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Percepcion y aceptacion del uso y demanda de la herbolaria como tratamiento alternativo
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Autor: Elizabeth López Spiegel
Publicado: 22/03/2012
 

La herbolaria se ha practicado durante miles de años, el conocimiento de las plantas es todo un arte, actualmente la mayoría de los fármacos son derivados de las plantas y aún así las plantas no son consideradas en la sociedad tecnológica occidental, se cataloga como medicina alternativa.


Percepcion y aceptacion del uso y demanda de la herbolaria como tratamiento alternativo .1

Percepción y aceptación del uso y demanda de la herbolaria como tratamiento alternativo.

Elizabeth López Spiegel
Nan-Ling Solana Vernet

Escuela de medicina. Universidad Cristóbal Colon, Campus Calasanz, Medellín de Bravo Veracruz

INTRODUCCIÓN.

La herbolaria se ha practicado durante miles de años, el conocimiento de las plantas es todo un arte, actualmente la mayoría de los fármacos son derivados de las plantas y aún así las plantas no son consideradas en la sociedad tecnológica occidental, se cataloga como medicina alternativa.

RESUMEN DEL PROYECTO

La herbolaria es la ciencia y arte de las plantas medicinales. Esta forma de medicina alternativa se ha practicado desde hace siglos, probablemente desde hace varios milenios. La clasificación más extensa de las hierbas medicinales apareció en el Theatrum Botanicum de Parkinson, publicado en 1640.

En general, se emplean las semillas, los frutos florales, las hojas, los troncos y las cortezas de las plantas y hierbas para preparar los remedios.
Todavía en el Siglo XVIII el tratamiento médico habitual en Occidente se basaba en la prescripción de remedios herbales, y hoy en día, la Organización Mundial de la Salud estima que la herbolaria está tres o cuatro veces más difundida en el mundo que la medicina ortodoxa. Se considera que casi la mitad de los medicamentos modernos proceden del reino vegetal.

OBJETIVO

Conocer el impacto que la herbolaria aun conserva en la sociedad veracruzana(mexicana) como un método de tratamiento alternativa o de ayuda , y como aun se le asocia a la curación total de la enfermedad.

MATERIAL Y MÉTODOS

MATERIAL
ARTÍCULOS
LIBROS
FORMATOS DE ENTREVISTAS
CÁMARA DE VIDEO
CÁMARA FOTOGRÁFICA

MÉTODOS

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
ENTREVISTA A LOS HIERBEROS
ENTREVISTA AL PÚBLICO EN GENERAL
ENTREVISTAS A PERSONAS PREPARADAS A NIVEL LICENCIATURA
(HERBOLARIOS, EDTBOTANICOS, ETC.)

RESULTADOS ESPERADOS:

Tener un conocimiento más amplio y concreto que la sociedad ve en este tipo de tratamientos y la incidencia de uso de los mismos.

MARCO TEÓRICO:

ANTECEDENTES:

La herbolaria medicinal o fitoterapia según la Organización Mundial de la Salud es el conocimiento, las habilidades y prácticas relacionadas con el cuidado de la salud de forma holística, se reconoce, además, que existe un valor económico significativo asociado a esta forma de medicina, en particular encuentran una gran variabilidad al respecto, dependiendo del lugar donde se produce dicha planta. Otros autores consideran a la herbolaria como una ciencia que estudia la utilización de los productos de origen vegetal ya sea para prevenir, atenuar o para curar un estado patológico.

Una planta medicinal es, por definición, aquella que contiene en uno o más de sus órganos principios químicos que pueden ser utilizados directamente como medicamentos o bien servir para la síntesis de fármacos.

Su uso más antiguo se refiere, según estos autores, en el Código Hammurabi del rey de Babilonia (1728-1786 a.n.e). Los principios medicinales de las plantas son sustancias bioactivas como alcaloides, taninos, flavonoides, cumarinas, quinonas, terpenoides, simarubalidanos, melicianinas, limonoides, lactosas y lignanos entre otros, cuyo contenido depende tanto de factores propios de la planta como de las condiciones climáticas, las características de los suelos, la edad de la planta y la época de recolección, así como del método de extracción de dichos principios

Cualquiera que sea la definición es evidente que esta forma de medicina ha cobrado importancia debido al descubrimiento de los graves efectos secundarios que producen los fármacos sintéticos; un mayor conocimiento químico, farmacológico y clínico de los principios activos de los vegetales y sus productos derivados, tiene como resultado el desarrollo de nuevas formas de preparación y administración de las sustancias vegetales y sus extractos y el desarrollo de métodos analíticos que garantizan un mejor control de calidad.

Los nombres de las plantas consistían en una serie de términos que las caracterizaban mediante una frase descriptiva (nomenclatura polinominal). A medida que se descubrían nuevas especies los nombres se convertían en largas oraciones de muy difícil manejo, lo que producía confusión aun entre los botánicos. Con la publicación, en 1753, de Species Plantarum de Carlos Linneo, la obra de botánica más extensa e importante del siglo X V I I I, se desarrolló la nomenclatura binomial, que pronto se convirtió en el sistema utilizado por lo científicos para nombrar las especies, y se adoptó el latín como idioma universal en la nomenclatura biológica
Herbolaria en México

Las sociedades prehispánicas creadoras de grandes ciudades y centros ceremoniales, de una economía, una organización social y una religión complejas desarrollaron una tecnología capaz de lograr la supervivencia y el crecimiento de la población. El aprovechamiento de los recursos naturales para la salud incluía, además de tratamientos curativos, prácticas de higiene, cuidados y embellecimiento del cuerpo humano.

Uno de los centros ya mencionados donde se adquirían las plantas (entre otros productos) eran los mercados. Era un sitio establecido en la ciudades, colonias, municipios, poblados, y rancherías, tiene una historia muy antigua.

Durante el reinado de Moctezuma de 1440-1469 se creó un lugar de descanso para la nobleza india en las tierras cálidas y bajas ubicadas al sur del valle de Tenochtitlan en el hoy nuestro estado de Morelos. El lugar: El jardín de Oaxtepec

Moctezuma ordenó que se usaran las aguas del manantial de Oaxtepec para formar un sistema de riego que permitiera el cultivo y la conservación de las más importantes especies vegetales del imperio azteca., las plantas se cultivaron en parcelas cuidadosamente diseñadas para conformar el primer jardín de América varios siglos ante de que Europa una idea semejante a esta se imaginara.

Durante el siguiente siglo los españoles quedaron maravillados de la belleza del lugar y tanto fue su simpatía por el lugar y porque eran numerosas las plantas medicinales que los aztecas habían conservado, que en ese mismo cerro los españoles edificaron un hospital. El hospital de la Santa Cruz de Oaxtepec. Fue en ese lugar donde durante el siglo XVI, se escribirían algunas de las obras más importantes sobre herbolaria medicinal de los países más importante de la época.

Prehistoria:

El ser humano desde su origen tuvo que aprender a cazar, vestirse y curarse para buscar la consecución de su bienestar desde una perspectiva “espiritual o científica”. Es evidente que esta tendencia, inherente al ser humano, está presente en todo momento y en donde ha existido alguna sociedad, por primitiva que ésta parezca. Estas sociedades practicaban de manera empírica y a base de prueba y error muchas de las disciplinas científicas actuales. Fueron “arquitectos” al construir chozas, “físicos” al dominar el fuego y “médicos” al curar los diversos males que les aquejaban. Este último aspecto llevó al desarrollo de otras disciplinas como la farmacia, la farmacología, la farmacognosia e indudablemente la medicina actual.


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Nuestros ancestros, cazadores y recolectores nómadas, nos daremos cuenta de que para sobrevivir tenían que ser espectadores cuidadosos de la naturaleza. Se vieron en la necesidad de estudiar la conducta de los animales de presa para poder desarrollar estrategias de captura y acercarse a ellos sin que su presencia fuera percibida. Quizás al realizar esta actividad, de manera incidental observaron que algún animal con aspecto “enfermizo” consumía un determinado vegetal una conducta no común como la de algunos perros al ingerir pasto- y a la postre sanaba.

Esta conducta debió ser extraña en los animales de presa y con más razón llamaba la atención de los cazadores que conocían el comportamiento de sus presas. Probablemente, alguno de nuestros antepasados al sentirse enfermo imitó esa conducta del animal y sanó en el mejor de los casos, por medio del ensayo y error además de su condición de nómada recolector – fue seleccionando vegetales o animales que tenían la propiedad de sanar o mitigar el dolor, pero también de sustancias tóxicas que le podían producir alucinaciones o incluso la muerte.

Estas últimas sustancias derivadas de plantas o animales ponzoñosos les fueron sin duda también útiles para la caza de animales o en sus conflictos tribales.

Estos fenómenos aparentemente inexplicables, el poder curar o matar, fueron asociados con las nacientes creencias mágico-religiosas que ya debían estar más o menos desarrolladas para aquellos tiempos. Aquel hombre conocedor del uso de los recursos naturales para sanar o matar, a la par de aplicar mezclas de grasas animales, vegetales o minerales, interpretaba “conjuros” que se combinaban con un ambiente rodeado por el humo proveniente de la incineración de plantas y por una decoración mística del lugar de curación que daba un toque sagrado al ritual. Quizás ese “chamán”, conocedor de las propiedades curativas de las plantas, confundió el efecto de las sustancias psicotrópicas con el poder de “seres supremos” que le impidió distinguir entre lo real y lo imaginario.

No obstante, muchos de esos conocimientos antiquísimos que estuvieron envueltos en un ambiente mágico-religioso fueron pasando verbalmente generación tras generación hasta consolidarse como una materia de estudio con la finalidad de mantener el bienestar del ser humano y obtener materias primas naturales que le proporcionaran una mejor calidad de vida. Es aquí donde inicia de manera primitiva el progreso de la farmacognosia hasta llegar a nuestros días como una ciencia consolidada

Edad media

La Medicina se servía de fórmulas mágicas, conjuros y otros procedimientos que actualmente quizá se llamarían metapsíquicos, pero no obstante, en muchísimos casos se acudía también a los medicamentos.

Las sectas filosóficas que precedieron a Sócrates, formadas por Thales, Empedocles Demócrito, Pitágoras, sacaron a las ciencias de curar fuera de los recintos hieráticos, preparando la llegada de Hipócrates que inauguró una nueva era para las mismas. Se sabe que existían boticas en la antigua Grecia, basándose los ayudantes de los médicos, a cuyo cargo corrían las mismas, para la preparación de los medicamentos, en una especie de código o Farmacopea. Quizá la administración pública tuviera intervención en las mismas, pero como dependían tan directamente de los médicos, aquélla sería en todo caso muy relativa.

Hipócrates sistematizó los grupos de medicamentos, dividiéndolos en purgantes, narcóticos y febrífugos. Los sudoríficos de acción directa no se empleaban, para prepararlos se usaban simples vegetales y minerales y algunas sales de naturaleza inorgánica. Las formas farmacéuticas eran numerosísimas, pero sin los jarabes, que no se emplearon hasta que siglos más adelante los árabes los dieron a conocer. Platón y Aristóteles se ocuparon del estudio de los materiales farmacéuticos más que de los medicamentos propiamente tales. Sin embargo, no sentaron nada nuevo respecto a los mismos, limitándose a comentar y ordenar las noticias que de ellos se tenían. Teofrasto, en su Historia de las plantas, tampoco hizo adelantar ningún paso decisivo a la ciencia o arte farmacéutico.

En la Roma primitiva, la medicina era ejercida por los esclavos, muchos de los cuales no dejaban de tener relativa cultura; la preparación de los medicamentos en particular estaba casi exclusivamente encomendada a los mismos. Esto no quiere decir que no intervinieran otras personas de más alta categoría, pues los médicos más eminentes eran griegos salidos de su país en busca de mejor fortuna.

Lo árabes continuaron la obra de los nestorianos, fundando en Bagdad la primera escuela de Farmacia a la que pronto siguieron otras tan importantes como aquellas. Las enseñanzas versaron al principio sobre la Botánica, pero después se juntaron a las mismas las de Química, particularmente cuando la Alquimia se fue desarrollando. Se estableció en todo el califato una legislación especial para la profesión farmacéutica, en relación con la importancia que se daba a ésta por su misión y los estudios que era preciso aprobar para poder ejercerla.

La medicina farmacéutica de los musulmanes se distinguió por una complicación extraordinaria en las respectivas fórmulas. Sin embargo, el principal mérito de los farmacéuticos árabes consistió en el adelanto que supieron imprimir a las operaciones de laboratorio, cuyo inmediato resultado fue la Alquimia, madre de la moderna Química. Resurgió con ellos el arte de la destilación, olvidado desde remotos tiempos, pues lo habían empleado los antiguos egipcios y los propios griegos. El resultado inmediato de este nuevo procedimiento fue la preparación del alcohol y de las aguas destiladas, particularmente de rosas, a la que concedían gran importancia terapéutica.

En la primera mitad del siglo XIV, Simón de Genes y Mattaeus Sylvaticus facilitaron en gran medida la tarea de los herboristas que les sucedieron, al revisar y relacionar nombres botánicos árabes y griegos con los latinos. Fue en esta época cuando se produjeron acontecimientos trascendentales que venían a complementar la ampliación de conocimientos en el campo de la ciencia botánica, tales como la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en 1450, que dio un salto de gigante a los medios para la difusión del conocimiento; y el descubrimiento de América en 1492. Gracias a ello, multitud de herbarios fueron impresos, facilitando la importación a Europa de numerosas drogas nuevas.

Mucho antes, la necesidad de contar con una obra que tratara sobre la cura y empleo de remedios vegetales, se dejaba sentir en los medios populares. En 1484 hizo su aparición el herbario de Maguncia (Herbarius maguntinae impressus), que a pesar de ser una obra de autor desconocido tuvo un éxito notable. Describe las drogas que se vendían en las boticas con ilustraciones de modelos reales. Se publicó repetidamente en Alemania, Holanda, Venecia, Vicenza y Padua. Otra obra aún más importante, el Hortus sanitatis (jardín de la salud) nació a raíz del gran éxito del herbario de Maguncia.

Culturas antiguas

Desde tiempos remotos las culturas establecidas sabían la importancia que tenía el conocer profundamente las propiedades alimenticias, curativas y tóxicas de las plantas y animales que los rodeaban. Los ideogramas sumerios, datados aproximadamente 2500 años a.C., mencionan ya varias “medicinas” de origen vegetal. Los formularios terapéuticos mesopotámicos son conocidos en la actualidad gracias a las tablillas en escritura cuneiforme con listas de drogas cuidadosamente redactadas en tiempos de los sumerios.

Estos formularios reunían aproximadamente unas 250 plantas, 120 substancias minerales y 180 remedios de origen animal (algunos de ellos todavía sin identificar) que poseían propiedades medicinales.

La medicina babilónica empleaba sustancias principalmente de origen vegetal. Muestra de ello son los jardines construidos en el reinado de Mardukapalidine II (772-710 A.C.) donde se cultivaban alrededor de 64 especies de plantas con propiedades medicinales, entre las que destacan algunas que siguen siendo útiles hasta nuestros días como el beleño, el eléboro, la mandrágora, el cáñamo y la adormidera, entre otras.

La cultura china tuvo un gran auge en el estudio de las plantas, animales y minerales con fines terapéuticos. Esos conocimientos fueron plasmados en compendios de los cuales el más importante es el llamado Pen tsao kang-mou escrito en el año 2697 A.C. durante el reinado del emperador Shen Nung. En él se describen aproximadamente 8160 formulaciones medicinales, algunas de ellas son estudiadas en nuestros días mientras que otras no pudieron evadir el matiz mágico y carecen de un sustento científico. Su medicina tradicional era muy variada, lo que se puede apreciar hasta nuestros días. El uso de las hierbas y del té medicinal chino sigue vigente.

La medicina hindú se basó principalmente en el uso de las plantas. Los hindúes tenían un gran progreso en cuanto a cirugía se refiere, por ello muchas de las plantas que utilizaron poseían propiedades anestésicas o narcóticas, como la marihuana (Cannabis sativa). Además, desarrollaron antídotos contra la mordedura de serpientes venenosas y fueron de los primeros en utilizar presentaciones farmacéuticas como ungüentos, infusiones, maceraciones y electuarios (medicamentos con la consistencia de la miel).

Se sabe que las plantas tropicales son las que poseen una mayor cantidad de principios activos. En la cultura hindú se introdujeron muchas plantas de este tipo enfocándose a la prolongación de la vida. Una característica importante es que los hindúes manejaban un sistema de recolección que aunque poseía un carácter mayormente ceremonial, también tenía datos que se justifican científicamente; por ejemplo, algunas plantas debían recolectarse frescas por la mañana o por la noche, esto se explica debido a que hay plantas que poseen una mayor concentración de principios activos a determinadas horas del día.


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Asimismo, las colectas no debían realizarse en lugares cercanos a un cementerio o a aguas contaminadas, debido a que podrían originar otras enfermedades por la proliferación de bacterias u otros microorganismos patógenos que no se eliminaban al ser preparadas. Los árabes, por su lado, fundaron su propia escuela donde estudiaban botánica y química, surgiendo entonces la alquimia gracias a las técnicas avanzadas de laboratorio que ellos mismos establecieron. Los árabes fueron de los primeros en legislar la profesión farmacéutica, de donde derivaron

En el siglo XVI se aumentó el arsenal de medicamentos, oriundos la mayor parte de los reinos vegetal y animal, con muchas drogas procedentes del reino mineral, entre ellas las derivadas del mercurio, antimonio, arsénico, zinc, cobre, potasa, sosa y hierro, merced a la revolución operada por Paracelso en las ciencias de curar.

Paracelso (Paracelsus, 1493-1541), médico y alquimista holandés cuyo verdadero nombre era Philipp Theophrast von Hohenheim, fue el primero en valorar los nuevos descubrimientos, su personalidad y su obra superaron con mucho los límites de la Edad Media. Estudió en diversas universidades italianas y sirvió como médico militar en Venecia. Viajó luego por Europa y Oriente Medio, instalándose finalmente en Estrasburgo.

El éxito del tratamiento por él administrado a J. Froben, editor y humanista de Basilea amigo de Erasmo, le valió ser nombrado médico municipal y profesor de medicina de dicha ciudad. Tuvo de la medicina una concepción química y biológica muy anticipada; por los remedios que introdujo se le considera un precursor de la farmacología. Describe los efectos de estos remedios en su Paramirum. La medicina de entonces aún seguía bajo la influencia de la teoría de los humores de Hipócrates, de la alquimia, e incluso del charlatanismo.

Paracelso defendió una postura contraria a todo este influjo, redescubriendo la medicina popular con buen sentido. Sus fórmulas médicas eran eficaces por muy sencillas que fueren. Se interesó en dar prioridad a la medicina por medio de plantas, y por los efectos curativos de las aguas minerales.

Precolombina

Desde tiempos antiguos los grupos étnicos han hecho uso de las plantas benéficas para su consumo y uso curativo, en los padecimientos de enfermedades humanas, control de plagas y enfermedades en los cultivos tropicales y control de enfermedades en la ganadería holística en sus respectivas comunidades donde se encuentran establecidos.

El descubrimiento del Continente Americano facilitó el enriquecimiento de los conocimientos médicos que los colonizadores poseían. Lo anterior permitió el estudio y la explotación de la herbolaria medicinal de los pueblos indígenas por parte de los europeos quienes buscaban primordialmente productos naturales, que hasta fechas anteriores al descubrimiento de América, las obtenían de oriente. Entre esos productos se encontraban las especias y otros productos naturales utilizados en la cocina europea, pero que también eran ampliamente utilizados en la práctica médica. Así, los conocimientos propios de los europeos fueron enormemente reforzados por los chamanes indígenas que les trasmitieron vastos conocimientos respecto al empleo terapéutico de las plantas, animales y minerales del Continente Americano, los cuales eran ya preparados en forma de infusiones, cocimientos, emplastos, ungüentos y aceites, que favorecían la, así un ejemplo de esto es cuando Hernán Cortes llego a América y mando a traer médicos, tiempo después mando una carta diciendo que ya no mandaran a nadie puesto que los médicos que tenían los indígenas eran mejores que los que ellos tenían, pero estos fueron desplazados poco a poco por los médicos europeos ya que los tachaban de brujos y que utilizaban cosas que no eran de dio

Siglo XV Y XVI.

Existe no sólo confusión sobre los significados y prácticas de la herbolaria y la medicina tradicional, sino acentuados estereotipos y prejuicios en seno de la sociedad mexicana, elaborados a través de los siglos de colonización y más recientemente, por la imposición de un modelo hegemónico de explicación de los procesos de salud-enfermedad. Por una parte, la colonización española pretendió imponer un sistema de gobierno teocrático-militar “eliminando” las expresiones religiosas y culturales locales, entre otras, las prácticas y ciencias de curación indígenas, acusando a sus practicantes de “hechiceros”. Este estigma prevalece hasta la fecha, siendo común que se asocie el concepto de medicina tradicional con la noción popular de “brujo”. Por otro lado, el predominio actual del modelo científico positivista ha promovido una explicación mecánica del mundo, del ser humano y de los fenómenos naturales como “único método” de explicación, descartando y desaprobando los sistemas de explicación basados en otros paradigmas culturales. Cuando este modelo científico se impuso como modelo único de atención de salud, se propuso “eliminar la competencia” o molesta presencia de los curanderos, dejando fuera del marco legal las modalidades de curación “no basadas en el modelo científico”.

Edad moderna

Debido al auge que han tenido otras ciencias y al avance tecnológico, en la actualidad la farmacognosia posee un alto grado de perfeccionamiento en sus métodos de extracción de principios activos a partir de fuentes naturales, así como en la biosíntesis de sustancias con aplicación terapéutica e industrial. Además, la obtención de plantas transformadas genéticamente y el cultivo in vitro de tejidos vegetales ha permitido identificar y conseguir principios activos con un gran potencial comercial, que de manera natural sería difícil obtener.

Los estudios de farmacognosia sobre la biosíntesis y la estructura molecular de las drogas naturales permiten sintetizar compuestos análogos con una mayor actividad biológica y potencia terapéutica. Por ejemplo, diversos anestésicos locales como la procaína, la benzocaína y la lidocaína, se sintetizaron tomando como modelo estructural a la cocaína, un alcaloide natural contenido en las hojas de Erythroxylon coca.

El desarrollo de la profesión médico homeopática en México durante el siglo XX, puede caracterizarse como un periodo lleno de constantes luchas a fin de lograr su institucionalización, tanto en la formación de profesionistas como en el ejercicio profesional, mismos que han estado envueltos en una serie de debates tales como: la “medicina homeopática” versus “la medicina alopática”; medicina científica o medicina empírica; la homeopatía como ciencia médica verdadera; la homeopatía como modelo terapéutico; y la homeopatía como especialidad médica, entre otras situaciones profundamente polémicas, que no le han permitido adquirir a nuestra profesión una identidad debidamente consolidada.

En este sentido, el siglo XXI no escapa a seguir debatiendo en torno a la homeopatía, sobre todo ahora que se ha incrustado a nuestra profesión a la par de otras opciones terapéuticas, llamadas medicinas alternativas y/o complementarias, situación que desde nuestra perspectiva están muy alejadas de la profesión médico homeopática y que si bien en algunas ocasiones son ejercidas por profesionales de la salud, no pueden ser definidas dentro del contexto de una profesión médica formal.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (2002), la medicina tradicional (MT) comprende diversas prácticas, enfoques, conocimientos y creencias sanitarias que incorporan medicamentos procedentes de plantas, animales y/o fuentes minerales, terapias espirituales, técnicas manuales y ejercicios, aplicados en singular o en combinación para mantener el bienestar, además de tratar, diagnosticar y prevenir las enfermedades. En algunos países desarrollados, el término “medicina complementaria y alternativa” (MCTA) se utiliza en donde el sistema de salud sanitario dominante se basa en la medicina alopática, o donde la MT no se ha incorporado al sistema nacional sanitario. A los practicantes de la medicina tradicional se les conoce generalmente como sanadores, curanderos, herbolarios tradicionales, etc., y como proveedores de medicina tradicional incluyen tanto practicantes de medicina tradicional como profesionales de la medicina alopática, tales como médicos, dentistas y enfermeras que ofrecen terapias de MT/MCA a sus pacientes

De acuerdo a la Dirección General de Planeación y Desarrollo en Salud (2003) de la Secretaría de Salud, la medicina tradicional mexicana es definida como un conjunto de sistemas médicos que se ha nutrido, cambiado y perdurado con las vacilaciones y las contingencias de todo saber médico. Tiene sus raíces en los conocimientos profundos sobre la salud y la enfermedad que los distintos grupos indígenas y mestizos de nuestro país han acumulado a través del tiempo. Se fundamenta en una "cosmovisión" de origen indígena, que a lo largo de la historia ha funcionado como “cultura madre”, incorporando y ordenando elementos de otras culturas a su propio sistema. Utiliza un conjunto de procedimientos terapéuticos que incluyen la herbolaria, el uso de productos animales y minerales; diferentes tipos de masajes, punciones y aplicación de calor y humedad; además de la utilización de limpias en salmos y entre otros

Una gran cantidad de fármacos de la medicina de patente tiene su principio activo en alguna sustancia extraída de las plantas por procesos químicos, pero para llegar a esto, los grandes laboratorios primero investigan las propiedades curativas de las plantas que los contienen. Dichas investigaciones se basan en el conocimiento ancestral de la medicina tradicional. A últimas fechas, la Secretaría de Salud ha alertado la población sobre los posibles peligros de auto medicarse con plantas.

DEFINICIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN

Es uno de los métodos medicinales a los cuales acude la población de bajos recursos sin embargo la gente de cualquier estrato social acude a dicho tratamiento y terapia herbolaria cuando se encuentran en situaciones desesperadas dejando a un lado la medicina científica y sin duda es parte de los usos y costumbres de la sociedad desde la antigüedad.


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Objetivo general

Conocer el diferente uso que se les da a las plantas en la medicina como tratamiento

Objetivo específico

Tratamiento
Modo de uso
Tiempo de aplicación
Parte de la planta que se emplea
Dosis
Complicación

DISEÑO del estudio

Tipo de estudio: Cualitativo

Población:

• Hierberos
• Sociedad en general
• Personas preparadas a nivel licenciatura (herbolaria, etbotanica , farmacognocia)

Tamaño de la muestra: 30

Criterios de inclusión:

• Hierberos
• Sociedad en general (mayores de 30 años )
• Personas preparadas a nivel licenciatura (herbolaria, etbotanica, etc.)

Criterios de exclusión

• Personas menores de 30 años
• Personas que deje incompleta la encuesta o no cooperen
• Hechiceros y brujos

Criterios de Eliminación: Médicos

Instrumentos de medición y evaluación:

• Entrevistas

Variables primarias: Uso de plantas medicinales como tratamiento
Variables secundarias: Resultado al tratamiento con plantas medicinales

RESULTADOS

La mayoría de los estratos sociales, toman la herbolaria como primera elección, sin influir la religión, y mucho menos oficio o profesión, ya que también acuden trabajadores de la rama de medicina para dicha terapia. Menos de la mitad acuden al médico como primera elección.

Los que más acuden a terapia son los adultos jóvenes, y con mayor frecuencia son mujeres

CONCLUSIONES

En la actualidad no tan solo adultos mayores, si no cada vez más jóvenes están volviendo a acudir a tratamientos alternativos. Tomándolo como primera opción, dejando a un lado los medicamentos farmacológicos .Así también han referido no tomar medicamentos farmacológicos por los efectos colaterales que le pueden causar (“siempre que tomo medicamentos me causan alergias u otros malestares”). Una de sus ventajas es la fácil accesibilidad de esto y el bajo costo que le puede generar. Siendo esto algo que ha pasado de generaciones en generaciones en muchas familias, llegan a tener mayor impacto la influencia familiar o entre el círculo social que la opinión del médico que en estos tiempos ya se ve muy deteriorada.

En su mayoría la religión no es algo que influya en este tipo de tratamientos, mas sin embargo los testigos de Jehová se niegan a este tipo de tratamientos, así como a muchas otras cosas de la medicina en general También pudimos observar que personas con licenciaturas en la rama de ciencias de la salud están optando por implementar sus estudios con herbolaria poniendo en conjunto sus conocimientos previos de medicina con el estudio de la herbolaria para un mejor resultado al tratamiento. Lo que vimos como punto muy importante ya que esto data desde nuestros antepasados y se ha ido perdiendo con el paso de los años y el avance de la medicina haciendo a un lado todos los recursos que nos brinda la naturaleza y que nosotros mismos estamos acabando con ellos así como extinguiendo especies de plantas por la poca importancia que les damos a estas.

Y una vez más esta terapia milenaria ha vuelto a resurgir.


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