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DESA. Sinónimo de vida

DESA. Sinónimo de vida

Resumen

Las paradas cardíacas (PC) extrahospitalarias son un problema sanitario de primera magnitud cuya incidencia ha disminuido poco a pesar de una significativa reducción en la morbilidad y mortalidad de las enfermedades cardiovasculares, siendo la fibrilación ventricular la responsable inicial de hasta un 85% de las paradas cardíacas extrahospitalarias. La experiencia acumulada en estas décadas en las Unidades de Cuidados Intensivos demuestra que la efectividad de la desfibrilación temprana en la recuperación de un ritmo cardíaco eficaz es del 90% cuando es posible efectuar la desfibrilación en el primer minuto de su evolución.

DESA. Sinónimo de vida

María del Carmen Perez Lobato

Palabras clave: Seguridad del paciente, cuidados de urgencias, Desfibrilación semiautomática. Soporte vital.

El acceso público a la desfibrilación y los programas de desfibrilación semiautomática externa (DESA) de primera respuesta pueden aumentar el número de víctimas que reciben reanimación cardiopulmonar (RCP) por los testigos y una desfibrilación precoz, mejorando así la supervivencia del paro cardíaco súbito extrahospitalario.

Tittle: DESA. Synonymous of life.

Key words: Patient Safety, emergency care, semi-automatic defibrillation. Support vital.

Abstract

Of-hospital cardiac arrests (PC) is a health problem of the first magnitude whose incidence has declined slightly despite a significant reduction in morbidity and mortality of cardiovascular diseases.

As the initial ventricular fibrillation accounts for up to 85 % of outpatient cardiac arrest. Experience in these decades in intensive care units, shows that the effectiveness of early defibrillation in the recovery of an effective heart rate is 90% when it is possible to defibrillation within the first minute of evolution.

Public access to defibrillation and first responder AED programs may increase the number of victims who receive CPR witnesses and early defibrillation , thus improving the survival of -hospital sudden cardiac arrest.

Introducción

Las paradas cardíacas (PC) extrahospitalarias son un problema sanitario de primera magnitud cuya incidencia ha disminuido poco a pesar de una significativa reducción en la morbilidad y mortalidad de las enfermedades cardiovasculares. (1)

Representa alrededor del 12% de todas las muertes naturales y es responsable de alrededor del 50% de todas las muertes de origen cardiovascular en los países desarrollados. (2)

Es la principal causa de muerte en Europa, afectando aproximadamente a 700000 personas cada año. Se estima que cada año se producen en España más de 24.500, lo que equivale a una media de una parada cardiaca cada 20 minutos, ocasionando 4 veces más muertes que los accidentes de tráfico. (3)

El 80% de las paradas cardíacas son secundarias a una enfermedad coronaria. Del 19 al 26% de los síndromes coronarios agudos (SCA) se inician en forma de muerte súbita y el infarto agudo de miocardio (IAM) es la causa de la parada en aproximadamente el 50% de los pacientes reanimados fuera del ámbito hospitalario. (4)

En España, cada año, 68.500 pacientes sufren un infarto agudo de miocardio (IAM), de los que aproximadamente un 30% fallecen antes de poder ser atendidos en un hospital. Se calcula que el 12% de las defunciones que se producen de forma natural son muertes súbitas, de las cuales el 80-88% son de origen cardíaco. Por otro lado, la muerte súbita de causa cardíaca (MSC) es la responsable directa de la mitad de las muertes cardiovasculares. (5,6)

El mecanismo más frecuente en la muerte súbita de causa cardíaca (MSC) comienza con una taquicardia ventricular que degenera primero a fibrilación ventricular y, posteriormente, a asistolia; sin embargo, también puede iniciarse con una bradiarritmia o disociación electromecánica, especialmente en pacientes con cardiopatías graves (5). La muerte súbita de causa cardíaca (MSC) ocurre frecuentemente en el contexto de un síndrome coronario agudo o en los grupos de riesgo; sin embargo, el mayor número de muerte súbita de causa cardíaca (MSC) se presenta en sujetos aparentemente sanos de la población general adulta (5,6). Ello limita el impacto poblacional de las medidas preventivas de muerte súbita de causa cardíaca (MSC) basadas en la identificación de pacientes de alto riesgo como posibles candidatos a recibir un desfibrilador implantable, ya que estas medidas benefician sólo a una minoría de pacientes muy seleccionados.

 Se requieren actuaciones preventivas a mayor escala. Dado que el 80% de muerte súbita de causa cardíaca (MSC) están relacionadas con la cardiopatía isquémica, las medidas preventivas de ésta sin duda reducirán la incidencia de muerte súbita de causa cardíaca (MSC) (5,6).

La fibrilación ventricular es la responsable inicial de hasta un 85% de las paradas cardíacas extrahospitalarias. La experiencia acumulada en estas décadas en las Unidades de Cuidados Intensivos demuestra que la efectividad de la desfibrilación temprana en la recuperación de un ritmo cardíaco eficaz es del 90% cuando es posible efectuar la desfibrilación en el primer minuto de evolución de la fibrilación ventricular (FV). Esta efectividad disminuye muy rápidamente, concretamente por cada minuto de retraso en desfibrilar se reduce la supervivencia en un 7-10%, de forma que después de 10 minutos las posibilidades de sobrevivir son mínimas.

Existe unanimidad en la literatura y en las Sociedades Científicas en relación con la estrategia que debe aplicarse para responder a la parada cardiaca. Esta estrategia descansa en los 4 eslabones, interrelacionados entre sí, de la «cadena de supervivencia»: la alerta inmediata ante una posible parada, el inicio precoz de la resucitación cardiopulmonar (RCP) básica por testigos, la desfibrilación temprana y por último el soporte vital avanzado en escasos minutos. En esta secuencia la desfibrilación precoz es la «llave para la supervivencia».

Antes de transcurridos 4 minutos, deben haber comenzado de manera inmediata las maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP), al menos básica, para que, a través de la sustitución parcial de las funciones vitales interrumpidas, se pueda esperar hasta que llegue el personal cualificado, sin que se produzca la muerte definitiva.