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Formación Ética en la Universidad Médica Contemporánea

Formación Ética en la Universidad Médica Contemporánea

Los futuros egresados de la Universidades Médicas deben ser formados con una identidad ética que les permita transformar el entorno, a partir del compromiso con su historia, tradiciones y normas que regulan su actuar, cuestión que les permitirá una correcta práctica social.

MSc. Norge M. Larramendi Céspedes. Centro Universitario Municipal Manzanillo, Máster en Ciencias de la Educación, profesor asistente.
Lic. Izabel Zayek Montero. Universidad de Granma, profesora asistente.
Dr. Alexander Vázquez Vázquez. Policlínica Docente “Rene Vallejo Ortiz” Manzanillo, endoscopista, profesor asistente.
Dra. Carmen M Villadoniga Reyes. Hospital “Celia Sánchez Manduley” Manzanillo, Especialista en segundo grado en Gastroenterología, Máster en Enfermedades infecciosas, profesora asistente.

RESUMEN

Los futuros egresados de la Universidades Médicas deben ser formados con una identidad ética que les permita transformar el entorno, a partir del compromiso con su historia, tradiciones y normas que regulan su actuar, cuestión que les permitirá una correcta práctica social. Para ello es necesario adentrarse en el estudio de las diversas corrientes de pensamiento que permiten reflexionar o criticar acerca de modos de pensar, de plantear problemas éticos y de argumentar. Es por ello que el presente trabajo reflexiona en esta dirección y propone nuevas categorías para su abordaje desde las Ciencias Pedagógicas, teniendo como sustento la ética como disciplina filosófica.

ABSTRACT

The future medical University graduated students should be formed with an ethical identity that allows them to transform the environment, starting from the commitment with their history, traditions and norms which regulate their performance that will permit them a correct social practice. For this purpose it is necessary to deepen into the study of the different currents of thought that allow to meditate or criticize different manners about of thinking, of exposing ethical problems and of arguing them. With this objective the present work meditates on this topic and proposes new categories to face the theme from the Pedagogical Sciences, having ethic as a philosophical discipline.

Keywords: ethical identity.

Palabras clave: identidad ética.

INTRODUCCIÓN

En la Universidad contemporánea existe un conjunto de factores que influye en la calidad de la formación dentro de los que se encuentran los programas, textos, infraestructura, preparación de los profesores y se considera además, desde una vertiente axiológica, que la calidad tiene que ver con un sistema de valores, como expresión cultural ejercida por los principales actores: estudiantes y profesores, la familia y la sociedad en su totalidad. (1)

Se requiere entonces, retomar con profundidad, el tratamiento de la Ética como instrumento para la formación de los profesionales y así garantizar el empleo adecuado de las potencialidades que la moral y los valores tienen en la movilización social de los individuos y en la autorregulación de las actitudes, en cualesquiera de las esferas y planos de la vida, en la que siempre subyacen la moral y los valores. (2)

La ética por tanto, es la reflexión sobre la moral, es decir, la reflexión sobre lo que consideramos bueno y malo. Teniendo todos una concepción ética debido a que tomamos decisiones, damos opiniones sobre los que nos parece bien y mal.

Esta posee diferentes vertientes entre las que se encuentra la ética normativa que investiga el tema de lo correcto y lo incorrecto. En el caso de la Ética Profesional como ética aplicada, es la ciencia normativa que estudia los deberes y derechos profesionales. No se reduce a la descripción de las reglas de conducta, sino por el contrario, supone el estudio de cambios reales al extinguir viejas normas e implementar nuevas.

El profesional, entonces, debe ser capaz de regirse por principios y normas que modelen su conducta profesional en la comunidad, las instituciones, centros de trabajo y en la familia, además de distinguirse por su sensibilidad humana y portador de los más genuinos modos de actuación profesional.

Estas razones justifican la necesidad de reflexionar en torno a la ética profesional, pues existen limitaciones en la representación social de esta con relación a la práctica social, así como en la poca nitidez en la formación ética, cuestiones que limitan el actuar de los profesionales en la actualidad. Es por ello que el presente trabajo tiene objetivo reflexionar acerca de la ética profesional.

DESARROLLO

Diversas corrientes de pensamiento entorno a la Ética.

Conocer teorías éticas permite adentrarse en modos de pensar, de plantear los problemas éticos y de argumentar, cuestión está de vital importancia en los procesos formativos que se desarrollan en la Universidad contemporánea, de ahí la necesidad del estudio de las mismas en este artículo.

A lo largo de la historia muchos han sido los filósofos que han escrito sobre la Ética, en la época antigua se destacan los sofistas: Sócrates, Platón y Aristóteles, reconocido este último como el padre de la ética.

En el caso de Aristóteles enarbola una teoría conocida como el eudemonismo aristotélico, consistente en que todos los actos humanos tienen un fin y siempre que se hace algo es para llegar a una meta o un objetivo. Y esa meta u objetivo es aquel que le da sentido a nuestro accionar. (3)

Según el filósofo antes mencionado, nuestra vida se va conformando como una cadena de fines y se actúa para conseguir un fin, pero ese fin es a la vez un medio para otro fin. Si el acto no tuviera ningún fin, aunque sólo fuera el de sentir placer realizándolo, carecería de sentido. Pero, entonces, tiene que existir un fin último, un fin que no sea, a su vez, medio para llegar a otra cosa. (3)

Ese fin último según Aristóteles, es la Felicidad debido a que los seres humanos desean ser felices. Y nadie desea ser feliz para llegar a otra cosa. Para Aristóteles, los seres humanos tienen que ejercitar la función que le es propia y que los distingue de los demás animales. Esa función es la razón. La felicidad sólo es posible para aquel que vive guiándose por la razón. La razón debe guiar nuestras vidas y no puede dominar al hombre las pasiones, temores y además controlará sus deseos. (4)

Cabe señalar que en esta teoría ética no se toma en cuenta las condiciones reales de las personas. Se habla en ella de Felicidad, pero se deja de lado las situaciones concretas en las que las personas viven. Algunos críticos afirman que la ética no puede estar desligada de la economía.

Cuando hacemos un análisis en profundidad acerca de lo plantado anteriormente en la Grecia de Aristóteles la economía estaba basada en la explotación de un gran número de esclavos, por tanto la Felicidad de la que se habla sólo era posible para los hombres libres pues los esclavos no la merecían. Además se planteaba la importancia de la educación en el desarrollo de las virtudes. Pero no se podía hablar de virtudes en abstracto cuando el desarrollo de los individuos se ve entorpecido por ciertas condiciones sociales.

En la época medieval se destaca San Agustín y Santo Tomás de Aquino, considerado este último como el filósofo y el teólogo de mayor relieve dentro de la filosofía escolástica él cual concibe la teoría ética de Aristóteles como una filosofía pagana, porque no se fundaba en el saber verdadero el cual para este filósofo era Dios, entonces decide darle el fundamento que necesita. Para realizar esta fundamentación de la filosofía pagana, se enfoca sobretodo en la ética aristotélica.

Con la nueva concepción ética planteada por Santo Tomás, se determina que el hombre ético debe tener claro que es un ser dotado de razón, y con ello puede mantener una vida moral ejemplar, siempre y cuando la razón haya sido quien rija las pasiones del hombre.

Los renacentistas entre los que se encuentra, Nicolás Maquiavelo y los iluministas del materialismo francés de los Siglos XVII y XVIII, La Mettrié, Helvecio y Holbach, también tuvieron sus concepciones éticas. Pero por la importancia que reviste nos referiremos en la época moderna al deontologismo Kantiano y al utilitarismo de Stuart Mill.

En el caso de la primera, está teoría del filósofo alemán Immanuel Kant planteaba, que todo los seres humanos somos, a la vez, seres naturales y racionales. Por ser naturales y racionales, nos regimos por leyes de la naturaleza. Pero, por ser racionales, nos regimos por la ley moral y está última estaba en nuestra razón la que era la misma para todos los seres humanos. (5)

La ley moral plantea que, cuando nos proponemos hacer algo, debemos asegurarnos de que desearíamos que todos los demás hicieran lo mismo si se encontrasen en la misma situación (5).Es decir, lo que creo que vale para mí, debe valer también para todos los demás.

Kant se opone a toda ética que valore los actos por sus fines. Lo que importa no es el fin de los actos ni los resultados concretos. Lo único que importa es el querer, es decir, la intención del acto. Y la única intención de que hace que un acto sea bueno es la intención de cumplir el deber. (5)

Sólo es buena la conducta que se realiza por deber. No importa la utilidad de esa conducta o si logra algún resultado. Sólo importa que haya sido realizado con buenas intenciones. La felicidad no es el fin de los actos morales. La razón nos manda ser buenos, más allá de que esa bondad produzca placer o felicidad.

Los actos buenos son los que se realizan por deber, por conciencia del deber. Actúa bien quien lo hace por obligación moral, sin tener en cuenta si esa acción le conviene o lo perjudica. (5)

Kant, además, distingue entre legalidad y moralidad y expresaba que un acto es legal cuando coincide con el deber. Pero puede no ser moral si se realiza por interés, por conveniencia, por miedo, y no por conciencia del deber. Por eso, una persona correcta puede no ser una buena persona.

La crítica a esta teoría Kantiana está en que solo importa el “querer “, no importan los resultados. Sólo importa la intención del acto, no sus consecuencias.

En otro tanto, la teoría utilitarista de Stuart Mill, planteaba que lo bueno es lo útil y lo útil es lo placentero o lo que nos lleva hacia el placer. Como Aristóteles, consideró que todas las personas buscan ser felices y la relacionó con el placer. Para él todo lo que deseamos es placentero o porque es un medio para eliminar el dolor y producir placer. (4)

Para este filósofo los placeres se pueden diferenciar según su calidad: en bajos y elevados. Los bajos son los corporales. Los elevados están referidos a nuestras capacidades creativas e intelectuales. Los suscitados por el estudio, la lectura, el ejercicio del pensamiento, la investigación, la contemplación de una obra de arte, son placeres duraderos y estables que los producidos por los placeres fugaces e inestables.

Además planteaba que la felicidad es alcanzable siempre que no se la considere como una vida en continuo éxtasis, sino como una vida con momentos de exaltación, con pocos y transitorios dolores y muchos y variados placeres. Además la utilidad como principio no sólo incluye la búsqueda de la felicidad, sino también la prevención o mitigación de la desgracia.

La posición de Mill da lugar a la defensa de la lucha contra calamidades que son fuertes de sufrimiento físico y mental, como la pobreza, la enfermedad, la malignidad.

Sin embargo el principio utilitarista propone que toda persona se ocupe al mismo tiempo, tanto de la promoción de su felicidad particular como del incremento del bienestar general de todos los seres humanos, contribuyendo así a la producción de la mayor felicidad total.

Mill pone énfasis en la necesidad de que la política y la educación nivelen las desigualdades y generen en cada individuo un sentimiento de unidad con todo el resto. En otras palabras, que se subordine la felicidad individual a la general, pues está última garantiza la primera.

Es por eso que el mártir o héroe se sacrifican en aras de algo que aprecian más que su felicidad personal.

Para la postura utilitarista un acto es bueno o malo cuando se miden las consecuencias concretas de ese acto. No interesan los motivos del acto sino sus resultados. Por esta razón, hay actos que habitualmente podrían considerarse como malos pero que en determinadas situaciones pueden ser buenos.

El utilitarismo toma en cuenta en mayor medida la cuestión social y señala la necesidad de nivelar las desigualdades entre los individuos. Pero el problema sigue siendo el mismo: el bienestar del mayor número, en un sistema económico injusto, no puede ser separada de la infelicidad que hace posible ese bienestar.

En la época contemporánea Karl Marx asume una posición práctica de la ética, pues considera que la ética no se da en lo abstracto sino en lo práctico, la idea de partir de lo abstracto a la praxis es una metodología de supuestos, porque al hacer una reflexión de lo universal hacia lo particular, no se tiene certeza, pues la vida de los hombres es diferente en cada uno y por lo tanto no puede existir un universal que condense toda la humanidad en las ideas morales universales subjetivas, sino que para tener un beneficio social, hay que analizar en qué parámetros y en qué condiciones viven los hombres, por lo tanto no hay que plantear ideales, sino que hay que buscar la forma de satisfacer a todos los hombres por igual desde la práctica y su condición de vida. (6)

Ética profesional en la Universidad Médica Contemporánea.

Con el desarrollo vertiginoso de las fuerzas productivas el proceso de formación de los profesionales en la actualidad debe avanzar a ritmos acelerados, lo que requiere cambios urgentes en los procesos formativos, donde la ética profesional desempeña un papel importante.

La formación ética es una necesidad inaplazable en las universidades, tanto a nivel de las propias instituciones, como de todos sus actores. El papel socializador de las universidades en esta tarea sigue siendo crucial. No basta con preparar buenos profesionales, en conocimientos y habilidades en ciencia, tecnología y cultura, sino que incluye la reflexión de principios y valores. En las disciplinas científicas hay, en general, un mayor énfasis en la preparación cognoscitiva y técnica que en la formación ética. Sin embargo, ésta última, añade consistencia moral al contenido científico y técnico y a las propias disciplinas.

Por lo que la ética profesional como ética aplicada tiene como objeto crear un sentido de alta responsabilidad en todo los que ejercen una profesión. Se sustenta o toma bases en la naturaleza racional del individuo, esta naturaleza es libre y espiritual, por consiguiente tiene una voluntad que apetece al bien moral.

En Cuba, la Ética Profesional en sentido particular cuenta con una plataforma teórica elaborada sobre la base de los fundamentos de una Escuela de Ética cubana, que retoma lo más progresista del pensamiento universal y se sustenta en los aportes del pensamiento ético cubano de la liberación nacional del siglo XIX, representado por Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Enrique J. Varona y su máximo exponente José Martí, que expresaron los ideales morales del patriotismo, la independencia, la soberanía nacional, la justicia social, unidad nacional y la dignidad humana, entre otros, valores de la identidad nacional, que lideraron las luchas independentistas. (7)

La continuidad de este pensamiento durante el siglo XX, se expresa en la Ética de la liberación social, en la cual se articula el pensamiento ético cubano revolucionario de avanzada con las ideas marxistas – leninistas, en función de la lucha por la realización de los ideales morales, políticos y sociales, dentro de sus exponentes se destacaron entre otras, las figuras de Rubén Martínez Villena, Julio A. Mella, Juan Marinello y como máximo exponente Fidel Castro, quien surgía como líder indiscutible del proceso revolucionario victorioso en enero de 1959. (2)

Los aportes del Che y Fidel al pensamiento ético cubano, desde la concepción de la construcción de una nueva moral, la socialista, con la perspectiva histórico cultural de país latinoamericano y tercermundista, constituyen rasgos distintivos de la Escuela Cubana de Ética en los finales del siglo XX.

Sin embargo, a pesar de las plataformas teóricas existentes se requiere de un discurso auténtico. Para ello es necesario tener en cuenta que en la vida diaria las conductas de los individuos no son automáticas, debido a que por naturaleza se es libre y por tanto se puede o no elegir cambiar.

Admitir que el ser humano es libre implica también que es responsable de su acción y para que pueda adjudicársele responsabilidad tiene que haber actuado con algún margen de libertad. Esto implica al menos dos condiciones:

1) Que haya sido consciente de las circunstancias y de las consecuencias de su acción.
2) Que no existan causas externas que lo obliguen a actuar de un solo modo.

Es por ello que consideramos que un individuo totalmente libre va configurando su identidad desde el nacimiento la que se va haciendo múltiple (como estudiante, como obrero, como madre, como profesionista, como amigo, etc.; es decir como sujeto de relaciones de parentesco, de educación, de producción, de amistad, etc.) en tanto múltiples elementos del orden social se van incorporando como puntos de referencia para el sujeto, como polos de identidad. (8)

De aquí que la identidad del sujeto tenga las características de ser múltiple (formada por múltiples polos de identidad, articulados en torno a un núcleo variable), precaria, siempre incompleta, porque siempre hay carencias que demandan ser llenadas.

En la realidad social cubana, la Ética y la moral, son componentes consustanciales de la identidad y cultura nacional, así como de las concepciones teóricas y prácticas que de la educación y del ser humano, han tenido el pensamiento cubano de avanzada y en particular los educadores, en las diferentes épocas históricas.

Por lo que en el proceso de formación debe potenciarse a que los alumnos posean una identidad ética profesionalizante (9). La profesionalización se erige en categoría a tener en cuenta en la Pedagogía de la Educación Superior en tanto es capaz de expresar el fin a lograr en los sujetos para actuar en contextos naturales, tecnológicos, sociales y humanísticos.

El carácter profesionalizante constituye la especificidad que caracteriza la formación para un desempeño profesional particular en contextos diversos desde una actividad específica y a la vez universal que determina los niveles de acercamiento de los futuros egresados a su labor en su actividad social y económica, en calidad de proceso de autotransformación y autoformación constante, a niveles superiores y en desarrollo, que ha de estar en correspondencia con el avance y transformación del desarrollo social humano. (9)

La formación de una identidad ética profesionalizante apunta a lograr que los alumnos desarrollen sus capacidades de argumentación y de reflexión crítica para aplicarlos a sus decisiones vitales, y de ese modo, ir ganando cada vez más autonomía.

Por lo que nuestra mirada como docentes está antes o detrás de nuestras acciones. Y no puede haber auténtica formación ética si se ve al otro como un ser absolutamente determinado y en cierto aspecto, perdido.

Los desafíos de la ética médica profesional.

Debido a la condición contradictoria y posible del hombre, la propuesta de valores no tiene un triunfo garantizado; por el contrario debe enfrentar el desafío que implica la irracionalidad, el egoísmo, la injusticia, etc.

Estos desafíos aparecen de manera constante, por lo que se hace necesario realizar un esfuerzo permanente para que triunfen las tendencias constructivas frente a las destructivas. La vida ética requiere por tanto una voluntad de realización efectiva de los valores, de concreción de las proyecciones humanas, de disposición, entereza, constancia o disciplina con uno mismo.

Asimismo, es importante percibir cuándo un acto propio o ajeno no es justo o injusto, solidario o egoísta, tolerante o intolerante. Para llevar los valores a la práctica, es necesario revisarse y educarse a sí mismo, tener el deseo de darle una dirección ética a nuestras vidas.

CONCLUSIONES

En suma, los pensadores que han elaborado teorías para poder proporcionarle al hombre la felicidad ya sea en sus ideales o en sus pasiones, han desarrollado desde la práctica de la moral y la teoría de la ética a través de la historia, varios y diferentes puntos de vista para llegar a una posible forma de alcanzar la felicidad del hombre, lo que sucede es que estas proposiciones carecen de universalidad, porque cada vez que se plantea una solución ética a los problemas actuales, se enfoca en un determinado número de hombres y ello genera que la propia ética en vez de ser una solución ante los problemas humanos se convierta en la génesis de nuevos conflictos.

El proceso de formación de los profesionales debe estar intencionalmente orientado a formar un individuo con una identidad ética: altamente comprometidos con la historia y las tradiciones, reflexivos, capaces de conquistar el entorno, con capacidad plena para el análisis, la argumentación, preparados para asumir los desempeños laborales y profesionales que las distintas profesiones requieren y dispuestos a crecer tanto en el orden de la preparación técnica y profesional como en sus condiciones personales y espirituales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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