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El niño con epilepsia. Atención de Enfermería

El niño con epilepsia. Atención de Enfermería

La epilepsia es un grupo heterogéneo de síndromes que tienen en común cursar con crisis epilépticas y que difieren entre sí por la edad de comienzo, semiología clínica, agentes causales, evolución, pronósticos y repuesta al tratamiento.

El niño con epilepsia. Atención de Enfermería

Mari Carmen García García, Diplomada en Enfermería, Experto en Gestión de Servicios de Enfermería, Experto en Cuidados Oncológicos y Paliativos, Máster en Farmacoterapia para Enfermería.

Resumen:

El objetivo del trabajo es dar a conocer la epilepsia en el niño (etiología, patogenia, diagnóstico y tratamiento), prestando especial interés a la atención y cuidados de Enfermería que se debe ofrecer al niño con epilepsia y a su familia. Se ha realizado una revisión de la literatura científica en las bases de datos Scielo, Elsevier y Cochrane, con los descriptores: niño, epilepsia, atención de Enfermería.

Desarrollo:

La epilepsia es un grupo heterogéneo de síndromes que tienen en común cursar con crisis epilépticas y que difieren entre sí por la edad de comienzo, semiología clínica, agentes causales, evolución, pronósticos y repuesta al tratamiento. Así, las crisis epilépticas se pueden definir como crisis cerebral o disfunción cerebral transitoria, que resulta de una descarga neuronal excesiva. La epilepsia sería la afección crónica de etiología diversa caracterizada por crisis epilépticas recurrentes, asociadas eventualmente con diversas manifestaciones o paraclínicas. El síndrome epiléptico es el trastorno epiléptico caracterizado por un conjunto de signos y síntomas, incluyendo tipo de crisis, etiología, anatomía, factores precipitantes, edad de comienzo, severidad, cronicidad, signos observados en exámenes paraclínicos, electroencefalografía y neuroimagen.

Existen tres tipos de epilepsia:

  • Idiopáticas o primarias: origen desconocido, probable o segura carga genética.
  • Sintomáticas o secundarias: etiología conocida y demostrable.
  • Criptogénicas: secundarias a algo que no somos capaces de objetivar.

En cuanto a la etiología, las epilepsias neonatales y de la primera infancia se caracterizan por agresión cerebral perinatal, anomalías congénitas, trastornos metabólicos, meningoencefalitis, convulsiones neonatales benignas y espasmos infantiles. Las epilepsias en la infancia suelen ser por convulsiones febriles, agresión cerebral perinatal, infección, otros traumatismo, tóxicos y defectos metabólicos y enfermedades degenerativas cerebrales.

Las epilepsias en adolescentes son de etiología idiopática, agresión cerebral perinatal, infección, enfermedades degenerativas cerebrales y síndrome neurocutáneo.

Con respecto a la patogenia, la epilepsia es el desequilibrio entre mensajes de excitación e inhibición con predominio de excitación. Las células se hacen hiperexcitables y se disparan de forma inapropiada, provocando actividad en las células vecinas (reclutamiento) o con las que establecen conexiones que descargan conjuntamente (hipersincronia). Se denomina crisis generalizada a la descarga extendida por ambos hemisferios, crisis parcial a la descarga confinada a un área de la corteza y status epilépticus a las crisis prolongadas o repetitivas.

En relación al diagnóstico para identificar el tipo de convulsión y la causa nos basaremos en la historia clínica (anamnesis completa, situación previa a la crisis epiléptica, patrón de la crisis, valoración física, valoración neurológica) y en pruebas complementarias (analítica completa, electroencefalograma, o sea, prueba principal para confirmar la epilepsia, TAC y resonancia magnética).

El objetivo del tratamiento es controlar los ataques y permitir al niño integrarse en la sociedad con todo su potencial. Existen tres modalidades de tratamiento anticonvulsionantes que controlan un 80% de los ataques epilépticos, dieta y cirugía, que es la opción para casos con gran dificultad en su control o lesiones localizadas de fácil acceso.

Centrándonos en la atención enfermera, podemos decir que esta incluye la colaboración en el diagnóstico, la administración en el tratamiento, los cuidados durante la convulsión, las medidas a largo plazo y el apoyo al niño y la familia.

La valoración de Enfermería lleva aparejada la obtención de datos sobre las crisis convulsivas, observación sobre las características de la convulsión, la ayuda en las pruebas y procedimientos diagnósticos y la valoración de la respuesta del niño a la medicación y presencia de efectos adversos.

Problemas de colaboración:

  • Complicación potencial de asfixia y traumatismo secundario a una crisis.

Actividades:

  • Colocar al niño en decúbito lateral.
  • Aspirar secreciones.
  • Administrar oxígeno.
  • Aflojar la ropa.
  • No administrar ni comida ni bebida.
  • Quitar o separar los objetos duros.
  • Utilizar un depresor de lengua almohadillado.
  • Almohadillar los laterales de la cama o cuna.
  • Despejar el entorno del niño.
  • Evitar que se golpee.

Intervenciones de Enfermería:

  • Proporcionar un ambiente adecuado.

Actividades:

  • Disminuir los estímulos.
  • Disminuir o evitar