Revista Electronica de PortalesMedicos.com - https://www.portalesmedicos.com/publicaciones
Asociacion diagnostica del paciente geriatrico fallecido con Infarto Agudo del Miocardio
https://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/654/1/Asociacion-diagnostica-del--paciente-geriatrico-fallecido-con-Infarto-Agudo-del-Miocardio.html
Autor: Dra. Didiesdle Herrera Alonso
Publicado: 3/09/2007
 


El análisis del nivel de salud de la población, se mide por una serie de indicadores, dentro de los cuales están la natalidad, invalidez, promedio de vida, etc. Pero uno de los más importantes es la morbimortalidad de las patologías que con mayor frecuencia afectan a los diferentes grupos poblacionales.


Asociacion diagnostica del paciente geriatrico fallecido con Infarto Agudo del Miocardio.

Asociación diagnóstica del  paciente geriátrico fallecido con Infarto Agudo del Miocardio.  Año 2001.

 

Dra. Didiesdle Herrera Alonso, Dra. Nallely Villanueva Bravo, Dra. Dinorah  Janet Torres Lugo, Dr.  Antonio Masot Rangel, Dr. Iván Castillo Ledo.


RESUMEN

 

Tipo de estudio: Descriptivo y retrospectivo

Escenario: Hospital Universitario "Dr. Gustavo Aldereguía Lima" de la provincia de Cienfuegos.

Muestra: Total de fallecidos necropsiados (N=74), de 60 años y más egresados con diagnóstico de infarto agudo del miocardio del hospital.

Objetivo: Determinar la asociación diagnóstica en el paciente geriátrico fallecido con Infarto Miocárdico Agudo (infarto agudo del miocardio).

Resultados: El mayor porcentaje de fallecidos correspondió con el grupo de 60- 69 años de edad con el 36,5% del total de casos estudiados

Predominó el sexo femenino con el 52,7%.

Los factores de riesgo coronario que más incidieron  fueron la hipertensión arterial, el tabaquismo y la cardiopatía coronaria  (CC) con valores de 51%, 32%, 24% respectivamente.

Se determinó que al 24,4% de la muestra estudiada  se le realizó la evaluación geriátrica, en estos pacientes había asociación diagnóstica entre los parámetros estudiados.

Dentro de los síntomas de inicio encontramos como los más frecuentes el dolor atípico con un 78,3%, la confusión mental con un 72, 9% y la disnea  con un 71,6%.

En el electrocardiograma predominaron las alteraciones inespecíficas con un 58,1 %.

 

INTRODUCCION

 

El análisis del nivel de salud de la población, se mide por una serie de indicadores, dentro de los cuales están la natalidad, invalidez, promedio de vida, etc. Pero uno de los más importantes es la morbimortalidad de las patologías que con mayor frecuencia afectan a los diferentes grupos poblacionales.


Al concluir el siglo XX, los patrones de mortalidad y morbilidad de los países desarrollados y otros en vías de desarrollo como Cuba sufrieron sustanciales cambios, las enfermedades infecto contagiosas dejaron de ser un azote para dar paso a las enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas las cardiovasculares, las que ocupan la primera causa de muerte en nuestro país. (1)  También influye el nivel de vida de la población, el incremento de la población geriátrica, malos hábitos dietéticos y de estilo de vida. (2)


En los países desarrollados las enfermedades cardiovasculares son la causa de defunción más frecuente registrada en personas de más de 60 años. Según estudio epidemiológico realizado en un conjunto de países desarrollados en 1980, la cardiopatía isquémica aguda  en ancianos mayores de 70 años se le atribuyó una mortalidad del 75%. (1,2)


En Inglaterra y Gales, el 30% de las muertes geriátricas entre los hombres y el 22% en las mujeres ocurren por cardiopatías isquémicas  (156 000 defunciones anuales) de las cuales el 60% les corresponde al infarto agudo del miocardio (3).


En España se reportan 40 000 ingresos anuales por infarto agudo del miocardio y esta cifra podría ser mayor al considerar que no todos los casos son atendidos en hospitales por lo que la mortalidad global no es bien conocida y la hospitalaria se sitúa entre un 12 y un 16%. (1)


En EE.UU cerca  de 1.3 millones de personas sufren cada año de la enfermedad calculándose que la posibilidad de padecer la misma es de un 80% entre los adultos. (4)


Se estima que de cada mil personas en edad media, el 10%  experimentará un infarto agudo del miocardio en sus próximos 10 años y ese riesgo continuará latente a lo largo del tiempo. Para tener una idea, en los Estados Unidos de América, el 60% de los pacientes ingresados por Infarto Agudo del Miocardio y casi el 80% de los que se atienden por Insuficiencia Cardiaca son mayores de 65 años. (5, 6,7)


En Cuba, las enfermedades del corazón y en especial el infarto agudo del miocardio, con una prevalencia entre 8 y 12%, son las responsables del 80% de las defunciones en la población. (8)


En Cienfuegos, al igual que en el resto del país, desde hace décadas la cardiopatía isquémica y en especial el infarto agudo del miocardio es la principal causa de morbilidad y mortalidad (8) y entre los ancianos  es la principal causa de muerte .Es llamativo que a pesar de nuestra fortaleza en la Atención Primaria de Salud y de una notable reducción en la incidencia de esta patología, aún fallecen antes de llegar al hospital el 59,6% de los casos. (9)


Conceptualmente, el infarto agudo del miocardio es un foco de necrosis, producido por un disbalance entre el riego sanguíneo inadecuado y/o aumento del consumo de oxígeno por las células musculares del corazón.


Si bien es cierto que se han logrado resultados satisfactorios (disminución de la mortalidad por infarto agudo del miocardio) debe tenerse en cuenta que las acciones de salud deben estar encaminadas a la prevención  y de ahí la importancia de la detección precoz y corrección de los factores de riesgo coronario como:


Hipertensión arterial.
Las dislipidemias.

El tabaquismo.

Diabetes Mellitus (DM).

Historia familiar de enfermedad cardiovascular.

Sexo masculino.

Obesidad y sedentarismo.

Excesivo consumo de alcohol.

Calidad de agua que se ingiere (fundamentalmente el consumo de metales pesados y la relación entre la proporción de cadmio, cromo, zinc, etc.)

La ansiedad y el estrés de la vida moderna. (10,11)


Los diversos trastornos eléctricos y mecánicos que lo originan, lo convierten en un síndrome clínico que va desde un dolor anginoso o ausencia total de síntomas hasta una muerte súbita por fibrilación ventricular o un shock cardiogénico. (12) Los reportes acerca del tema plantean que el mayor porciento de la muerte por infarto agudo del miocardio ocurre en las primeras horas de comienzo de los síntomas, por lo que la gran mayoría de los pacientes fallecen antes de alcanzar asistencia médica en un centro especializado. (13)


La principal causa de la enfermedad coronaria y en especial del infarto agudo del miocardio es la ateroesclerosis, esta se define como un proceso complejo producto de la interacción dinámica entre las propiedades estructurales y metabólicas de la pared arterial, los componentes de la sangre y las fuerzas hemodinámicas y se ha señalado como la causa del 90 al 95 % de los procesos coronarios; según cifras de la OMS, la misma alcanza proporciones epidémicas y es la responsable de la muerte de un tercio de los varones entre 44 y 54 años. (14)


En los últimos años se ha logrado mediante estudios morfométricos computarizados demostrar la composición y características de la placa aterosclerótica responsables de los síndromes coronarios agudos. (15)


El comportamiento principal de la placa aterosclerótica lo constituye el tejido fibroso que alcanza hasta el 80%, los lípidos extra celulares y el calcio, el resto lo constituyen otros componentes. El componente celular del tejido fibroso ocupa una amplia proporción de la placa en los pacientes con angina inestable. (16)


A partir de estudios angiográficos, angioscópicos y necrópsicos se ha especulado que la rotura de la placa y la hemorragia con la formación ulterior del trombo intraluminal constituye la lesión aguda responsable del infarto y también de la angina inestable. Pero sucede que generalmente el trombo no es oclusivo en los pacientes con angina inestable, además la composición del trombo oclusivo y no oclusivo generalmente es diferente, el trombo oclusivo consiste fundamentalmente en plaquetas mientras que en el no oclusivo predomina la fibrina.


La formación del trombo puede deberse a dos mecanismos:


1. Rotura de la placa

2. Hemorragia de la placa.


En una arteria coronaria con estenosis por placa de ateroma ocurren los siguientes mecanismos básicos: (17, 18,19)


Aumento del ateroma, un proceso lento e insidioso en el que influyen los denominados factores de riesgo coronario.

Rotura o fisura de la placa por erosión de la cápsula fibrosa que engloba material ateromatoso, exponiéndose al lecho subendotelial trombogénico.

Formación del trombo.

Fibrinolísis espontánea.


Se ha efectuado la introducción precoz de los adelantos científico técnicos aplicables al diagnóstico rápido y la terapéutica oportuna en consonancia con los centros de más desarrollo en el mundo, ejemplo de ello es la terapéutica fibrinolítica que comienza a aplicarse en el mundo entero desde la década del 80 como un recurso más para preservar el miocardio, comenzándose a aplicar de forma experimental en nuestro país desde los años 90, hecho que constituye sin lugar a dudas un paso de avance en el tratamiento del infarto agudo del miocardio. La eficacia de este proceder depende del menor tiempo en que se aplique y por supuesto, el hecho de decidir su aplicación traerá innumerables ventajas para los pacientes al salvar al miocardio después del inicio de la isquemia por tanto mejora la supervivencia de los pacientes a corto y a largo plazo (20,21) Por otro lado una red bien desarrollada de colaterales puede resultar un factor crítico de supervivencia mediante el aporte de sangre retrógrada en el área comprometida por una oclusión aguda.


Como esta es una de las mayores problemáticas de salud nuestro Ministerio de Salud  Pública (MINSAP) ha creado programas para la  prevención y aplicación de  tratamientos eficientes. Muestra de ello son las campañas para modificar los factores de riesgo antes mencionados, el perfeccionamiento en los sistemas de urgencia en la atención primaria, el desarrollo del sistema de emergencia móvil y la introducción en los hospitales de novedosas técnicas de diagnóstico y tratamiento.


Es importante realizar el diagnóstico precoz con el objetivo de agilizar el tiempo  desde el comienzo de los primeros síntomas y trombolísis y conocer las formas comunes de presentación del infarto en el anciano. No encontramos referencias  sobre estudios que abarquen el diagnóstico anatomopatológico, clínico y electrocardiográfico en el infarto agudo del miocardio. En Cuba es primera vez que se estudia y analiza así este tema de asociación.


A partir de esto nos cuestionamos como Hipótesis  ¿tiene el infarto agudo del miocardio tipicidades  diagnósticas en el anciano?

 

MATERIAL Y METODO

 

Se realizó un estudio descriptivo y retrospectivo a un total de 74 pacientes fallecidos con diagnóstico anatomopatológico de infarto agudo del miocardio, con edades de 60 años y más, de ambos sexos; del Hospital Universitario “Gustavo Aldereguía Lima” de la provincia de Cienfuegos en el período de tiempo de enero a diciembre del año 2001. Para la selección del grupo de edades se siguieron los criterios del Instituto Gerontogeriátrico de Kiev.


Se revisaron las 74 historias clínicas  de  pacientes fallecidos  de las cuales se seleccionaron los datos que incluye la encuesta (anexo 1). Para la evaluación del validismo se utilizó el índice de Katz (anexo 2). Este se considera un método práctico, sencillo, de fácil aplicación y se encuentra validado por la Organización Mundial de la Salud.


Del protocolo de necropsia se seleccionó la causa básica o directa  de muerte cumpliendo con los principios éticos, no divulgando la información obtenida y siendo esta sólo utilizada con fines investigativos.


Criterios de inclusión:


Pacientes fallecidos  con necropsia de 60 años y más.

Diagnóstico anatomopatológico (microscópico y/o macroscópico) de infarto agudo del miocardio. 

 

Variables utilizadas: edad, sexo, factores de riesgos, evaluación geriátrica, manifestaciones clínicas, electrocardiograma, hallazgos necrópsicos.


Definición de variables


Factores de riesgo coronario: Se tomaron en cuenta, los factores de riesgo mayores y menores para la cardiopatía isquémica.

 Patrón de EKG típico de infarto agudo del miocardio.( según la clasificación de Sodi –Pallares)

- Supra desnivel del ST más de 2 mm con topografía en dos o más derivaciones.

- Onda T negativa en 2 o más derivaciones que miren hacia una misma cara.                                                                                         
-  Onda Q patológica más del 30% de la onda R y más de 0.3 mm de ancho

Patrón de EKG atípico de infarto agudo del miocardio.

- Bloqueos Agudos de Ramas.

- Disminución del voltaje de la onda R.

- Ensanchamiento del QRS.

 

Definiciones operacionales.


Asociación: Cuando el diagnóstico anatomopatológico (tanto macroscópico y/o microscópico)  de infarto agudo del miocardio coincide con el diagnóstico clínico planteado al ingreso o durante la evolución del paciente y con alteraciones típicas o atípicas de infarto agudo del miocardio en el electrocardiograma.


No asociación:
Cuando el diagnóstico anatomopatológico (tanto macroscópico y/o microscópico)  de infarto agudo del miocardio no coincide con el diagnóstico clínico planteado al ingreso o durante la evolución del paciente y existen alteraciones atípicas de infarto agudo del miocardio en el electrocardiograma.

 

La encuesta se realizó según criterios de expertos de los servicios de Geriatría, Medicina Interna y Cardiología.


Para el análisis de los datos se utilizó el programa Statistic for Windows de StatSoft Inc, versión 6.


En todos los casos se consideraron como diferencias estadísticamente significativas cuando el valor de p fue inferior o igual a 0.05.


Los resultados se presentaron en forma de tablas.

 

OBJETIVOS

 

Generales:

Determinar la asociación diagnóstica en el paciente  geriátrico fallecido con infarto agudo del miocardio.


Específicos:

Caracterizar los pacientes según edad y sexo.

Determinar la prevalencia de los factores de riesgos coronarios en pacientes de 60 años y más fallecidos por infarto agudo del miocardio.

Precisar como influye la confección de la evaluación  geriátrica en el diagnóstico correcto del infarto agudo del miocardio.

Relacionar el diagnóstico anatomopatológico con las manifestaciones clínicas y electrocardiográficas.                                                                                                                                                   

 

ANÁLISIS Y DISCUSION

 

En el estudio realizado en el Hospital Provincial Dr. "Gustavo Aldereguía Lima” de Cienfuegos sobre asociación clínico anatomopatológica y  electrocardiográfica de los pacientes fallecidos por infarto agudo del miocardio en mayores de 60 años en el período comprendido de enero 1 del 2001 a diciembre 31 del 2001 se obtuvieron los resultados que a continuación se someten a su análisis y discusión.


La Tabla  No
1 muestra la   distribución de los pacientes por grupos etários, donde el grupo de  60-69 años  fue el más afectado, con 27 fallecidos que representó un 36.5% de la muestra, seguido del grupo de  70-79 con 24 fallecidos para un 32.5 % de la muestra.

 

Tabla  No 1: Distribución según edad.

 

tabla

 

Existen datos en la literatura que reportan  que la mayor mortalidad se encuentra en los ancianos mayores de 70 años(13,15,) estos datos difieren con los resultados encontrados en nuestro estudio, donde la mayor incidencia de mortalidad correspondió al grupo de edad de 60- 69 años.


Estudios realizados en países desarrollados han encontrado un incremento de la mortalidad en este mismo grupo de edad coincidiendo con nuestros resultados (2, 3,4)


Álvarez Ginzo  cita que la tendencia actual de la mortalidad por infarto agudo del miocardio es a aumentar su frecuencia, así como a afectar a personas cada vez más jóvenes. (16)


Varios autores coinciden en que la enfermedad coronaria se convertirá en un problema de la medicina actual a medida que la población envejezca (17,18,19,21,22) afirmando que las enfermedades cardiovasculares y dentro de ellas la Cardiopatía Isquémica aumentan progresivamente con la edad, puesto que en personas de edad avanzada las enfermedades cardiovasculares y en especial el infarto agudo del miocardio ofrecen características especiales relacionadas con el envejecimiento, la múltiple morbilidad del corazón y de los vasos sanguíneos y el enfermo en su conjunto. A medida que la persona envejece el corazón experimenta distintas alteraciones, como es un aumento de la rigidez de la pared miocárdica debido al aumento del tejido colágeno. Simultáneamente las paredes de la aorta y de otras arterias se hacen progresivamente más rígidas (23,24)         


Esas consecuencias del envejecimiento normal del sistema cardiovascular originan una lenta pérdida de la reserva funcional del corazón, responsable en gran medida de la disminución del ajuste cardiovascular al esfuerzo físico, característico de la edad avanzada (25)

 

La distribución por sexos se muestra en la Tabla No 2 donde el sexo femenino con 39 fallecidos para un 52.7% superó al sexo masculino con 35 pacientes para un 47.3 %.

 

Tabla  No 2: Distribución según sexo                 .

 

tabla2

 

Como puede observarse el sexo femenino fue el más afectado y esto puede  obedecer al tamaño de la muestra estudiada y al período de tiempo analizado. Existen autores que plantean que la relativa protección de la enfermedad cardiaca típica de las mujeres antes del período climatérico se pierde después (26). Este hecho sugiere que los estrógenos endógenos son protectores pero debido a que la menopausia es un fenómeno relacionado con la edad, el efecto de  la edad es difícil de distinguir del efecto de los niveles disminuidos de estrógenos. Para separar estos efectos, muchos investigadores han examinado el riesgo de enfermedad cardiaca en mujeres que tuvieron menopausia prematura (natural o quirúrgica). Muchos de estos estudios tienen el defecto de ser pequeños, con diseño cuestionable y caracterizado por múltiples análisis de subgrupos. Sin embargo la mayoría sugiere un riesgo aumentado de enfermedad cardiovascular. Por lo menos en un subgrupo de mujeres con menopausia precoz., dos de los estudios (27,28) no encontraron mayor riesgo en mujeres con histerectomía en comparación con aquellas que también tuvieron ooforectomía. Esto no excluye un papel protector de los estrógenos endógenos porque se ha postulado daño al aporte sanguíneo del ovario durante la histerectomía como causa de disfunción ovárica. La mejor evidencia de que la menopausia aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica puede ser el beneficio aparente del tratamiento estrogénico de reemplazo en las mujeres prematuramente menopáusicas. (29)


A lo largo de la vida, los varones presentan un riesgo significativamente mayor de infarto agudo del miocardio que las mujeres, aunque la diferencia se va reduciendo progresivamente al aumentar la edad; excepto en aquellos casos con algún proceso aterogénico predisponente. Las mujeres están notablemente protegidas frente al infarto agudo del miocardio durante la vida fértil. El empleo de anticonceptivos orales con la formulación utilizada en el pasado aumentaba el riesgo de infarto agudo del miocardio, sobre todo en las fumadoras mayores de 35 años (30). En las nuevas formulaciones se ha reducido de forma notable el contenido de estrógenos, con la consecuente reducción del riesgo en todas las edades. Además existen pruebas epidemiológicas muy sugestivas de que el tratamiento estrogénico sustitutivo protege a las mujeres post menopáusicas frente al infarto agudo del miocardio mediante una modificación favorable de los factores de riesgos (31)


Otros estudios realizados en países desarrollados coinciden con los datos reportados en nuestro trabajo donde han encontrado un incremento de la mortalidad en el sexo femenino y lo relacionan con la posible selección de casos que ingresan en esos centros de estudio (7, 12,15)


Se han reportado otros resultados que difieren de los nuestros, donde el mayor porciento de los pacientes estudiados esta representado por el sexo masculino, con un 62.5% del total, atribuyendo como causa fundamental la ingestión de alcohol (18, 19,20)

 

La tabla No 3 muestra la prevalencia de los factores de riesgo coronario en los pacientes de 60 años y más fallecidos por infarto agudo del miocardio.

 

Tabla No 3: Distribución según factores de riesgo.


tabla3

 

Los factores de riesgo más frecuentes fueron la hipertensión arterial con 68.9%, seguido del tabaquismo con un 43.2%  y el antecedente de cardiopatía isquémica con un 32.4% del total de la muestra.


Con relación a estos resultados hay autores que plantean que existe una percepción equivocada de que los factores de riesgo cardiovascular no se aplican en los ancianos sin embargo, el análisis de regresión señala que todos los factores de riesgo cardiovascular establecidos afectan a los ancianos tanto como a los jóvenes (31) . Los factores de riesgo pueden aplicarse a las personas mayores de 65 años con ajuste para la edad y todos los demás factores de riesgo asociados (32). La mayoría de los factores de riesgo cardiovascular tienen una elevada prevalencia en los ancianos (33) y con la edad hay una exposición más prolongada a los factores de riesgo y posiblemente una capacidad disminuida para enfrentarlo (32,34).


En Estados Unidos (EEUU) la tasa de la población que fuma ha disminuido del 42.3% en 1965 al 25.4% en 1987. En hombres el descenso observado fue del 51.6% al 28% y en mujeres del 34.0% al 23.1% durante el mismo período (35)


Desgraciadamente al disminuir la tasa de tabaquismo en la población total, los grupos con más alto riesgo de enfermedad cardiovascular continúan integrando el porcentaje más elevado de fumadores (31). 


Los estudios con autopsia han demostrado una asociación significativa entre el tabaquismo y la presencia y grado de ateroesclerosis en estos vasos (28).


Los niveles de fibrinógeno que se asocian a la formación de trombos, están aumentados en los fumadores (36,37). Se ha observado que fumar cigarrillos causa vaso constricción coronaria marcada tanto de forma aguda como crónica. (38,39)


El aumento en el riesgo de muerte súbita de dos a cuatro veces que se observa en los fumadores se ha atribuido por lo menos parcialmente al menor umbral de arritmias ventriculares graves en los fumadores (40.41).


La incidencia de cardiopatía coronaria según el grado de tabaquismo ha sido bien examinada en notables estudios prospectivos epidemiológicos cardiovasculares en EEUU como parte del proyecto nacional cooperativo  acumulativo (28) Este proyecto examinó datos de estudios de 8.422 hombres blancos entre 40 y 59 años de edad sin enfermedad cardiovascular al ingreso que fueron seguidos un promedio de 8.5 años. Todos los estudios mostraron una incidencia mayor de cardiopatía coronaria en los fumadores que en los no fumadores y una clara relación entre dosis respuesta entre la cantidad de cigarrillos y el riesgo de cardiopatía coronaria en los fumadores.


Un estudio reciente en mujeres demostró una fuerte relación entre el tabaquismo y la mortalidad coronaria, siendo este factor de riesgo el responsable de la mitad de las muertes (45). Incluso fumar pocos cigarrillos se asoció a un aumento de riesgo de cardiopatía coronaria en las mujeres (42, 43, 44, 45,46).


Es alentador que las consecuencias cardiovasculares de fumar cigarrillos parecen mejorar significativamente dejando de fumar. La reducción en la mortalidad por cardiopatía coronaria en pacientes con la enfermedad puede exceder del 50% lo que significa que dejar de fumar es más beneficioso en la reducción de la mortalidad en el grupo de fumadores con cardiopatía coronaria que el tratamiento con beta bloqueadores, la cirugía de revascularización o la angioplastia coronaria (47).


Más de la mitad de las personas de más de 55 años de edad tienen cierto grado de hipertensión arterial que requieren atención médica especialmente si están presentes otros factores de riesgo. La presión arterial elevada se vuelve no solo más prevalente sino más peligrosa con la edad. La hipertensión arterial es según, cualquier criterio, un potente factor predisponente de enfermedad cardiovascular en el anciano. El riesgo relativo (índice de riesgo que compara a quienes tienen y quienes no tienen hipertensión arterial), los gradientes de riesgo (riesgo creciente por unidad de aumento de la presión arterial) y los riesgos atribuibles (fracción de la enfermedad directamente atribuibles a la hipertensión arterial) no disminuyen al avanzar la edad y el riesgo absoluto de cualquier grado de hipertensión arterial  es de hecho mayor en el anciano que en el joven (48).


Debido a la desproporcionada elevación de la presión sistólica que se produce al avanzar la edad, la hipertensión en los pacientes ancianos, se encuentra aproximadamente en el 60%. La elevación de la presión sistólica y diastólica combinada aparece en un 30% y la elevación diastólica aislada solo en un 10 %.


De los diversos componentes de la presión arterial, incluyendo la presión sistólica, diastólica, media y la presión de pulso, ninguno se relaciona más estrechamente con las secuelas cardiovasculares que la presión sistólica (49).


En personas con elevación de la presión sistólica, no es útil confiar en la presión diastólica acompañante para juzgar el riesgo o la necesidad de tratamiento (50). La hipertensión sistólica aislada es claramente un riesgo cardiovascular (51).


Debido a que el nivel de presión arterial previa sistólica o diastólica es la principal determinante de la hipertensión sistólica aislada, su prevención requiere tratamiento precoz de la hipertensión (23,52) .Algunos estudios muestran la eficacia del tratamiento de la hipertensión sistólica aislada en el anciano.


Los resultados del programa de hipertensión sistólica en el anciano (SHEP) (25) y el estudio en ancianos (41) del grupo de estudio europeo de la presión arterial elevada respecto al tratamiento de la hipertensión sistólica y combinada son alentadores. Los resultados del tratamiento de la hipertensión para reducir los accidentes cerebrovasculares y mortalidad cardiovascular han sido impresionantes, pero los resultados del tratamiento antihipertensivo para disminuir la cardiopatía coronaria han sido frustrantes (35,37) .Estos malos resultados pueden atribuirse a los efectos metabólicos adversos de los fármacos antihipertensivos utilizados (38,39). Puesto que por su edad tienen riesgo cardiovascular, los ancianos poseen menor capacidad que los jóvenes para controlar los factores de riesgo adicionales que generalmente están presentes. Al valorar la hipertensión arterial en el anciano, así como en el joven se requieren perfiles completos de factores de riesgo para determinar si se necesita modificación  de los factores de riesgo o tratamiento (52).


Los estudios de población han demostrado consistentemente que uno de los mayores predictores de sucesos coronarios o de  muerte son los antecedentes de una o más manifestaciones de cardiopatía coronaria (53).


La cardiopatía coronaria (CC) tiene una fuerte asociación familiar. Los parientes de primer grado de pacientes con CC precoz tienen un riesgo mucho mayor  de desarrollar CC que la población general, como lo demostraron 8 estudios de casos y controles, 9 estudios angiográficos, 10 estudios prospectivos históricos y 8 estudios prospectivos descritos en una revisión reciente (54).


Seis estudios prospectivos (53, 54, 55, 56, 57,58) han demostrado que los antecedentes personales positivos son un factor independiente de cardiopatía coronaria en análisis multivariables después de tener en cuenta otras variables importantes.

Se ha reconocido desde hace muchos años que los pacientes con  Diabetes  Mellitus (DM) tienen un riesgo aumentado de desarrollar y morir de enfermedad cardiovascular (55).


Se han escrito muchas revisiones tanto desde el punto de vista epidemiológico como de ciencias básicas (56), respecto a la asociación entre la ateroesclerosis y la Diabetes.Mellitus. Muchos de los grandes estudios prospectivos cardiovasculares han demostrado que los pacientes con DM tienen un riesgo muy aumentado de cardiopatía coronaria. El riesgo relativo es comparable en magnitud al de otros factores de riesgo convencionales de CC, por ejemplo niveles elevados de colesterol, tabaquismo e hipertensión arterial (57).


Los investigadores del estudio de Whitehall (57 ) plantean que el tabaquismo, la hipertensión arterial, antecedentes familiares de CC, la  Diabetes  Mellitus, la hipercolesterolemia, son los factores de riesgo más importantes  para la aparición de CC, estudio este que se corresponde con los resultados obtenidos en nuestra investigación.


Asociacion diagnostica del paciente geriatrico fallecido con Infarto Agudo del Miocardio 2.

La tabla No 4 expone la evaluación geriátrica (EG) del anciano al ingreso así como la asociación o no con el diagnóstico Anátomo patológico , constatándose que al ingreso se realizó evaluación geriátrica sólo al 24.4% de la muestra estudiada, es decir a 18 pacientes y en todos existió asociación diagnóstica. Al  75,6% de nuestros pacientes no se le realizó la evaluación  geriátrica y de estos solo un 40.5 presentó asociación diagnóstica. Esto nos muestra la importancia de una correcta realización de la evaluación geriátrica para minimizar el error diagnóstico de las enfermedades en el anciano.

 

Tabla No 4: Asociación diagnóstica según evaluación geriátrica.

 

tabla4

 

El juicio clínico y las hipótesis diagnósticas correctas tienen su base en un interrogatorio y una exploración física lo más completa posible. Como es conocido  la confección de la historia clínica en el anciano es más compleja ya que muchos de ellos son incapaces de relatar sus síntomas de forma clara o situar estos en orden cronológico debido a trastornos de la memoria, demencia etc. En muchas ocasiones es preciso utilizar fuentes alternativas de datos como entrevistas a familiares, amigos o cuidadores, ya que hay que tener también en cuenta presentaciones atípicas de las enfermedades en el anciano. Para resolver toda esta problemática compleja la Geriatría se vale de una metodología que es la evaluación geriátrica (58

 

Koner v. (59)  define  la  EG  como  un  proceso  diagnóstico multidimensional,  usualmente multidisciplinario,   diseñado  para   cuantificar  las   capacidades  y  problemas funcionales, psicosociales  y médicos  del individuo anciano, con la intención de llegar a un plan extenso de tratamiento y  seguimiento a largo plazo.


En  las últimas  décadas en  Estados Unidos  se  han  creado diversos programas  de EG,  como  unidades  hospitalarias  de  cuidado agudo,  unidades de evaluación y asesoría geriátrica, unidades   de    asesoría   geropsiquiátrica,   unidades   de  rehabilitación geriátrica,  unidades de  asesoría en unidades
de  cuidado   crónico,  interconsulta   externa   geriátrica, interconsulta geriátrica  hospitalaria, equipos  de  asesoría domiciliaria y  consultorios o  unidades  independientes.  En  todos se utilizan instrumentos de evaluación para cuantificar   parámetros funcionales,  psicológicos y sociales. A través de  estos programas se buscan objetivos comunes, a saber: evaluar  con un  diagnóstico multidimensional; planear el tratamiento;  proveer  el   tratamiento  limitado  o  extenso;  iniciar  la  rehabilitación, determinar  el lugar de vivienda o residencia de colocación  óptima; facilitar  el cuidado  primario  y  el  manejo de  casos, optimizar el uso de recursos y de educación   e investigación geriátrica (58). 


Se ha demostrado el beneficio de todos estos programas de EG   a través  de la mejoría en la capacidad diagnóstica apreciada  en el  número de nuevos problemas tratables identificados; el  menor número  de pacientes admitidos a asilos de ancianos; la  mejoría del  estado funcional,  del  estado  afectivo  y  del   cognoscitivo; la  reducción en  el número de medicamentos, el   incremento en  la utilización  de las  casas de  salud y  una   reducción  en  el  uso  de  hospitales  para  cuidado  agudo,   disminución en  los costos  de cuidado médico y aumento en la  expectativa de vida (59,60).


Sin embargo, en nuestra sociedad la situación de la atención al anciano  es diferente. En un estudio efectuado por Salinas en 1990  en nueve asilos del estado de Nuevo León, se observó la carencia de elementos de la EG (historia clínica completa,  evaluación  del   estado  funcional  y  del  estado  mental),  reconocidos como  primordiales para  un  cuidado  eficaz  del anciano y con repercusiones positivas en su calidad de vida y  en el costo del cuidado mismo (57). Esto confirma lo informado en la  bibliografía relativa  a la  mínima  atención  que  se brinda al  anciano,  en  comparación  a  la  prestada  a  los  jóvenes (58).


La tabla No 5 muestra la asociación diagnóstica  de los pacientes según validismo previo al ingreso.

 

Tabla No 5: Asociación diagnóstica según validismo previo al ingreso

 

tabla5

 

Como se puede observar, el 35 % de la muestra estudiada tenía buen validismo previo al ingreso, de ellos el 23 % mostró asociación diagnóstica. El 65 % de la muestra mostró un validismo comprometido, de ellos  el 56.8 % no mostró asociación diagnóstica.


En nuestro estudio se comprobó lo que algunos autores (54,55,57) plantean en la literatura, que mientras el anciano mantiene su propia autonomía, es independiente, es capaz de narrar mejor los síntomas, de concatenarlos en orden de frecuencia y así brindar al médico facilidades para el diagnóstico de sus enfermedades.

 

Con relación a las formas de presentación del infarto y la asociación o no con el diagnóstico  clínico y anátomo patológico, los resultados aparecen reflejados en la tabla No 6.


Se pudo constatar que las formas más frecuentes de presentación fueron el dolor atípico, la confusión mental  y la disnea, con un 78.3 %, 72.9 %, 71.6 %  respectivamente del total de la muestra; en todos los casos se mostró un mayor porciento de no asociación diagnóstica, en el dolor atípico representó un 62.1 % de no asociación,  la confusión mental un 58.1 % y  la disnea un 40.5 % del total de la muestra.
 

 

Tabla No 6: Distribución según forma de presentación del infarto agudo del miocardio en el anciano y su asociación diagnóstica.

 

tabla6


 

En general, la mayoría de los médicos piensan que el diagnóstico de infarto agudo del miocardio es fácil de realizar en vida, pero esto no es siempre así y en muchas ocasiones es todo lo contrario, ya sea porque clínicamente se presenta de forma atípica o mostrando una de sus complicaciones (59).


Strasser (58) plantea en su estudio que el anciano por sus características propias muestra formas típicas de presentación de todas las enfermedades y sobre todo las de origen cardiovascular, estudio este que se corresponde con los resultados del nuestro donde se demostró que los pacientes geriátricos tienen su forma peculiar de manifestar el infarto agudo del miocardio. 


El infarto agudo del miocardio generalmente se acompaña de dolor precordial grave agudo, pero una proporción considerable de infartos del miocardio no se reconocen clínicamente, aproximadamente el 25 % de los mismos no presentan síntomas y son detectados solamente después del episodio agudo por la evidencia de necrosis en el EKG o anormalidades en el movimiento de la pared en el ecocardiograma. Aproximadamente la mitad de estos pacientes tuvieron anteriormente síntomas atípicos por lo que el infarto agudo del miocardio posiblemente no sea completamente ajeno en dichos pacientes (60).


Desgraciadamente la muerte súbita coronaria puede ser la primera y única manifestación de Cardiopatía Coronaria (CC). Generalmente se define como la muerte que tiene lugar inesperadamente en la primera hora después de los síntomas.


El diagnóstico clínico es realizado fácilmente en pacientes ancianos con dolor torácico típico el cual es aliviado con nitroglicerina y reposo. Es más difícil cuando se distorsiona el umbral a la sensación del dolor, hay defectos de la memoria o se superponen otros síntomas de enfermedad torácica o del tracto gastrointestinal.


Si bien los pacientes ancianos enfermos tienden a sufrir el dolor anginoso con menos frecuencia e intensidad que los pacientes de edad media, el infarto agudo del miocardio es un motivo frecuente de ingresos hospitalarios de urgencia y una causa común de defunción institucional. Síntomas y signos atípicos de infarto agudo del miocardio se presentan en 3 de cada 4 pacientes geriátricos. La presentación silente ocurre entre el 38 a 81 % de los ancianos que lo padecen (61).


En  un estudio retrospectivo (62) de 5 años donde se  estudiaron a los ancianos afectados por infarto agudo del miocardio en un poblado de New York donde demostraron que el 46 % de los ancianos tuvieron una forma de presentación atípica,  dentro de las primeras manifestaciones clínicas estaban el dolor atípico, alteraciones de la memoria, dolor abdominal agudo y síncope .Este  estudio puede ser comparado con el nuestro por resultados similares.


En un estudio que se realizó en 192 pacientes fallecidos en el Hospital Clínico Quirúrgico "Abel Santamaría" de Pinar del Río con el diagnóstico de infarto agudo del miocardio se comprobó que el 69.4 % el diagnóstico no se realizó en vida  por la atipicidad de las manifestaciones clínicas de los casos (52), a pesar de que los estudios necrópsicos demostraron que el infarto agudo del miocardio fue la causa principal del fallecimiento.


En nuestro hospital Espinosa y colaboradores realizaron un estudio de dos series donde se demostró que las formas clínicas de presentación del infarto en el anciano difieren en gran medida a las del adulto joven (32). 

La  relación  entre la presentación electrocardiográfica del infarto agudo del miocardio  y la asociación diagnóstica  o no, se refleja en la tabla No 7.

 

Tabla No 7: Distribución según EKG al ingreso

 

tabla7


Como se puede apreciar el 58.1% de los pacientes mostraron alteraciones inespecíficas de infarto agudo del miocardio y de ellos solo el 1.3 % tenía asociación diagnóstica, el 29.8 %  de la muestra estudiada mostró,  alteraciones específicas de infarto agudo del miocardio y el 25.6 % de la muestra tenían asociación diagnóstica.


Los estudios electrocardiográficos rutinarios en los estadios iniciales pueden ser completamente equívocos (62,63) y sumar más dudas diagnósticas, como es de suponer trae como consecuencia subregistros a la hora de verificar estadísticamente la letalidad de esa patología particularmente en los centros hospitalarios donde los estudios necrópsicos no son habituales.


El EKG generalmente es imprescindible para el diagnóstico del infarto agudo del miocardio, sin embargo en el 20%-40% de los casos, el EKG no proporciona diagnóstico (63) y es necesario  recurrir para confirmar el infarto agudo del miocardio a la investigación de  isoenzimas cardiacas o a técnicas más avanzadas, como por ejemplo técnicas de centelleo con radioisótopos. Esta afirmación es particularmente cierta cuando los cambios propios del infarto agudo del miocardio se ven simulados o enmascarados por procesos como Bloqueos de Rama Izquierda (BRI), Hipertrofia Ventricular Izquierda (HVI) que alteran el vector QRS.


La presencia de cambios evolutivos del S-T en términos de 24-36H, aunque a veces se observan nuevas Q=0.03 en 2-4 horas, resalta la importancia de los EKG seriados durante la fase aguda del infarto agudo del miocardio ya que en ocasiones la elevación del S-T compatible con infarto agudo del miocardio, puede desaparecer sin cambios enzimáticos o en el EKG subsiguiente, sugiriendo espasmo coronario o angina variante. (64)


En general, la elevación del segmento S-T en el infarto agudo del miocardio  persiste sólo uno o dos días, aunque en ocasiones  son necesarias hasta dos semanas para que recupere su posición isoeléctrica, después de ese tiempo ha demostrado ser un índice específico, en un 65% de aneurisma ventricular comprobado en la autopsia. De todo lo anterior se deduce que el EKG es un indicador sensible del infarto agudo del miocardio  solamente en casos de complejo QRS  anteriormente normales ya que los preexistentes de dichos complejos reducen la sensibilidad diagnóstica del EKG. (65,66)


La aparición de la onda Q patológica es siempre virtualmente específica de necrosis miocárdica, mientras que los cambios del segmento S-T y de la onda T son índices  inespecíficos de infarto agudo del miocardio.


The European Myocardial Infarction Project Group afirman que el EKG  tiene alta especificidad en el infarto agudo del miocardio y puede alcanzar de un 90-95% de positividad para el diagnóstico (62).


Otros autores plantean que cerca del 50% de los pacientes con infarto agudo del miocardio no presentan elevación del segmento S-T (65), sino otras alteraciones o cambios electrocardiográficos inespecíficos.


Un 12% de errores iniciales en la interpretación de elevación frente a no elevación del S-T, sugiere la dificultad de la misma.  Por ello su interpretación podría optimizar con el uso de EKG de interpretación automática fiable o transmisión telemétrica a otros consultores. (67)


El estudio PRIAMHO, registro  de los infarto agudo del miocardio ingresados en las UCI de 33 hospitales españoles que cubren unos 10.000 000 habitantes pone de manifiesto que el EKG tiene alta especificidad para el diagnóstico de infarto agudo del miocardio y puede llegar a alcanzar hasta el 96% (68)


Igualmente, el estudio prospectivo de CI de Manresa (69) iniciado en 1968 ha demostrado tras 30 anos de seguimiento que la electrocardiografía tiene alta aceptación en el infarto agudo del miocardio, con un porciento muy bajo aproximadamente 12% de errores diagnósticos.


El estudio Framingham estimó que en la actualidad el EKG constituye la prueba exacta por su alta precisión diagnóstica más del 80% (70).


Otros autores plantean que junto a la clínica y las determinaciones enzimáticas constituyen un elemento  fundamental para el diagnóstico del infarto agudo del miocardio; además permite analizar su evolución, localizar la necrosis y evaluar de forma aproximada su extensión  (71, 72, 73,).


La tabla No 8 muestra  la asociación diagnóstica de nuestro estudio.


tabla8

 

Tabla No 8: Asociación diagnóstica

 

De los 74 fallecidos estudiados, en el 68.9 % (51 casos) se apreció asociación diagnóstica. El resto de los casos (31.1 %- 23 fallecidos) no mostraron asociación.


En un estudio realizado por  Espinosa y colaboradores(32) que incluyó dos series de  casos en nuestro hospital durante el período comprendido entre los años    1985-1987 y 1991-1993 sobre correlación clínico-patológica se observó una correlación de un 84.6%, aunque tenemos que señalar que esta serie incluía a los fallecidos de todas las edades y no solamente los ancianos como nos compete en este estudio y que la correlación se refería a los aspectos clínicos y anatomopatológicos , sin incluir los elementos electrocardiográficos. Pocos estudios de los consultados se han dedicado al estudio de la correlación incluyendo todos los  aspectos que englobamos  en el anciano por lo que nos es difícil establecer comparaciones.

 

RESULTADOS FUNDAMENTALES:

 

El grupo de edad más afectado fue el de 60- 69 años con 36.7 % del total de la muestra, así como el sexo femenino con el 52.7 % de los casos.

 

Los factores de riesgo que más incidieron fueron la hipertensión arterial (68.9 %), el tabaquismo (43.2%) y los  antecedentes de cardiopatía isquémica (32.4%).

 

Sólo se le realizó evaluación geriátrica al 24.4 % de los pacientes ingresados.

 

El 58.1 %  de los fallecidos mostraron eléctricamente alteraciones inespecíficas de infarto agudo del miocardio.

 

 Las manifestaciones clínicas que predominaron fueron el dolor atípico (78.3 %), la confusión mental (72.9 %)  y la disnea (71.6 %).

 

La asociación diagnóstica en nuestra serie fue de un 31,1 %.

 

CONCLUSIONES

 

- En nuestro estudio de comprobó que el infarto agudo del miocardio en el anciano tiene su forma típica de manifestarse, es por ello que existe un bajo índice de asociación diagnóstica.


Asociacion diagnostica del paciente geriatrico fallecido con Infarto Agudo del Miocardio 3.

RECOMENDACIONES

 

Hacer extensivo el resultado de este estudio a la Atención Primaria de Salud con el objetivo de  que se conozcan  las manifestaciones clínicas con que puede debutar el IMA  en el anciano.

 

Geriatrización de todos los Servicios hospitalarios donde se manejen pacientes mayores de 60 años.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

Fredwald. WT. Epidemiología de la enfermedad en wyngaardin. Jb. Et al. Tratado de Medicina Interna Cecil 19 ed México; interamérica MC Graw Hill;  1992.p.174-8.

Sobel Burton E. Infarto Agudo del Miocardio. En : Cecil Russel la Fayette.t.1 Tratado de Medicina Interna. 20. ed. México: Me Graw Hill Interamericana; 1996.p.344-60.

Adams IE, Abendschein, DR. Biochemical markers. Of myocardial injury .Is MB creatinine. Killana the chone the 1900S’? Circulation. 1993;8: 750-63.

Leaf A. Preventi medice for our. Ailing Health care system. JAMA.1969. 209 (5): 616-18.

Querci AD. Acute miocardi infartion. En: spivak JL, Bornes H. Manual of clinical problems in internal medicine. Boston: Brawn; 1990.p. 80-3.

Mendoza J. Infarto del miocardio agudo. Estudio de 950 fallecidos (1963-1991);ISMM “ Luis Diaz Soto. Rev Cubana de Cardiol. 1991;6(1): 123-4.

Leys D. At Herotrombosis: A mayor health burden. Cerebrovasc Dis. 2001 Apr; 11 SPPL S2:1-4.

Cuba. Ministerio de salud pública. Anuario estadístico, 1994. Ciudad Habana: MINSAP; 1995.

Cienfuegos: Centro Provincial de Higiene y Epidemiología; Balance anual 1999.

National Heart Lung, and Blood institute 9-1-1. Rapid identification and treatment of acute myocardial infartion. Bethesda, mc. As Department of heath and Human services. Public heath Service. Baltimore: Nacional Institute of Health; 1994.p3002 (Publication;94).

Álvarez Li FC. Marcadores de riesgo y enfermedad cardiovascular. Proyecto global de Cienfuegos. Estudio longitudinal. 1992-1994. [Trabajo para optar por el título de especialista de 1er grado en  Medicina Interna]. 1995. Hospital Provincial Docente Clínico- Quirúrgico”Dr Gustavo Aldereguía Lima” .Cienfuegos.

Gaimetea Castillo C, Rodríguez Gavin M, López Rodríguez S, San Leon JL, Roche Hernández JF. Cuidados Intensivos de las enfermedades del corazón. Revi Finlay. 1990;14(2):12-83.

Roca Goderich R. Tema de medicina interna. 3. ed. Cuidad de la Habana Editorial Pueblo y educación; 1985.p.267-81.

Ross R The pathogenesis of atherosclerosis: A Perspective. For 1990’S. Nature. 1993; 362:801-9.

Hurtado MO. Infarto del Miocardio y otras localizaciones de la Enfermedad ateroesclerótica. [Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Angiología]. Santa Clara. Cuba. 1985.

 Álvarez Ginzo A. Infarto Agudo del Miocardio y paro cardiaco en el cuerpo de guardia de nuestro instituto. Rev Cubana cardiol. 1993;7(1):48-53.

Reyes Salazar JS, Escobar Yendes N, Álvarez Puig N. Mortalidad por infarto agudo del miocardio en una unidad de cuidados intermedios. Rev Cubana de Med. 1997; 36(2): 112-6.

Peñalver Hernández E, Dueña Herrera A, Dieste Sánchez W. Nurdel Cárdenas P. Influencia de factores de riesgo coronario en la incidencia de cardiopatía isquémica. Rev Cubana Med Gen Integ. 1999; 15 (4): 368-71.

Karliner JS, Gregoratos G, Ross J. Infarto del miocardio. En: Stein JH. Medicina Interna  4.ed.  ST Louis: Mosbi;  1994.p.72

Canon CP. Time to treatment of acute myocardial infarction revisited .Curr Opin Cardiol. 1998; 13:254-66.

Canon CP. Sayahn AJ, Wals RM. Prehospital thrombolisis and  idea Whose time has come. Clin cardiolog 1999; 22:10-9.

Ryan TJ. Guidelines for management of patients with acute myocardial infartion. Tace. 1996; 28:328-428.

Pérez Pilar R, López Rodríguez AJ, López Padrón G. Pelaez Risco O. Pelaez Pila R, Kafui Kwafu. Infarto agudo del miocardio en ancianos. An  Cir Card Vasc. 2000; 2001;6 (3):126-32.

García Moll X ,Kaski JC. Cardiopatía isquémica marcadores de inflamación y riesgo cardiovascular. Rev Cubana  Med. 2000; 39 (2): 120-40.

Coleff Robert M. El reto de una mejor trombolísis. Tiempo de tratamiento (educación) y nuevos antitrombóticos adyuvantes. Grandes temas de cardiología: avances hacia el cambio de siglo .Am J Cardiol. 1998;32: 78-81.

American College of Physicians Guideline for risk stratificación after myocardial infartion. Clinical Guideline. Part 1 Am Inter Med. 1997; 126:556-60.

Kannel and balanger, Epidemiologi of heart failure. Am Heart J. 1991; 121:951-7.

Cabales A, López Bescos L,San José J, Rojas J, Bermejo J ,Brates J, et al. Asistencia al paciente con IMA en las UCIC de los hospitales españoles. El estudio PRIAMO (proyecto de registro de IAM hospitalaria) Rev Esp Cardiol .1996; 49 (supl 3):114.

Tomás-Abadal L, Varas Lorenzo C, Bernadet E, Balaguer Vintró I, Coronary risk factors and a 20 year incidence of coronary heart disease and mortality in mediterranean industrial population. The Manresa study. EUR Heart J .1994;15: 1028-36.         30- EMIP. The European myocardial infarction projec group. Prehospital            thromblytie therapy in patients with suspected acute myocardial infarction N Engl J Med. 1993; 329: 383-9.

Nabulsi AA. Association of hormone replacement therapy with various cardiovascular risk factors in post menopause woman. N Engl J Med. 1993; 328:1069.

Espinosa-Brito AD; Alvarez-Li F C; Borges-Rodríguez E; Quintana-Pérez S; Fernández-Turner M. Clinico-pathologic study in 460 patients died with acute myocardial infarction .Report of two series (1985‑1987 and 1991‑1993).

Gabriel Sánchez R. Hacia un estudio epidemiológico sobre factores de riesgo cardiovascular en el anciano en España, Rev Esp Geriatr Gerontol. 1990;25:383-8.

Brocklehurst JC. Tratado de Clínica Geriátrica y Gerontología. Ed    Panamericana, S.A.;1975:129-34.

35- Martínez A, Elcarte López RM, Sada Goñi J. Dislipidemias y enfermedad cardiovascular. En: Brotons Cuixart C, editor. Factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular. Epidemiología. Prevención y tratamiento. Barcelona:Ediciones Doyma; 1991.

Jorrín Román FR. Morbimortalidad por infarto agudo del miocardio y su     relación con   el sexo. Estudio de un trienio. [Trabajo para optar por el título de Especialista de Primer   Grado en Cardiología].1998. Villa Clara.

37- Friede Wald WT. Epidemiología de la enfermedad cardiovascular. En: Wyngaarden JB, Smith LlH, Bennet JC. Cecil. Tratado de medicina interna. 19 ed. México: Interamericana; 1994.p.174-8.

38- Tavazzi L. Clinical epidemiology of acute myocardial infarction. Am Heart J. 1999; 138: 48-54.

39- Salomaa V, Rosamond W, Mahomen M. Decreasing mortality from acute    myocardial infarction: effect of incidence and prognosis. J Cardiovascular Risk.    1999; 6: 69-75.

40- Cantor WJ, Ohman EM. Results of recent large myocardial infarction trials, adjunctive therapies, and acute myocardial infarction: improving outcomes. Cardiol Rev. 1999; 7: 232-44.

41- Mahon NG, O’rorke C, Cxodd MB, McCann HA, McGarry K, Sugroe DD. Hospital mortality of acute myocardial infarction in the trombolytic era. Heart. 1999; 81: 478-82.

42- Iraola Ferrer MD, Valladares Carvajal FJ, Álvarez Li FC, Nodal Arruebarruena JR, Rodríguez Llerena B. Optimización del tratamiento médico en el infarto agudo del miocardio. Clínica Cardiovascular. 2000; 18(3): 11-6.

43-Cruz de los Santos H, Valladares Carvajal FJ, Álvarez Li FC. Utilidad clínica de la evaluación temprana del segmento ST después del tratamiento trombo lítico. III Congreso Internacional de Medicina Crítica por Internet. [en línea].2001.[fecha de acceso 10 nov 2003].URL disponible en: http://www.uninet.edu/cimc2001

44- Iraola Ferrer MD, Santana Cano AA, Rodríguez Llerena B, Valladares Carvajal FJ. Sobrevida en el infarto agudo del miocardio. Clínica Cardiovascular .2001; 2: 4-7

45-Fernández Vidal A, Santos Peña MS, Rodríguez Llerena B, Iraola Ferrer MD. Estratificación de riesgo después de un infarto agudo del miocardio en la unidad de cuidados intensivos. Segundo Congreso Virtual de Cardiología. Federación Argentina de Cardiología. Argentina, 1 de septiembre – 30 de noviembre 2001. [en línea] 2001 [fecha de acceso 10 nov 2006].URL disponible en: http//www.fac.org.ap/scvc/scviresp/español.htm.

46-Iraola Ferrer MD, Ordúñez García PO, Álvarez Li FC, Santos Peña MS, Valladares Carvajal FJ, Rodríguez Llerena B, González Rodríguez C. Unidad de Cuidados Intensivos Cardiológicos. Impacto sobre la mortalidad por Infarto Agudo del Miocardio. Mejoramiento Continuo de la Calidad. Clínica Cardiovascular. 2001. (En prensa).

47-Padrón Velásquez LM, Valladares Carvajal FJ, Iraola Ferrer MD. Cardiopatía isquémica: atención primaria de salud. Rev Finlay. 2000; 9 (número especial 1): (En Prensa).

48-Valladares Carvajal FJ, Iraola Ferrer MD. Cardiopatía isquémica: atención  hospitalaria. Rev Finlay. 2000; 9 (número especial 1):( En Prensa).

49-Silva LC, Ordúñez P, Paz M, Robles S. A tool assessing the usefulness of prevalence studies done for surveillance purposes: the example of hypertension. Rev Panam Salud Pública. 2001; 10: 152-60.

50-Álvarez Figueredo Z, Iraola Ferrer MD, Molina Díaz F, Barco Díaz V. Caracterización de la mortalidad en la Unidad de Cuidados Intensivos. Año 1998. Rev Cubana Med. 2000; 39(4): 222-7.

51-Valladares Carvajal FJ, Álvarez LA FC, Iraola Ferrer MD, Ibargollín Hernández R. Valor del sistema de puntuación del QRS (Selvester) en el infarto miocárdico agudo. Rev. Cubana Cardiol Cir. Cardiovasc. 2000; 14: 94-8.

52- Valladares Carvajal FS, Gonzáles Rodrigues C, Navarro Lopéz JJ, Falcón Hernández A. Infarto Agudo del Miocardio. [en línea] 2003[fecha de acceso 10 nov 2003.URL disponible en: www.gal.sld.cu/GBP/urgencias/cardiología/IAM.htm.

 53-The Clinical Quality Improvement Network Investigators (CQIN). Influence of a critical path managemant tool in the treatment of acute myocardial infarction.  Am Jan Care. 1998:4:1243-51.

54- Brannwald E. Introduction. A symposium: New Insights into the pathogenesis and management of Coronary Artery Disease. Am J Cardiol. 1998; 82 (Suppl) :1 H. 

55- Opie L H. Review of Trials in the treatment of Coronary Artery Disease. T heoretical  expectation s versus lack of practical success .How can we expla in  the differences? AM J Cardiol.1998 (suppl):15H-20H.

56-Fibrinolytic Therapy Trialsts (FTT) Collaborative Group. Indications for fibrinolytic therapy  in suspected acute myocardial infarction: collaborative overview of early mortality and major  morbidity results from all randomised tials  of more than 1000 patients .Lancet 1994 ;343: 311-22.

Ryan TJ ,Antman EM,Brook NH, Califf RM, Hillis LD ,Hirataka  LF, et al AAC/AHA, guidelines  for the management of patients with acute myocardial infarction .1999update :a report of American College of Cardiology /American Heart Association  Tast Force on Practice  Guide lines (Committee on Managements of  Acute Myocardial Infarction).[en línea] 2003 [fecha de acceso10 nov 2003 ] URL disponible en:  htttp://www.acc.org/clinical/guideline

Strasser. T. Asistencia Cardiovascular de los Ancianos.Ginebra: Ed. A. M. S.; 1988:7,12,16,21.

Koner V. Myocardial infarction in the elderly. A clinical and epidemiological study witch a one year followsup supplement, 604. 1977.

Acosta VM. Infarto agudo del miocardio. Factores de riesgo y estudio        coronariográfico. Rev Esp Cardiol 1985; 38: 180-3.

Fluster V,Dyken ML ,Vokonas PS ,Hennekens  C.Aspirin  as therapeutic  agent  in cardiovascular disease. Circulation. 1993; 87:659-75.

First International Study of Infarct Survival Collaboratuve Group. Randomised trial of intravenous atenol among 16027 cases of suspected acute myocardial infarction: ISIS –I .Lancet .1986;2:57-66.

National Heart, Lung, and Blood Institute .9-1-1: Rapid identification and treatment of acute myocardial infarction. Bethesda. Md : US Department of  Health  and Human Service .Public Health  Service.Baltimore: National Institute of Health ; 1994.p.3302.(Publication;94).

Peterson ED,Shaw LJ, Califf  RM. Clinical  Guideline: Part 1.Guideline for risk stratification after Myocardial  infarction . Ann Intern Med .1997:126:556-60.Peterson ED, Shaw LJ, Califf RM . Clinical Guideline: Part 2 .Risk Stratification after Myocardial infarction. Ann Intern Med.  1997:126(7):561-82.

Hasche ET,Fernandez C,Freedman SB, Jerimy RW. Relation between ischemia times. Infarct size and left ventricular function in humans.  Circulation. 1995:92:710-9.

Rozenman Y,Gotsman MS, Weiss AT,Lotan C, Mosseri M, Sapoznikos D, et al. Early intravenous thronbolysis in acute myocardial infarction: the Jerusalem experience. Am J Cardiol. 1995:49:21-8

Cheitlin MD ,Alpert JS, Armstrong  WF, Aurigemma GP,Bierman FZ, Beller GA, et al.  ACC/AHA  guidelines for clinical application of Echocardiography. Circulation.( In  Press).

Caires G, Mendes  M, Mezquita  A, Brizida L,Seabra  Gómez R.Valor da prova de esforco na estratificacao de risco apos infarte agudo do miocardio .Acta  Med Port. 1998; 11( 10):831-8.

ACC/AHA.Practicce Guidelines. Directrices para pruebas de esfuerzos. En:Practice Guidelines. Baltimore: Lippincott Wuiliams and Wilkins;2001.p.35-45.

Bardaji Ruiz A .Es realmente útil la prueba de esfuerzo  realizada después de un infarto del miocardio  para mejorar el pronostico de los pacientes? Argumento en contra. Rev Esp Cardiol. 1998; 51(7):541-6.

Gruppo Italiano per lo studio della sopravvivenza nell Infarto Miocardio.GISI-2:a factorial randomized trial of alteplase versus streptokinase and heparin versus no heparin among12 490 patients with acute myocardial infarction. Lancet. 1990; 336:65-71.

Marui F, Prieto  Maggion A, Grazia  Frangosi M,Vita C de Santoro  .A  simple electrocardiography predictor the outcome of patients with acute myocardial infarction treated with a trombolytic agent :a gruppo italiano per lo studio della soprovvivenza  nell  infarto miocardio (GISSI-2)-Derived analysis . JACC. 1994; 24(3) :600-7.

  

Anexo 1


Encuesta.

 

1. Edad          1.  60-69                      2. Sexo     1. M           

                      2. 70-79                                       2.  F

                      3. 80-89

                      4. 90 y más.


3. Motivo  de ingreso.                             4. Alteraciones eléctricas.     

  1. Dolor típico                                   1.  EKG típicas.

  2. Dolor atípico                                 2.  EKG atípicas

  3. Disnea                                         3. EKG normal

  4. Toma de conciencia

  5. Lipotimia.

  6. Mareos.

  7. Frialdad.

  8. Sudación.

 9. Ansiedad.

10. Confusión mental.

11. Síncope

 

5.  Factores de riesgo

HTA

Tabaquismo

Obesidad

Diabetes mellitus.

Hipercolesterolemia.

Antecedentes de cardiopatía coronaria.

 

6.  Evaluación geriátrica.

        1. Si

        2. No

7.   Validismo previo al ingreso.

        1. SI

        2. No

 

 

Anexo 2

 

 Actividades de la vida diaria básicas.

 

                                    Índice de Katz.

 

                                                D                I

Bañarse                              ---------            ---------

Vestirse                              ---------            ----------

Ir al servicio                         ---------            ---------

Levantarse                          ---------             ----------

Continencia                         ----------           ----------

Comer                                 ----------            ---------

 

A.-Independiente: alimentación, continencia, movilidad, uso de retrete, bañarse y vestirse.
B.-Independiente: todas estas funciones excepto una.
C.-Independiente: todas salvo bañarse solo y una más.
D.-Independiente: todas salvo bañarse, vestirse y una más.
E.-Independiente: todas salvo bañarse, vestirse, uso del retrete y una más.
F.-Independiente: todas salvo bañarse, vestirse, uso del retrete, movilidad y una más.
G.-Dependiente para las seis funciones básicas.
Otros.-Dependientes dos o más funciones, pero no clasificable en los grupos C a.

 

Escala de Katz       -------------------

 

Términos empleados

Independiente:
sin supervisión, dirección o ayuda personal activa, con las excepciones que se listan a continuación. Un paciente que se niega a hacer una función, se considere incapaz de hacerla.
Bañarse: aunque necesite ayuda para lavarse una sola parte (espalda o extremidad incapacitada).
Vestirse: coge la ropa de los cajones, se la pone y se abrocha cremalleras (el nudo de zapatos no cuenta).
Usar el retrete: si llega solo, entra y sale de él, se arregla la ropa y se limpia (puede usar orinal de noche).
Movilidad: entra y sale solo de la cama, se sienta y levanta sin ayuda (con o sin soportes mecánicos).
Continencia: control completo de la micción y defecación.
Alimentación: lleva la comida del plato u otro recipiente a la boca (se excluye cortar la carne o untar mantequilla en el pan).

           

Autores:

Dra. Didiesdle Herrera Alonso.*

Dra. Nallely Villanueva Bravo. **

Dra. Dinorah  Janet Torres Lugo. ***

Dr.  Antonio Masot Rangel. ****

Dr. Iván Castillo Ledo. *****

 

*      Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Especialista de Primer Grado en Neurofisiología .Profesora Instructora.

**      Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral.

***   Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Profesora Instructora.

**** Especialista En Primer Grado en Pediatría. Especialista en Segundo Grado en Endocrinología. Profesor Auxiliar.

***** Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor.

Hospital Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima. Cienfuegos. Cuba.