Muchos pacientes asumen una posición pesimista y fatalista hacia el futuro, no logran adaptarse a nuevas exigencias; reflejan agresividad, ansiedad, comportamientos reactivos ante la enfermedad, intolerancia, egocentrismo, tendencia a la dependencia y minusvalía, reacciones patológicas de temor, hipocondría, dificultades en las relaciones interpersonales y conflictos familiares. Estos pacientes permanecen expuestos a eventos relacionados a su condición, que generan respuestas de ansiedad y estrés o viceversa.