Después de más de 290 años que H. Boerhaave describiera el caso y la autopsia del Almirante Holandés JG Wassernaer, la Perforación Espontanea de Esófago continúa teniendo tres características que poco han variado. Sigue siendo un reto para el diagnóstico precoz, su tratamiento es controversial sin encontrarse un verdadero gold standard y su mortalidad continua inaceptablemente elevada.