres de preescolares con diarreas.


Firma

Fecha (día/mes/año)

ANEXO 4

Programa educativo para elevar los conocimientos sobre hábitos alimentarios en las madres de preescolares con diarreas.

Tema 1

Título: Manejo de la alimentación en el preescolar.
Duración: 30 minutos.
Técnica educativa: Charlas educativas.
Ayuda visual: Laminarias.

Tema 2

Título: Manejo nutricional en el preescolar con diarreas.
Duración: 30 minutos.
Técnica educativa: Lluvias de ideas.
Discusión: Grupal.

Tema 3

Título: Cómo evitar la pérdida de peso en el niño con diarreas.
Duración: 30 minutos.
Técnica educativa: Taller.
Ayuda visual: Laminarias.

Tema 4

Título: Calidad de los líquidos a ofrecer en el preescolar con diarreas.
Duración: 30 minutos.
Técnica educativa: Lluvia de ideas.
Dinámica: Grupal.


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