El antígeno prostático total (APT) es uno de los exámenes de laboratorio más utilizados en la práctica urológica, su producción y secreción se ve modificada por distintas situaciones biológicas y patológicas. Por ser órgano específico, corresponde a un excelente marcador de patología prostática. Al evaluarlo debe considerarse la indemnidad y no manipulación de la glándula, pues sus niveles aumentados no siempre indican cuadros patológicos. Dentro de las manipulaciones clínicas que elevan su valor están: tacto rectal (TR), utilización de sondas uretrales.