Las relaciones sexuales no pueden abordarse sólo como vía de satisfacción, como una necesidad fisiológica. Es fundamental el conocimiento que tengan las parejas entre sí, donde prime el amor y la fidelidad que forma parte de la riqueza espiritual de las mismas, además de ser la vía de reproducción de la especie humana, lo que garantiza la permanencia y desarrollo de las nuevas generaciones.