La salud de las células, tejidos y órganos en nuestro cuerpo depende en gran medida de una circulación permanente, para suministrar nutrientes y oxígeno; eliminando a su vez las sustancias de desecho. Las alteraciones de la permeabilidad vascular o la hemostasia pueden producir lesión importante en diferentes sitios de nuestra economía. De forma global los trastornos en el flujo sanguíneo normal son fuentes principales de morbilidad y mortalidad en humanos.