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Historia de la Sanidad Pública española. Revisión bibliográfica

Historia de la Sanidad Pública española. Revisión bibliográfica

Resumen:
Objetivo: el propósito de esta revisión bibliográfica es ofrecer una síntesis de los principales hechos y fechas que dieron lugar a la sanidad pública española que conocemos actualmente.

Se realizó una revisión sistemática de la literatura existente en revistas científicas que incluían artículos relacionados con la Historia de la Sanidad pública en España y la evolución de nuestro sistema sanitario a lo largo de todo un siglo. La búsqueda de documentos se realizó a partir de bases de datos bibliográficos informatizados. Para seleccionar qué documentos formarían parte de la revisión, se establecieron una serie de criterios referentes tanto al documento (año de publicación, idioma) como a la temática del mismo y que se consideraba que en su conjunto contestaban a la pregunta del estudio.

Historia de la Sanidad Pública española. Revisión bibliográfica

Carmen Ruiz Ginard. Diplomada en Enfermería. Máster en Gestión Hospitalaria y Servicios Sanitarios, Máster en Enfermería de Anestesia, Reanimación y tratamiento del dolor. Enfermera del servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona).

Palabras clave: Historia de la sanidad, Sistema nacional de salud, Sanidad Pública en España

Se identificó aquellas fuentes de información más adecuadas (Cochrane Library, MEDLINE, IBECS, IME, EMBASE, CIS-DOC, CUIDEN, CUIDATGE), aunque por requerimiento de la temática de la revisión sistemática exploratoria y de los objetivos de la misma, se recurrió también  a fuentes no indexadas, como páginas web de organismos e instituciones.

Introducción

Para entender las bases de la sanidad pública en España, retrocedí en el tiempo hasta principios de siglo XIX, donde descubrí los primeros indicios de actuaciones gubernamentales que tenían la misión de prevenir problemas epidémicos pero dejaban al margen la protección individual.

Durante el último tercio siglo XIX, mientras los principales intelectuales del regeneracionismo y de la corriente de pensamiento krausopositivista  (organicismo antropológico que identificaba al hombre como ser) enfatizaban la importancia de la cultura sanitaria para la salvación y engrandecimiento de la patria mediante la resolución de los problemas higiénico-sanitarios por medio de la ciencia, los higienistas defendían que en las desigualdades sociales estaba el origen de la enfermedad.

Figuras como Méndez Álvaro (doctor en cirugía, medicina, periodista y político) influidas por Mateo Seoane, (filosofo, médico y político) promovieron la creación de la Sociedad Española de Higiene y el código sanitario de 1822 basado en una visión de los problemas de salud, que fracasó a causa de la caída de los liberales tras el Trienio y posterior recuperación del Absolutismo (fue lo más parecido al  primer intento que nos encontramos de establecer mecanismos de atención primaria, vigilancia de epidemias y prevención).

Méndez Álvaro también intervino en la elaboración de la Ley de Sanidad de 1855* que determinaba principalmente la colegiación obligatoria y el establecimiento de colegios médicos en toda España y en otros diversos decretos entre los que destaca el de 1854, por el cual se organizaban los partidos médicos, se planificaba la asistencia gratuita a los pobres, se regularizaba el servicio de Higiene Pública y Medicina Legal, y se establecía la vigilancia del ejercicio de la profesión. En 1882, se crea la fundación de la Sociedad Española de Higiene, presidida por él, cuyos objetivos se dirigían a «propagar los conocimientos higiénicos, creando institutos de higiene y fomentando esta disciplina desde el punto de vista de la docencia, investigación y el de confeccionar una estadística demográfico-sanitaria”.

En 1883 la Comisión de Reformas Sociales se encargó del estudio de cuestiones para la mejora y bienestar de la clase obrera.

Según Rodríguez Ocaña (Catedrático de universidad de Historia de la Ciencia), hasta 1899 no aparecen los primeros intentos gubernamentales de consolidar un sistema de registro sanitario fiable, iniciativa que fracasó en un primer momento al intentar que fuesen los médicos titulares los promotores del registro.

Como fecha a considerar clave en la historia de la Sanidad pública en España, en 1900 nace la Ley de accidentes de trabajo, punto de partida en la faceta de la política para la protección social en España. En aquel momento los gastos en sanidad para el Estado supusieron 738.652 pts, un 0,08 del producto interior bruto, en comparación, el gasto sanitario total en 2012 (sobre presupuesto inicial y no liquidado) se halló en 66.148 millones de euros, el 6,3% del PIB.

El Real Decreto de 12 de enero de 1904*, que aprueba la Instrucción General de Sanidad, apenas alteró el esquema organizativo de 1855 y cambia por el nombre de la Dirección General de Sanidad por el de Instrucción General de Sanidad, empezando formalmente una reorganización de los servicios sanitarios.

Poco después en 1908 se crea por Antonio Maura y promulgado por Alfonso XIII el Instituto Nacional de Previsión (INP).

EL INP fue considerado la primera institución oficial encargada de la Seguridad Social y de la asistencia sanitaria en España que configuró todo el proceso posterior de su génesis convirtiéndose en gestor de todos los servicios hasta el año 1978. En su Ley Fundacional, el Instituto Nacional de Previsión (INP). se previó como un organismo compilador de los distintos sistemas de seguros existentes, de manera que se transitara desde una cierta voluntariedad hacia la obligatoriedad de la cotización en régimen igualitario.

En 1919 se establece la preparación de un plan de seguros sociales directamente atribuidos al Instituto Nacional de Previsión (INP), al tiempo que se crea el Seguro de Retiro Obligatorio Obrero (anteriormente en 1908 se creó un seguro voluntario de vejez subvencionado por el estado que pasó a transformarse en el seguro de Retiro Obligatorio Obrero).

Un sentido similar tuvo la creación en 1922 de la Dirección General de Sanidad, que continuó su labor sanitaria basada en tres ejes:

1. Acoplar la organización médica tradicional a la organización «societaria».

2. Promocionar la higiene rural y urbana.

3. Continuar la lucha contra las enfermedades infecciosas desde una concepción defensiva de la acción sanitaria (declaración, aislamiento y desinfección).

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