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Problemas éticos y jurídicos al inicio y final de la vida humana

Problemas éticos y jurídicos al inicio y final de la vida humana

RESUMEN

El presente trabajo analiza desde la perspectiva ética y jurídica los principales dilemas y cuestiones que pueden plantearse al inicio y final de la vida.

Problemas éticos y jurídicos al inicio y final de la vida humana

Autor: Luis Villarejo Aguilar. Diplomado en Enfermería. Atención Primaria de Salud.

Palabras clave: ética, bioética, eutanasia, dignidad.

ABSTRACT

This paper analyzes from the perspective of the major ethical and legal dilemmas and issues that may arise at the beginning and end of life.

Keywords: ethics, bioethics, euthanasia, dignity

INTRODUCCIÓN

A continuación se abordan una serie de conceptos que dan lugar a posturas encontradas en la práctica clínica. Los valores, los hábitos morales y la confianza recíproca ayudaran a resolver problemas difíciles y complejos de la forma más adecuada.

1. Diferencias éticas y jurídicas entre estado vegetativo persistente y muerte cerebral.

Una persona en muerte cerebral ha perdido todos los sistemas cerebrales, incluidos los de mantenimiento, los vegetativos: no es que no se mueva o no hable, sino que no regula su frecuencia cardíaca, no contrae sus pupilas, no mueve sus ojos si le giramos la cabeza, y respira porque está conectado a una máquina. Carece de reflejos homeostáticos, presentes en alguien anestesiado o en coma pero no en una muerte encefálica. Así que es imposible que alguien se “despierte” de una muerte encefálica. Está muerto, y punto.

El estado vegetativo persistente (EVP) es cuando la persona no tiene funciones cerebrales pero conserva sus reflejos básicos aunque esté en un estado de coma prolongado, para la Justicia esa persona no ha fallecido y existe un debate ético en la medicina sobre si habría que retirarle o no los medios que lo mantienen con vida.

En el caso de muerte encefálica, además del estado de coma existe un destrucción profunda de la estructura cerebral, no tiene respuesta al dolor y efectúa un paro cardíaco definitivo, en esta situación lo que se da es una certificación de muerte.

Los pacientes que se hallan en estado vegetativo persistente mantienen las funciones vitales propias del tronco cerebral –suficientes para sobrevivir sin necesitar un respirador artificial, pero han perdido las funciones características del córtex, aquellas que, generalmente, se consideran más relacionadas con la personalidad. La definición actual de muerte cerebral contempla el cese de toda actividad, tanto la de la corteza como la del tronco cerebral y es la que marca la línea legal entre las personas vivas y las muertas. Esto significa, entre otras cosas que, mientras que a un paciente en muerte cerebral se le pueden extraer sus órganos vitales antes de interrumpir todos los medios de soporte, hacer lo mismo a un paciente en estado vegetativo sería equivalente a un asesinato. Lo llaman wakeful unawareness: tiene los ojos abiertos, parece que está despierto, pero no es consciente de lo que sucede a su alrededor.

Una vez más, no me refiero a algo tan complicado como participar en una conversación: un paciente en estado vegetativo ni siquiera cerrará los párpados si le arrojas algo a la cara, no reaccionará si le hablas. En otras palabras, es como estar en coma, pero abriendo los ojos de vez en cuando, alternando períodos de sueño con otros de vigilia. Asimismo, el estado vegetativo suele acompañarse de un daño amplio de otras estructuras cerebrales, que puede manifestarse groseramente como posturas de decorticación o descerebración. Y, a pesar de que la definición de estado vegetativo no implica que sea irreversible, se habla de estado vegetativo persistente a partir del primer mes, y cuando el paciente lleva un año se considera imposible que salga de ahí.

2. La eutanasia: debate entre la preferencia por la santidad de la vida y la calidad de la vida.

 Debemos reconocer que cualquier decisión que atañe al final de la vida converjan diferentes posturas y opiniones encontradas entre el propio paciente y los distintos profesionales de diferentes ámbitos relacionados con ella. Los pacientes han asumido la conciencia de que tienen derechos en cuanto a su salud y su vida e intentan reivindicarlos en cuanto a la calidad de la vida y la calidad de su muerte; y por otro lado los avances en el campo de la Medicina han logrado que se pueda mantener la vida con un gran arsenal terapéutico y tecnológico. De esta manera podemos decir que existirían dos posturas en cuanto a la actitud frente la eutanasia:

1. Los que defienden la inviolabilidad y la santidad de la vida. Defienden la premisa de que el fin del médico es sanar y proteger la vida humana, además sostienen que las decisiones autónomas de los pacientes tienen límites legales, éticos y morales; alegan que el coste psíquico, social y económico que tienen los enfermos terminales no es razón suficiente para practicar la eutanasia. Para ellos el dolor y el sufrimiento insoportable no es argumento para practicar la eutanasia, puesto que lo que deberíamos de hacer es humanizar la muerte, mediante el apoyo psicológico, espiritual y médico.

 En esta postura se encuentran los denominados “conservadores” y están presentes en todos los sectores: políticos, religiosos, sanitarios y filosóficos.

Documentos:

– Wickham P. La eutanasia, un enfoque cristiano. Aletheia Nº 6, 1994, pp. 21-34.

– Gula, Richard M. Euthanasia, Moral and Pastoral Perspectives. New York: Paulist Press, 1994.

2. Los que defienden la calidad de la vida y la libre disponibilidad de la misma. Defienden a ultranza los derechos fundamentales de la persona, autonomía, dignidad, libertad y permiten la libre disposición de la vida en su final. Para ellos la voluntad y decisión de los pacientes debe ser considerado un principio fundamental para la eutanasia y el suicidio asistido. El coste y la carga social debe ser tomado en cuenta en la disciplina de la eutanasia libremente aceptada, el principio de justicia es reivindicado. Para ellos el dolor y el sufrimiento físico y psíquico de un paciente terminal debiera ser tenido en cuenta y es un argumento para solicitar la eutanasia y el suicidio asistido. El afrontamiento de la muerte desde la libertad del individuo a decidir cuándo y cómo finalizar su vida pertenece al ámbito de morir dignamente.

Documentos:

– Van der