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El puerperio. Principios básicos

El puerperio. Principios básicos

El puerperio es el periodo que comprende desde el final del parto hasta la normalización de los cambios fisiológicos producidos durante el embarazo. Es un periodo largo, que suele durar aproximadamente seis semanas o hasta la aparición de la primera menstruación.

El puerperio. Principios básicos.

Enfermera; López  Sánchez, Elvira

TCE; Rodríguez Espina,  Javier

Aux de Enfermería; Figueroa Sánchez, Sara.

Palabras clave: Puerperio, hemorragia posparto, síntomas del puerperio, signos del puerperio, shock hipovolémico.

FASES EVOLUTIVAS:

El puerperio evoluciona hasta la recuperación total, tanto física como psíquica, de la mujer a través de tres fases:

  1. Puerperio inmediato: comprende desde el final del alumbramiento hasta las seis primeras horas tras el parto.
  2. Puerperio intermedio: se sitúa entra la sexta hora tras el parto y el tercer día cumplido. Este periodo  suele coincidir con el tiempo de hospitalización materno-infantil.
  3. Puerperio tardío: abarca desde el tercer día cumplido, hasta la sexta semana cumplida, siendo todo él un periodo de estancia domiciliaria.
  4. A.            Puerperio inmediato:

Es un periodo crítico con un alto riesgo de complicaciones. La madre permanecerá en la sala de recuperación, se valorará profilaxis farmacológica de la hemorragia.

Las complicaciones más frecuentes son hemorragia y shock, por lo que deberemos valorar signos y síntomas.

Una vez estabilizada pasa a la sala de hospitalización general.

Signos y síntomas a controlar en el puerperio inmediato:

  • Nivel de consciencia.
  • Tensión arterial.
  • Frecuencia cardiaca.
  • Temperatura.
  • Frecuencia respiratoria.
  • Diuresis.
  • Valoración hemorragia genital.
  • Características uterinas.
  • Estado de la episiotomía.

Síntomas: Sensación de alivio y bienestar, dolor en la cara anterior e interna de los muslos por la fatiga muscular (generalmente sucede en periodos expulsivos largos), sensación de quemadura a nivel de la vulva aunque no exista ninguna lesión.

El escalofrío es un aspecto que puede producirse, la puérpera es atacada por un temblor generalizado, casi siempre es benigno.

Signos: Su rostro se encuentra tranquilo, respira tranquilamente, el pulso es lleno-regular-amplio (60-70 por minuto), la presión arterial es normal y a veces algo baja, Hay pérdida sanguínea con coágulos entre 100 y 400 ml. El globo de seguridad de Pinard es un índice de buena hemostasia y se produce después de la completa evacuación de la placenta, luego la matriz reduce su actividad disminuyendo primero la frecuencia de las contracciones y más tarde la intensidad de las mismas, a las 12 horas post parto la frecuencia llega a valores de una contracción cada 10 minutos. También hay que valorar su estado de conciencia, mamas, miembros inferiores y diuresis.

HEMORRAGIA POSPARTO.-

Es la causa más común de sangrado excesivo durante el ciclo del parto. Pérdida de más de 500 ml de sangre después del parto vaginal sin complicaciones, ya que el volumen sanguíneo de la gestante aumenta uno o dos litros durante el embarazo. La paciente tolera bien esta pérdida de sangre.

La hemorragia puede ser temprana (primeras 24 horas) y tardía (después de las primeras 24 horas hasta 6 semanas tras el parto). El riesgo aumenta si se presenta en las primeras 24 horas, porque una región venosa extensa se encuentra expuesta tras la separación de la placenta.

La pérdida de sangre de 500 a 600 ml en el parto es normal, de 1000 ml es normal en cesárea. El cuerpo responde a la hipovolemia aumentando la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria. La disminución del volumen de sangre hace que la piel y las membranas mucosas palidezcan, se enfríen y humedezcan. A medida que continúa la pérdida de sangre se reduce el flujo cerebral y la paciente se muestra inquieta, confusa, ansiosa y letárgica.

Cuidados inmediatos

  • Identificar la causa específica.
  • Administración de líquidos intravenosos para mantener el volumen circulante.
  • Proporcionar oxígeno para aumentar la saturación, valoración de la misma.
  • Introducir catéter Foley para valorar el funcionamiento renal.

Etiología

Atonía uterina: es la incapacidad del músculo del miometrio de contraerse y permanecer así para que los vasos abiertos del sitio placentario sanen.

La clínica es hemorragia uterina junto a útero de consistencia blanda, que puede ser debida a la retención de restos placentarios o a coágulos de sangre.

Desgarros del canal del parto: por traumatismos y laceraciones. Los traumatismos incluyen: laceraciones vaginales, perineales o cervicales. Todas deben ser suturadas de inmediato. Las grandes ocurren siempre en partos difíciles o precipitados, en primigrávidas con niños grandes o en partos instrumentados. Es muy importante revisar el canal del parto tras el expulsivo. Se sospecha de laceraciones cuando hay un sangrado excesivo y el fondo uterino está firmemente contraído. La hemorragia es de un color rojo vivo brillante a diferencia de los loquios que son oscuros.

Retención de restos placentarios: cuando algunas porciones de la placenta se quedan adheridas a la pared del útero se produce hemorragia, porque éste no se contrae para prevenirla. Puede ser temprana o tardía. Es esencial el examen cuidadoso de la placenta tras el alumbramiento. Para expulsar los fragmentos se administra oxitocina, y si no es suficiente, será necesario la dilatación y el raspado.

Cuando la placenta no se desprende de la pared uterina se llama Accreta, ésta puede provocar sangrado profuso y obligar a la histerectomía.

Hematomas: suelen ser producto de lesiones de vasos sanguíneos, del perineo o de la vagina. La característica distintiva del hematoma es el dolor perineal, la ausencia de sangrado y un útero firme. La paciente podría no ser capaz de miccionar