La depresión posparto (DPP) es considerada un problema de salud pública, es aún más complejo al hablar de condiciones adversas limitantes para la atención a la salud materna como es la falta de comunicación por condiciones pluriétnicas y multilingüísticas. Es de interés desarrollar estrategias para el diagnóstico y prevención oportuna de la depresión posparto (DPP), evitando consecuencias e incremento en el impacto económico por tratarlas. Diferentes estudios reportan del 10 al 20% de depresión posparto. El diagnóstico requiere un tiempo considerable, pero si es factible aplicar la Escala de Depresión Post Natal de Edimburgo (EPDS) para poder identificar a mujeres con riesgo de padecerla, favoreciendo un tratamiento oportuno.