La automedicación es una conducta presente en todas las sociedades, y con frecuencia se autoprescriben antiinflamatorios sin control sanitario y sin que el paciente sea consciente de la intensidad y gravedad de las reacciones adversas que pueden provocar. Desde la oficina de farmacia se debe realizar una correcta atención farmacéutica y mejorar los resultados de la farmacoterapia detectando y resolviendo los problemas relacionados con medicamentos.