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Transfusión en el recién nacido de glóbulos rojos desplasmatizados

Transfusión en el recién nacido de glóbulos rojos desplasmatizados

La medicina está cambiando a un paso acelerado, llevando a cabo una explosión de información e investigación y el campo de la transfusión es un excelente ejemplo de estos complejos cambios. La terapia transfusional es una ciencia en constante renovación y en la actualidad las ventajas de la transfusión de componentes individuales han limitado el empleo de sangre total. Las características anátomo­­-fisiológicas en los pacientes pediátricos y especialmente los recién nacidos y lactantes hacen que la terapia transfusional tenga sus particularidades.

Transfusión en el recién nacido de glóbulos rojos desplasmatizados

Dra. MSc. Taitimi Rodríguez Castro (1), Dr. MSc. Dewys Donet Díaz (2), Dra. MSc. Diana Rosa González Herrera (3). Dra. MSc. Mayuli Díaz Hernández (4). Cindy Donet Guerra (5).

Hospital General Docente ¨Roberto Rodríguez Fernández¨ De Morón.

Este tema ha sido discutido también en Cuba y se han diseñado diferentes protocolos nacionales que se han utilizado en la solución de este problema en las unidades de cuidados intensivos neonatales. Este tópico se encuentra en permanente discusión y lejanos aún a una conclusión definitiva, es por ello que nos dedicamos a realizar este artículo de revisión con el objetivo de analizar y sintetizar la información más actualizada ya publicada.

(1)               Especialista primer grado en MGI, Esp. 1er grado en Neonatología, Master en Atención integral al niño, Profesor Instructor.

(2)             Especialista primer grado en MGI, Esp. 1er grado en Neonatología, Master en Atención integral al niño, Profesor Instructor.

(3)             Especialista primer grado en MGI, Esp. 1er grado en Neonatología, Master en Enfermedades Infecciosas.

(4)            Especialista primer grado en Neonatología. Master en Atención integral al niño. Profesor Asistente.

(5)            Estudiante de tercer año de la carrera de Medicina. Alumna ayudante en Neonatología.

Introducción.

El uso inadecuado y excesivo de las transfusiones de sangre y sus componentes constituye un problema de salud mundial, tanto por las enfermedades trasmisibles de alta mortalidad y morbilidad que se pueden adquirir a través de esa vía como la sensibilización del receptor a los múltiples aloantígenos que pueden introducirse y las reacciones adversas que pueden generarse(1-3).

El desarrollo y disponibilidad de productos sanguíneos especializados para la transfusión en recién nacidos han contribuido notablemente al rápido progreso experimentado en los últimos años por las unidades de cuidados intensivos neonatológicos. La hemoterapia neonatal se ha convertido en un área especializada dentro de la medicina transfusional (4).

En neonatología la presencia de anemia es un hecho frecuente, sus causas y el manejo terapéutico dependen de la edad gestacional y del peso al nacer entre otros criterios (5,6).

Historia de la hemoterapia.

Se ha llegado a elucidar si el primer acto transfusional llevado a cabo en el hombre a partir de sangre humana fue realizado por el doctor Philip Syng Physiks, de Filadelfia, o por James Blundell, obstetra y fisiólogo. El primero de ellos, no poseía el gusto de la narración y de los escritos médicos, por lo que hay que ceñirse a la hipótesis en cuanto a la realidad de la transfusión que hubiera podido practicar en 1795, pero existen referencias que desde la antigüedad se ponían de relieve las posibilidades terapéuticas de la sangre humana. Durante la época del imperio romano, el naturalista Plinius y los médicos Scribonius Largus y Galen recomendaban su ingestión por vía oral como remedio para controlar algunas enfermedades, como la epilepsia.

En febrero de 1665, el anatomista inglés Richard Lower logró la primera transfusión entre animales, al extraer la sangre de la arteria carótida de un perro e introducirla a otro a través de la vena yugular. Dos años después, el cirujano francés Jean Baptiste Denis realizó con éxito la primera transfusión de una oveja a un hombre joven, pero luego esto fue prohibido y este procedimiento quedó prácticamente en el olvido. Durante el siglo XIX se reiniciaron los intentos de hacer transfusiones solo en aquellas situaciones en que peligraba la vida de las personas, lo que traja consigo muchas investigaciones en este campo, que culminaron con la primera transfusión entre humanos, por el cirujano inglés James Bludell , el que fue llamado por ello “padre de moderna transfusión de sangre”.

A través de los tiempos, la sangre ha ejercido una especie de fascinación sobre los hombres, y, tal como expone Zmijewski y Fletcher, es fácil imaginar el temor y el terror de nuestros antepasados de las cavernas y de los siglos siguientes que veían escapar de sus heridas, o de las de sus compañeros, la sangre y la vida. En muchas épocas este fluido era considerado como la sede del alma y de las grandes virtudes. Los romanos, más pragmáticos, cuando asistían a los juegos circenses se lanzaban a la arena tras la muerte de los gladiadores y bebían su sangre, tal como lo describen Plinius el viejo y Celso.

Fue por mucho tiempo un misterio el hecho de que la transfusión fuera tolerada sin consecuencias por algunos individuos, mientras que en la mayoría de los casos ésta provocaba reacciones que conducían al choque y casi siempre a la muerte. Sin embargo, a partir de que el serólogo alemán Paul Ehrlich introdujera el análisis microscópico de la sangre, pudo el bacteriólogo austriaco Kart Landsteiner despejar la incógnita, al demostrar, primero mediante la experimentación con animales, que tal intolerancia se debía a una aglutinación de los eritrocitos. Posteriormente comprobó que el mismo principio regía para los humanos (7,8).

Hematopoyesis y fisiopatología de la transfusión de glóbulos rojos.

La finalidad de la transfusión es remplazar el producto sanguíneo, del que, por un motivo u otro carece el paciente. En efecto, la sangre es una mezcla de diversas poblaciones celulares y de proteínas plasmáticas donde cada uno de estos elementos tiene una función bien definida y desempeña un papel específico. Los déficit de las distintas funciones son más o menos bien tolerados, pero es raro que afecten simultáneamente todos los elementos y que, por tanto, deba responderse inyectando sangre completa fresca extraída de un individuo inmunológicamente compatible e inyectada