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Funciones ejecutivas en niños de 4 y 5 años nacidos bajo riesgo por prematuridad

Funciones ejecutivas en niños de 4 y 5 años

nacidos bajo riesgo por prematuridad

El presente estudio indaga la relación funcional entre el desarrollo neuropsicológico de las funciones ejecutivas en niños de 4 y 5 años nacidos bajo riesgo por prematuridad en la ciudad de Cali, Colombia. Para ello, se compararon dos poblaciones de edades similares, con características sociodemográficas y culturales a fines.

Funciones ejecutivas en niños de 4 y 5 años nacidos bajo riesgo por prematuridad

Diego Alejandro Calle Sandoval (1)

Nora Grañana (2)

[1] Docente investigador universidad San Buenaventura Medellín extensión Armenia Colombia.

2 Docente investigadora doctorado en psicología con orientación en neurociencias cognitivas aplicadas U. Maimónides, Universidad de Buenos Aires. Neuróloga pediatra.

Investigación producto de tesis del doctorado en psicología con orientación en neurociencias cognitivas aplicadas Universidad Maimónides Bs As 2015.

Resumen

Se emplearon el WIPPSI III y la prueba computarizada Hearts and Flowers desarrollada por Adele Diamond con el fin de comparar los desempeños de ambos grupos y correlacionar los resultados con su respectivo coeficiente intelectual (CI). Finalmente, el análisis estadístico permitió destacar la función inhibitoria como independiente del coeficiente intelectual (CI) y de mayor desarrollo en el grupo de niños nacidos a término y una estrecha relación entre maduración cortical pre frontal y el desarrollo de los precursores de las funciones ejecutivas control inhibitorio, flexibilidad cognitiva y memoria de trabajo.

Palabras clave: Funciones ejecutivas, Prematuridad y corteza pre frontal.

Introducción

La prematuridad, de alta prevalencia en Latinoamérica, se define como el adelanto del parto hasta antes de la 37 semana de gestación, además de un bajo peso al nacer (2.5 kilos o menos) y un percentil inferior a 3 del perímetro cefálico. Lo anterior incide en el nivel de maduración de las células nerviosas, hacen que la población de infantes prematuros sea una de las más propensas a manifestar alteraciones neurocognitivas y trastornos del desarrollo neuropsicológico. Diversos estudios han puesto de relieve la presencia de alteraciones; utilizando pruebas de neuroimagen morfológica; tales hallazgos resaltan reducción del cuerpo calloso, núcleos de la base, ventrículos laterales, la región de la amígdala y el hipocampo.

Todas estas estructuras vinculadas con procesos básicos de aprendizaje (1). De acuerdo a los estudios del desarrollo y sus riesgos ante la situación de prematuridad, es probable que los niños nacidos en Suramérica bajo esta condición pudieran presentar dificultades en su evolución, dadas las limitaciones nutricionales, ya que la alimentación externa aportada por los padres no es comparable a la que el neonato recibe vía intrauterina en las últimas semanas. Dicha falencia energética puede incidir en el proceso madurativo del sistema nervioso central. Igualmente, el hecho de llegar antes de tiempo al mundo expone al nuevo ser a factores ambientales que podrían afectar la maduración neuronal en los procesos de mielinización y conexión celular. A pesar de estar anatómicamente diseñada la arquitectura cerebral, esas semanas de gestación son vitales en el inicio de procesos a nivel funcional, incluso se han hallado evidencias en estudios de neuroimagen que indican una reducción en la sustancia gris cortical, ampliación de ventrículos y disminución en la densidad del cuerpo calloso (2).

La neuropsicología de funciones ejecutivas y su correlato neural ha abordado la relación entre funciones básicas para la resolución de problemas como la atención y la inhibición con patologías del neurodesarrollo de la corteza pre-frontal (3). Sobre la relación entre un nacimiento igual o inferior a 30 semanas y dificultades en el desarrollo de funciones ejecutivas se evaluó a 200 niños de 5 a 12 años bajo este riesgo, pero sin patología del desarrollo intelectual y con distintas formas de acompañamiento, cuidado parental y nivel educativo con referencia a un grupo control. Se midió memoria operativa, control inhibitorio, planificación y fluidez verbal. Finalmente, la estadística demostró que si bien existen diferencias entre los prematuros y el control, a medida que las condiciones de vida mejoran, así como el cuidado parental y la estimulación, los desempeños tienden a ser iguales al de sus contemporáneos nacidos a término (4).

No obstante, algunos estudios previos sobre prematuridad extrema indicarían otra posición. La existencia de un rendimiento inferior a nivel del desarrollo viso espacial, motor y ejecutivo en 308 niños de 6 años nacidos en condiciones de extrema prematuridad. Sin embargo, cada una de las esferas de desarrollo mencionadas, poseían diferencias significativas dentro del mismo grupo, dependiendo del nivel de estimulación del menor (5). En esa misma línea, se indagó sobre los efectos de la prematuridad y el desarrollo de las funciones ejecutivas en infantes entre uno y dos años de edad del sector de la Rioja en España. La muestra estuvo constituida por 25 menores con características promedios como grupo de comparación y los que marcaban riesgo por prematuridad fueron 10. A través de rejillas de observación se registró y midió el desempeño de los sujetos ante una tarea no verbal en la que debía encajar en los orificios de un cajón las formas de las figuras geométricas. La edad de los niños prematuros se corrigió con la edad gestacionaria. A parte de la observación, se incluyeron las historias de cada menor para hacer un análisis intragrupo además