El delirio tiene una elevada incidencia en nuestras Ucis, oscilando entre el 16 y el 43%, en dependencia del tipo de UCI (médica, quirúrgica, traumatológica, etcétera) y características inherentes tanto a las intervenciones terapéuticas y, hábitos en el desarrollo de las mismas, como de las características propias del paciente y de sus patologías asociadas.