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El estudio del problema mente-cerebro. Condicionantes históricos

El estudio del problema mente-cerebro. Condicionantes históricos

La historia enseña a comprender los acontecimientos y el conocimiento en una época dada. Este trabajo es una pasada por la historia de los hechos en relación al problema mente-cerebro y el estudio de la conciencia.

Dr. Modesto J. Romero-López
Dr. Enrique Moraleda Barreno

Resumen

Este trabajo es una breve descripción de la historia de los hechos en relación al problema mente-cerebro y el estudio de la conciencia. Los intereses económicos, sociales y religiosos, junto con el avance en las técnicas van a preceder y condicionar las ideas en esta relación. Las ideas actuales sobre el cerebro vienen acompañadas a cambios sociales y un factor importante ha sido el interés por los cuidados y la salud.

Palabras Clave: conciencia, neurociencia, daño cerebral, rehabilitación neuropsicológica.

Abstract

This paper is a brief description of the history of the facts in relation to the mind-brain and consciousness studies. The economic, social and religious, with the advancement in techniques will precede and condition the ideas in this regard. Current ideas about the brain are accompanied by social change and an important factor has been the interest for health care.

Keywords: consciousness, neuroscience, brain injury, neuropsychological rehabilitation.

Introducción

La historia enseña a comprender los acontecimientos y el conocimiento en una época dada. Este trabajo es una pasada por la historia de los hechos en relación al problema mente-cerebro y el estudio de la conciencia. Los intereses económicos, sociales y religiosos, junto con el avance en las técnicas van a preceder y condicionar las ideas en esta relación. Las ideas actuales sobre el cerebro vienen acompañadas a cambios sociales y un factor importante ha sido el interés por los cuidados y la salud. Estas concepciones han trascendiendo a individuos y hechos concretos pero estos hechos sirven de hitos en la historia del estudio del cerebro, la mente y la conciencia.

Desarrollo

Magos y hechiceros.

El tratamiento recibido por las personas que por algún motivo sufrían algún tipo de accidente que cursaba con lesiones físicas o cerebrales ha variado desde muy antiguo. No todas las culturas han atendido a estas personas del mismo modo, incluso una misma cultura ha variado su concepción en diferentes épocas. Los datos más antiguos que se conocen sobre el tratamiento de problemas relacionados con daño cerebral datan de más de doce mil años. Se han encontrados cráneos con trepanaciones ovales de 16-18 mm. de diámetro en el lado izquierdo. Lo más sorprendente es que todo parece indicar es que estas personas sobrevivieron a la “intervención quirúrgica”. Los agujeros que se habían realizado en el hueso se encuentran curados por formaciones nuevas de tejido óseo.

Las irregularidades originadas en los bordes de los agujeros se observan rodeadas por tejido calloso. El hecho de que las trepanaciones realizadas en estos cráneos curaran era algo normal y no la excepción, al menos en los cráneos encontrados [1]. En el Papiro Quirúrgico de Edwin Smith entre el 2500 y 3000 a. de C. se ofrecen las primeras descripciones conocidas de anatomía, fisiología y patología. Hace referencia a la atención a personas con incapacidades y deformidades y al tipo de tratamiento que se les prestaba. Los que más sabían de estos temas eran los magos y los hechiceros con sus encantamientos, pomadas y pociones. Poco a poco los ungüentos fueron tomando más importancia que los encantamientos. En cuanto a las lesiones cerebrales en general se interpretaban como una forma especial de comunicación con los dioses. Las trepanaciones extraían los malos humores liberaba demonios y presiones intracraneales.

La preocupación por la salud de los ciudadanos surge con la medicina griega. En la época de Pericles se fundaron varios tipos de hospitales y casas de convalecencia en lugares apreciados por su climatología y por sus aguas, aunque las deformidades congénitas, especialmente en Esparta, eran consideradas contranaturales y se excluían de la ciudadanía. Desde el punto de vista del tratamiento la asistencia no era igual para los esclavos que para las personas libres en Atenas. Cuando el paciente era libre y rico cambiaba la terapéutica y se individualizaba el tratamiento del enfermo. La colección hipocrática da consejos dietéticos, higiénicos y físicos y se valora el método por encima de la especulación. Cinco siglos antes de nuestra era, para la escuela hipocrática el cerebro es el órgano que rige la inteligencia y regula la mayoría de las funciones corporales.

En La Enfermedad Sagrada puede leerse la mejor discusión de la antigüedad sobre las funciones del cerebro. Para Hipócrates la epilepsia no es una enfermedad sagrada sino que tiene causas naturales; el hecho de que los hombres la consideren una enfermedad sagrada se debe al desconocimiento de sus síntomas y de sus causas, aunque a pesar de ello se hacía una descripción exhaustiva del síndrome epiléptico. Las causas psicológicas de la epilepsia, según la escuela hipocrática, son los miedos de los pacientes, pero su causa fisiológica se encuentra en el cerebro. Para los hipocráticos el cerebro es el órgano desde donde emergen nuestras alegrías y penas, los dolores, a través del cual pensamos, vemos y oímos y distinguimos lo bueno de lo malo y lo que es placentero de lo que no. El cerebro es el órgano más poderoso del cuerpo siendo además el intérprete de la conciencia [2].

En el siglo II A.C., Galeno dejará los primeros escritos sobre las funciones del cerebro y sobre el daño cerebral. Son famosos sus escritos sobre la médula espinal y los nervios craneales y espinales, asociando tipos de lesiones a parálisis determinadas de partes del cuerpo. Una lesión en las partes anteriores del cerebro interfiere con el registro de la percepción sensorial; las lesiones posteriores producen trastornos de la memoria y las del ventrículo medio producen problemas de razonamiento. A todo paciente es necesario e inexcusable realizarle un examen clínico detallado precisando los síntomas a objeto de emitir un juicio diagnóstico y proponer la técnica necesaria. Localizó y distribuyó siete pares craneales, los nervios recurrentes, los raquídeos y los cervicales, los ganglios nerviosos y parte del sistema simpático. Dentro de su teoría la vida psíquica tiene su sede en el cerebro y recorre el sistema nervioso, siendo los ventrículos cerebrales los responsables de procesos psicológicos. Entre los romanos era frecuente utilizar a niños con discapacidades como pordioseros, mendigos, etc. para obtener beneficios, incluso estaba difundida la venta de niños con este tipo de problemas para este fin.

El cristianismo llegó como la religión que prometía la redención y cura y se dirigía no sólo a los inmaculados y a los puros sino a todo el mundo, esclavos, prostitutas y pecadores. Niega la estructura de clases, declara que todos los hombres son iguales ante Dios. Las ideas de Galeno se pierden con la clase social a las que iban dirigidas. La Edad Media supuso un cambio en la forma de concebir la vida social y la salud pública. La ayuda primordial naturalmente era la divina aunque recurrir a la medicina comienza a ser una obligación. Los hospitales se van multiplicando durante la Edad Media aunque se podrían considerar más bien como asilos o lugares de refugio. La Iglesia trató de conservar los legados de la medicina griega y romana. Nemesio, establece que las facultades del alma están localizadas en los ventrículos cerebrales. Se cuida de dejar claro que el alma no se puede localizar pero las funciones de la mente sí. San Agustín también establece localizaciones de las funciones cerebrales aunque diferentes a las de Nemesio [3]. Hasta que se empiezan a considerar las ideas aristotélicas, los escolásticos siguieron la doctrina platónica de localizar el alma en el cerebro.

Las epidemias y los endemoniados.

La Edad Media en Europa estuvo marcada por las invasiones y por las Cruzadas, las epidemias y la peste. La religión marcaba la vida social. A partir del siglo XIII se impone la obligatoriedad de título oficial para ejercer la medicina. La mayoría de los hospitales tenían un origen monástico o episcopal; así, la mayoría de ellos estaban situados juntos a las catedrales y los palacios de la curia. Estos hospitales eran tutelados por la Iglesia y marcados por la forma cristiana de concebir el mundo. La locura o enfermedad mental se contemplaba desde distintas ópticas. El tratamiento de los pacientes mentales no existía. Estos eran ocultados en casa y los miembros de la comunidad familiar se hacían cargo de su custodia más que de su cuidado. Los fármacos de la época utilizados con estos enfermos eran sedantes, especialmente derivados del opio, antiespasmódicos y evacuantes. La salvia era considerada como un fortalecedor de los nervios cerebrales y el vino de salvia se consideraba un buen remedio contra la epilepsia.

Con menos frecuencia se manejó la dieta, el reposo, el aislamiento o el consejo. Los locos sobrevivían inmersos en la pobreza que asolaba la mayor parte de la población, eran relativamente tolerados y considerados por la Iglesia como endemoniados o hechizados. Esto fue así hasta que el número de pobres puso en peligro el orden social y la burguesía ideó los manicomios como instrumento de control. Los primeros manicomios se fundan en los reinos hispánicos. En ellos se concebían la locura como enfermedad susceptible de tratamiento médico. Un adelanto en el tiempo que fue frenado entonces por la Inquisición y el espíritu de la Contrarreforma.

La medicina rural se deja en manos de barberos cirujanos; los actos quirúrgicos no estaban bien vistos por la Iglesia. Los problemas de las personas con lesiones físicas no fueron atendidos de forma especial y/o específicamente. La piedad, las leyes para los pobres, los asilos, etc. se podrían interpretar como un intento de la clase dominante de controlar a los pobres, a los locos y a los tullidos. El Santo Oficio actuó contra médicos y cirujanos acusándoles de crímenes de superstición. Estaban convencidos de que los médicos, especialmente los moriscos, invocaban a los demonios y cometían herejías [4].

El cerebro compite con el corazón por ser la sede del alma. Los trastornos emocionales son transferidos del corazón al cerebro como segundo órgano. Las concepciones sobre el cerebro en la enciclopedia de Bartholomei se describen como que el cerebro es de color blanco, porque contiene poca sangre y mucho aire, espíritu y mucho tuétano. Es como una “tabula rasa” dispuesta a recibir cuantas impresiones e imágenes puedan darse. Es redondo para acoger mejor los espíritus y protegerlos. A más espíritus, más se facilitarán los impulsos y su transformación en movimientos. En los ventrículos están localizadas las principales funciones del cerebro.

Con el Renacimiento ya no se acepta la especulación sobre la sede del alma hay que recurrir a la observación y a interpretaciones mecanicistas. Paracelso propone que la medicina creada por el hombre es para prolongar la vida, mantener el cuerpo sano y mantenerlo lejos de la enfermedad. El cerebro será el centro de la razón y la sede de algunas enfermedades mentales. Estaba interesado en la alquimia y el ocultismo. Desde el punto de vista del tratamiento busco el equilibrio químico del cuerpo humano a partir de preparados con ciertas drogas

Huarte de San Juan publica en 1575 Examen de ingenio para la Ciencia, considerada como el comienzo de la Psicología Diferencial, aunque algunos pasajes fueron prohibidos por el Tribunal Eclesiástico y no se reeditaron hasta 1594 y 1846. Señala que en los ventrículos cerebrales está la sede del entendimiento, la memoria y la imaginación, donde colaboran mutuamente. Esto supone un avance del concepto de sistemas funcionales [5]. Pero la censura durará en España y en todo su entorno de influencia (todo el mundo conocido) más de cinco siglos e impedirá el progreso de las ideas y la experimentación en casi todas las cuestiones de salud y específicamente en las referidas al cerebro. Especular sobre el libre albedrío era tentar al poder establecido.

El Nuevo Mundo

Se descubre el Nuevo Mundo y Europa se prepara para la Modernidad, lentamente van apareciendo importantes avances en todos los órdenes sociales y culturales. Las clases sociales más educadas y mejor formadas comienzan a aceptar las nuevas filosofías y los principios científicos. En Francia, a final del siglo XVI, Vicente de Paúl funda una institución para proteger a niños con minusvalías. El tratamiento de las personas lesionadas se ha considerado una cuestión de caridad más que un derecho. Las lesiones físicas y mentales dejan de ser un castigo divino para pasar a ser entendidas como enfermedad u objeto de atención médica. En Francia se funda la Institución Nacional de Inválidos. Napoleón realizó uno de los primeros intentos de ofrecer una rehabilitación profesional. Sus soldados además de recibir los cuidados médicos requeridos por sus deficiencias físicas, debían recibir una preparación especial con el fin poder vivir de acuerdo con su condición de hombres.

En España, la Inquisición configura todos los órdenes de la vida social. La revolución francesa propiciará un cambio social en todas las esferas de la vida. Se visiona una sociedad democrática en la que todos los enfermos puedan ser tratados igualmente. Aparece el Humanitarismo centrado en la experiencia humana y la razón. Se proclama que las personas son libres e iguales y que ninguna categoría social tiene derecho al poder sobre las demás. Francia pasa a ser el país gestor de Europa, la esperanza de vida es de 29 años.

Con Descarte se desarrolla el debate mente-cuerpo. Haller establece la materia blanca del cerebro y del cerebelo como la base de las sensaciones y del movimiento. Cerebri anatomi de Tomás Willis supuso todo un modelo de procedimientos anatómicos donde se estudian la patología del cerebro y los nervios, el tratamiento de la epilepsia, la histeria, la hipocondría y trastornos del movimiento. El incremento del conocimiento de la neuroanatomía estructural no corría paralelo a un aumento del conocimiento de las funciones cerebrales. Este desfase entre la anatomía y la fisiología se mantuvo hasta avanzado el siglo XX. Para algunos autores el órgano cerebral u órgano del alma, podía estar representado en estructuras como el cuerpo estriado (Willis), la sustancia blanca (Vieussens) ó el cuerpo calloso (Lancisi). Durante esta época se acepta el hecho de que los nervios puedan estimular a los músculos.

En este sentido, dos avances importantes son el desarrollo la óptica y la invención del microscopio. El descubrimiento de la electricidad y el magnetismo y su manejo hace entrar en crisis a la teoría galénica de los espíritus animales. Galvani publica sus hallazgos en 1791. Se considera el cerebro la fuente inherente de la electricidad animal que distribuirá a través del sistema nervioso. Gall establece mediante estudios anatómicos patológicos, que en el cerebro se podían localizar facultades mentales. Establece que la corteza es la sede donde están los principales órganos del cerebro. Flourens deja las bases de la teoría holística de la función cerebral según la cual las funciones mentales no dependen de determinadas partes del cerebro, sino que éstas funcionan más bien unitariamente.

La explosión de las neurociencias

A comienzos del siglo XIX se aísla el principio activo de una droga, la morfina, se descubre la anestesia quirúrgica y se realizan estudios sobre los efectos y formas de actuar de las sustancias. Todo ello hace que se profundice en el conocimiento del cerebro. Se producen importantes transformaciones de las teorías sobre el sistema nervioso. Bell y Magendi descubren que los nervios del cuerpo se dividen en dos raíces antes de entrar en la médula espinal. Helmholtz demuestra que los impulsos nerviosos se mueven a una velocidad de 35 metros/segundo. Broca, sugiere el predominio del hemisferio izquierdo para el lenguaje, estableciendo que una lesión en el tercio posterior de la circunvolución frontal del hemisferio izquierdo produce afasia. Wernicke identifica la lesión en el tercio posterior de la circunvolución temporal superior del hemisferio izquierdo como causa de la afasia sensorial.

Loewi, Hallet Dale establecen que la transmisión neuronal es química. Se comienza a desarrollar la cartografía cerebral cortical. Flechsig desarrolla los trabajos sobre las etapas exactas de la mielinización de las fibras nerviosas en el cerebro. Sechenov es uno de los primeros en tratar de interpretar los fenómenos psíquicos desde el punto de vista fisiológico en su obra Bases de la psicología fisiológica (1874). Comienzan a desarrollarse trabajos antilocalizacionistas. Huglings Jackson observa que cuando existe una lesión focal, ésta nunca lleva a una desaparición completa de la función, sino más bien a una desorganización. Después de una lesión cerebral focal la pérdida de una función ó la localización del síntoma, no puede identificarse con la localización de la función. Pavlov establece que la corteza cerebral ejerce el control último de la actividad del organismo. Lashley acuña el término equipotencialidad, que hace referencia a la propiedad de cualquier parte sana e intacta del cerebro, relacionada con un área funcional, para asumir con eficacia las funciones que se pierden con la destrucción de toda el área, aplicándose especialmente para las funciones más complejas.

Ramón y Cajal establece que el sistema nervioso está constituido por células separadas, bien definidas, que se comunican entre si a través de la sinapsis. Las relaciones entre las neuronas no se realizan, como se suponía, al azar, sino todo lo contrario, son relaciones específicas y extremadamente estructuradas. Se comienza a perfilar la neurociencia actual. El cerebro habrá de concebirse teniendo en cuenta esos hallazgos. Cómo funcionan las distintas partes del cerebro y cómo se relacionan entre sí, y por qué lo hacen de una forma determinada son los nuevos retos en el estudio del cerebro. Luria desarrolla el el concepto de sistema funcional. Broadman desarrolla su mapa de áreas corticales separadas. Gasser y Erlanger en 1922 registran por primera vez un potencial de acción nervioso, y Berger inventa el electroencefalograma. Teuber establece el concepto de doble disociación de la función. La cuestión mente-cerebro necesariamente se plantea como interdisciplinar.

Paralelamente a esta explosión se desarrolla el capitalismo liberal y se acentúan las desigualdades en Europa. Evidentemente esto va a afectar a las clases más pobres y desfavorecidas. Con la Revolución Rusa y la Primera Guerra Mundial Europa sufre un nuevo cambio social, económico y religioso profundo.

La psicología cognitiva se desarrolla como consecuencia de las limitaciones del conductismo pero sobre todo gracias al desarrollo de las teorías de la información y los avances en la tecnología informática. Los científicos cognitivos centran su atención en la naturaleza de las representaciones internas a través de un detallado análisis del lenguaje, del desarrollo cognitivo y de los procesos de resolución de problemas. Tratan de describir cómo se procesa y se representa la información.

Conclusión

El siglo XXI: redes neuronales y daño cerebral.

Dos órganos competían por ser la sede del alma: el corazón y el cerebro, pero una vez establecido que el cerebro es el órgano que interpreta la conciencia, la cuestión se sitúa en dos posiciones enfrentadas no del todo resuelta: los que sostienen que el cerebro es una masa heterogénea donde se pueden señalar partes con distintas funciones (localizacionismo) y, los que sostienen que el cerebro es una masa homogénea, toda ella equivalente en la que no cabe distinguir partes con cometido funcional alguno. No obstante, se puede entender la actividad mental como emergente del cerebro, resultado de distintos procesos que cualitativamente tiene propiedades de las que carecen sus componentes [6]. La actividad mental influye en la estructura y función cerebral que, a su vez, influye en la actividad mental. Aparecen los sistemas de información y redes neuronales artificiales.

Han aparecido numerosas revistas sobre estos temas. Es indudable que con los avances técnicos aparecen nuevas técnicas de tratamiento. Han ido surgiendo sociedades nacionales e internacionales para el estudio y promoción del tratamiento de este tipo de lesiones. Se han facilitado nuevas aproximaciones y una mejor actuación en el tratamiento de las secuelas de estas lesiones. Todo ello ha aumentado el interés en el estudio del problema mente-cerebro. La atención a las personas que sufren algún tipo de lesión, incluidas las cerebrales, mueve ingentes sumas de dinero y tiene una importante repercusión social. A modo de ejemplo, los traumatismos craneoencefálicos (TCE) suponen a escala mundial 250.000 muertes cada año y, al menos, 7 millones de heridos, de los cuales un tercio lo son de carácter grave [3,7].

En España más de 100.000 afectados por traumatismos craneoencefálicos (TCE) requieren atención médica al año. En el coste de un traumatismo craneoencefálico (TCE) ha de tenerse en cuenta los gastos de hospitalización, la pérdida de producción, los gastos en subvención, etc. lo que supone una importante cantidad de recursos para cualquier país, que se estima del 1 al 2% del PIB. Los programas de rehabilitación neuropsicológica disminuyen los costes sin embargo esto no parece haber llegado conocimiento de la gran mayoría de los gestores españoles de la salud.

Referencias bibliográficas

1. Haeger, K. The illustrated history of sugery. Gotherburg: AB Wordbok; 1988.
2. Ruano, A. Invalidez, desamparo e indefensión en seres humanos. Madrid: Fundación Mafre Medicina; 1993.
3. León-Carrión, J. A historical view of neuropsychological rehabilitation: The search for human dignity. In Leon-Carrion J. (ed), Neuropsychological Rehabilitation. Fundamentals, Innovations and Directions. Gr/St Lucie Press: Delray Beach, Florida; 1997. (pp. 3-40).
4. Garcia-Ballester, L. Historia social de la medicina en la España de los siglos XIII al XVI. Madrid: Akal; 1976.
5. Carpintero, H. Historia de la Psicología en España. Madrid: Eudema Universidad; 1994.
6. Romero-López, M. J. La perspectiva neurobiológica en el estudio de la conciencia. Revista Electrónica de PortalesMédicos.com; 2011.
http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/3514
7. Diller, I. Federal planning with regard to traumatic brain injury in the United States. In A. L. Christensen and B. P. Uzzel (eds). Brain injury and neuropsychological rehabilitation: International perspectives. Hillsdale, NJ: Laurence Erlbaum Associates; 1994 (pp.269-280).