El consumo bebidas energéticas está relacionando en la actualidad con un problema de Salud Pública en los jóvenes, debido a la ingesta inmoderada de estas, y por la práctica de combinarlas con alcohol, con el objetivo de rendir más, revitalizarse, recargar energía o bien para potencializar el efecto del alcohol y no sentir los efectos embriagantes. Estudios han demostrado que cuando se mezcla las bebidas energéticas con alcohol se afecta la percepción, pudiendo llevar a una intoxicación alcohólica.