Actitud de las familias hacia el proceso de participacion comunitaria en los Comites de Salud
Autor: Prof. Irma Josefina Garrido Romero | Publicado:  11/04/2012 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Actitud de las familias hacia el proceso de participacion comunitaria en los Comites de Salud .8

Aspectos de mayor importancia en una actitud.

Este componente se refiere a los sentimientos de agrado o desagrado que evolucionan en el individuo hacia un objeto social específico. Siendo el más relevante para la actitud, por ser el que no se resiste al cambio.

Conducta: Corresponde a las tendencias disposiciones e intenciones hacía el objeto, así como las acciones dirigidas hacia él, se puede decir que son todas las intenciones que se establecen en la conducta, empujadas por el componente cognitivo y componente afectivo. Esto se refiere a las acciones positivas como a las negativas.

Incluye el acto o la conducta que probablemente exhibirá un individuo en presencia de ciertos estímulos. Permite anticipar la conducta que mostrara un individuo al enfrentarse al objeto de la actitud.

Al hablar del componente comportamental o conductual se está mencionando al más susceptible de los tres (3) más su importancia radica en la capacidad de predecir o modificar comportamientos en el estudio de actitudes sociales.

En este mismo orden ideas Mújica (1994) afirma que las actitudes se han investigado en relación a cuatro componentes; cognoscitivo, afectivo, conductual y ambiental. Plantea de una manera resumida que el componente cognoscitivo está conformado por las creencias ideas y conocimientos del individuo sobre un objeto y que éste se forma generalmente cuando el individuo categoriza los hechos del diario vivir. El segundo componente según lo propuesto por Krench y Crolhfield (citados en Mújica, 1994), comprende la simpatía o antipatía del individuo hacia el objeto. Este se caracteriza por la presencia de emociones y sentimientos que llevan inmersas un estado de excitación y se revierte positiva o negativamente. El conductual, incluye la disposición del sujeto a responder o actuar de una manera ante un objeto para que su conducta sea de adaptación o en caso contrario; si su tendencia es a rechazarlo, su conducta será de evasión (Lauds Heere, citado por Mújica, 1994).

En lo relativo a este punto Robbins (1994), menciona que al analizar los cuatro componentes de la actitud: (el conocimiento, el afecto y la conducta) sostiene que hay que tener en cuenta que una opinión sobre un objeto o situación viene a ser también un juicio de valor, a su vez, esa opinión representa el componente cognoscitivo de una actitud.

Así, sienta las bases para la parte más crítica de una actitud su componente afectivo. El componente afectivo seria la parte emotiva o sentimental de una actitud y se refleja en las declaraciones positivas o negativas que el individuo hace de un objeto. Por último, el afecto puede desembocar en resultados conductuales, puesto que este componente viene a ser la intención de actuar de una forma dada ante algo o alguien.

Al igual Alcántara (1988), define dos más que juzga son las principales, para llegar a la formación de actitudes: (a) la motivación; ya que las actitudes crecen, se arraigan y se consolidan en proporción directa a la intensidad de nuestro afán e interés, es entonces necesario suscitar la fuerza motivadora partiendo de las necesidades reales del educando; (b) la imitación; ya que las actitudes se generan por los actos de el sujeto, quien necesita de una larga secuencia de actuaciones para que arraiguen sus hábitos y su conducta.

En la actualidad, algunos estudiosos han señalado sus teorías acerca del aprendizaje de las actitudes. Soriano y Gumilla (1998), analizaron la importancia que tienen las palabras en la formación de las actitudes a través de los sentimientos y emociones. Estos autores aseguran que las palabras tienen un contenido afectivo, pudiéndose con las mismas construir maneras de pensar. Además, explican que con las palabras se pueden producir en el cerebro una descarga de energía la cual incide sobre los sentimientos y emociones que movilizan al individuo para la acción.

Por lo antes expuesto, puede decirse que las actitudes tienen su origen en la relación o la interacción que el individuo tenga con su entorno social. Estas se forman desde los primeros años y son las que ayudan al individuo a valorarse a si mismo y a los demás y que pueden ser cambiadas y modificadas, este es el componente ambiental de la actitud.

Cabe destacar, que el ser humano, para entrar en acción, necesita estar motivado de manera que logre satisfacer ese motivo deseado, porque una de las características de la actitud es el hecho de que, en el transcurrir de la vida, el individuo esté siempre deseando algo, aunque el motivo muchas veces no es observado directamente.

Al respecto Ausubel (1986), explica que existe una estrecha relación entre las actitudes del aprendiz o el individuo y la motivación que el mismo tenga para aprender. Explica esta relación al señalar que tanto las variables motivacionales como actitudinales pueden impulsar el proceso de aprendizaje, ya que estas variables mejoran el esfuerzo, la atención y la disposición del aprendiz. Incluso, señala el hecho de que los individuos poseen una fuerte necesidad de logro muestran una mayor persistencia en el proceso de aprendizaje, aprenden con mayor eficacia y al resolver problemas tienden a llegar a soluciones más rápidamente que los individuos con una escasa necesidad de logro, lo cual representa una ilustración de la afirmación.

En este sentido, la participación en asuntos de la salud, en este caso específico, la integración de las personas en los comités de salud, supone como una conducta individual hacia actos concretos de estilos de vida que conllevan a conocer las actitudes sociales identificando grupos más o menos favorables que la determinan. Las actitudes de participación se observa en mayor cuantía en los ciudadanos que tienen conductas participativas de afiliación, esto indica una correlación lógica entre actitud y conducta.

Las actitudes manifestadas por los ciudadanos frente a la integración y participación en las políticas de salud, como agentes de cambios siempre han de ser aprendidos y gestados en el seno sociocultural donde se desenvuelven, de allí las limitaciones para asumir nuevas actitudes pese a la alta motivación implícitas en las conductas observables, complementarias de su actitud.

Comité de Salud.  

Entre las nuevas políticas de salud del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, como ya se ha mencionado anteriormente el primer nivel de atención dentro de la estructura organizativa lo constituyen los consultorios populares, y por cada uno de estos está establecido un centro de encuentro comunitario “casa de la vida y salud” donde funcionan los comités de salud.

En este contexto de ideas, los comité de salud son de base comunitaria y facilitan la participación de la población en la planificación, ejecución, y evaluación de las actividades de salud y calidad de vida, en donde la integración de los miembros de la comunidad es la clave de la misión para la cual fueron concebidos, visionando ser una organización comunitaria líder y transformadora de la realidad, entre otras. De manera muy sucinta se puede mencionar algunos rasgos importantes de los objetivos propios de esta organización como lo son: el “Gestionar y movilizar recursos, establecer mecanismos de negociación, planificación y coordinación, y por ultimo establecer y consolidar espacios institucionales comunitarios para el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos”. (p. 8)

Un comité de salud según el Comité de Atención Primaria (2004), es una organización de base comunitaria que facilita la participación de la población en la planificación, ejecución y evaluación de las actividades de salud y calidad de vida. Puede ser promovido desde los Consultorios y Clínicas Populares, los Hospitales del Pueblo y por propia iniciativa de los vecinos, en función del desarrollo integral de las personas en el ámbito ciudadano y colectivo.

Tiene como misión: Integrar a los miembros de las comunidades en torno al desarrollo de estrategias de Promoción de salud y calidad de vida en la búsqueda de alternativas que den respuestas a las necesidades sociales más urgentes en los territorios y en interacción con los gobiernos municipales y regionales.

Asimismo su visión es: Ser una organización comunitaria líder y transformadora de nuestra realidad, que brinde espacios de concertación, comunicación, fortalecimiento del sentido de pertenencia en los grupos de base, que nos generen una cultura de convivencia, participación, Justicia social y equidad que se articulen a procesos municipales, regionales , en función de un desarrollo humano sustentable.

Entre sus objetivos se destacan los siguientes:

1. Gestionar y movilizar recursos que los vinculen al Plan de Desarrollo Local a nivel de municipios y parroquias en respuestas a las necesidades sociales prioritarias.
2. Establecer mecanismos de negociación, planificación y coordinación para articularse a los distintos servicios, programas y redes sociales, en procura de una mejor salud y calidad de vida.
3. Establecer y consolidar espacios institucionales y comunitarios para el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos, con una visión de desarrollo humano integral.


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