Prolongar la existencia tiene un precio ya que al inclinarse el equilibrio demográfico a favor de las personas de más edad, se crea un impacto político, económico y social que cada país que se debe resolver fomentando la participación y protagonismo de las personas de la tercera edad en la sociedad, reforzando su autonomía y modificando los valores sociales. Actualmente, a nivel mundial se concentran esfuerzos a favor de este cambio necesario.