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Cuidado y atención inmediata al recién nacido sano

Cuidado y atención inmediata al recién nacido sano

El pediatra es el encargado de la asistencia del niño, de promover, proteger y apoyar su salud. Estas tareas deben ser realizadas prestando particular atención al binomio progenitores-hijo.

Los recién nacidos sanos, aunque no presenten ningún problema, requieren una serie de cuidados y procedimientos más o menos rutinarios, una valoración cuidadosa de su estado general y de la correcta instauración de la alimentación.

Cuidado y atención inmediata al recién nacido sano

Autor: María de Orte Pérez. Diplomada en Enfermería. Servicio de neonatología del Hospital Infantil de Miguel Servet de Zaragoza.

Palabras clave: recién nacido, sano, cuidados, atención y parto.

Índice

  1. Resumen – Summary
  2. Introducción
  3. Objetivos básicos de la atención
  4. Método
  5. Valoración de los antecedentes previos al parto
  6. Atención en el paritorio
  7. Cuidados iniciales después del parto
  8. Cribados neonatales
  9. Alta hospitalaria
  10. Bibliografía

1.- Resumen

Resaltar que antes del inicio del parto es necesario disponer de toda la información médica perinatal para poder asegurar la ausencia de factores de riesgo que pueden conllevar una enfermedad neonatal inmediata.

El recién nacido es considerado sano cuando es a término (más de 37 semanas de gestación), su examen físico es adecuado (test de Apgar), su adaptación al medio correcta y su historia tanto familiar, materna, gestacional, como perinatal así lo muestran.

Este articulo pretende describir los cuidados, la atención y las normas de actuación a seguir que requiere el recién nacido desde el parto hasta su alta hospitalaria.

Palabras clave: recién nacido, sano, cuidados, atención y parto.

2.- Introducción

La atención inmediata es el cuidado que recibe el recién nacido al nacer, su asistencia en sala de partos es responsabilidad del pediatra, no obstante, necesita de la colaboración de matronas y personal de Enfermería para procurar las mejores condiciones de atención al recién nacido.

El pediatra – neonatólogo será la persona que atienda al recién nacido siempre que se le requiera para ello y tomará las decisiones que a su buen criterio profesional sean más adecuadas para el niño.

 Este articulo describe la atención que recibe el recién nacido sano en el paritorio y los cuidados en las primeras horas de vida. Está encaminado a disminuir las dudas y miedos que tiene la familia, describiendo los pasos desde el nacimiento de su hijo hasta el alta hospitalaria de ambos.

Tras el nacimiento, se llevan a cabo una serie de pruebas cuya función es determinar el estado de salud del recién nacido; diferenciando variantes de normalidad y fenómenos temporales de signos clínicos de enfermedad. Se realizan cribados para detectar, tratar y seguir neonatos de riesgo.

Debemos tener en cuenta que un neonato tiene características funcionales diferentes (temperatura, presión arterial, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria).

3.- Objetivos básicos de la atención inmediata

1.- Priorizar el bienestar del recién nacido

2.- Defender sus derechos

3.- Interferir lo mínimo necesario en la adaptación a la vida extrauterina

4.- Facilitar y promover el apego madre – hijo. Promocionar la lactancia materna

5.- Respetar las preferencias de los padres

6.- Educar a los padres y dar pautas de alarma

7.- Detectar malformaciones

8.- Prevenir complicaciones

9.- Brindar los tratamientos necesarios en forma oportuna

4.- Método

Se pretende mostrar, gracias al trabajo desempeñado en el servicio de neonatología, los cuidados y la atención recibida al recién nacido sano en el hospital Materno – Infantil del Miguel Servet de Zaragoza.

Se realizó una búsqueda bibliográfica de las palabras clave: recién nacido, sano, cuidados, atención y parto en las bases de datos: Ime – bases de datos bibliográficas del CSIC) y Dialnet con el fin de completar el estudio.

5.- Valoración de los antecedentes previos al parto

Es recomendable el establecimiento de una relación adecuada y suficientemente anticipada entre la familia y los profesionales responsables de los cuidados del recién nacido en el parto y en los momentos posteriores para explicar cómo es la transición neonatal, las distintas fases de adaptación a la vida extrauterina, el establecimiento del vínculo, el inicio de la alimentación y los cuidados y las pruebas de exploración clínica y el cribado de enfermedades que se le va a realizar al recién nacido.

Señalar que el momento del parto es un acto íntimo que requiere un entorno que favorezca la confianza, la comodidad y la relajación de la mujer.

El ambiente en el paritorio debería ser silencioso, con poca luz, con puertas cerradas (para preservar la intimidad y para facilitar el control térmico del recién nacido), con el mínimo número de profesionales posibles y con un acompañante para la madre.

6.- Atención en el paritorio

Una vez que el niño nace es función de la matrona trasladarlo a la cuna térmica con fuente de calor radiante para que lo valore el pediatra y el personal de Enfermería.

La valoración inmediata al parto consiste en constatar que no existen anomalías congénitas ni problemas del neonato secundarios al parto, vigilar signos de infección o alteración metabólicas

– Es básico mantener al recién nacido siempre seco y caliente, por lo que se procede a secar la piel mediante sabanas estériles secas, con especial dedicación en su cabeza, colocándole inmediatamente un gorro, pues supone una gran superficie por donde el recién nacido pierde calor.

– Se recomienda manejar al recién nacido con guantes por el contacto con líquido amniótico, sangre, meconio, heces…

– Si el recién nacido nace vigoroso (buen tono muscular, respira o llora y su frecuencia cardiaca es más de 100/min) se sigue las maniobras de rutina descritas. Si por el contrario el recién nacido está deprimido, fláccido, respiración inadecuada, la prioridad será aspirar las vías aéreas antes de ejercer ningún estímulo.

– Una vez colocado en la fuente de calor el pediatra le realiza el test de Apgar en los minutos 1 y 5 de vida, valorando los cinco signos clínicos: frecuencia cardiaca, esfuerzo respiratorio, tono muscular, irritabilidad refleja, coloración. A cada parámetro se la da un valor entre 0 y 2 puntos, de manera que tenemos una escala ponderada positivamente que va de 0 a 10 puntos. Una puntuación entre 0-3 indica dificultades marcadas para adaptarse a la vida extrauterina, una puntuación entre 4-6 muestra dificultades moderadas y entre 7-10 ausencia de dificultades.

– Una vez pesado el recién nacido se procederá finalmente a vestirlo y acercárselo a su madre

7.- Cuidados iniciales después del parto:

– Profilaxis:

El/la enfermer@ procede a aplicar en ambos ojos pomada antibiótica (eritromicina), para evitar la oftalmia neonatal que cubre los gérmenes más frecuentes implicados en esta patología.

También para prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido se administra vía intramuscular, 1mg de vitamina K (konakion).

– Identificación del recién nacido

La matrona es la encargada de identificar a la madre y al recién nacido con las huellas y la colocación de la pulsera homologada en muñeca – talón.

– Vínculo madre – hijo

Se comprueba si ha realizado una transición satisfactoria de la vida extrauterina

Con objeto de promover el vínculo a través del contacto y el mutuo reconocimiento, una vez comprobado el adecuado estado del recién nacido y siempre que la situación materna lo permita, se recomienda colocarlo en contacto directo con la piel de su madre, facilitando el amamantamiento inmediato.

La madre y el recién nacido son trasladados a una sala “despertar de madres” junto a los paritorios donde permanecerán tranquilos junto con otras madres en la misma situación. Trascurrida una hora la matrona comprobará las constantes, el estado general de la mujer, la situación del útero y el sangrado, y si todo estuviese normal, procederá a retirar el catéter epidural de su espalda colocando en el lugar de la punción un apósito (tirita) que ella misma se quitará cuando se duche horas después. A continuación la paciente es trasladada a la planta de hospitalización.

Una vez allí, se verifica la identidad de la madre y su hijo y se comprueba el estado de salud de ambos. En la planta los recién nacidos deben de ser tallados, pesados y medido su perímetro craneal. Se valora la frecuencia respiratorio, cardiaca y la temperatura.

8.- Cribados neonatales

El alta hospitalaria debe contemplar la realización de los cribados neonatales. Éstos deben incluir la detección precoz de la hipoacusia y el cribado de errores innatos del metabolismo. Cuando el alta es precoz, antes de las 48h de vida, es recomendable realizar una doble toma de muestras para el cribado de los errores innatos, una antes del alta y otra a los 5–7 días de vida, y así reducir el riesgo de falsos negativos o positivos.

Asimismo, debe considerarse la administración universal de la vacuna de la hepatitis B, según el calendario vacunal propuesto por la Asociación Española de Pediatría, por lo que se le administrara antes de su alta hospitalaria.

Los controles pediátricos del recién nacido deben ser diarios, mientras permanezca con su madre en la maternidad, incluyendo realización de historia clínica y exploración completa en las primeras 24 h de vida y previa al alta.

– Hipoacusia

El programa debe detectar a todos los niños con hipoacusia bilateral con un umbral superior a 35 dB en el mejor oído. Se utilizarán técnicas de otoemisiones acústicas (OEA) y potenciales evocados auditivos de tronco cerebral (PEATC), solas o en combinación.

– Endocrinometabólico

La prueba del talón es una prueba clínica de detección precoz de las enfermedades metabólicas congénitas. Consiste en unas punciones en el talón que se realiza a los neonatos para la obtención de una muestra de sangre. Sirve para detectar patologías como: hipotiroidismo congénito, hiperplasia suprarrenal congénita, hiperfenilalaninemias o hemoglobinopatías congénitas.

Los programas de detección precoz se efectuarán a partir del tercer día de inicio de la alimentación.

9.- Alta hospitalaria

Durante su estancia se vigilarán, junto a los hábitos fisiológicos (micciones, deposiciones), los problemas neonatales habituales (ictericia, temblores, infecciones cutáneas, conjuntivitis y onfalitis) y las dificultades de la lactancia (hipogalactia, técnica defectuosa).

La estancia en el hospital debe ser lo suficientemente larga como para permitir la identificación de problemas y para asegurar que la madre está suficientemente recuperada y preparada para atender a su hijo en casa. Conviene recordar que determinados procesos potencialmente graves pueden no apreciarse como tales en las primeras horas debiéndose mantener la observación y sospechar su presencia antes de la salida.

En todo caso se debe hacer el máximo esfuerzo para que madres e hijos no se separen y salgan juntos de la maternidad.

10.- Bibliografía

1.- M.C. Sánchez Escartína, J. López de Heredia Goya b, M.J. Aguayo Maldonado, D. Blanco Bravo b, V. Molina Morales. Reflexiones éticas y recomendaciones para la toma de decisiones clínicas en la atención al recién nacido sano. Unidad Neonatal, Hospital de Cruces, Barakaldo, Vizcaya, España. Grupo de Trabajo de Ética, Sociedad Española de Neonatología, España. Disponible en Internet el 20 de julio de 2012

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3.- José Lacarrubba, Lucía Galván, Norma Barreto, Eddy Adler, Elizabeth Céspedes. Guías prácticas de manejo en Neonatología. Atención inmediata del Recién Nacido de término sano. Organo Oficial de la Sociedad Paraguaya de Pediatría, Vol. 38, Nº. 2, 2011

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4.- A. Galindo Martín. Primeras horas del recién nacido termorregulación, cuidados, alimentación y actuación de la madre. Pediatría rural y extrahospitalaria, Vol. 35, Nº 330, 2005

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7.- Figueras Aloy; A. García Alix; A. Alomar Ribes; D. Blanco Bravo; M.T. Esqué Ruiz; J.R. Fernández Lorenzo. Recomendaciones de mínimos para la asistencia al recién nacido sano. Comité de Estándares de la Sociedad Española de Neonatología. Anales de Pediatría. Vol. 55 Núm.2. 2001.

http://www.se-neonatal.es/Portals/0/Minimos_RN_sano.PDF