Revisamos la experiencia de nuestro centro en endocarditis protésica (EP), entre 1990 y 2010, que representaron 31% de 276 casos totales de endocarditis y 3,34% de pacientes valvulares, (precoces 0,62%, 8 casos; endocarditis protésica intermedias 1,09%, 14 casos; endocarditis protésica tardías, 1,63%, 21 casos). No hubo diferencias en tipo ni localización de las prótesis, ni en periodo de diagnóstico (3,64% en 1990-2000 y 3,03% en 2000 2010).
PF2. Endocarditis protésicas. Experiencia de veinte años. Sesión de poster fórum XI Congreso de la Sociedad Andaluza de Cirugía Cardiovascular (SACCV)
Maiorano Iuliano, P.; Otero Forero, J. J.; Valencia Núñez, D.; Sauchelli Faas, G.; Pernia Oreña, I.; Merino Cejas, C.; Casares Mediavilla, J.; Moya González, J.; Conejero Jurado, MĒ. T.; Alados Arboledas, P.; Muñoz Carvajal, I.
Cirugía Cardiovascular. Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba
Revisamos la experiencia de nuestro centro en endocarditis protésica (EP), entre 1990 y 2010, que representaron 31% de 276 casos totales de endocarditis y 3,34% de pacientes valvulares, (precoces 0,62%, 8 casos; endocarditis protésica intermedias 1,09%, 14 casos; endocarditis protésica tardías, 1,63%, 21 casos). No hubo diferencias en tipo ni localización de las prótesis, ni en periodo de diagnóstico (3,64% en 1990-2000 y 3,03% en 2000 2010).
Edad media 51 años. Gérmenes: S. Viridans (23%), S. Epidernidis (14%), C. Burnetii (14%), S. Aureus (9%), Difteroides (9%), hongos (7%) y otros (14%); No se identificó germen en 12% restante. Se intervinieron precozmente 53% de los casos (81% de formas precoces, 30% de intermedias, 49% de tardías). La mortalidad precoz fue similar para las endocarditis protésica (23%) y nativas (20%); 50% para precoces, 29% para intermedias y 10% para tardías. La supervivencia a 5 años fue 59% para endocarditis protésica, 76% para nativas, p<0.01; 21% para formas precoces, 48% para intermedias y 80% para tardías. En los supervivientes a la fase activa, la supervivencia a 5 años fue 82% para endocarditis sobre prótesis valvular (EISP) y 96% para endocarditis infecciosas nativas (p<0.05).
En conclusión, la incidencia de endocarditis protésica en nuestro centro ha estado en torno al 3%. La mortalidad ha sido similar a la de endocarditis infecciosas nativas, por alta tasa de cirugía precoz. La supervivencia alejada, también ha sido elevada, sobre todo en el grupo de endocarditis sobre prótesis valvular (EISP) tardías.
Contenido relacionado: Otras comunicaciones del XI Congreso de la Sociedad Andaluza de Cirugía Cardiovascular (SACCV)