Ya en fechas tan tempranas como el siglo IV a.C, se puede ver que uno de los aforismos hipocráticos, dice: «el endurecimiento del hígado es un signo ominoso en los casos de ictericia» (Rikkers, 2009). Erasístrato (c. 304-250 a.C.) mencionaba: «la σκίρρωσις (skírrōsis) ‘proceso de induración' del hígado como una de las causas de la hidropesía» (Cortés, 2009). Andrés Vesalio (1514-1564) se refirió en sus descripciones al aspecto reducido y nodular del hígado (Tumen, 1968).