La cavidad bucal está expuesta constantemente a la acción de numerosos agentes ambientales: físicos, químicos, térmicos.
La forma clínica, su gravedad y el carácter agudo o crónico de las lesiones dependerán del tipo de agresión, de la zona de la mucosa afectada y de las circunstancias locales y sistémicas de cada paciente. También se ve influenciada por la intensidad y tiempo de actuación del agente físico.