Crenoterapia. Caracteristicas de las aguas mineromedicinales y sus usos terapeuticos
Autor: Enrique Ramón Arbués | Publicado:  18/04/2012 | Otras Especialidades , Medicina Interna , Medicina Preventiva y Salud Publica , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Crenoterapia. Caracteristicas de las aguas mineromedicinales y sus usos terapeuticos .1

Crenoterapia. Características de las aguas mineromedicinales y sus usos terapéuticos.

Enrique Ramón Arbués. Enfermero especialista en Obstetricia y Ginecología (Matrona). Profesor titular en el Grado de Enfermería de la Universidad San Jorge de Zaragoza.

Blanca Martínez Abadía. Enfermera. Profesora titular en el Grado de Enfermería de la Universidad San Jorge de Zaragoza.

Raúl Juárez Vela. Enfermero. Profesor titular en el Grado de Enfermería de la Universidad San Jorge de Zaragoza.

RESUMEN

Desde la antigüedad, las aguas mineromedicinales se han usado para el cuidado de la salud de las personas. Ya en la actualidad, el conocimiento científico actual demuestra que éstas pueden provocar significativos cambios en los procesos fisiológicos del cuerpo humano. De esta manera, el reto del profesional sanitario es aplicar adecuadamente cada uno de los tipos de aguas mineromedicinales a la individualidad de cada paciente. Por este motivo, el objetivo de este texto es mostrar de manera somera las características e indicaciones más destacadas de los distintos tipos de aguas medicinales.

PALABRAS CLAVE. Agua, Terapia, Características del Agua, Salud.

ABSTRACT

Since ancient times, mineral waters have been used for health care of people. Today, the current scientific knowledge shows that they can cause significant changes in physiological processes in the human body. Thus, the challenge of health care professional is properly apply each of the types of mineral water to the individuality of the patient. For this reason, the objective of this paper is to show how shallow the most outstanding characteristics and specifications of different types of medicinal waters.

KEYWORDS. Water, Therapy, Water Characteristics, Health.


La crenoterapia hace referencia a la aplicación terapéutica, sobre el organismo sano o enfermo, de las aguas mineromedicinales. Entendiendo por éstas a aquellas aguas de origen natural utilizadas en terapéutica y con propiedades conocidas y probadas (1)(2).

Esta aplicación ha sido utilizada desde tiempos inmemoriales. De hecho, muchos de los procedimientos balneoterápicos básicos que se utilizan hoy fueron puestos en práctica por Hipócrates (baños de vapor, bolsas de agua caliente, aplicaciones de barro o fango,…). En todo caso, fue en la época romana donde se produjo el máximo esplendor del agua como agente terapéutico, apareciendo las termas públicas. Más recientemente (a partir de la II Guerra Mundial) el uso de las aguas mineromedicinales se vio debilitado debido a los avances de la medicina. Esta tendencia se está invirtiendo en el último cuarto de siglo, en el que vuelve a resurgir, asociado al auge de la medicina natural y no agresiva (3).

El correcto uso de las aguas mineromedicinales se encuentra condicionado por la naturaleza del proceso a tratar y por las propiedades físico-químicas del agua a utilizar y la forma de administrarla. De esta forma deben valorarse no sólo las propiedades físicas (cohesión, viscosidad, temperatura) sino también las químicas (composición). Es en esta característica donde la crenoterapia se desmarca de la hidroterapia, cuyos efectos terapéuticos derivan de las propiedades físicas del agua.

En cuanto a las formas de administrar las aguas minero-medicinales, tres destacan por encima del resto (1)(4). A saber:

La vía oral, también llamada cura hidropónica. Consiste en la ingestión de agua mineromedicinal, en unas cantidades y dosificación determinadas en función de la patología del paciente y del tipo de agua que se administre. La dosificación de la cura hidropínica suele repartirse a lo largo del día y la cantidad que se debe ingerir depende del tipo de agua. Este método se aplica fundamentalmente en enfermedades digestivas, renales y del aparato circulatorio.

La vía tópica o balneación. Es la forma más utilizada y consiste en la aplicación tópica del agua. Incluye todas las técnicas en las que el agua se aplica sobre la superficie del cuerpo. Se puede aplicar en forma de baños, duchas o chorros que combinan las propiedades terapéuticas del agua con un efecto de masaje. De esta forma, las aguas mineromedicinales actúan sobre el revestimiento cutáneo y pueden ser absorbidas por la piel. Está demostrado que, tras una aplicación tópica, la absorción cutánea de elementos mineromedicinales es directamente proporcional a su concentración en el agua. Con esta forma de administración el agua actúa principalmente a nivel del revestimiento cutáneo, por lo que su indicación más habitual son las enfermedades dermatológicas.

La administración inhalatoria del agua mineromedicinal consiste en una aplicación tópica específica sobre el aparato respiratorio. Estas aplicaciones se realizan a través de nebulizaciones, aerosoles o duchas nasales, estando esta vía especialmente indicada para los procesos respiratorios.

Existen diversas clasificaciones de las aguas mineromedicinales, en función de su origen superficial o profundo, de su temperatura, de su origen geológico, etc. Sin embargo, por su aplicación práctica en el terreno de la salud, la más útil es aquella que las discrimina en función de su composición química. A continuación se enumeran los distintos tipos de agua y sus indicaciones clínicas más destacables:

Aguas clorurosódicas (6)(7)(9)(10)(11).

Son aguas en las que predominan el cloruro y el sodio. Estas aguas son transparentes, inodoras y siempre con un sabor salado, en relación directamente proporcional a su grado de mineralización.

Aunque para su aplicación también deben ser considerados otros factores como el grado de mineralización (débil, fuerte) o la temperatura, las indicaciones más habituales de este tipo de agua son:

• Reumatismos crónicos que no se encuentren en fase de agudización.
• Enfermedades de vías respiratorias en fase de cronificación.
• Afecciones inflamatorias ginecológicas.
• Enfermedades del aparato digestivo que cursen con disminución de motilidad o secreción.
• Estado de agotamiento físico y mental debido a su efecto estimulante general.

Por el contrario, este tipo de agua no debe ser administrado por vía oral en pacientes con gastritis hipersecretora, patología ulcerosa del aparato digestivo, enteritis o colitis, ni en otros procesos que contraindiquen el aporte de sodio.

Aguas Bicarbonatadas (3)(6)(8)(12).

Son aguas donde predomina el ión bicarbonato, pero por su contenido en otros iones se subdividen en: bicarbonatadas sódicas, cálcicas y mixtas.
Las indicaciones más habituales para este tipo de aguas son:

• Enfermedades del aparato digestivo que cursen con cuadros de acidez y atonía gastrointestinal.
• Alteraciones hepáticas.
• Trastornos metabólicos como la gota, diabetes y obesidad.
• Afecciones urinarias como litiasis úrica.
• Afecciones reumáticas, neurálgicas o dermopatías.

En general son aguas bien toleradas, pero las de alta mineralización no deberían administrarse a personas con hipertensión arterial (HTA) grave o insuficiencia renal.

Aguas Sulfatadas (2)(5).

En ellas predomina el ión sulfato, y de igual forma, según el ión que le acompañe, dará lugar a los diversos tipos de aguas sulfatadas: aguas sulfatadas sódicas y magnésicas, sulfatadas cálcicas y aguas sulfatadas mixtas (cloruradas o bicarbonatadas).


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