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Trypanosoma cruzi y Enfermedad de Chagas

Trypanosoma cruzi y Enfermedad de Chagas

La Enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis Americana, descrita por vez primera en Brasil en el año de 1909, por el Dr. Carlos Justiniano Riveiro das Chagas en Brasil es endémica en la mayoría de los países latinoamericanos, donde constituye un serio problema de salud pública, con unas 20 a 25 millones de personas infectadas con el parásito y unas 6 a 8 millones de ellos con alguna manifestación clínica de la forma crónica de la enfermedad.

Trypanosoma cruzi y Enfermedad de Chagas

Profesora: Ligia García Labrador.

Universidad de Los Andes. Facultad de Medicina. Departamento de Microbiología y Parasitología Clínicas

El humano y más de 150 especies de animales domésticos y salvajes (cánidos, felinos, roedores, marsupiales, edentados y quirópteros) actúan como reservorios del parásito a partir de los cuales se infecta el insecto vector; y de ser primitivamente una zoonosis causada por Trypanosoma (Schizotrypanum) cruzi, que inicialmente se transmitía principalmente entre pequeños mamíferos salvajes, pasó a los animales domésticos y a los seres humanos a través de triatominos, insectos del orden Hemíptera, familia Reduviidae, subfamilia Triatominae, principalmente los géneros Rhodnius, Triatoma y Panstrongylus; vectores ampliamente distribuidos en regiones tropicales y subtropicales en el continente americano desde el sur de los estados Unidos de América hasta el sur de Chile y Argentina. De esta manera, ocurren ciclos domiciliarios en el cual la participación humana es fundamental y ciclos silvestres con exclusión total del hombre en la cadena epidemiológica.

Trypanosoma cruzi, es el agente causal de la enfermedad de Chagas. Se trata de un protozoo hemoflagelado ubicuo e intracelular obligado en macrófagos y adipocitos de mamíferos, los cuales han sido incriminados como células blancos de la invasión temprana por ese parásito; a pesar de ello, su histotropismo es estudiado habitualmente en la musculatura, órganos digestivos y estructuras nerviosas por generar daño frecuente en estos órganos.

La enfermedad de Chagas existe en el continente americano hace cientos de años. Provoca grandes problemas económicos y de salud pública debido a que es una enfermedad crónica que causa discapacidad y muerte (1).

Biología

Trypanosoma cruzi es un protozoo mastigóforo perteneciente a la familia Trypanosomatidae, en cuyo ciclo biológico intervienen mamíferos y un insecto vector reduvídeo. Los hospedadores mamíferos pueden ser el humano y algunos animales domésticos (perros y/o gatos) o silvestres (diversos mamíferos, especialmente, roedores y “cachicamos”) (2).

Eco – Epidemiología

La enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis americana, ubicada en la categoría B57 de la clasificación de enfermedades CIE-10, es una enfermedad producida por la infección con Trypanosoma cruzi, parásito unicelular flagelado que se transmite a través de triatominos o reduvídeos, insectos hematófagos que pueden compartir la vivienda con el humano y mamíferos domésticos y silvestres. Esta enfermedad es endémica desde México hasta la Argentina, estimándose unas 16.000.000 de personas infectadas.

La enfermedad puede transcurrir silenciosamente; ya que el paciente, el personal de salud y la población en general pueden ignorar su existencia.

En Venezuela, la Enfermedad de Chagas se considera como un problema de riesgo para aproximadamente 6 millones de personas que viven en 198 municipios de 14 entidades federales, dentro de un territorio de 101.488 Km2; que incluye entre los estados más afectados a Trujillo, Lara, Portuguesa y Barinas, debido a sus características geográficas de pie de monte, con zonas cafetaleras y viviendas de bahareque y paja, que facilitan la infestación por triatominos como son el Rhodnius prolixus, Triatoma maculata y Panstrongylus geniculatus, vectores de la enfermedad (3).

Atendiendo a la gravedad de la Enfermedad de Chagas como problema de salud pública en América, la Organización Mundial de la Salud, aprobó como resolución Nº 14 de la 51ª Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en el año 1998, la meta de “eliminación de la enfermedad de Chagas para el año 2010”, sin embargo esto no se ha logrado y en Venezuela la Enfermedad de Chagas se considera como un problema de salud pública.

El principal vector intradomiciliario en Venezuela, es el Rhodnius prolixus que puede ser encontrado en 22 estados incluyendo el distrito capital.

Existen alrededor de 10 especies de palmas que albergan triatominos en ambientes naturales y que probablemente contribuyen en los procesos de domiciliación.

La prevalencia de la enfermedad de Chagas en Venezuela ha disminuido desde aproximadamente 45% en los años 50 a menos del 10% en la década del 90, debido fundamentalmente a la aplicación de insecticidas y el mejoramiento de las viviendas.

Los estados con mayores tasas de prevalencia para el período de 1992-2000 son Carabobo (35,7%), Lara (15,8%), Anzoátegui (9,9%), Portuguesa (9,7%), Táchira (9,5%) y Cojedes (8,9%).

En el marco de esta situación epidemiológica, se detecta en el mes de diciembre de 2007 un brote de tripanosomiasis americana aguda o Enfermedad de Chagas agudo en el municipio Chacao del estado Miranda, debido a transmisión por alimentos; evidencia que presupone la transmisión por vía oral activa del Trypanosoma cruzi al ser humano en la zona urbana.

Esta ampliación de actividades de vigilancia incluye alertar al personal de salud y a la población frente a la probabilidad de ocurrencia y por tanto de diagnóstico de Enfermedad de Chagas Aguda por diferentes formas de transmisión, que van más allá del mecanismo vectorial tradicionalmente descrito y que incluyen otras formas de transmisión vectorial como la oral a partir del consumo de alimentos contaminados con heces de triatominos infectados o por otras formas de transmisión no vectorial descritas (congénita, transfusional, ocupacional) y que incluye a toda la población, recién nacidos y embarazadas.

Aunque la transmisión general de Trypanosoma cruzi no es erradicable porque se trata de una zoonosis que cuenta con un amplio ciclo silvestre; sí es eliminable la transmisión vectorial doméstica, vertical y transfusional, mediante la interrupción de la transmisión de vectores y el examen sistemático de los donantes de sangre.

La vigilancia de casos crónicos no conduce a la introducción de acciones de prevención debido a que cuando se conocen, su inicio se remonta a una situación