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Caracterización Clínico – Epidemiológica de la migraña en adolescentes

Caracterización Clínico – Epidemiológica de la migraña en adolescentes

Las cefaleas, las cuales habitualmente alarman a los familiares son muy comunes durante la infancia y se van incrementando en frecuencia durante la etapa de la adolescencia (1). Constituyendo esta entidad unos de los problemas neurológicos que presenta más demanda asistencial en los servicios de consulta externa de neurología pediátrica. En un estudio realizado en España se señala que constituye el motivo de consulta más frecuente (2)

Caracterización Clínico – Epidemiológica de la migraña en adolescentes

MCs. Dra. Idania Manso Álvarez. Especialista I Grado en MGI. Especialista I Grado en Pediatría. MCs. en Atención Integral al niño.

MCs. Dr. Ariel Osmani Gómez García. Especialista II Grado en Neurología. MCs en Ciencias Pedagógicas

MCs. Dra. Niurka Pina García. Especialista I Grado en Pediatría. MCs en Atención Integral al niño.

MCs. Dra. Vivian Torres Gorrin. Especialista II Grado en Pediatría. MCs en Atención Integral al niño.

MCs. Dra. Norka I Mustelier Cajigal. Especialista I Grado en Pediatría. MCs en Atención Integral al niño

Hospital Pediátrico Provincial Docente José Martí y Pérez. Sancti Spíritus

INTRODUCCIÓN

La realización de estudios epidemiológicos sobre la cefalea plantea en ocasiones algunos problemas metodológicos, especialmente en las cefaleas primarias ya que en estos casos el diagnóstico continúa siendo estrictamente clínico, sin que exista ningún marcador biológico o de neuroimagen que nos permita diferenciar unas de otras.

Estos problemas metodológicos se han intentado resolver mediante la publicación de un grupo de criterios diagnósticos por la Sociedad Internacional de Cefalea, los más recientes fueron publicados en el 2004 (3) en los que se realizaron algunas modificaciones sobre todo en las cefaleas primarias que debutan en la infancia y la adolescencia. De acuerdo con esta clasificación las cefaleas se dividen en dos grandes grupos: Cefaleas Primarias (que son aquellas donde no existe una alteración estructural ni metabólica que justifique la misma, ejemplo de ella son la cefalea migrañosa y la tensional) y las Cefaleas Secundarias (que son aquellas en las cuales existe una etiología causante de la misma, como por ejemplo un tumor cerebral, una enfermedad febril, un trauma craneal, etc.) (3)

La prevalencia de cefalea en general en la edad pediátrica varía de un 37 a un 51% en la edad escolar, incrementándose gradualmente de un 57 a un 82% sobre la edad de la adolescencia (4, 5)

Dentro de las cefaleas primarias como ya se comentó se encuentra la migraña, la cual constituye la causa más frecuente de cefalea recurrente en la infancia (6), y su frecuencia se va incrementando hasta llegar a la adolescencia (7, 8, 9, 10, 11, 12). La prevalencia reportada va aumentando con la edad siendo de un 3% (en la edad entre 3 y 7 años), de un 4 a un 11% (en la edad entre 7 y 11 años) y de un 8 a un 23% (en la adolescencia), con una edad media de comienzo de 7.2 años para los varones y de 12.9 años para las hembras (8, 9, 11, 12, 13, 14).

La nueva clasificación de la Sociedad Internacional de Cefalea, publicada en el 2004 (3) distingue varios tipos de migraña donde se encuentran: la migraña sin aura, la migraña con aura, los síndromes periódicos de la infancia que frecuentemente son precursores de migraña, la migraña retiniana, las complicaciones de la migraña y la migraña probable. En la edad pediátrica, al igual que en el adulto, los tipos más frecuentes son la migraña sin aura y la migraña con aura. (12, 13, 14). En esta clasificación se revisaron y se modificaron en parte los criterios para el diagnóstico de migraña, sobre todo de las dos formas más comunes comentadas anteriormente (ver criterios para el diagnóstico de migraña con aura y sin aura en el anexo # 1)

La migraña en la edad pediátrica tiene algunas características que la hacen diferente a la del adulto como son: la duración de las crisis suele ser mucho más breve, con frecuencia es difícil describir la calidad pulsátil del dolor, y este a menudo se localiza en la región frontal y no en el hemicráneo. El dolor es moderado o intenso y se agrava con la actividad física habitual. Durante la crisis el niño o adolescente suele estar quieto y normalmente quiere estar solo en un lugar poco ruidoso y con poca iluminación. Los síntomas asociados más comunes son las náuseas, los vómitos, la fotofobia y la sonofobia, la palidez y la pérdida de apetito, aunque en la edad pediátrica suelen presentarse con alguna frecuencia otras manifestaciones vagales como frialdad, oscurecimiento visual, que pueden llegar al síncope en ocasiones. En el caso de la migraña con aura las manifestaciones más comunes suelen ser las auras visuales sobre todo del tipo del escotoma negativo, siendo menos frecuentes las manifestaciones sensitivas como las parestesias, la cefalea debe seguir al aura en los restantes 60 minutos (15, 16, 17, 18).

Con la edad del paciente la frecuencia de las crisis suele aumentar (19, 20) lo cual probablemente se relacione con un mayor número de factores desencadenantes, sobre todo los de tipo tensional (15). También se han encontrado diferencias en el horario de presentación de las crisis en las diferentes edades (16, 19).

La presencia de antecedentes familiares de migraña suele encontrase con mayor frecuencia en niños que en adultos (16, 21) lo cual en parte pudiera deberse a que es más fácil interrogar este aspecto durante la edad pediátrica, pero también a que en las formas de inicio infantil suele existir un factor genético determinante en mucho de los casos. Dicho factor genético ha sido reconocido por numerosos autores y, aunque el examen de la mayoría de las familias sugiere un patrón de herencia autosómico dominante con penetrancia variable (17, 21, 22) los estudios de población apuntan a un modelo de herencia multifactorial y poligénica (17, 22, 23). También se sugiere un factor de susceptibilidad a la migraña presente en el cromosoma X, que explicaría el mayor riesgo de la enfermedad en familiares de varones afectos y la mayor prevalencia en mujeres (17). Recientemente, se ha identificado un locus genético de susceptibilidad a la migraña en X q 24 – 28 (17).

En la patogénesis de la migraña se distinguen varios procesos como son: el aura de la migraña, la activación del Sistema Trigeminal, Inflamación meníngea aséptica, la Sensibilización periférica y central, así como la activación del Tronco Cerebral.

El aura de la migraña está constituida por un conjunto de síntomas y signos