Revista Electronica de PortalesMedicos.com - https://www.portalesmedicos.com/publicaciones
¿Dar correctamente malas noticias es un factor protector en la aparicion de un duelo patologico?
https://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/4565/1/Dar-correctamente-malas-noticias-es-un-factor-protector-en-la-aparicion-de-un-duelo-patologico.html
Autor: María José Aguilera Moreno
Publicado: 27/08/2012
 


Hace poco más de 100 años el proceso de ir muriéndose era corto y usualmente ocurría en casa después de una corta enfermedad, con el cuidado dado por la familia y los amigos. Hoy en día, en la era del protocolo y la tecnología no hay tal rapidez ni comodidad. La sociedad ha cambiado con los años y con ella el proceso de morir. Uno de los aspectos que más ha influido en el concepto que la sociedad actual tiene de la muerte es el lugar donde la gente muere. Hoy en día la muerte ha pasado de ser un proceso trágico pero entrañable a ser algo anónimo, solitario e impersonal. Inevitablemente, el duelo como tal, y la atención a las personas afligidas, también ha sufrido notables cambios a lo largo de la historia.


Dar correctamente malas noticias - factor protector en la aparicion de un duelo patologico .1

¿Dar correctamente malas noticias es un factor protector en la aparición de un duelo patológico?

Mª José Aguilera Moreno. DUE. Máster Universitario en Counseling e Intervención en Urgencias, Emergencias y Catástrofes

1. INTRODUCCIÓN:

Hace poco más de 100 años el proceso de ir muriéndose era corto y usualmente ocurría en casa después de una corta enfermedad, con el cuidado dado por la familia y los amigos. Hoy en día, en la era del protocolo y la tecnología no hay tal rapidez ni comodidad. La sociedad ha cambiado con los años y con ella el proceso de morir. Uno de los aspectos que más ha influido en el concepto que la sociedad actual tiene de la muerte es el lugar donde la gente muere. Hoy en día la muerte ha pasado de ser un proceso trágico pero entrañable a ser algo anónimo, solitario e impersonal. Inevitablemente, el duelo como tal, y la atención a las personas afligidas, también ha sufrido notables cambios a lo largo de la historia

En la sociedad actual, muchas manifestaciones de luto han perdido parcial o totalmente su significado. Aparecen cambios en dichas costumbres y manifestaciones nuevas, sobre las que conviene estar al tanto, dado que cumplen una función adaptativa, aunque evidentemente también hay rasgos que destacan especialmente por su gran relación con el duelo en la antigüedad. Todas las características que rodean al proceso del duelo han sido modificadas a lo largo de los siglos pero la esencia permanece, y en determinadas ocasiones deberíamos echar la vista hacia atrás y pensar, de la historia se aprende, y quien no cuida de ella no cuida de su futuro.

DUELO

El duelo es un acontecimiento vital estresante de primera magnitud, que tarde o temprano hemos de afrontar casi todos los seres humanos. En las escalas de Reajuste Social de Holmes & Rahe (1967) y de Dohrenwend, Krasnoff, Asdenasy, Y Dohrenwend (1994), la muerte del hijo/a y del cónyuge, son consideradas las situaciones más estresantes por las que pueden pasar persona. Supone un proceso más o menos largo y doloso de adaptación a la nueva situación.

El duelo son los sentimientos y emociones que se experimentan cuando unas relaciones consideradas importantes se interrumpen o terminan, (muerte, divorcio, traslado, robo, destrucción, etc.). Forma parte de una reacción adaptativa normal ante una pérdida de algo querido, teniendo significados y afrontamiento diferentes en cada individuo, por tanto el dolor, su intensidad y su duración, varían según la personalidad de cada uno, pero se pueden distinguir modelos generales que revelan la universalidad de tal experiencia.

La pérdida de una relación íntima a causa de la muerte da lugar a un conjunto de reacciones entremezcladas, que incluye: llorar, desorientación conducta y anhelo por la figura de apego perdida (Bowlby, 1993), acompañadas de síntomas fisiológicos como falta de respiración, taquicardia, sequedad de boca, sudoración, polaquiuria, trastornos digestivos y sensación de asfixia (Rando, 1986), a los que se unen en un 40% de los dolientes ataques de pánico o ansiedad durante el primer año de la pérdida (Jacobs, 1993).

FASES EN LA ELABORACIÓN DEL DUELO

Desde Lindeman (1944) que distinguía cuatro fase, hasta el momento actual, han sido múltiples los modelos planteados para un entendimiento de la pérdida y el duelo y consecuentemente las intervenciones llevadas a cabo, pero en general en el duelo se distinguen cinco fases:

Fase 1. Shock o aflicción aguda

Características: Incredulidad, confusión, inquietud, sentimientos de irrealidad, regresión e impotencia
Síntomas físicos: Sequedad de boca y mucosas, debilidad muscular, llanto, temblor incontrolable, perplejidad, trastornos del sueño, pérdida del apetito.
Aspectos psicológicos: Fenómeno egocéntrico, preocupaciones con pensamientos del muerto, distanciamiento psicológico.

Fase 2. Conciencia de la Pérdida

Características: Ansiedad de separación, conflictos, expectativas emocionales impulsivas, estés prolongado
Síntomas físicos: Añoranza, llano, cólera, culpa, frustración, vergüenza, tratarnos del sueño, temor a la muerte
Aspectos psicológicos: Irritabilidad, comportamiento de búsqueda, incredulidad y negación, sintiendo la presencia, ensoñación.

Fase 3. Conservación/ aislamiento

Características: Aislamiento, desesperación, apoyo social disminuido, desamparo, impotencia
Síntomas físicos: Debilidad, fatiga, necesidad de sueño, depresión del sistema inmune
Aspectos psicológicos: Patrón de hibernación mantenida, repaso obsesivo, trabajo de duelo, punto de retorno

Fase 4. Cicatrización

Características: Punto de retorno, asumir el control, reestructurar la identidad, abandono de roles
Síntomas físicos: Curación física, incremento de la energía, restauración del patrón de sueño y de sistema inmune.
Aspectos psicológicos: Perdonado, olvidado, búsqueda de significado, cerrando el círculo, esperanza.

Fase 5. Superación

Características: Nuevo sentido de autocompasión, acepta responsabilidades, “aprende a vivir sin”
Síntomas físicos: Revitalización, estabilidad funcional suministro del as propias necesidades físicas.
Aspectos psicológicos: Viviendo para sí mismo, reacciones de aniversario, soledad, “alargando la mano”, tiempo para el procesamiento del duelo.

Estas fases no son uniformes, el duelo presenta altibajos de ánimo intercalados, aunque en general como se muestra en el siguiente grafico, sigue un esquema en valle, alcanzando un clímax de tristeza, tras lo que sigue la recuperación. 

dar_malas_noticias/fases_proceso_duelo

Pero este proceso que lleva del desequilibro psicológico al reajuste, ha sido cuestionado, planteando Worden (1997), que es necesario identificar los factores que explican la diversidad de respuestas al duelo y la capacidad de recuperación.

Exteriorizar las emociones y el dolor es fundamental en la resolución del duelo.
El duelo se relaciona con la aparición de problemas de salud, aumentando el riesgo de ansiedad, depresión, abuso de alcohol y fármacos, así mismo aumenta el riesgo de muerte y suicidio.

Cuando el ser querido puede ser evocado dentro del contexto familiar, sin que produzca dolor, podemos considerar terminado el proceso de duelo. Dos años es la fecha más aceptada, pero hay personas que nunca lo completan, reapareciendo el dolor esporádicamente.

DUELO EN EL ANCIANO

Por su condición de personas mayores, con experiencia, creen -ellos mismos y otros- que se deben defender mejor de la angustia producida y servir de ejemplo para el entorno familiar. No obstante, varias circunstancias pueden hacer que se experimente un profundo fracaso en su rol de abuelos y padres. Las manifestaciones de la aflicción en el adulto mayor no son las mismas que en el adulto más joven. Su pena presenta características especiales:

- La respuesta emocional suele ser menor que en las personas más jóvenes.
- Tendencia a la idealización
- Presencia de mayor irritabilidad
- Aislamiento social más pronunciado
- Energía limitada para invertir el proceso
- El logro de las tareas del duelo toma más tiempo


Dar correctamente malas noticias - factor protector en la aparicion de un duelo patologico .2

DUELO EN LA INFANCIA

En los niños, el duelo es una tarea para toda la vida. El duelo en la infancia es bastante amplio para definirlo en pocas líneas, pero hemos de destacar que a menudo los niños son extraídos del entorno más cercano a la muerte para “ser protegidos” y rápidamente ofrecemos algo para sustituir al “objeto” perdido, para que no presencien tanto dolor y no se angustien mas y esto es precisamente lo que no debemos hacer, ya que les hace prescindir del consuelo tan necesario en esos momentos por parte de los adultos. No debemos olvidar que ellos también sienten la pérdida, y como tales, deben reflejar y expresar su dolor y deben ser consolados. La manera de afrontar el duelo en la infancia depende de la edad del individuo, además de otros muchos factores comunes al duelo en el adulto.

DUELO EN PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

En las personas con discapacidad intelectual el panorama es igual de desafortunado o incluso más y no se reduce a la etapa de la niñez o adolescencia sino que persiste durante la etapa adulta. Nosotros a menudo tomamos decisiones que no nos corresponden, que son suyas. Pero el sufrimiento existe, la percepción de la pérdida existe, aun cuando para el resto nos pasen desapercibidos. Por ello, es importante que las personas con discapacidad intelectual pasen por el proceso de duelo y tengan una visión real de lo que es la vida, para así poder aceptarla mejor. Es bueno acompañarles en este proceso, sin negarles el derecho a sufrir (llorar no es señal de debilidad) ni protegerlos en exceso. Las personas con discapacidad intelectual necesitarán, probablemente, un mayor apoyo para alcanzar estos objetivos En las personas con discapacidad intelectual puede verse demorado el proceso de duelo y la tristeza que conlleva.

DUELO COMPLICADO (PATOLÓGICO)

Considerando la variabilidad individual en cuanto a su expresión y cronología, y otros factores situacionales y sociales, el duelo puede tomar muchas formas; cualquiera que sea la razón, hay muchas veces que los individuos no siguen el curso normal del duelo sino que en su lugar lo hacen de una manera que no parece adaptativa para ese individuo, sin presentar la normal ponderación y disminución de las reacciones, y que interfiere sensiblemente en su funcionamiento personal y social.

Se han identificado varios factores de riesgo que pueden hacer que el proceso de recuperación sea más difícil de lo que sería sin la presencia de estos.

Algunos de estos factores son: edad extrema, igual edad del difunto a la de la otra persona significativa muerta en el pasado, pérdidas múltiples o acumuladas, crisis concurrentes, enfermedad física o psiquiátrica previa o actual, relación demasiado dependiente con el difunto, duelo no resuelto de pérdida previa, pobres o ausentes sistemas de apoyo emocional y social, muerte repentina e imprevista, aquellos que pueden estar disuadidos de expresar su congoja (dolor) o no tienen oportunidad de hacerlo, pérdida social inaceptable (relación homo/heterosexual que era secreta, muerte por asesinato, suicidio, SIDA etc) o que es socialmente negada (aborto, homicidio piadoso etc), negación intelectual/emocional de la pérdida, enfermedad terminal de larga evolución, síntomas depresivos de diverso grado de intensidad desde el inicio del duelo y personalidad pre-mórbida.

El que un hecho en particular genere o no un duelo complicado depende tanto de los recursos internos (p.ej., estrategias de afrontamiento, resiliencia) como de los externos (entorno apropiado y facilitador), y muy especialmente del balance dinámico que se establezca entre ambos tipos de recursos.

Distinguir entre formas mórbidas y normales del duelo es difícil debido a que las respuestas anormales largamente reflejan una mayor intensidad, prolongación o variación del duelo normal.

A. Reacciones retardadas

Son aquellas manifestaciones del duelo agudo que suelen presentarse varias semanas después de la pérdida; si bien la ausencia temporal de emociones puede proporcionar un respiro al agotamiento inicial del shock, cuando estas están indebidamente inhibidas, bloqueadas o suprimidas, o cuando el proceso normal es interrumpido, parcial o ausente, la respuesta normal del duelo puede no ocurrir.

B. Reacciones distorsionadas

Suelen presentarse en individuos que han tenido un duelo previo no resuelto, el cual es precipitado por esta nueva crisis; sin embargo, pueden ser la expresión de cualquiera de las variables moduladoras internas y externas.

C. Reacciones crónicas (duelo no resuelto)

Se caracteriza por síntomas y reacciones de aflicción típicas de las fases tempranas y que continúan sin cambio cuando el duelo falla para resolverse. Como resultado, el individuo permanece en un profundo y doloroso duelo como estilo de vida. Este tipo de reacciones es a menudo vista en mujeres mayores que han sido muy dependientes del que ha muerto o cuya identificación ha sido tal que su personalidad ha sido enterrada con el individuo muerto.

MALAS NOTICIAS

Las “malas noticias” son aquellas que alteran las expectativas de futuro de las personas.
No hay forma fácil de dar las nuevas noticias, y el personal asistencial recibe poca o nula instrucción en relación a cómo manejar tal situación.

Debemos pues comprender que la comunicación es una ciencia que no se debe improvisar y que el profesional debe tener buenos conocimientos sobre la comunicación y todas sus formas de expresión.
Comunicar es hacer partícipe o transmitir a otra persona algo que se tiene: información, sentimientos, pensamientos o ideas.

Buckman (1992) describió la conocida estrategia de las 6 etapas, que deben ser recorridas, en orden, de la primera a la sexta sin pasar de una etapa sin la anterior no está acabada, con el rimo que el paciente indique y quedándonos en la que el paciente desee.

Etapa primera: Preparar la entrevista y el entorno

Se requiere certeza de la información o diagnóstico, repase los detalles de la historia clínica y confirme el diagnóstico revisando todas las pruebas realizadas.

Prepare mentalmente lo que tiene que decir y la manera de decirlo. Preparamos el entorno: lugar, hora del día, momento, apoyos familiares, etc. Pregunte al paciente/ afectado si quiere acompañarse por algún familiar y asegúrese del tipo de parentesco existente entre el enfermo y los familiares presentes. Invítale a sentarse e inicie la entrevista con un saludo.

Etapa segunda ¿Qué sabe?

Comience la entrevista con una pregunta franca tal como ¿qué se le ha dicho de su problema hasta el momento? o bien ¿está usted preocupado por lo que le está pasando? Averiguamos qué sabe a través de preguntas abiertas y con técnicas de apoyo narrativo. Ciertas personas pueden mostrarse silenciosas, abatidas e incapaces de responder a estas preguntas. Intente desbloquear la situación incitando un diálogo que le permita averiguar lo que le angustia. Conviene fijarse en la comunicación no verbal del paciente. Identificar contradicciones entre el lenguaje verbal y no verbal.

Etapa tercera ¿Qué quiere saber?

El objetivo es hacer concordar lo que queremos decirle al paciente con lo que éste quiere saber acerca de su enfermedad. Tenemos que aceptar su silencio, sus evasivas o su negativa a ser informado pero ofreciéndole siempre una nueva posibilidad.

Etapa cuarta. Compartir la información

La información la iremos dando con un lenguaje sencillo y adecuado al nivel intelectual y cultural del paciente, de forma gradual, dando tiempo a que el paciente vaya asimilando la gravedad. Deje pausas entre las frases para permitir fluir las emociones del paciente y familia.

Sea lo más realista posible con el contenido del mensaje. Comprobar el grado de comprensión preguntando a los interlocutores si le han entendido. Si le quedan dudas solicite con tacto que le expliquen con sus propias palabras lo que entendieron. Tras la información debemos, en cada entrevista, hacer un resumen comprobando qué han entendido el paciente y enfatizando las posibilidades terapéuticas y/o curativas si las hay.

Etapa quinta. Responder a los sentimientos del paciente.

Ante una información funesta se puede reaccionar de muy diversas formas: estallido emocional, enfado, incredulidad, abatimiento, etc. Ante una determinada respuesta del afectado/ familiares debemos plantearnos las siguientes cuestiones:


Dar correctamente malas noticias - factor protector en la aparicion de un duelo patologico .3

1. ¿Es socialmente aceptable la reacción del afectado/ familiares?
Frente a una reacción no aceptable debe mantener la calma e instar al afectado o familiar lo más firmemente posible a controlarse debidamente. Si loga mantener la calma, la reacción inicial pierde pronto fuerza y suele autolimitarse.
2. ¿Es la reacción una manera de adaptación para el afectado?
3. ¿Es la reacción modificable? La forma más eficaz de contrarrestar las reacciones de los pacientes es ofreciendo apoyo y solidaridad mediante una respuesta empática.

Las reacciones más frecuentes son ansiedad, miedo, tristeza, agresividad, negación y ambivalencia. Todas las respuestas pueden mezclarse en el tiempo y hemos de respetarlas y estar atentos para poder ayudar adecuadamente.

En esta etapa cuando puede aparecer la soledad más profunda, sobre todo si la información no ha sido clara y compartida por el entorno.

Etapa sexta. Plan de cuidados.

Informamos, recogemos la respuesta emocional y le ofrecemos un plan de cuidados: nos comprometemos a apoyarle, aliviarle los síntomas, compartir sus preocupaciones y miedos.

Es importante explorar síntomas de depresión, dolor, insomnio, etc. ya que, muchas veces, los pacientes no los expresan espontáneamente por miedo a reconocer agravamiento del proceso. No debemos permitir noches de insomnio, ansiedad y sufrimiento físico. En esta fase concretamos el seguimiento, frecuencia de entrevistas, visitas domiciliarias, etc. y sobre todo, aseguramos nuestra disponibilidad, facilitándole acceso telefónico.

Hemos optado por elegir el presente proyecto debido a que los profesionales de la salud nos enfrentamos asiduamente a la dura tarea de comunicar malas noticias, y el hecho de hacerlo correctamente consideramos, es de vital importancia, ya que el duelo de por sí es el proceso vital mas estresante al que pueda enfrentarse una persona a lo largo de su vida. El hecho de que como profesionales seamos capaces de manejar dicha situación de forma correcta y como tales seamos capaces de evitar problemas añadidos, creemos que es algo primordial, a destacar y a estudiar dentro del campo que nos concierne.

2. HIPÓTESIS - OBJETIVOS:

HIPÓTESIS:

• La transmisión de una mala noticia de forma adecuada (tono de voz adecuado, lenguaje verbal correspondiente con el no verbal, empatía con el familiar, entorno adecuado, lenguaje asociado al nivel intelectual y cultural del paciente, escucha activa, permitir que exprese su dolor o responder a sus preguntas, etc.) es un factor protector para la aparición de un duelo patológico.

OBJETIVOS:

Generales:

• Reflejar la relación directa existente entre la falta de habilidad a la hora de comunicar malas noticias y la aparición patológica de un sufrimiento añadido, una forma anómala de afrontamiento ante la muerte.

Específicos:

• Saber reconocer los diferentes factores que otorgan mayor vulnerabilidad.
• Conocer el margen de tiempo estipulado de duración de un duelo normal y cuando este comienza a ser patológico.
• Ser capaces de diferenciar las manifestaciones corrientes del duelo de aquellas que reflejen alguna alteración o trastorno psicológico en el proceso de la pérdida.
• Destacar la importancia de dar apoyo psicológico durante la comunicación de la mala noticia y posteriormente.

3. MÉTODO

Se ha optado por elegir como método de trabajo un diseño no manipulativo u observacional de tipo analítico: estudio de Casos y Controles de carácter retrospectivo.

Este método es el que más se adapta para la consecución de los objetivos de dicho proyecto puesto que mide una relación sin realizar una intervención o manipulación de la exposición. Es decir, al hablar de duelo patológico no es conveniente esperar hasta la pérdida del familiar para darle de forma adecuada la mala noticia y esperar su evolución, sino que es más factible una vez aparecido dicho duelo compararlo con unos controles de duelo normal para analizar ambos de forma retrospectiva.

¿DAR CORRECTAMENTE MALAS NOTICIAS ES UN FACTOR PROTECTOR EN LA APARICIÓN DE UN DUELO PATOLÓGICO?

La población de estudio será aquellas que presenten duelo patológico (casos) relacionándolos con aquellos que presentan un duelo “normal” (controles).

Estos sujetos de estudio se escogerán del ámbito hospitalario público. Para ello se les proporcionará un cuestionario con diferentes ítems (“Encuesta Duelo” Montoya Carrasquilla, J. 2003) con el cual averiguaremos que tipo de duelo padecen dicho sujetos.

La manera de recoger los datos ha de ser la misma en casos y en controles.

Los datos se recogerán mediante un cuestionario que distribuirán los investigadores a todos los familiares de primer grado de pacientes fallecidos que hayan estado hospitalizados, de cuya muerte haya transcurrido 6 meses y otro cuestionario a los 12 meses (período de observación). Esto es debido a que algunos autores consideran como tiempo adaptativo hasta los 6 meses, otros desde un año a un año y medio. Lo cierto es que hay individuos que requieren más tiempo para adaptarse a la pérdida y no es posible aplicar un límite cronológico estricto.

Este seguimiento se realizará en su propio domicilio, puesto que lo consideramos un entorno más cómodo para el familiar afectado.

Como pérdidas del estudio consideramos familiares que fallezcan o enfermen gravemente durante el período de observación, familiares que se nieguen a realizar el seguimiento cuestionario (segundo cuestionario anual), etc.

Se utilizará la expresión correspondiente diseño casos y controles con un nivel de confianza del 95%.

Los criterios de inclusión serán familiares de adultos y adolescentes fallecidos y lo criterios de exclusión (familiares con déficit mental, personas fallecidas de más de 90, abortos, muerte de niños).

Aparece el siguiente factor confusional: no es lo mismo el fallecimiento de una persona con enfermedad crónica que una persona con una muerte violenta (diferencias entre distintos casos).

El efecto sería la parición de duelo patológico y la exposición haber recibido técnicas de apoyo psicológico o counseling o no haberlas recibido durante la comunicación de la noticia y posteriormente.
Para aumentar la precisión del estudio, éste debe tener al menos dos controles por cada caso.

3. 1 AUTORIZACIONES:

Se pedirán las autorizaciones pertinentes al Servicio Andaluz de Salud así como a cada director de los centros hospitalarios que incluya el estudio.

Organigrama de la estructura de Apoyo del Servicio Andaluz de Salud. 

dar_malas_noticias/Servicio_Andaluz_Salud_SAS

3.2 ASPECTOS ÉTICOS

Para respetar la protección de datos de los usuarios se tendrá en cuenta la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, por tanto todos los investigadores cuyo cometido sea el traspaso de la información de los partes asistenciales deberán firmar un escrito para a su compromiso.


Dar correctamente malas noticias - factor protector en la aparicion de un duelo patologico .4

Para respetar el principio básico que es el respeto por el individuo (Artículo 8), su derecho a la autodeterminación y el derecho a tomar decisiones informadas tanto para la impartición de conocimientos, para la evaluación y su posterior incorporación de los datos al estudio se obtendrá el consentimiento informado incluyendo la participación en la investigación, tanto al inicio como durante el curso de la investigación.

Se garantizará la protección y confidencialidad de datos. Se describirá el procedimiento para obtener el consentimiento informado y las medidas para preservar la intimidad.

Para la utilización del cuestionario repartido al os familiares (“Encuesta Duelo”) contaremos con el consentimiento por escrito del autor (Montoya Carrasquilla)

4. DISCUSIÓN POSIBLES PROBLEMAS O ERRORES.

• Que los participantes abandonen el estudio durante su realización (fallecimiento, no colaboración, cambio de domicilio y/o de ciudad, etc.) Proponemos elaborar una lista de reserva con una serie de familiares de primer grado de personas fallecidas, que cumplan los requisitos de inclusión; para ello necesitaríamos 20 personas más (10 para la reserva del grupo casos y 10 para la reserva del grupo control).
• Dificultad a la hora de detectar un duelo patológico acorde al tiempo estipulado como “normal” de afrontamiento, además de otros factores indicativos de duelo patológico (Complicados criterios diagnósticos de un duelo patológico).
• Datos de filiación incorrectos, con la consiguiente dificultad de localización de los familiares.
• Negativa de los familiares de primer grado a colaborar en la realización del estudio, debido a los hechos dolorosos que tienen que rememorar.
• Confrontación de los profesionales y los familiares respecto a lo que se considera dar una mala noticia adecuadamente.

Apéndices: cuestionario, consentimiento informado adaptado, carta autorización centro.

5. RECURSOS Y PRESUPUESTO NECESARIOS

Recursos Humanos:

Tres investigadores que se encarguen de la recogida y análisis de datos, de la coordinación y elaboración del proyecto; Un psicólogo que se encargue de distribuir los cuestionarios a las personas que se encuentren en periodo de duelo tras la pérdida de un familiar u otro ser querido, así como de analizar las respuestas de los cuestionarios de dichas personas.

Recursos Materiales:

Tres ordenadores con el sistema operativo necesario para el tipo de estudio que se realiza, así como los cuestionarios pertinentes para el estudio.

Recursos Económicos:

- Salario investigadores: 1600€/mes
- Salario psicólogo: 1400 €/mes
- Gasto aproximado de recursos materiales: 5000 € anuales

ORGANIZACIÓN Y CALENDARIO DE ACTIVIDADES

- 1ª Etapa: Planificación: Elección del tema, consultas de asesoramiento, búsqueda y revisión bibliográfica, definición de objetivos, y elaboración del proyecto. El tiempo empleado para ello va a ser un período de siete meses que abarca desde Noviembre de 2011 hasta Mayo de 2012.
- 2ª Etapa: Organización: Obtención de recursos materiales y humanos, formación y adiestramiento del personal que realizará la recogida de datos (counselors), estudio piloto previo a la investigación, permisos, convenios, etc. Para ello necesitaremos un período de tres meses que abarca desde Junio de 2012 hasta agosto de 2012.
- 3ª Etapa: Ejecución: Desarrollo de la investigación, en la que se recogerán los datos necesarios previamente definidos en el proyecto. Tendrá lugar en un período de 6 meses: 1ª y segunda entrega de cuestionarios a los 6 y 12 meses de la perdida respectivamente. Tendrá lugar desde septiembre de 2012 hasta Marzo de 2013
- 4ª Etapa: Procesamiento de datos y análisis de resultados: Análisis de técnicas cualitativas y/o pruebas estadísticas descritas en el proyecto. Se llevará a cabo en un período de dos meses que abarca desde Marzo de 2012 hasta Mayo de 2012.
- 5ª Etapa: Redacción del informe final. El tiempo empleado para ello será un período de dos meses que llevará desde Mayo de 2012 hasta Julio de 2012

APÉNDICES:

ANEXO 1. Carta de consentimiento informado

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Don/Doña: 

de ______ años de edad, con domicilio:
__________________________________ y
DNI______________________

DECLARO:

En pleno uso de mis facultades, libre y voluntariamente manifiesto que he sido debidamente informado y en consecuencia autorizo a que sean utilizados mis testimonios para el estudio realizado sobre atención psicológica en situaciones de duelo: “¿DAR CORRECTAMENTE MALAS NOTICIAS ES UN FACTOR PROTECTOR EN LA APARICIÓN DE UN DUELO PATOLÓGICO?”. Por ello, me comprometo a rememorar situaciones y a compartirlas, aunque estas sean delicadas e íntimas; teniendo en cuenta que:

• He comprendido la naturaleza y propósito del procedimiento.
• He tenido la oportunidad de aclarar mis dudas.
• Estoy satisfecho (a) con la información proporcionada.
• Entiendo que mi consentimiento puede ser revocado en cualquier momento antes de la realización de la entrevista y del test correspondiente.
• Reconozco que todos los datos proporcionados referentes al proceso de duelo y las diversas actuaciones de los profesionales son ciertos y que no he omitido ninguno que pueda ser relevante para los resultados.

Por tanto, declaro estar debidamente informado y doy mi expreso consentimiento a la realización del procedimiento propuesto.

Fecha: _____________ Firma del interesado: _________________________
Firma del investigador: ________________________

BIBLIOGRAFÍA

1. Landa V. Garcia-Garcia JA (2000). El proceso de duelo. En: De la Revilla L. Montor R. eds. Atencion familiar en el enfermo crónico, inmovilizado y terminal. Granada: Fundación para el Estudio de la Atención a la Familia.
2. García-García JA Landa V. Grandes G Mauriz A Andolio I (2000). Cuidados primarios de Duelo (CPD). El nivel primario de atención al doliente. Sestao: Grupo de Estudios de Duelo de Vizcaya; 1. p 17-8
3. Prigerson HG Shear MK Jacobs SC Reynolds III CF Maciejewski PK Davidson JRT et al. (1999). Consensus criteria for traumatic grief. A preliminary empirical test. Br J Psychiatry; 174: 67-73
4. Lindemann E (1976) Grief and grief management: Some reflections. Jornal of Pastoral Care, 30 (3)
5. Pangrazzi A (1993). La pérdida de un ser querido. Madrid Ediciones Paulinas
6. Ramasay, R W (1977). Behavioral approaches to bereavement. Behav Res Therapy, 15: 131-150
7. Worden J. W. (1997). Las cuatro tareas del duelo. En Worden J W: El tratamiento del duelo, asesoramiento psicológico y terapia. Barcelona: Paidós
8. Montoya Carrasquilla J. El Duelo. Disponible en:
http://montedeoya.homestead.com/duelos.html/