La colonoscopia es una de la pruebas diagnósticas más fiables a la hora de detectar los diferentes tipos de lesiones que se comprenden entre el orificio anal y pudiendo llegar a sobrepasar la válvula ileocecal canalizando así el tercio final del intestino delgado o íleon. Así mismo su finalidad también puede llegar a ser terapéutica mediante la resección de pólipos y/o esclerosamiento de puntos sangrantes. Ha demostrado ser la más sensible de las pruebas en la detección del cáncer de colon.