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Linfoma no Hodgkin

Linfoma no Hodgkin

Los linfomas no Hodgkin (LNH) constituyen un grupo heterogéneo de neoplasias linfoides que muestran una gran variedad clínica y diferentes respuestas al tratamiento. Ellos resultan de la expansión clonal de linfocitos B o T que se transforman en su vía de diferenciación. En los adultos tienen una historia natural que va desde las formas indolentes que se mantienen estables por muchos años sin tratamiento, hasta las formas agresivas que evolucionan rápidamente hacia la muerte, de no tratarse. En los niños se presentan generalmente la forma indiferenciada difusa y de localización preferentemente extranodal (fuera de los ganglios linfáticos).

Linfoma no Hodgkin

Esta enfermedad representa la quinta causa de cáncer, con una incidencia de un 5% en hombres y 4% en mujeres y una media de edad alrededor de los 50 años. En Venezuela, como en el resto del mundo, en los últimos años se ha notado un aumento de la incidencia de los linfomas no Hodgkin (LNH) asociado a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana adquirida. Según las estadísticas, para el 2009 la incidencia de linfomas no Hodgkin (LNH) era de 159 casos por 100.000 habitantes y para el 2010 se registraron 82 muertes por linfomas no Hodgkin (LNH) en Venezuela, de las cuales 10 fueron registradas en Mérida ( registro nacional del cáncer, MPPS).

La relación entre la distribución geográfica y la incidencia de los linfomas no Hodgkin (LNH), de acuerdo al patrón histopatológico y al comportamiento clínico está muy bien establecida; de manera que, el linfoma folicular es más frecuente en caucásicos y el de células T en individuos japoneses y jamaiquinos. Todas estas observaciones sugieren la existencia de factores genéticos y ambientales que influyen en la aparición de los linfomas. Es alta la incidencia en pacientes con inmunodeficiencias hereditarias (síndrome de Wiskott-Aldrich, enfermedad de Chediak-Higashi y la ataxia-telangiectasia), en pacientes trasplantados y en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.

La etiopatogenia de los linfomas no Hodgkin (LNH) es todavía desconocida y probablemente multifactorial. Se han involucrado estados de deficiencias inmunológicas congénitas o adquiridas, dos familias de virus y bacterias: el Herpes simple y el Retrovirus (HTLV-1), este último asociado a la leucemia humana/linfoma de células T del adulto. Por su parte, la familia de los Herpes virus comprende el Epstein-Barr y el Herpes virus humano-8 (HHV-8), este último asociado al linfoma de “cavidades”, observado en el paciente con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. El virus Epstein-Barr se asocia al linfoma de Burkitt endémico africano, a la enfermedad linfoproliferativa postransplante, a la enfermedad de Hodgkin, a los linfomas asociados al SIDA y a los linfomas de célula T. Finalmente el HTLV-2 se asocia a la micosis fungoide. En líneas generales, la infección por estos virus parece ser que activa el oncogén c-MYC para inducir linfoproliferación. Entre las bacterias involucradas en el desarrollo del linfoma no Hodgkin (LNH) están: Helicobacter pylori asociado al linfoma no Hodgkin (LNH) del MALT (tejido linfoide asociado a mucosas) gástrico, B. burgdorferi, asociado al MALT cutáneo y la Clamidia asociado al linfoma no Hodgkin (LNH) MALT de las glándulas lagrimales.

CARACTERÍSTICAS INMUNOHISTOLÓGICAS Y GENÉTICAS DE LAS NEOPLASIAS COMUNES DE LAS CÉLULAS B MADURAS

Características histoquímicas Genes Ig

Tabla – linfoma no Hodgkin

LPL= leucemia prolinfocítica; HCL: tricoleucemia; SMZL: linfoma de la célula marginal del bazo; MALT: linfoma asociado a las mucosas; LF linfoma folicular; MCL: linfoma de células del manto; DLBCL: linfoma difuso de células grandes B; MLBCL: linfoma de células grandes linfomatoide. BL: linfoma de Burkitt.

CLASIFICACIÓN DE LOS LNH

 La clasificación REAL (Revised European-American Classification of Lymphoyd Neoplasm), llevada a cabo en 1994 por americanos y europeos, se basa en la morfología, inmunofenotipo, genética y clínica de los linfomas; de ella se obtienen las siguientes conclusiones:

  1. Resultó ser de fácil y correcta aplicación por los expertos en hemato-patología.
  2. En los estudios previos, sólo con la morfología se obtenía un 50% del diagnóstico, con la REAL el diagnóstico se incrementó a un 85%.
  3. El inmunofenotipo, contribuyó significativamente al diagnóstico de las variedades del manto, difuso de célula grandes y de célula T; pero no al diagnóstico de las variedades foliculares, linfocítico pequeño y los de la zona marginal.
  4. Los linfomas de células B monocitoide, linfoplasmocitoide de alto grado parecidos al Burkitt requieren ser definidos.
  5. El 50% de los linfomas no Hodgkin (LNH), correspondió a linfoma difuso de células grandes y foliculares y el 21% a las “nuevas entidades”.
  6. La histología debe adicionarse a los factores pronósticos: índice de pronóstico internacional (I.P.I.), para tomar decisiones clínicas y terapéuticas apropiadas.

IMPLICACIONES CLÍNICAS (WHO)

1. Se considera que la clasificación REAL que agrupa a los linfomas en Indolentes, agresivos y altamente agresivos, no es la adecuada.

2. Se analiza por subtipos histológicos difiriendo en la curva de sobrevida total a 5 años en linfomas agresivos:

Linfoma de célula grande anaplásico ……………… 78%

Linfoma del manto ……………………………………… 14%

Linfoma difuso de célula grandes …………………… 38%

Linfoma folicular grado II ………………………………..68%

3. La clasificación por la evolución clínica de los diferentes subtipos de linfoma no es conveniente.

4. El manejo clínico adecuado requiere tanto del subtipo histológico como de los factores pronósticos.

En base a lo