El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia [1]. Se refiere a un conjunto variable de síntomas de hiperactividad-impulsividad y/o inatención, que tienen una intensidad desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo del niño [2]. Como señala Portellano [3], en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se presentan: a) síntomas primarios, como hiperactividad (síntoma nuclear que se observa en siete de cada diez casos), inatención o trastorno atencional (presente en la totalidad de los casos), e impulsividad (más habitual en varones); b) síntomas secundarios, como trastornos de conducta, dificultades emocionales, fracaso escolar o dificultades del aprendizaje.