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Introducción sobre estrategias de afrontamiento ante un problema de salud inesperado

Introducción sobre estrategias de afrontamiento ante un problema de salud inesperado

Ya es clásica la Teoría de la Compuerta de Melzack y Wall (1965) y sus desarrollos posteriores hasta llegar a la Teoría de la Neuromatriz. El desarrollo de estas teorías ha permitido la consolidación del paradigma del dolor como multidimensional, considerando tres dimensiones básicas las que configuran la experiencia álgica: la motivacional-afectiva, sensorial-discriminativa y la cognitiva-evaluativa, siendo el afecto una variable moduladora de la percepción álgica.

Introducción sobre estrategias de afrontamiento ante un problema de salud inesperado

Manuel Luque Oliveros. Supervisor de Quirófano del AHVM

Es difícil soportar el peso de la dependencia

Máxime si es hospitalaria

Ya es clásica la Teoría de la Compuerta de Melzack y Wall (1965) y sus desarrollos posteriores hasta llegar a la Teoría de la Neuromatriz. El desarrollo de estas teorías ha permitido la consolidación del paradigma del dolor como multidimensional, considerando tres dimensiones básicas las que configuran la experiencia álgica: la motivacional-afectiva, sensorial-discriminativa y la cognitiva-evaluativa, siendo el afecto una variable moduladora de la percepción álgica.

Pero además, estas dimensiones se integran en lo que Melzack llama una neuromatriz. Esta matriz neuronal, aparte de ser activada por las señales que vienen de la periferia del cuerpo, se activa intrínsecamente. Así la matriz no sólo analiza la información de entrada sino que genera la información que experimentamos como sensación o dolor (1)(2)

De forma paralela, la dinámica del afrontamiento de las personas sigue un mismo esquema. Desde la perspectiva de la teoría cognitiva de la emoción tanto la cualidad como la intensidad de una emoción depende de la propia valoración que el individuo realiza, planteándose que el afrontamiento actúa como mediador de la emoción. Además, se ha observado que determinadas emociones son indicadoras de daño, beneficio, amenaza o desafío (3).

En este modelo también se plantea que los antecedentes causales (características pertenecientes tanto al individuo como a la situación), pueden actuar como causas en el proceso emocional y en las consecuencias adaptativas a corto o largo plazo. Los antecedentes causales actúan como predictores del afrontamiento y de la salud (3).

De tal manera que si la familia es una unidad biopsicosocial que mantiene un determinado comportamiento frente a la salud y su perdida.

Entre sus funciones destacan las de cuidarse y enseñar a cuidar a sus miembros con el objeto de promover la salud, el bienestar y el desarrollo de estos, manteniendo la dinámica familiar, adaptándose a las situaciones de crisis (4), las relaciones dentro del cuidado de la salud son reconocidas como de gran importancia para hacer frente a la experiencia de enfermedad dentro de la familia, siendo estas no solo consideradas como ejes centrales para el cuidado en sí, sino también para el propio cuidado (5).

La colaboración por parte de todo el equipo multidisciplinar pone de manifiesto un agradable clima de confianza y animo dentro del seno de la familia. Por ello, invertir esfuerzos en dar una información clara, concisa y alejado de los tecnicismos, hacen que el problema de salud inesperado sea lo mayormente llevadero.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Melzack R, Wall PD. Pain mechanisms: a new theory. Science 1965: 150: 971-9.
  2. 2. Melzack R. Phantom limbs and the concept of a neuromatrix. TINS, 1990; 13 (3): 88-92.
  3. Lazarus R, Kanner A, Folkman S. Emotions: a cognitive-phenomenological analysis. En Plutchik R, Kellerman H. (eds.): T h e o ries of emotion. N.Y., Academic Press. 1980. p. 189-217.
  4. LIMA JS, LIMA M, valoración enfermera de la familia. Guía básica.
  5. Robinson CA. Health care relationships revisited. J Fam Nurs 1996; 2(2):152-73.