Inicio > Medicina Familiar y Atención Primaria > Consumo de bebidas energéticas y alcohol: un problema de Salud Pública en estudiantes universitarios

Consumo de bebidas energéticas y alcohol: un problema de Salud Pública en estudiantes universitarios

Consumo de bebidas energéticas y alcohol: un problema de Salud Pública en estudiantes universitarios

Ponce y Ponce de León G. (1), Arizona- Amador M. B. (1), Esparza- Betancourt R.I. (1), Mayagoitia-Witrón J.J. (2), Verdugo-Batiz A. (1)

1. Facultad de Enfermería, Mexicali, Universidad Autónoma de Baja California
2. Facultad de Medicina, Mexicali, Universidad Autónoma de Baja California


Mexicali, Baja California

Resumen.

Introducción:

El consumo bebidas energéticas está relacionando en la actualidad con un problema de Salud Pública en los jóvenes, debido a la ingesta inmoderada de estas, y por la práctica de combinarlas con alcohol, con el objetivo de rendir más, revitalizarse, recargar energía o bien para potencializar el efecto del alcohol y no sentir los efectos embriagantes. (1) Estudios han demostrado que cuando se mezcla las bebidas energéticas con alcohol se afecta la percepción, pudiendo llevar a una intoxicación alcohólica. (2,3)

Objetivo: Determinar la frecuencia de consumo de bebidas energéticas mezcladas con el alcohol en estudiantes de primer a octavo semestre de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Mexicali.

Material y Métodos: Estudio descriptivo, transversal y relacional. La muestra fue de 353 estudiantes. Se aplicó cuestionario validado, auto contestado, sobre patrón de consumo de bebidas energéticas.

Resultados.

196 (58.2%) estudiantes consumen bebidas energéticas; 32.1% hombres y 67.9% mujeres. La edad promedio de 21.4 años (ds =3). Patrón de consumo: 22.9% una vez en la vida; 25.5% una vez cada seis meses; 44.8% una vez en el último mes; 1.5% seis veces o más en el último mes. Ocasiones de consumo: en casa 42.3%; fiestas 30.1%; bares 22.9%. Razones del uso: 31.1% por gusto; 29.5% para inhibir el sueño; 27% por su sabor y para activarse; 11.2% para estudiar más. Cantidad de latas consumidas por ocasión: 66.3% una; 23.2% dos a tres; 19.8% cuatro a cinco; 6.3% seis o más. Los principales efectos: 43.4% mayor energía; 39.8% mantenerse despierto. El consumo de las bebidas energéticas combinadas con el alcohol fue 27.5%; con vino (25.5%) y whisky (21.9%). Consume más alcohol combinándolo: 4.5% bebe un poco más, el 2.0% bebe mucho más, 13.7% no bebe ni más ni menos. Al combinar con el alcohol presentan: 32.0% hiperactividad; 30.0% taquicardia; 26.0% estimulación; 24% inhibición del sueño; 22.; 16% inhibición de los efectos del alcohol.

Conclusiones: Los estudiantes de la Facultad de Enfermería como futuros promotores de la salud, deben de estar informados sobre los riesgos para la salud que ocasiona el consumo masivo de estas bebidas asociadas al alcohol.

Abstract:

Introduction: the consumption of energy beverages is currently related to a health problem in young people, due to the immoderate ingestion of the former, and to the common practice of mixing them with alcohol, with the aim of increase of performance, revitalize, recharge energy or potentialize the effect of alcohol but avoiding inebriating side effects. Studies have shown that when you combine energy beverages with alcohol, perception is affected, causing alcoholic intoxication.

Objective: To determine the frequency of consumption of energy beverages combined with alcohol in students from first to eight semesters in the nurse school of UABC, Mexicali.

Material and methods: descriptive, transversal and relational study. The sample included 353 students. A validated questionnaire was applied, which was self answered, about the pattern of energy beverage consumption.

Results: 196 (58.2%) of students consumed energy beverages, 32.1% were male and 67.9% were female. Age average was 21.4 y/o, (ds=3). Pattern of consumption was 22.9% in their lifetime; 25.5% once every six months; 44.8% once in the last month and 1.5% six or more times in the last month. The sites of consumption were at home 42.3%, parties 30.1% and bars 22.9%.

Reasons for usage were 31% for the fun of it, 29.5% to inhibit sleep, 27% for its taste and to increase stamina and 11.2% to be able to study more, The amount of cans consumed per occasion were one in 66.3%, two to three in 23.2%, four to five in 19.8% and six or more in 6.3%. The main effects detected were increase in energy 43.4% and staying awake 39.8%.

The mixture of energy drinks and alcohol was 27.5%, with wine 25.5% and whisky 21.9%.
Mixing of energy drinks and alcohol caused people to increase intake in small amounts 4.5%, large amounts in 2.0% and 13.7% did not drink more or less. When combined with alcohol subjects show hyperactivity 32%, tachycardia 30%, stimulation 26%, sleep inhibition 24% and inhibition of alcohol effects in 16%.

Conclusions: students of nurse school in UABC as future promoters of health, should be informed about the health risks associated with the massive consumption of energy drinks and alcohol

Introducción.

Las bebidas energéticas o energizantes son sustancias estimulantes, que inicialmente, fueron creadas para incrementar la resistencia física, proveer reacciones más veloces a quien las consumía, lograr un nivel de concentración mayor, evitar el sueño, proporcionar sensación de bienestar y estimular el metabolismo. (5) En Estados Unidos en el año 2001, se reportó un consumo de bebidas energéticas en 7.5 millones de personas, por otra parte, en el estudio «Energy Intake from Beverages is Increasing among Mexicans Adolescents and Adults» se encontró que el consumo de calorías en la dieta a través de las bebidas está aumentando entre adolescentes y adultos mexicanos, así mismo en el estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública, El Colegio de México y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Carolina del Norte, afirman que México ha rebasado a los Estados Unidos en cuanto a la energía calórica que la población consume diariamente a través de estas bebidas. (5)

En México, las bebidas estimulantes o energéticas fueron consumidas inicialmente por deportistas de alto rendimiento, pero últimamente se han popularizado entre toda la población, el 60% de los jóvenes entre 16 y 30 años de edad, son los que con mayor frecuencia consumen las bebidas energéticas, combinándolas en ocasiones con alcohol, poniendo en riesgo su vida. Según una investigación realizada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), los jóvenes toman hasta 2 ½ litros de estas bebidas en cada una de sus salidas por la noche. Además, en el mercado mexicano hay más de 50 marcas comerciales de dichas bebidas, que vienen presentadas en envases de 250 ml hasta 1 1/2 litro. (3)

Las bebidas energéticas son anunciadas en todos los medios, destacando el «levantón» que dan a las personas, pero sin advertir de los riesgos de su consumo desmedido que puede dañar el sistema nervioso central, las funciones cardiacas y hasta provocar la muerte porque sus efectos se comparan a los que producen otro tipo de drogas. (6)

La presión escolar sólo es uno de los factores que influyen en la búsqueda de estimulantes. Varios estudios señalan que el perfil de estudiantes que ingieren estas sustancias, bebidas o drogas se relacionan con la disponibilidad para adquirirlas, relaciones interpersonales y familiares. Además se observa el consumo con más frecuencia en el nivel medio superior. (7)

Las bebidas energéticas enganchan a los estudiantes por sus supuestas propiedades vigorizantes; sin embargo, los efectos son de corta duración y después del periodo de excitación perturban la memoria, alteran la capacidad analítica cerebral; además llegan a distorsionar la percepción y juicio de la realidad e incluso a producir una falsa sensación de excelente funcionamiento físico y mental. (7)

Por otra parte, la mezcla de bebida energética con alcohol (vodka u otras bebidas destiladas) comenzó en bares y clubes nocturnos de Europa, Estados Unidos, y posteriormente en México.

La combinación del efecto estimulante de la cafeína y el efecto depresor del alcohol reduce los síntomas de letargo asociados al estado de embriaguez, lo que lleva a subestimar los niveles de intoxicación. Esta combinación, además de incrementar la potencial letalidad de la intoxicación alcohólica, ocasiona mayor prevalencia de situaciones de abuso sexual, consumo de drogas, de accidentes de tránsito, de sufrir heridas o herir a otros, o de requerir atención médica (20).

Cabe mencionar que el consumo de estas bebidas está relacionando con un problema de salud pública en los jóvenes, debido a la práctica dañina de adulterar para su consumo las bebidas energéticas con el alcohol, con el objeto de rendir más, revitalizarse o recargar energía. (7,13)

De hecho algunos análisis han demostrado que cuando se mezcla las bebidas energéticas con alcohol se afecta directamente al sistema cardiovascular y nervioso, por lo que se provoca en el individuo ansiedad, insomnio, taquicardia e incluso intoxicación por ingesta excesiva. (13)

Es así como, al conocer la problemática actual del consumo de bebidas energéticas y el riesgo para la salud y al no contar con un estudio fiable que muestre una panorámica clara de la situación actual en estudiantes universitarios, se realiza la presente investigación en la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Baja California de la ciudad de Mexicali, México, para conocer cuáles son las causas del consumo de bebidas energéticas y el consumo de éstas mezcladas con el alcohol, en estudiantes de primer a octavo semestre de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Mexicali en el periodo 2011-1.

Material y métodos. En el presente estudio de tipo transversal se determinó las principales causas del consumo de bebidas energéticas combinadas con el alcohol, en estudiantes de primer a octavo semestre de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Mexicali en el periodo 2011-1.

El tamaño de la muestra se calculó con la fórmula para muestreo probabilístico estratificado, con una confianza del 95%, una significancia de (1-a,£ 0.5), y un poder del estudio de (1-b,>80%), obteniéndose un total de 334 estudiantes. Para la recolección de datos se utilizó instrumento autoadminstrado, validado y basado en cuestionario sobre patrón de uso de bebidas energéticas utilizado por el Departamento de Psicología de la Universidad Federal de San Pablo (UNIFSEP) (1), el instrumento quedó conformado en tres partes, la primera corresponde a datos sociodemográficos, la segunda relacionada con el patrón de consumo de bebidas energéticas con 11 preguntas de tipo dicotómicas y de respuesta múltiple, y finalmente la tercera relacionada al conocimiento de la composición y riesgos de las bebidas energéticas con dos preguntas de respuesta múltiples. Se aplicó prueba piloto para obtener la confiabilidad del instrumento a través de la prueba estadística alfa de Cronbach (0.80).

Para el análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva con frecuencias, porcentajes e intervalos de confianza. Se utilizó Chi cuadrado para analizar asociaciones entre variables sociodemográficas, consumo de bebidas energéticas, combinación con alcohol y conocimiento de la composición de las bebidas energéticas. Se considero significativo un nivel de p<0.05.

Resultados.

La muestra estuvo conformada por 334 estudiantes, 243 fueron mujeres (72.5%) y 91 (27.2%) hombres. La edad promedio fue de 21.4 (mínimo=18 años, máximo=42 años, ds =3); 294 (87.8%) solteros, y solo 123 (36.7%) trabaja. En cuanto al consumo de bebidas energéticas, 196 (58.2%) estudiantes reportaron haber consumido bebidas energéticas, de estos 63 (32.1%) fueron hombres y 133 (67.9%) mujeres (p< 0.05), de los 123 estudiantes que trabajan, 79 (64.2%) consumen bebidas energéticas.

En cuanto al consumo de bebidas energéticas, el 44.8% fue una vez al mes, el consumo más frecuente fue en casa (42.3%) y el 66.3% consumió una lata por ocasión. (Tabla 1)

Tabla 1. Consumo de bebidas energéticas

bebidas-energeticas-alcohol/consumo-cantidad-ingesta

En relación a las principales causas o motivos del consumo fueron: por gusto (31.1%), para inhibir el sueño (29.5%) por su sabor y para activarse (27%), el 13.7% para mejorar el sabor de la bebida alcohólica y solo un 11.2% para estudiar más, por otra parte, se muestra los principales efectos que presentan al ingerir las bebidas energéticas (p<0.05) como: más energía (43.4%), mantenerse despierto (39.8%), taquicardia (23.0%.) e hiperactividad (16.3%).

El consumo de bebidas energéticas combinadas con alcohol fue un 27.5% (p<0.05), la principal bebida con la que se mezclo fue con whisky (61.1%) y vodka (22.2%); de los 54 estudiantes que combinan las bebidas energéticas con el alcohol el 50.0% refiere no beber ni más ni menos y solo el 7.4% bebe mucho más. De los efectos que se reportaron con más frecuencia fueron taquicardia (36%), hiperactividad (32%), estimulación (26%), inhibición del sueño (24%) y euforia (22%). Solo el 16% refirió inhibición de los efectos del alcohol y el 26% ningún efecto. (Tabla 2)

Tabla 2. Consumo de bebidas energéticas combinadas con alcohol

bebidas-energeticas-alcohol/vino-vodka-tequila

El 51.8% de los estudiantes en general conocen la composición de las bebidas energéticas, y solo el 9.8% consideran que el consumo es riesgoso para la salud. De los estudiantes que consumen bebidas energéticas el 57.7% conoce la composición de estas bebidas (p<0.05) y el 87.2% considera que el consumo es riesgoso para la salud (p<0.05).

Discusión.

En relación a los resultados obtenidos queda claro que el consumo de bebidas energéticas es baja (58.2%) en relación a estudio realizado en estudiantes de educación física en Rosario Argentina (5) en el cual se reporta un consumo del 64.9%, en relación a las características socio demográficas de los estudiantes se identificó una asociación significativa entre el consumo de bebidas energéticas y el sexo femenino, mostrándose el mismo comportamiento en estudio previo realizado en cuatro universidades de Puebla y Cholula. (17)

Por otra parte, el consumo fue mayor en los estudiantes que trabajan, encontrándose el mismo comportamiento en estudiantes de Argentina (64.4%) (17) lo cual se puede suponer que una carga mayor de actividad pudiera ser un factor condicionante si tomamos en cuenta que las bebidas energéticas han invadido el mercado desde la década pasada destacando el «levantón» que dan a las personas, exaltando la energía, el vigor y la fuerza, propiciando en los jóvenes un efecto ergogénico que les permita conciliar las responsabilidades cotidianas de estudiar, trabajar y las exigencias de su vida personal con la diversión.

Es así como el patrón de consumo reportado por los estudiantes de una vez en el último mes fue mayor en relación a estudios previos en los cuales se reporta 38% y 22% (5,17) en relación al 44.8% que se obtuvo en el estudio, sin embargo el consumo de 6 veces o más en los últimos 30 días fue mucho menor (4.5%) en relación a estudio previo que fue de 39.4%.5 En relación a las ocasiones de consumo predominó en casa (42.3%) y en fiestas (30.1%), reportándose en investigación previa un mayor consumo en discotecas (75.2%), fiestas (48.9%) y bares (38.7%) (17).

Por otra parte, el consumo de bebidas por ocasión fue de una lata en el 66.3% de los casos y solo en un 17.3% de los casos fue de cuatro a cinco bebidas, resultados similares se reportaron en estudio previo. (5) Cabe mencionar que suponemos que el consumo de bebidas en relación al patrón, ocasiones y cantidad no fue muy alto debido a que cuando se llevó a cabo el estudio no se encontraba el estudiante en periodo de exámenes, por lo que sería interesante realizar este estudio durante periodos de exámenes o a fines de periodo escolar para ver si existe diferencia en el consumo. Esto se ve reflejado en que el principal motivo de consumo fue por gusto (31.1%), quedando en un segundo término el inhibir el sueño (29.5%) finalmente para activarse, obtener más energía y por su sabor (27%). Reportándose en otros estudios la principal razón de consumo solo por gusto y por el aporte de energía con un 20% y un 10% por el sabor de la bebida. (5)

El consumo de las bebidas energéticas con el alcohol es cada vez más frecuente entre los jóvenes, en el trabajo realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad Federal de Sao Pablo se encontró que el uso de bebidas energéticas es realizado la mayoría de las veces asociado con el uso del alcohol (20). Por otra parte, los resultados obtenidos en este estudio no reporta una frecuencia muy alta (27.5%) en relación con otros trabajos donde esta asociación se encuentra entre un 54% hasta un 87.6%, siendo el principal tipo de alcohol el whisky, vodka y vino, lo que concuerda con este trabajo. (5,17,20)

Es un hecho que la publicidad hoy en día muestra que estas bebidas evitan el cansancio y mejoran el rendimiento, esto pudiera ser alguno de los motivos que lleva a los jóvenes al consumo ya que los principales efectos reportados al mezclar el alcohol con este tipo de bebidas fueron hiperactividad, taquicardia, estimulación e inhibición del sueño, reportándose resultados similares en otros trabajos. (5,17) Por otra parte, no fue motivo para que los estudiantes bebieran más alcohol, reportando que su consumo de alcohol no varió, lo cual si difiere con estudio realizado en estudiantes de deportes, en el cual se afirma que su consumo de alcohol fue mayor. Es importante mencionar que la mayoría de los estudiantes que consumen bebidas energéticas tienen conocimiento de la composición química de estas bebidas así como las consideran nocivas para la salud (p<0.05), lo cual concuerda con estudios previos. (5,17)

Conclusión.

A pesar del mensaje que se transmite en los medios de comunicación de incrementar la energía y el estado de alerta, sin advertir sobre el riesgo de no poder percibir los propios síntomas de intoxicación alcohólica y las consecuencias que este abuso conlleva, es necesario intervenir para la prevención de consumo de estas bebidas mezcladas con el alcohol, y frente a los resultados obtenidos en este estudio, los estudiantes de la Facultad de Enfermería como futuros promotores de la salud, deben de estar informados sobre estos productos, sus beneficios (si los hay), sus riesgos, y las consecuencias de sus abusos, así como la necesidad de una buena alimentación y un estilo de vida saludable.

Referencias bibliográficas:

1.- Ballesteri Martha Carmen, Cirradi-Webster Classia. El uso de bebidas energéticas en estudiantes de educación física, Rev. Latino-am Enfermagem 2008.
2.- Bebidas energizantes pueden afectar la salud.
http://mundonutricion.portalmundos.com/bebidas-energizant
3.- Adicción a bebidas energizantes Por: IMSS/Cofrepis/Redacción Fuente: 2009-02-20 18:28
4.- Santacruz, M. Alvarado, A. López, D. Rincón. (2003). Cafeína (150mg/kg) y aprendizaje espacial (retención y adquisición) en ratones. Psicología desde el Caribe en línea.
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=21301109
5.- Crece en México la demanda de bebidas energizantes.
http://www.mejorcalidaddevida.com/bebidas-energizantes-crecen-en-mexico-su-demanda-expertos-destacan-los-detalles
6.- Cano Bedoya. Las bebidas energizantes. ¿Posible nueva dependencia?
web.usbmed.edu.co/ciaf/compartidos/…/articulo_energy_drinks.doc
7.- Matos Carmen. Un estudio revela jóvenes consumen energizantes con alcohol, pastillas hoy.com.do 12-01-2008
8.- Los peligros de las bebidas energizantes.
http://nnveracruz.com/index.php/salud/8953-nn
9.- Bebidas energéticas.
http://foro.poderjoven.gob.mx/index.php?showtopic=1127
10.- Gantiva Díaz Carlos Andrés, Mateus Rodríguez y Catalina Perilla Suárez Juliana. Efectos del consumo de bebidas energizantes en el aprendizaje encadenado en ratas. Psychología: Avances de la Disciplina, ISSN 1900-2386, Vol. 2, Nº. 2, 2008 , págs. 93-109
11.http:// sil. gobernacion. gob.mx/ archivos/ documentos  /2010 /10/ asun_26 90860_ 2010 1014 _1287 0768 47.pdf
12.- Mateschitz, el extraño inventor de Red Bull
http://www.noticiasdenavarra.com/2010/11/15/deportes/otros-deportes/mateschitz-el-extrano-inventor-de-red-bull?pestana=Galerias
13.- Rivera Juan A, MS, PhD, Muñoz-Hernández Onofre, M en C, Rosas-Peralta Martín, MC, MCS, DCS. Aguilar-Salinas Carlos A, MEsp, Popkin Barry M, PhD, Willett Walter C, MD, Dr PH. Consumo de bebidas para una vida saludable: recomendaciones para la población mexicana. Salud pública de México / vol. 50, no. 2, marzo-abril de 2008
14.- Bebidas Energizantes: Un Artículo de Revisión Brian Klepacki. Energy Drinks: A Review Article. Strength & Conditioning Journal, 32(1):37-41 (2010).
15. Shamah Levy Teresa, Villalpando Hernández Salvador, Rivera Dommarco Juan, Manual de procedimientos para proyectos de nutrición. Centro de investigación en nutrición y Secretaría de Salud Pública/2006. ISBN 970-9874-19-5
16.- Organización Mundial de la Salud, Obesidad y sobrepeso, No.311 Sept 2006
http://www. who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/index.html
17.- García Angela M, Y Espinosa Ayamel Graciela Olayo Sánchez Estudio comparativo de hábitos de consumo de bebidas energéticas en estudiantes de cuatro universidades de la Ciudad de Puebla y Cholula Universidad de las Américas Puebla Escuela de Negocios y Economía Departamento de Turismo Cholula, Puebla, México a 5 de diciembre de 2008 Derechos Reservados © 2008, Universidad de las Américas Puebla.
18.- Bebidas Energizantes, las modas y los hechos. IFIC Review de IFIC Foundation – Caffeine and Health: Clarifying the Controversies, 2007 (Publicación de IFIC sobre cafeína y salud: aclaración de las controversias). w w w . alimentos ecuador . c o m
19.- Avanza el consumo de energizantes con alcohol. Fuente: Prensa UTN Villa María 31/01/2008
20.- Roussos A., Franchello A., Flax Marcó F., De Leo M., Larocca T., Barbeito S., Rochaix A., Jacobez S., Alculumbre R. Bebidas energizantes y su consumo en adolescentes, Pediatría y nutrición. Actualización en nutrición vol 10 – nº 2 – junio 2009