Los láseres de baja potencia son utilizados, principalmente, por su acción bioestimulante, analgésica y antiinflamatoria. En cambio, los láseres de alta potencia son aquellos que producen efectos físicos visibles, y que se emplean, como sustitutos del bisturí frío o del instrumental rotatorio convencional.
Los láseres son mostrados útiles en implantología, enfermedad periodontal, aftas bucales, osteonecrosis de los maxilares por bifosfonatos, endodoncias, cirugía bucal, malformaciones vasculares, ortodoncia, pacientes oncológicos, etc.