El trastorno dismórfico corporal, es un trastorno somatomorfo caracterizado por la preocupación excesiva de un paciente relacionada a un defecto físico imaginario en su apariencia corporal. Se estima una prevalencia de aproximadamente 0.5 a 0.7% en la población general y hasta un 3% en la población psiquiátrica, el 5% corresponde a mujeres que solicitan algún procedimiento quirúrgico estético. Los pacientes con TDC (trastorno dismórfico corporal) son extremadamente despectivos con respecto a su apariencia, excediendo los limites de una evaluación objetiva, tienen una obsesión con su apariencia física la cual puede conducirlo a un aislamiento social, ocasionándole una preocupación extrema que se hace presente la mayor parte del tiempo, llevando a este a una eventual interferencia con su vida profesional y personal.