Desde el punto de vista morfológico y clínico, se le considera en una posición intermedia entre el carcinoma diferenciado de tiroides, papilar o folicular y el diferenciado o anaplásico. Se trata de un tumor de difícil diagnóstico prequirúrgico mediante punción aspiración con aguja fina (PAAF) y de mayor agresividad que los carcinomas diferenciados de tiroides. Su pronóstico es peor que el del carcinoma tiroideo clásico, y la mayoría de los autores recomienda un tratamiento enérgico. Los motivos que nos llevan a presentar este caso de carcinoma insular de tiroides (CIT) es su baja prevalencia.