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Enfermería sobre el paciente quirúrgico en el periodo intraoperatorio

Enfermería sobre el paciente quirúrgico en el periodo intraoperatorio

El periodo intraoperatorio empieza con el traslado del paciente a la mesa quirúrgica. Todas las actividades se enfocan con el único fin de cubrir sus necesidades y de procurar su bienestar durante todo el proceso; el paciente reconoce a la enfermera que ha realizado la visita preoperatoria y establece con ella una relación paciente-enfermera. En este periodo, el profesional de Enfermería ha de realizar sus funciones dentro del plan quirúrgico con habilidad, seguridad, eficiencia y eficacia.

Enfermería sobre el paciente quirúrgico en el periodo intraoperatorio

Autores:

DUE. Laura Rebollo García 1

DUE. Mª Dolores Sánchez-Matamoros Martín 2

Dr. Manuel Luque Oliveros 2

1 Enfermera del Servicio Andaluz de Salud

2 UGC del Bloque Quirúrgico del Hospital Universitario Virgen Macarena

INTRODUCCIÓN

Dentro de los cuidados que debe ofrecer el profesional de Enfermería al paciente durante la intervención va en proporción a los siguientes puntos:

Asegurar que la transferencia a la mesa del quirófano se realiza correctamente con seguridad y prevenir lesiones en la piel del paciente con mantenimiento de posturas que favorecen las ulceras por presión (UPP).

– Prestar especial atención a los catéteres, tubos de drenaje y aparatos de tracción. No han de desprenderse.

Evitar la exposición innecesaria del paciente, preservando cuidadosamente su intimidad.

Asegurar la comodidad al aplicar las sujeciones. Explicar al paciente que son para su seguridad.

Colocar los brazos del paciente a los lados de la mesa. El Angulo de abducción del brazo no debe ser mayor de 90º debido a que el plexo nervioso braquial puede ser lesionado por una exagerada abducción prolongada del brazo.

Prevención de una posible infección nosocomial. La protección de los ojos no tiene que ser necesariamente con algodón empapado. Existen protectores específicos y, por otra parte, con cerrar bien el ojo y mantenerlo cerrado es suficiente.

Mantener durante todo el tiempo que dure la intervención quirúrgica una asepsia quirúrgica, que según la Association of periOperative Registered Nurses (AORN), constituyen la primera estrategia para un control satisfactorio de las infecciones, al implantar unos principios higiénicos básicos para evitar transmisión de microorganismos.

En relación con los factores ambientales, los elementos más relevantes son:

Controlar la calidad del aire que se mantiene dentro de quirófano, ya la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de Calidad del aire y protección de la atmósfera (BOE nº 275, 16/11/2007), establece los criterios oportunos para la prevención y control de una mala ventilación, amparándose en el RD 486/1997, de 14 de abril, del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (BOE Nº 97, 23/04/1997), donde todos los equipos materiales y componentes de las instalaciones objeto de este proyecto cumplirán las disposiciones particulares que les sean de aplicación .

La función principal de la instalación de climatización dentro de un quirófano, es la de proporcionar una calidad de aire interior aceptable mediante un nivel de ventilación y filtraje satisfactorio, así como confort en las condiciones medioambientales, manteniendo en un rango definido la temperatura y la humedad relativa. Se debe cumplir la UNE 100713 “Instalaciones de aire en hospitales”, ya que es la única norma española de referencia y además el RITE indica que sus valores son validos, siendo el quirófano considerado como exigencia muy elevada.

Controlar que se mantiene una temperatura entre 22 y 26º C, y la humedad relativa entre el 45 y 55% según la UNE 100713.

TIPO DE ANESTESIA Y MANEJO DE FÁRMACOS

Se estima que entre un 0,1% y un 0,2% de los pacientes que son anestesiados mediante anestesia general tienen alguna forma de despertar intraope­ratorio (mantener cierto estado de alerta; oír, sentir dolor, etc.), sobre todo en cirugías en las que se utilizan relajantes musculares. El excesivo uso de bloqueadores neuromusculares, una falta de vigilancia por parte del anestesiólogo, y el uso intencionado de dosis menores de fármacos anestésicos para facilitar una más rápida recuperación.

Los síntomas típicos de despertar intraoperatorio incluyen hipertensión arterial, taquicardia, cambios hemodinámicos o movimientos; aunque son signos de alerta o sospecha no necesariamente implican despertar o consciencia. Los bloqueadores neuromusculares, los betabloqueantes y los antagonistas del calcio pueden enmascarar estos síntomas.