Uno de los retos de la sociedad del siglo XXI es la apuesta por la calidad, en los últimos años se van produciendo grandes cambios culturales que hacen que haya mejor acceso a la información por parte de los ciudadanos y que estos sean más conscientes de sus derechos, lo que conduce a una mayor exigencia de la calidad en los servicios sanitarios, que directa o indirectamente, sufragan.